El 16 de julio del 2007, el Jeque Abu Basir Al-Tartusi [1] respondió en su portal (www.abubaseer.bizland.com ) a una denuncia hecha por el Jeque Hamed Al-Ali [2] en su propio portal (www.h-alali.info/index.php) que el jihad contra los regímenes árabes está condenado al fracaso mientras el jihad contra las fuerzas extranjeras que ocupan las tierras musulmanas está destinado a tener éxito. Tartusi advirtió que esta denuncia pudiera ser aprovechada por varios elementos para desalentar a los musulmanes de lanzar el jihad contra los regímenes que los oprimen. Él agregó que el Islam les ordena a los musulmanes a que emprendan el jihad contra cualquier líder musulmán que se haya «vuelto totalmente un hereje», y que desobedeciendo esta orden sólo puede traer mayor opresión y sufrimiento a los musulmanes.
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A continuación están los extractos de la respuesta de Tartusi:
«Si el líder y su régimen se convierten de repente en unos totales herejes, la nación debe declararse en contra de ellos»
«Yo [recientemente] tuve la oportunidad de leer un agradable artículo del Jeque Hamed bin Adballah Al-‘Ali del 27 de mayo del 2007, titulado ‘El Estatus de los Emblemas del Jihad…’ Lo encontré de ser un artículo muy útil en lo que se refiere a su tema y propósito, pero un párrafo atrapó mi atención. [Este párrafo] dijo que ‘el programa del jihad es un programa de transformación para una nación que necesita despertar, y si no es [llevada a cabo] en un ambiente de soporte, fracasará. Por consiguiente, los planes para confrontar a los regímenes [árabes] no se encontrarán con el éxito, mientras que los planes para resistirse a la ocupación serán exitosos».
Este párrafo atrapó la atención de otros hermanos [además de mí], y me pidieron que [publicara] una respuesta escrita. De hecho, un amplio [rango] de gente con [diferentes] orientaciones y metas podrían presentar la declaración de [Al-Ali] como evidencia de que está prohibido emprender el jihad contra los tiranos herejes y apostatas y contra sus regímenes herejes, adúlteros y colaboradores… [Esta declaración podría ser usada] para prevenirle a la nación [musulmana] y pueblos de emprender el jihad para liberarse [ellos] mismos de la opresión y la tiranía y obtener los derechos que estos regímenes tiranos han rechazado y despojado – [ya que la gente concluirá que] no tiene ningún sentido emprender el jihad si sabemos de antemano que está condenado al fracaso…
«Yo por consiguiente decidí responder a los hermanos que me preguntaron, y para responder a este párrafo. Mi respuesta es la siguiente:
«1)… Según el Corán, el sunna, y el punto de vista aceptado entre los estudiosos religiosos, si el líder y su régimen se vuelven de repente en unos herejes totales, la nación debe declararse en contra de ellos… ya que se dice: ‘Alá nunca le concederá a los incrédulos una vía [para triunfar] sobre los creyentes [Corán 4:141]’; ‘Y no sigan el orden de aquéllos que son corruptos y hacen daño en la tierra, y no remiendan [sus caminos]’ [Corán 26:151-152]; ‘O ustedes creyentes! Si obedecen a los Incrédulos, ellos los regresarán a sus talones, y se les voltearán [a la Fe] de sus propias pérdidas [Corán 3:149]'».
El incumplimiento en lanzar el jihad contra los regímenes árabes resultará en un mayor sufrimiento
«2) Ahora que entendemos que Alá nos ha ordenado a que nos declaremos en contra de los gobernantes tiranos, herejes y apostatas, está claro que desobedecer esta orden o actuar de modo que lo contradiga – e.d, siguiendo a los herejes, apostatas y opresivos tiranos – conducirá indudablemente a un daño mucho mayor, a una opresión y a una disputa civil, y el [daño] que temíamos sería el resultado de declararnos en contra de los tiranos resultará [ciertamente] en no haberse declarado en contra de ellos… Ya que se dice: ‘Y combátelos hasta que no haya más persecución, y la religión sea toda para Alá [Corán 8:39]’; ‘A menos que vayas hacia adelante en el [jihad], Él te castigará con una condena dolorosa, y pondrá a otros en tu lugar [Corán 9:39]’.
