Hamas: Entre liberar Palestina y restaurar el Califato islámico global

Introducción

Como movimiento religioso-social confinado a la Ribera Oriental y a Gaza, Hamas se ha enfocado principalmente hasta la fecha en llevar a cabo un programa socio-religioso doméstico. Sin embargo, la victoria de Hamas en las elecciones municipales del 2005 y en las elecciones parlamentarias del 2006, y su subsiguiente toma de Gaza, ha planteado preguntas respecto a la orientación futura de las actividades políticas del movimiento. El tema más frecuentemente debatido es si Hamas continuará persiguiendo su agenda localmente orientada, o, se aprovechara de su momento político o extenderá su influencia más allá de los límites de la Ribera Oriental y Gaza volviéndose activo en la arena global del jihad.

Este escrito evalúa la posibilidad de que Hamas establecerá lazos operativos con los movimientos globales del jihad, en especial los movimientos salafies tales como Al-Qaeda, y se les una en sus empresas globales. Basados en una consideración de su ideología, sus raíces en el movimiento de la Hermandad Musulmana egipcia, y las políticas que este ha adoptado desde la toma de Gaza, el escrito concluye que la orientación local de Hamas está fundamentada en su ideología, y que es por consiguiente improbable que el movimiento se comprometa en un jihad global y tome parte en las iniciativas apuntadas a restaurar el califato islámico global, que fue desmantelado de facto en 1918 y oficialmente abolido por el líder turco Kamal Ataturk en 1924.

I. Las diferencias ideológicas entre Hamas y Al-Qaeda

«La tierra en donde las leyes de Alá han obtenido supremacía es la patria de todo musulmán»

Examinando el esquema en el cual la ideología de Hamas evolucionó, es útil comenzar con el documento fundador del movimiento – el Pacto de Hamas. [1] Interesantemente, este documento no contiene ninguna referencia explícita a las aspiraciones globales; al contrario, el texto enfatiza repetidamente que Hamas es un movimiento religioso-nacionalista cuya meta primaria es «izar la estandarte de Alá sobre cada pulgada de Palestina».

Este enfoque sobre la liberación de una tierra islámica específica, a saber Palestina, claramente separa a Hamas de los movimientos jihad globales como Al-Qaeda, qué caracteriza sus motivaciones religiosas en términos universales, y persigue ampliamente metas definidas como el «emprender el jihad hasta que todas las tierras islámicas, desde España a Irak, sean liberadas y el califato sea restaurado totalmente», [2] o el «estable[cer] un estado verdadero y justo – el estado mayor del Islam – [extendiéndose] de océano a océano». [3]

Otro factor que diferencia a Hamas de los movimientos globales del jihad es el uso del término «nacionalismo» (wataniyya) qué frecuentemente se repite en la alianza. Los movimientos globales del jihad evitan usar este término deliberadamente, ya que no reconocen ninguna entidad política otra que el ummah islámico global, y de esta forma no reconocen naciones individuales y estados musulmanes. [4] El Jeque Hamed Al-‘Ali, un prominente estudioso salafi kuwaití que apoya el jihad global, expresó este principio en un artículo de diciembre del 2006 titulado «En Defensa de la Doctrina de Aquéllos Que Unifican a Dios… “declarando: «El Islam se refiere a los países que [siguen] la doctrina [religiosa], y así divide [al mundo] en la Morada del Islam y la Morada de la Herejía. La tierra en el cual las leyes de Alá han ganado supremacía es la patria (watan) de cada musulmán, basados en su doctrina [religiosa] [en lugar de su origen étnico o lugar de nacimiento]». [5]

«Si Hamas está… comprometido a rendirle a la palabra suprema de Alá… [Por qué esta se asienta] bajo el domo del concejo legislativo politeísta?»

También resaltando la diferencia ideológica entre Hamas y Al-Qaeda está la decisión de Hamas de tomar parte en las elecciones municipales del 2005 y en las elecciones parlamentarias del 2006 en la Autoridad Palestina. La opción de participación política de Hamas, en lugar del jihad, como sus medios primarios para esparcir el Islam provocaron severas críticas de prominentes figuras en Al-Qaeda. El comandante de Al-Qaeda en Afganistán Abu Yahya Al-Libi, por ejemplo, acusó a Hamas de serle infiel a sus metas islámicas: «Si Hamas está comprometido a rendir la palabra de Alá supremo, [por qué este] adopta una política coja, se [asienta] bajo el domo del concejo legislativo politeísta, y celebra reuniones con los líderes de los incrédulos?… Nos dice, de lo que el Islam nos habla? Cual shari’a piensa implementar?» [6] El delegado de bin Laden Ayman Al-Zawahiri reprendió por igual a Hamas por sus actividades políticas después que firmó el Acuerdo de la Meca en febrero del 2007, [7] justo mientras hubo reprendido a la Hermandad Musulmana en enero del 2006 por participar en las elecciones egipcias. [8]

