El asunto del conducir para las mujeres en Arabia Saudita es de nuevo un tema de discusión pública [1], después de un incidente extraordinario que tuvo lugar durante las recientes inundaciones en la ciudad de Jeddah. Una muchacha de 15 años de edad llamada Malak Al-Mutairi logró zafarse de un vehículo parcialmente sumergido, y luego se subió a un jeep de la familia y remolcó a otros vehículos y sus ocupantes hacia una zona segura, salvando a su propia familia y a otras ocho personas. [2]
Tras el incidente, columnistas en la prensa saudita escribieron que la lección a ser aprendida aquí es que las muchachas deben aprender a nadar – y a conducir. Una de las respuestas fue del destacado Jeque Ahmad bin ‘Abd Al-‘Aziz ibn Baz, investigador en asuntos islámicos y el hijo del ex mufti saudita Jeque ‘Abd ‘Al-Aziz ibn Baz (1912-1999). Este último emitió un fatwa en 1990, que prohíbe a las mujeres conducir vehículos, su hijo sostiene ahora que la libertad de movimiento es uno de los derechos que el Islam le otorga a las mujeres, y que el fatwa de 1990 ya no es válido.
Lo siguiente son extractos de varios artículos sobre este tema:
El Islam otorga a las mujeres libertad de movimiento
En su artículo en el diario saudita Al-Watan, el Jeque Ahmad bin ‘Abd Al-‘Aziz ibn Baz escribió: «… En primer lugar, el que [las mujeres] conduzcan es un tema de derechos [humanos]… que el Islam otorgó a [las mujeres]; estos incluyen el derecho a la posesión y el derecho a la libertad de movimiento…
«[Cuando una mujer] vive en un palacio, con muchas propiedades, sirvientes y chóferes… se moviliza en un taxi… y ahorra dinero para pagarle el salario a un [chofer extranjero]… estos no son lujos. El Islam le otorgó el derecho a vivir con dignidad, y protegerse a sí misma y a su propiedad, porque ella es igual a un hombre…
«La propiedad y la libertad son el derecho por nacimiento de [cada] individuo… no son algo que se les concede [como un favor], o algo el cual [necesita] ser aprobado tras una votación…
«El temor a que las mujeres sean atacadas [si conducen] no garantiza que les impida conducir. Este es un problema crucial de seguridad y de educación, [pero] no es problema de [la mujer]. Nuestros clérigos alguna vez prohibieron a las mujeres conducir automóviles por razones que no son relevantes hoy en día, y no hay porque discutirlas de nuevo. Este artículo llama a que se le conceda a [las mujeres] su dignidad legitima y humana, y los derechos que les concede el Islam». [3]
En una entrevista en Al-Arabiya TV, Ibn Baz declaro que el fatwa de 1990 de su padre fue emitido durante la primera Guerra del Golfo basado en consideraciones nacionales y de seguridad, pero que desde entonces la realidad ha cambiado: «Los decretos sobre temas de actualidad son realizados a partir del examen de la realidad, [y] la realidad puede cambiar con el tiempo y lugar y con las personas y las circunstancias [involucradas]. Por lo tanto, los fatwas pueden cambiar con el tiempo… no estoy diciendo que los fatwas de mi padre eran deficientes… [sólo] quiero decir que mi padre emitió un fatwa para una persona específica en determinadas circunstancias, y este fatwa no aplica necesariamente a otra persona sólo porque existe cierta similitud [entre los dos casos]. Quiero decir que las circunstancias y los tiempos pueden ser diferentes, por lo que uno no puede extrapolarse [de un caso a otro]…
«Mi artículo no se refiere sólo al tema del conducir para las mujeres, sino también a [los otros] derechos legítimos, que a veces son descartados sobre la base de argumentos artificiales e ilógicos que se ahogan en un mar de excusas…» [4]
Padres, enséñenles a sus hijas a nadar – y a conducir
El redactor de Al-Watan, ‘Abdallah Nasr Al-Fawzan contrasta el incidente de la muchacha de Jeddah con otro incidente, en el que estudiantes atrapadas en un autobús que fue arrastrado por las inundaciones ni siquiera intentaron escapar: «… [Estos dos incidentes] nos enseñan varias lecciones importantes: [Una] es que nos hemos ido por la borda en lealtad a los [principios] de ocultar a la mujer, a expensas de otras cosas esenciales.
Como resultado, la mujer en nuestra sociedad se ha vuelto débil, incapacitada e incapaz de tomar alguna iniciativa. No sólo es incapaz de ayudar a otros en caso de desastres, es incluso incapaz de ayudarse a sí misma.
