Los diarios sauditas han estado recientemente publicando artículos sobre la importancia de la buena música, enfatizando su efecto en la conducta de los niños y sus habilidades y su contribución en moldear la conducta y la personalidad de los adultos. Los artículos presentan la paradoja de la juventud saudita de que pueden escuchar música estridente vacía en la televisión y en Internet mientras el sistema escolar estatal pone en vigor la prohibición religiosa sobre la música – previniendo así a estos jóvenes de exponerlos a la música clásica, ambas occidental y árabe, que desarrollarían sus gustos y sensibilidades.

A continuación extractos de los artículos sobre este tema:

Las clases de música «mejoran el equilibrio emocional de los niños, la memoria y sus habilidades de aprendizaje»

El redactor Halima Mudhaffar escribió en el diario saudita Al-Watan: «Pienso que necesitamos lecciones de música clásica [en las escuelas]. Estoy sorprendido que [tales lecciones] no han sido introducidas en el curriculum de arte seguido a las llamadas en las publicaciones del Ministerio de Educación para desarrollar el plan de estudios y los métodos de instrucción… [Las clases de Música] son especialmente necesarias en los grados menores, debido a que estudios científicos han demostrado que tienen muchos beneficios, tales como el mejorar el equilibrio emocional, la memoria y las habilidades de aprendizaje de los [niños].

«[Cuando hablo de música], no me refiero a la música [pop] de fuerte volumen y estridente que ha invadido [nuestra sociedad]… sino a la música de alta calidad, como la del compositor Beethoven, el genio Mozart, el [compositor contemporáneo de música árabe clásica Muhammad] ‘Abd Al-Wahhab, y otros…

«A través de esta música, [los niños adquieren] el buen gusto, buenos modales y sensibilidad a la belleza en sus ambientes… Éstas son cualidades que nos faltan en nuestras vidas diarias y en nuestra conducta – en el hogar, en la calle. E incluso en el trabajo.

«Desgraciadamente, el extremismo religioso – qué ha existido durante mucho tiempo en nuestra sociedad y continua existiendo [hoy] – nos ha causado que nos sintamos incómodos acerca del arte en general. Para poder rectificar nuestra actitud, debemos tomar una postura firme [contra este extremismo].

El extremismo religioso tiene la culpa de nuestra actitud incomoda hacia la música

«[Pero] por qué ir tan lejos? No existe ni una calle en nuestro [país] donde no haya alguna tienda, autorizada por el Ministerio de Comercio, vendiendo cintas de baja calidad y CDs junto a los de calidad. Los canales sauditas tocan canciones de cantantes de Arabia Saudita y del Golfo, e incluso organizan festivales de [música] en algunos pueblos sauditas, asistidos por miles que se mueven [al ritmo] en sus asientos y cantan junto a [la música]. Es más, existe un festival nacional Al-Jenadiriyah, [1] con sus conciertos anuales [por] los mejores [cantantes] y asistido por millones. Cantantes que también actúan el Día Nacional de Arabia Saudita.

«Pero ahora, el Ministerio de Educación ha triunfado, y, descuidando la realidad social… ha prohibido a [los alumnos] escuchar el himno nacional acompañado por una música inocente, tocada con entusiasmo – todo sobre el pretexto de [obedecer lo religioso] prohibiendo la música…

«Yo me pregunto cómo reaccionan los niños a esta prohibición, cuando [pueden] escuchar música en el automóvil de su padre o hermano, o mirar [los videos musicales] en los canales nacionales de televisión. Ésta es la enfermedad de la hipocresía.

«[Hoy] yo le aconsejo de nuevo el Ministerio de Educación [que introduzca la música en el plan de estudios]… fuera del deseo de proteger a nuestros muchachos y muchachas de la música estridente que los rodea – qué adversamente afecta su conducta y arruina su memoria». [2]

La música ayuda a que los niños expresen sus emociones

Fawzia Al-Bakr, redactor para el diario saudita Al-Jazirah y profesor de educación en la Universidad King Saud en Riad, escribió: «… El eterno [arte de] la música ha desaparecido de nuestras ciudades y hogares, donde cada uno de nosotros esta haciendo su propio camino en el mundo de los placeres. Así, hemos caído víctima a la [música] poco profunda accesible [vía los medios de comunicación], y ya no tienen el conocimiento para comparar y distinguir [la música mala de la buena].

«Desde el día en que nacen, los niños son atraídos hacia los sonidos, colores y el agua los cuales asocian con los sonidos que rodean a la naturaleza. Es por consiguiente nuestro deber… regresarlos a este [recurso] natural, y ayudarles a que encuentren su equilibrio [emocional], que sólo puede encontrarse en un mundo dónde uno puede disfrutar todas las formas de arte». [3]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés haga clic en el siguiente enlace:
http://www2.memri.org/bin/latestnews.cgi?ID=SD215608.


[1] Una herencia anual y festival de la cultura dedicada a la música tradicional saudita, libros, trajes, artes y artesanía, patrocinado por el rey saudita, el cual se ha celebrado en el país desde 1985.

[2] Al-Watan (Arabia Saudita), 25 de octubre, 2008.

[3] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 25 de octubre, 2008.

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