«Por consiguiente, a aquéllos que vertieron lágrimas de cocodrilo sobre las pérdidas y las guerras civiles que pueden ser el resultado de emprender el [jihad contra los regímenes tiranos y herejes], decimos: La mayor guerra civil irrumpe cuando los pueblos aceptan [el mandato] de los tiranos herejes, opresores y apostatas…
«Ustedes no se han declarado en [contra de sus regímenes] y visto el alto precio que están pagando en [términos] a su religión, honor, seguridad, libertad y lo que ustedes más estiman… Alá ha dicho: ‘Se les ordena combatir, aunque les sea odioso; pero puede suceder que odias algo que es bueno para ti, y puede suceder que amas algo que es malo para ti [Corán 2:216]’…
«3) Lanzar [el jihad] contra los líderes herejes y tiranos es un mandato religioso, y por consiguiente el decir que este [esfuerzo]… está destinado a tener éxito cuando va dirigido contra un infiel, pero condenado a fracasar cuando va dirigió contra un apóstata… es equivalente a decir que la ley de Alá es válida a [veces] pero no en [otras], o en [ciertos] lugares pero no en [otros], o respecto a un infiel pero no en [otro]. Tal interpretación es muy peligrosa, y el Jeque [Al-‘Ali] ciertamente no quiso [implicarlo], pero su declaración, en su cara, no puede ser entendida de ninguna otra manera.
«4) Es un error trazar una analogía entre el [jihad] contra los líderes herejes de hoy y el [jihad] lanzado por ciertos compañeros del Profeta y por los miembros de la generación que siguió al Profeta contra los líderes de sus días. Hoy día, los musulmanes emprenden [el jihad] contra las apostatas herejes… mientras que [los primeros musulmanes] emprendieron [el jihad] contra otros musulmanes. Si uno desea trazar una analogía, uno debería comparar el [jihad] emprendido por los musulmanes de hoy día contra los líderes tiranos, herejes y apostatas con el jihad emprendido por los primeros musulmanes contra Musaylamah Al-Kadhab [3] y su estado… [una guerra] que le costo a [los musulmanes] cientos de miles de mártires. Las leyes de la [guerra] triunfante no estipulan que la guerra debe necesariamente ser contra un enemigo externo, y que un enemigo interno que es un infiel aun mayor no debería ser molestado…»
El deber del jihad contra los regímenes árabes es obligatorio en todos los sectores de la sociedad
«5) Enfrentados con cualquier intento fallido de jihad en nuestra época, debemos culparnos a nosotros mismos y examinar las razones por el fracaso… [en lugar de] decir ‘el principio [del jihad] contra nuestros regímenes herejes, opresivos y apostatas está equivocado, y [la guerra] condenada al fracaso… porque es una guerra interna contra [uno de nuestros propios] regímenes’. [Esta denuncia está en contradicción con] el mandamiento religioso, y es [una vía para] evadir responsabilidades y el auto examen…
«6) Cuando hablamos sobre lanzar el [jihad] contra los tiranos y regímenes herejes, no significa que un grupo de 100 personas o menos debería encargarse de la responsabilidad de emprender el [jihad], mientras todos los otros sectores de la población descuidan los deberes y tareas que su religión les exige que realicen. [Emprendiendo el jihad] significa que todos los sectores de la población – [incluyendo] a los estudiosos religiosos, obreros, comerciantes, maestros, doctores, estudiantes y periodistas, mujeres y hombres, jóvenes y viejos – sean responsables en cumplir este [deber] religioso como parte de su obligación hacia su fe, su nación y su sociedad. Cada uno [debe contribuir] según su habilidad… por todos los medios disponibles y legítimos, desde la resistencia popular y las huelgas generales hasta las protestas furiosas – e [incluso] [la resistencia] violenta, si el tirano hereje actúa en contra de la voluntad de la nación y los pueblos [musulmanes].