«La segunda lección es que la debilidad, la incapacidad y la imposibilidad de tomar la iniciativa que las mujeres sufren en nuestra sociedad no están conectadas a su constitución [natural] – sino a la forma en que fueron educadas. Miss Malak Al-Mutairi, única entre su sexo, al parecer, recibió una educación diferente, no sólo se salvó a sí misma… sino que rescató, por sí misma… a varias familias, utilizando un vehículo grande que ella misma condujo y que utilizó para remolcar automóviles más pequeños.
«Sin embargo otra lección, y la más importante, es que todos debemos enseñarle a nuestras jóvenes a nadar, correr y usar sus recursos para rescatarse a si mismas y a otros. Sí, enséñenle a sus hijas a nadar y [enséñenles] a pensar [por si mismas]… [saber] nadar es siempre esencial, y se vuelve aún más esencial porque hemos construido nuestras ciudades, en ramblas y cauces de los ríos donde se producen inundaciones y desbordamientos. [Por ello], estamos más expuestos [y en riesgo de] ahogarnos, tal como vimos durante las [inundaciones] de Jeddah.
«Enseñen a sus hijas a nadar, [y permítanles] usar ropa que no les impida moverse con rapidez cuando es necesario hacerlo – y no escuchen esas voces que han convertido el [principio] de ocultar a [la mujer], aunque bien intencionadas, en cadenas que conducen a su debilidad e impotencia…» [5]
Mujeres que conducen pueden salvar vidas
De manera similar, la columnista liberal saudita Halima Muzaffar escribió en su columna en Al-Watan: «… El asunto [en discusión] no es la historia de Malak, quien rescató a su padre, sus hermanos y a [otras] ocho familias sauditas… ¿A qué es lo que le debemos prestar atención en primer lugar, están todas las otras historias, y el destino de las mujeres y las muchachas que se encontraban entre las 132 víctimas de las [últimas] inundaciones. Cualquiera que lea cuidadosamente la lista de las víctimas encontrará que la mayoría de estas eran mujeres y niños.
«La pregunta más importante es: ¿Qué habría pasado si estas madres hubieran sido capaces de conducir y hubiesen podido transportar a sus hijos a un lugar seguro tan pronto como se les hubiese advertido del peligro – en lugar de telefonear a sus maridos y padres y esperar a que lleguen de sus lugares de trabajo para rescatarlos? Si esto hubiese sido el caso, el número de muertos no habría sido tan grande. Además, que sería si [algunas] de estas mujeres fuesen viudas, divorciadas o huérfanas sin tener familiares? ¿Por quién podrían esperar cuando nadie en el centro de emergencia responda a su llamado debido a una sobrecarga?
«Estas mujeres no son víctimas de la corrupción que creó grietas en el asfalto de Jeddah [y en la infraestructura]. Son las víctimas de la espera interminable para sus maridos y familiares [hombres], cuyo primer pensamiento fue quien las rescatara. Los hombres fueron retenidos debido al caos durante la catástrofe – y para el momento en que llegaron donde sus mujeres e hijos, encontraron solo cadáveres ahogados.
«Como sociedad, nos hemos tomado nuestro tiempo en dejar que las mujeres aprendan a conducir, con el fin de al menos darles una oportunidad a que traten de salvarse a sí mismas y a sus hijos en un momento de desastre. Por otra parte, ¿qué habría ocurrido si el hombre de la casa se encontrara él en peligro? [En ese caso, su esposa] habría tenido que salvar su vida y las vidas de sus hijos. ¿No sería mejor que llamar a la brigada de rescate y luego sentarse a esperar y morir?… [6]
Caricatura: La hora de conducir autos para las mujeres ya casi llega
Caricaturista: ‘Abd Al-Rahman Al-Zahrani
Fuente: Al-Watan (Arabia Saudita), 17 de enero, 2010
[1] La ley religiosa en Arabia Saudita prohíbe a las mujeres conducir automóviles, y una mujer saudita vista conduciendo un automóvil es sometida a arresto. Por ejemplo, el 6 de noviembre, 2009 dos mujeres conferencistas fueron arrestadas después de conducir sus propios vehículos en protesta contra la prohibición. www.news-sa.com, 7 de noviembre, 2009. www.news-sa.com, 7 de noviembre, 2009.
[2] Al-Riad (Arabia Saudita), 6 de enero, 2010.
[3] Al-Watan (Arabia Saudita), 15 de enero, 2010.
[4] www.alarabiya.net, 23 de enero, 2010.
[5] Al-Watan (Arabia Saudita), 9 de enero, 2010.
[6] Al-Watan (Arabia Saudita), 12 de enero, 2010.