Marruecos rompe relaciones diplomáticas con Irán y lo acusa de esparcir el chiísmo en el país

El viernes, 6 de marzo del 2009, Marruecos anunció que rompía relaciones diplomáticas con Irán. La decisión siguió a semanas de escaladas medidas entre los dos bandos. Los dos países habían tenido sus desigualdades en el pasado sobre la concesión de asilo de Marruecos al Shah después de la Revolución Islámica y su apoyo a Saddam Hussein en la guerra Irán-Irak, pero la actual ruptura es el peor nadir en las relaciones marroquí-iraníes desde que éstas fueron normalizadas en 1991: [1]

Conducta no-diplomática

La crisis entre Marruecos e Irán comenzó como un desarrollo secundario en el reciente pleito entre Irán y Bahrein, el cual fue iniciado cuando un antiguo funcionario iraní, Ali Akbar Nateq-Nouri, se refirió a Bahrein como la provincia numero 14 de Irán. Marruecos, al igual que otros miembros de la Liga Árabe, emitió una declaración de apoyo por Bahrein; en una carta a Bahrein, el Rey marroquí Mohammad VI describió las declaraciones iraníes como «miserables» y expresó el apoyo de Marruecos por Bahrein contra las «amenazas» iraníes. En respuesta, Irán expresó una aguda crítica a Marruecos, y llamó al encargado de asuntos marroquí en Teherán en demanda a que aclarara el asunto; según algunos informes, fue recibido por un funcionario del personal del ministerio del exterior en lugar de un oficial de alto rango, que los marroquíes interpretaron como un insulto. [2] En respuesta, Marruecos llamó al embajador iraní el 24 de febrero y le dio una semana para proveer una respuesta oficial a las quejas de Marruecos, y el 25 de febrero Marruecos llamó a su encargado de asuntos en Teherán a consulta. Cuando se estuvo claro que ninguna respuesta iraní llegaría, Marruecos decidió romper sus relaciones diplomáticas con Irán. [3]

Acusaciones de que Irán está trabajando para esparcir el chiísmo en Marruecos; ‘Amr Moussa describe la intromisión iraní como perturbadora

Cualquiera que fuese el idioma no-diplomático usado sobre el tema de Bahrein, es difícil ver el por qué esto debería de haber llevado a una crisis total entre Irán y Marruecos, cuando la propia Bahrein y otros países árabes aceptaron clarificaciones subsecuentes de Irán y dejaron de preocuparse por el asunto. De hecho, el anuncio de Marruecos a la ruptura de relaciones diplomáticas indicó otra razón por su acción: este añadió al asunto de Bahrein quejas de esfuerzos iraníes por esparcir el chiísmo en Marruecos. Este se refirió al «activismo probado de estas autoridades rurales, y notablemente a sus representantes diplomáticos en Rabat, apuntando a alterar las bases religiosas del Reino, atacar las bases de la identidad hereditaria del pueblo marroquí, e intentar socavar la unidad de la religión musulmana y el rito sunni Maliki en Marruecos, cuyo garante es Su Majestad el Rey Mohammed VI, Comandante del Creyente». [4] (La escuela de Maliki es una de las cuatro escuelas de jurisprudencia musulmana sunni, y la dominante en África del Norte.)

Los informes de inteligencia marroquí indicaron recientemente que diplomáticos iraníes estaban trabajando para esparcir el chiísmo en África del Norte, y los funcionarios de seguridad marroquíes compartían estas advertencias con sus colegas de África del Norte en una reunión celebrada en la capital de Mauritania Nouakchott. El Ministro del Exterior de Marruecos Taieb Fassi-Fihri también había advertido de «algunas actividades que estaban siendo llevadas a cabo en Marruecos por la República Islámica de Irán que dañaron la unidad del sunnismo Maliki en el Reino de Marruecos». [5] En una declaración a la AFP, él agregó que Marruecos no es el único país afectado por tal proselitismo chiíta y dijo que estaba ocurriendo en otros países islámicos, en la África subsahariana, y en Europa. [6] Una fuente anónima descrita como un funcionario de alto rango le dijo al diario islamista marroquí Al-Tajdid que los cuerpos diplomáticos iraníes en Marruecos habían comenzado a promover activamente el chiísmo en el 2004 a través de un alcance individual, el establecimiento de centros culturales y la distribución de panfletos. [7]