La reacción de Hamas a esta crítica subraya luego su carácter de movimiento religioso-nacionalista y resalta la diferencia entre su ideología y la de Al-Qaeda. El 12 de marzo del 2007, Hamas respondió a la crítica de Al-Zawahirien en un comunicado oficial que declaró: «Hamas es un movimiento salafi de jihad y resistencia, y permanecerá así mientras haya [todavía] una pulgada de Palestina bajo ocupación… Nosotros no traicionaremos nuestro convenio con Alá, que nos obliga a [nosotros] a proceder en el camino del jihad y la resistencia, hasta que Palestina – toda Palestina – sea liberada… La decisión de [Hamas] de participar en las elecciones, establecer un gobierno, y aceptar el Acuerdo de la Meca fue motivado por un deseo de defender los intereses del pueblo palestino». [9]

En una declaración de julio del 2007, el portavoz de Hamas en Gaza Fawzi Barhoum recalcó un punto similar en respuesta a las acusaciones de Al-Zawahiri: «Hamas tiene su propia historia y [su propio] jihad. Este está combatiendo en varios frentes, [luchando por acabar] la ocupación, romper el cerco [político y económico] [sobre el gobierno de Hamas], y conseguir apoyo para un gobierno [palestino] unido, entre sus otras [metas]… Nosotros nos esforzamos por liberar Palestina y liberaremos a nuestros prisioneros. Persistiremos hasta que la ocupación sea removida de nuestra tierra y de nuestros lugares sagrados». [10]

Visiblemente ausente de las reacciones de Hamas a sus críticos esta cualquier expresión de compromiso al programa islámico global – un compromiso que es central a la ideología de los movimientos globales del jihad. En cambio, Hamas reitera su enfoque localmente orientado en combatir a la ocupación.

«Hamas no impondrá sus programas religiosos y sociales sobre otros»

Otra diferencia entre la postura de Hamas y la de los movimientos globales jihad se evidencia en las políticas que ha adoptado desde su toma de Gaza en junio del 2007. Ignorando las demandas persistentes del grupo militar palestino Jaysh Al-Islam, [11] y de los líderes de Al-Qaeda tales como Ayman Al-Zawahiri, [12] Hamas se ha abstenido de anunciar el establecimiento de un emirato islámico y poner en vigor el shari’a en Gaza. En cambio, ha mantenido su promesa de antes de la toma de evitar imponer el Islam al pueblo. [13] En una entrevista del 2006 en la televisión, el jefe de la Oficina Política de Hamas Khaled Mash’al prometió, «Hamas no impondrá sus programas religiosos y sociales sobre otros. Más bien, presentará [sus ideas] a otros sin forzar a [que sean aceptadas]. [Por ejemplo], no se les obligará a las mujeres a que lleven puesto el hijab… Hamas [sigue] el principio de ‘no existe coacción en la religión’ y ‘la religión es [abrazada] por escogencia, no por la fuerza.'» [14]

El MP de Hamas Hamed Al-Bitawi dio una declaración similar en su entrevista el 20 de febrero, 2006 con el diario jordano Al-Ghad: «[Hamas] no es ni un movimiento joven ni una banda de matones. Tenemos un largo historial en la Hermandad Musulmana que es conocido por su pensamiento moderado… No forzaremos [el mercadeo] del shari’a islámico, aunque haremos nuestros máximos esfuerzos posibles en adherirnos a los principios islámicos que son razonable y prescriben lo que es bueno». [15] El punto de vista reflejado en estas declaraciones está diametralmente opuesto al de Al-Qaeda y otros movimientos globales de jihad, que creen que es su deber el imponer el shari’a lo más pronto posible en cada país musulmán.

II. ¿Reflejan las actuales políticas de Hamas y declaraciones un acercamiento pragmático o una postura ideológica?

Aunque las actuales políticas de Hamas y declaraciones están claramente en desigualdad con la visión mundial de los movimientos globales jihad, la pregunta permanece de si estos representan un acercamiento pragmático apuntado a mejorar las condiciones económicas en Gaza, o una postura ideológica. Obviamente, esta pregunta no puede ser contestada definitivamente, sino un examen de algunos factores claves nos permiten evaluar la postura de Hamas, y de esta manera predecir su curso probable en los próximos años. Más específicamente, una valoración de la ideología fundamental a las políticas y declaraciones de Hamas, y un examen de textos que han estado circulando durante los últimos años, indican que Hamas es probable – al menos en un futuro cercano – que siga siendo un participe local y se abstenga de comprometerse en actividades a gran escala apuntadas a restaurar el califato islámico.

