Lo siguiente es una entrevista con el estudioso libanés ch’iita Muhammad Ali Al-Husseini que fue presentada en TeleLiban Tv el 18 de agosto del 2007.
Para ver este segmento de video, visite: http://www.memritv.org/clip/en/1539.htm .
«El papel que el Reino [saudita] ha jugado y todavía ha estado jugando en el Líbano y en el mundo árabe es uno de reconciliación y unificación»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Todo el mundo, cercano y lejano, amigo y enemigo, comprende que el papel del reino saudita – el reino del arabismo, del Islam, y del humanismo… El papel que este reino ha jugado y todavía ha estado jugado en el Líbano y en el mundo árabe es uno de reconciliación y unificación. Este intenta extinguir la disputa civil y reunir a los hermanos. Este rol comenzó con Palestina, cuando el Rey saudita Abdullah Abd Al-Aziz se tomó para sí el doloroso trabajo de emplazar al hermano Mahmoud Abbas y los hermanos del Hamas, Khaled Mash’al y otros. El acuerdo fue alcanzado en el más puro y mejor suelo, en la Santa Meca, bajo la presunción de que fue un acuerdo fraternal, pero a lo largo vinieron aquéllos que quisieron empañar su pureza. El régimen sirio…»
[…]
«Nunca hemos visto nosotros al régimen sirio intervenir en algo sin arruinarlo»
«Nunca hemos visto al régimen sirio intervenir en algo sin estropearlo. Nunca hemos visto al régimen sirio entrar en alguna región sin destruirla».
[…]
«Nosotros siempre deberíamos diferenciar entre el pueblo iraní y el régimen».
Entrevistador: «Pero es el pueblo que trajo ese régimen al poder».
Muhammad Ali Al-Husseini: «Eso no es cierto. Tal como dice el refrán, los poderes de la naturaleza no están sujetos a la voluntad del hombre».
«La política iraní hacia nosotros los árabes está equivocada»
Entrevistador: «Nosotros los vimos elegir a Khatami por dos periodos, y ahora han elegido…»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Nosotros vimos en Siria cómo el único y sólo candidato, Bashar Al-Assad, fue elegido. Sabemos en el cómo las agencias de inteligencia sirias… Quién puede en realidad votar «no» o abstenerse de votar?»
[…]
«La política iraní hacia nosotros los árabes está equivocada».
Entrevistador: «Son ellos condescendientes hacia los árabes?»
Muhammad Ali Al-Husseini: «No, el régimen iraní tiene planes [territoriales] respecto a los países árabes. Este comenzó con lo que sucedió en Arabia Saudita oriental, y continuó con la ocupación de las tres islas de los EAU por el régimen iraní. Hoy día, es evidente en el plan del régimen iraní en Irak. El régimen iraní tiene un papel significativo en Irak».
[…]
«La opción de Nabih Berri, el Imam Qabalan, el Imam Al-Shams Al-Din, el Imam Musa Al-Sadr, y el resto de los estudiosos chi’itas es la opción libanesa. Éste es la opción soberana, libre, e independiente». […]
«El Hizbullah ha destruido la composición del país»
«El Hizbullah ha destruido la composición del país en el cual creímos».
Entrevistador: «Se está usted refiriendo al Líbano?»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Sí. Hizbullah escogió una opción diferente que la del Imam Al-Sadr. Escogió una dirección diferente, la cual nosotros no queremos. Queremos continuar el proceso y seguir el camino y las creencias de Musa Al-Sadr, quién fue a las iglesias a dar conferencias, fue a las mezquitas sunni y quién se sentó con todos – con los armenios, los cristianos, con todos los grupos diferentes. Eso es lo qué significa integración. Los hermanos en el Hizbullah, por otro lado, han destruido el camino de Musa Al-Sadr y todo en lo que nosotros creemos.
«El primer tema es la lealtad. Nosotros los libaneses – chi’itas, sunnis, drusos, y cristianos – somos fieles sólo al Líbano, tal como hemos demostrado. El Hizbullah ha cambiado su lealtad en otra parte, hacia otro país».
Entrevistador: «En su opinión, el hecho de que está defendiendo al Sur…»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Ese no es el problema. La resistencia es un derecho natural, religioso, nacional y moral y de deber, que no es disputado por nadie. Pero lo que nosotros estamos hablando es la opción de lealtad. El Hizbullah escogió ser fiel al régimen en Irán, al ‘mandato del jurisprudente’. El Hizbullah hizo una escogencia religiosa – y es libre de hacer tal opción… escogió considerar a Ali Khamenei en Irán como su fuente de emulación. Ellos se vuelven hacia él para preguntar lo que esta permitido y lo que está prohibido. Esto constituye una absoluta lealtad religiosa».
[…]
«Cómo es que los chi’itas en Arabia Saudita, Bahrein, los EAU, Kuwait, Qatar, y en todos los países del mundo disfrutan de la prosperidad y un alto estándar de vida, y participan en la vida política, sin padecer ningún problema o persecución, y sin volverse contra sus países, salvo ustedes, Hizbullah en el Líbano?»
Entrevistador: «Pero nosotros compartimos una frontera con el ejército israelí. Obviamente, Egipto y Jordania también tienen frentes, pero éstos son tranquilos…»
«No se merecen [los chi’itas del Líbano] una tregua?»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Egipto y Jordania comparten una frontera con Israel, y también la comparte Siria. Los aliados de Siria deberían saber que el frente sirio es más [significativo] que el nuestro, porque no existe ninguna disputa de que su suelo está ocupado. Cómo puede ser que sólo los chi’itas del Líbano… no merecemos una tregua?»
Entrevistador: «Cómo puede ser que 100, 200, 300, o un millón de chi’itas apoyan al Hizbullah?»
Muhammad Ali Al-Husseini: «Hermano, necesitamos delinear una distinción aquí, porque aquéllos que marchan bajo la estandarte del Hizbullah tienen todo tipo de convicciones. Algunos de ellos creyeron en Hizbullah cuando les dijeron, ‘El chi’a soy yo’. Este pudo cubrirse a si mismo con ropajes de creencia chi’ita, diciendo: ‘Yo soy chi’ita. Cualquiera que me apoye es chi’ita y el que no me apoya – no es chi’ita’. Por medio del terrorismo religioso, el Hizbullah ha hecho exclusivo el título de ‘chi’ita’ a sus partidarios».
[…]
«Nosotros pensamos que Hassan Nasrallah había reparado su pecado, diciendo, Si hubiese sabido, no habría hecho lo que hice. Fue él quién dijo eso. Pensamos que no nos arrastraría hacia ninguna nueva sorpresa, tal como lo hizo para ese entonces.
«Uno de los hermanos bromeo conmigo cuando regresamos a Al-Dahiya por primera vez, y vimos nuestras casas destruidas en el suelo. Él dijo: ‘Su victoria conmociono al mundo, pero su pueblo está fracturado’. Él causó que el pueblo tuviese hambre, y fue él que los empobreció. Estoy hablando sobre la situación de los chi’itas del Líbano. Todo esto sólo para tener su sorpresa.
«Fue el costo de esta sorpresa de ser echados fuera de nuestras casas, de que muchos de nosotros murieron, y muchas casas destruidas? Hasta el día de hoy, la situación permanece… Tomen nota, nosotros no teníamos ningún interés en obtener ganancias de esta guerra».