Mohammad Darif, profesor marroquí en ciencias políticas y experto en grupos islamistas, dijo que en el pasado los chiítas marroquíes habían permanecido alejados del foco de atención, pero que en años recientes se han vuelto más abiertos en su actividad; Los chiítas intentaron establecer organizaciones tales como Anwar Al-Muwadda en Tangiers y en Al-Liqa’ Al-Insani en Oujda, así como también un diario, sólo que estos intentos fueron frustrados por el gobierno marroquí. Otro profesor marroquí de ciencias políticas, Mahoma Lamrani Boukhobza, consideró el asunto chiíta de ser el motivo principal detrás de la ruptura de relaciones diplomáticas. Boukhobza denotó que el chiísmo había ganado una posición ya establecida en particular debido a la apelación política del Hizbullah y del régimen iraní. Él agregó que la conversión al chiísmo fue especialmente pronunciado entre los marroquíes que viven en Europa, y dijo que un evento en Bruselas hace dos años atrajo a 10,000 chiítas marroquíes. (Es incierto de si o no ésta es una referencia a una reunión sostenida durante la guerra Israel-Hizbullah en el 2006). [8] El diario Al-Quds Al-‘Arabi citó los «informes norteamericanos» diciendo que miles de marroquíes en ambas orillas del mediterráneo han abrazado el chiísmo. [9]

En su reacción a la ruptura de relaciones diplomáticas de Marruecos con Irán, el Secretario General de la Liga Árabe ‘Amr Moussa dijo que estaba «profundamente perturbado» por la intromisión de Irán en los asuntos árabes, y agregó que la Liga Árabe «defenderá los intereses árabes desde el Océano [Atlántico] hasta el Golfo [Pérsico]». [10]

Publicaciones cercanas a la monarquía hicieron eco de las quejas oficiales. El 10 de marzo del 2009, Khalil Hachimi Idrissi escribió en el editorial de Aujourd’hui le Maroc que las acciones de Irán eran «un ataque a la soberanía religiosa y espiritual del país… el proselitismo chiíta está actualmente montado sobre una ola – o un tsunami – qué la hace dominante y arrogante, en especial hacia las naciones sunni. Para confrontar esta ola, si es que esto fuese todavía posible, es un acto estrictamente legítimo de defensa. Para otros países, y en particular aquéllos en el Golfo ‘Pérsico’, ya es demasiado tarde. La responsabilidad histórica, de siglos de Marruecos y del Comandante del Creyente [es decir el Rey], en su capacidad de polo continental del sunnismo pacífico y armonioso que brilla en todo el norte-oeste de África y más allá, es rechazar, con todas sus fuerzas espirituales, y de la manera más honesta y fiel posible, a esta hegemonía chiíta desestabilizadora. [11]

La respuesta iraní

En una entrevista el 15 de marzo con el diario liberal en Internet www.elaph.com, el embajador iraní expulsado de Marruecos Vahid Ahmadi negó las acusaciones de que Irán está trabajando para promover el chiísmo, así fuese en Marruecos o en cualquier otra parte. Él caracterizó las acusaciones de Marruecos como «mentiras sin base» y dijo que la revolución iraní no es algo que puede exportarse como si fuese un producto. [12]

La reacción oficial iraní acusó a Marruecos de ser el que socavó la unidad islámica e indicó que estaba dañando a la causa palestina, denotando que la decisión en romper relaciones diplomáticas vino mientras Irán estaba siendo anfitrión de una conferencia en apoyo a los palestinos de Gaza.