Un factor que apoya esta valoración son las raíces ideológicas de Hamas en la Hermandad Musulmana. Tal como Lia Brynja denotó, la Hermandad Musulmana percibe «[e]l reavivamiento del califato islámico… [como su] objetivo final», a ser logrado sólo hasta que sus otros objetivos – a saber la liberación de Egipto, el establecimiento de un estado islámico allí, y el logro de la unidad árabe – sean alcanzados. [16] La Hermandad Musulmana, luego, parece ver la restauración del califato como una visión que será realizada en algún momento no especificado en un futuro lejano, no como una aspiración realista a ser perseguida en el presente, y Hamas ha adoptado al parecer una postura similar. Esto explica la ausencia de cualquier referencia al califato en la alianza de Hamas y en la mayoría de las declaraciones de sus líderes. [17] En contraste, las organizaciones como Al-Qaeda constantemente llaman a la restauración del califato y urgen a los musulmanes alrededor del mundo a consagrar sus esfuerzos en esta meta. [18]

La posición de Hamas también es reflejada en las biografías y la última voluntad de sus mártires. [19] La evidencia muestra que, en la última década, Hamas ha estado usando las biografías de sus mártires y su última voluntad como una herramienta vital en el adoctrinamiento de las masas palestinas. [20] Un caso sobre el punto son los documentos publicados por Hamas justo antes de la erupción de la segunda Intifada, durante el cual el movimiento llevó a cabo un número sin precedentes de ataques suicidas. [21] Justo antes del comienzo de esta ola de ataques, Hamas comenzó a publicar las biografías de los mártires y su última voluntad que – a diferencia de aquéllas publicadas previamente – estaban saturadas con versos del Corán, citas de las tradiciones islámicas (hadith), y las nociones ascéticas derivadas de los primeros genios islámicos de renunciar al mundo y a sus placeres. Los textos enfatizaron la insignificancia de esta vida y recomendaron el martirio como un legitimo «camino rápido» al Paraíso – la única meta digna y deseable. Estos documentos sirvieron un propósito doble: preparar una base ideológica para el surgimiento significativo en los ataques suicidas, y reclutar a palestinos a seguir el ejemplo de estos mártires. [22]

Interesantemente, un examen de cerca de tales numerosos documentos publicados en Internet en el 2007 no encuentra ninguna mención del califato islámico como una de las metas a ser seguidas por medio del jihad y las operaciones suicidas. [23] Los documentos justifican al jihad como un medio para «lograr el martirio», [24] «reunirse con Alá», [25] «con los profetas», [26] «defender las santidades [islámicas]», [27] «resistir la ocupación», [28] alcanzar el «Paraíso y [casarse] con las Vírgenes», [29] preservar el Islam», [30] y «limpiar a Gaza de hipócritas», [31] pero ninguno de los documentos menciona el objetivo de conducir al mundo a un mandato islámico. Al contrario, estos atan la noción del jihad de forma consistente al contexto palestino inmediato, y se alejan de cualquier alusión a las metas islámicas globales. Si Hamas hubiera pensado descartar su acercamiento nacionalista duradero a favor de una política más global, habría usado estos textos probablemente para exponer la infraestructura ideológica para este cambio ideológico.

Un mensaje anunciado el 11 de noviembre del 2007, en el portal islamista www.alhesbah.net/v, titulado «La Diferencia entre Hamas y Al-Qaeda…», enfatiza explícitamente el enfoque local del movimiento. El documento, por un miembro anónimo de Hamas, declara: «Nuestra organización, Hamas, cree en el [carácter] local del conflicto con el enemigo sionista, y [por consiguiente] se niega a exportarlo [a regiones] fuera de Palestina…» [32] Este acercamiento está también en línea con la importancia que Hamas le atribuye a sus relaciones inter-regionales e internacionales. El movimiento es improbable que arriesgue estas relaciones en un futuro cercano exportando su jihad.

III. Epilogo

Aunque la mayoría de la evidencia presentada aquí sugiere que es probable que Hamas persista en su política de confinar su lucha armada a Palestina, esto no significa que el movimiento necesariamente adoptará un acercamiento aislado. Al contrario, como se evidencia de sus lazos con Irán, Hamas, como un movimiento social pragmático, es probable que se aproveche de los contactos y lazos con cualquier entidad extranjera que le ayudará en su batalla contra Israel y/o contra Fatah en los Territorios. A estas alturas, sin embargo, parece improbable que Hamas usará estos lazos para adoptar una agenda global para el jihad.

Debería hacerse notar que ha habido algunos casos en que se demostró que miembros de Hamas tienen lazos con Al-Qaeda. [33] Sin embargo, tales casos han sido pocos, y en ninguno se estableció que los contactos reflejaron alguna decisión por parte del liderazgo de Hamas en forjar lazos con esta organización. Al contrario: Los contactos parecen haber sido iniciados por los propios individuos, actuando en oposición a la ya declarada política anti-Al-Qaeda de Hamas.

Como nota final, es importante tener presente que, dada la actual tensión dentro de Hamas, cualquier resquebrajamiento dentro del movimiento puede alterar su carácter como movimiento de jihad local.

* El Dr. Alshech es director del Proyecto de Estudios sobre Jihad y Terrorismo en MEMRI.