«Todo esto es legítimo y no es considerado pecaminoso por la religión – [al contrario], es una de las más honorables [formas] de jihad. Ustedes encontrarán que, cuando este es llevado a cabo de esta manera… es más fácil de lo que pensaron y temieron, y el precio de combatir a los tiranos opresores es más pequeño que el precio de sufrir [su opresión]…
«Por qué piensan ustedes que los tiranos y herejes líderes están tan preocupados por la expansión del principio del takfir [acusando a otros de herejía] y por las acusaciones de herejía dirigidas contra sus regímenes corruptos y opresivos? Porque saben que percibiéndolos como infieles y como [gente] que se han desviado del camino correcto es el… primer paso hacia la rebelión, [hacia] la destrucción y eliminación de sus regímenes corruptos, y [hacia] un conflicto que abarcaría a [todos] los pueblos y a todos los sectores de la sociedad…»
Los regímenes árabes colaboradores y los ocupantes extranjeros son uno
«7) La denuncia de que la resistencia contra el enemigo ocupante triunfa mientras la resistencia contra los gobernantes locales, es decir, el enemigo interno, está condenada al fracaso es un argumento teórico falso desde la perspectiva práctica y verdadera. La realidad nos dice que el enemigo ocupante externo y el enemigo interno… son uno. Están unidos en mutua lealtad contra el Islam y la nación islámica, y a menudo el enemigo interno supera al enemigo ocupante externo en hostilidad, violencia y opresión [hacia los musulmanes]. Aun cuando difieren un poco en las aspiraciones y en sus estrechos y personales intereses, existe algo que los une, y ésa es su colaboración en una guerra contra el Islam y los musulmanes, tal como está sucediendo ahora bajo el pretexto de ‘la guerra al terrorismo’…
«Cómo pueden [ustedes] llegarle al enemigo ocupante externo [cuándo] el enemigo interioro local siempre está observando por sobre el enemigo ocupante y sus intereses, [y cuándo el enemigo local] te caza, te da muerte, te encarcela y te saca de tu fe incluso antes de que alcances las fronteras del dominio de los ocupantes? Que es eso que les impide a los anfitriones del jihad avanzar de una forma segura para expulsar al enemigo que ocupa Irak, Afganistán, Somalia y los otros países ocupados, y arrestan a miles de jóvenes combatientes musulmanes del jihad?… No es el enemigo interno, a saber los líderes tiranos y sus regímenes corruptos que colaboran [con el enemigo externo]?…
«8) Yo encuentro que el Jeque [Hamed Al-‘Ali] no es lo suficientemente claro [él mismo] en este asunto… [ya que], en otro [artículo], permite protestas violentas como un medio de oponerse a un tirano hereje cuya herejía está más allá de cualquier duda, mientras que en [este] artículo, ‘El Estatus de los Emblemas del Jihad’, declara que los ‘planes para oponerse a las autoridades no triunfarán, mientras que los planes para resistirse a la ocupación si triunfarán…’ Cómo puede tener éxito algo que él permite y luego lo niega?…
«Mi estima por el Jeque [Al-‘Ali] es bien conocida, pero yo mantengo la verdad sobre todo.
«[Firmado:] ‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima,
«‘Abu Basir Al-Tartusi’,
«El primer día de Jumada Al-Akhira, 1428 / 16 de junio, 2007».
[1] El Jeque Al-Tartusi cuyo verdadero nombre es ‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima, es un expatriado sirio que vive en Londres, y es un prominente teórico de la tendencia salafi jihadista en el Islam.
[2] El Jeque Al-‘Ali es un prominente jeque islamista kuwaití conocido por su apoyo a los combatientes del jihad.
[3] Un falso profeta musulmán de la época de Muhammad, contra quien los compañeros de Muhammad lucharon.