En respuesta, el Ministerio del Exterior marroquí dijo que en elevar el problema palestino Irán estaba tratando de evadir responsabilidades a lo que es «un problema totalmente bilateral». [13] Unos días después el Ministro del Exterior marroquí Taieb Fassi-Fihri agregó que Marruecos no necesita lecciones de nadie en lo que respecta a defender al Islam y a Palestina. [14]

Acusaciones iraníes más explícitas contra los marroquíes llegaron en un artículo en el portal de Al-‘Alam TV, un canal en idioma árabe-iraní: «El espíritu tenso sectario anti-chiíta es todavía el motor operativo básico de la mentalidad política de los que toman decisiones en más de un país árabe, y Marruecos no es ninguna excepción en este aspecto». El artículo continuó denunciando que Marruecos incluso conspiró con los terroristas en Irak en el asesinato de chiítas. [15]

Parte de la guerra fría árabe-iraní?

Mientras Marruecos rechazaba las acusaciones iraníes de que su movimiento era parte de una estrategia árabe mayor, algunos observadores árabes si vieron el episodio en el contexto de una guerra fría árabe-iraní mucho mayor. Así ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, Director General de Al-Arabiyya TV y ex Jefe de redacción del diario de propiedad saudita Al-Sharq Al-Awsat, escribió: «La distancia entre Teherán y Rabat es menos de 5,200 kilómetros. La capital de Marruecos es el punto árabe más lejano en el mapa desde Irán. A pesar de este hecho, el gobierno marroquí ha comenzado a quejarse del involucramiento iraní. ¿Cómo es capaz este país de medios limitados [es decir Irán] de esparcirse por todas partes, no importa cuan lejos. Son estos solo alegatos políticos apuntados a difamar a los iraníes, o tienen [los iraníes] de hecho un plan que no se detiene ante ninguna fuerza y no está limitado por ninguna distancia? «

Al-Rashed denotó que Marruecos no parecía predispuesto a un conflicto con Irán – por ejemplo, participó en la cumbre de emergencia en Doha durante la guerra de Gaza, la cual estuvo alineada con el eje Irán-Siria-Qatar. [16] El continuó con la pregunta: «Qué hizo entonces que un país conocido por su mente abierta a la protección de las libertades intelectuales se enfadara tanto como para romper relaciones diplomáticas en respuesta a actividades intelectuales religiosas? La razón fue la comisión diplomática iraní en Rabat que estuvo involucrada en lo qué Marruecos denomino actividades contrarias a las normas diplomáticas.

«Sería equivocado acusar a los marroquíes de ser parte de la [campaña] de propaganda política anti-iraní y parte del [intento por] asustar a los sunnis con [el espectro de] la expansión chiíta, ya que Marruecos ha dirigido una importante campaña [también] contra el movimiento extremista salafi sunni… La diferencia es que el extremismo salafi es la actividad de individuos y de grupos no-gubernamentales, mientras que la infiltración chiíta es parte de la actividad del establishment oficial iraní, tal como los marroquíes enfatizan. Ellos ya habían arrestado a una célula [terrorista] marroquí que se dijo había sido entrenada por Hizbullah al sur del Líbano… [17]

«Yo pienso que Irán decidió emprender temprano una guerra ofensiva contra lo que este considera ser el establishment religioso tradicional y oficial en los países árabes, y en particular en los países que este considera ser sus oponentes políticos – aun cuando Marruecos no estaba directamente de lado en esta lucha. Los grupos [religiosos] iraníes y afiliados iraníes están activos en Europa, África y Australia, y [traen] un mensaje político-religioso que glorifica a Irán como el líder del mundo islámico. Este mensaje hace todo lo que puede para encontrar su camino en el corazón de las sociedades árabes, que Irán ha llegado a considerar como su profundidad estratégica. Este plan es más político que religioso, y es una expresión de la megalomanía que uno ve en los discursos del liderazgo en Teherán…» [18]