Lo siguiente son extractos de un debate televisado entre estudiosos islámicos egipcios sobre si le está permitido a las mujeres ser jefes de estado. El debate fue presentado en Al-Arabiya Tv el 28 de enero, 2007.

PARA VER ESTE SEGMENTO DE VIDEO http://www.memritv.org/search.asp?ACT=S9&P1=1431 .

Estudioso de la Universidad Al-Azhar Muhammad Al-Musayyar: «Bajo ninguna circunstancia están las mujeres calificadas para ser jefes de estado. Ser hombre es una condición para liderar un estado, porque el presidente es una variedad de imam, y la posición del imam es restringida a los hombres. También, el gobernante puede tener que estar presente en circunstancias prohibidas a las mujeres, tales como reuniones privadas con hombres. Es más, durante su período menstrual, el temperamento de una mujer o el pensamiento pueden ser afectados».

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Said Farahat Al-Mungi, estudioso de la Universidad Al-Azhar: Incluso cuando se trata de la posición del juez, el cual es una posición de menor rango que la posición del gobernante o el jefe de estado, tres de los cuatro jurisprudentes [sunni] – Malik [Ibn Anas], [Muhammad Ibn Idris] Al-Shafe’i, y Ahmad [Ibn Hanbal] – acordaron que a las mujeres no se les permite convertirse en jueces, y menos cuando se refiere a la posición del gobernante. Ésa es una cosa. El único que estuvo en desacuerdo fue el Imam Abu Hanifa, quien dijo que las mujeres tienen permiso de servir como jueces en asuntos comerciales. Sólo en asuntos comerciales. Eso es una cosa. Además, cuando Adán fue creado de la arcilla, la mujer no fue creada como él, de la arcilla. En cambio, fue creada de carne y sangre. Por consiguiente, su naturaleza y composición son completamente diferentes a la de los hombres. Ella es la que llora, la que queda embarazada, la que menstrua, y la que da a luz. Las mujeres sufren muchas cosas que los hombres no sufren. Por esto su naturaleza es totalmente diferente de la naturaleza del hombre.

«Nosotros simpatizamos con la mujer debido a [las emociones] que surgen en ella y la llevan a desear todo. Tratamos a las mujeres con sumo honor y respeto, pero existe un límite a las posiciones a las cuales se le permiten cumplir. Incluso las cosas más específicas a las mujeres están más allá de sus capacidades. Por ejemplo, los vestidos que las mujeres llevan puesto son hechos por hombres. La comida que come es producida por hombres. Uno no puede encontrar ni siquiera a una sola ginecóloga exitosa. Ella es incapaz de hacer siquiera las cosas más específicas de las mujeres. Los hombres las hacen. De ninguna manera quiero rebajar la capacidad de las mujeres. Después de todo, las mujeres constituyen la mitad de la sociedad, y ellas son las que crían a la otra mitad».

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«[Según el Corán] en los días del Rey Salomón, un pájaro abubilla fue sorprendido, y dijo: «Encontré a una mujer [la Reina de Saba] gobernando sobre ellos». Ni siquiera la abubilla estuvo contenta de esto… No estaba contenta de que una mujer encabezara ese estado. Lo encontró muy peculiar».

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Su’ad Saleh, estudioso de la Universidad Al-Azhar: «La ley islámica ha mantenido silencio sobre el asunto que estamos discutiendo. Esto significa que hay espacio para un juicio legal independiente. Cuando decimos que algo está prohibido, debe haber textos bien definidos para justificar esta prohibición».

Entrevistador: «Así que uno no puede contar con los Imams Malik, Al-Shafe’i, y Ahmad a quien el Jeque Farahat atribuyó el hadith

Su’ad Saleh: «Estos imams le prohibieron a las mujeres de llegar a ser jueces, pero no obstante, el mufti [de Egipto] emitió un fatwa permitiendo esto».

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«Debemos diferenciar entre una mujer en la posición de jefe de estado y entre una mujer en la posición de califa».

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«En estos días, los regímenes [árabes] no son como el Califato islámico. Los países islámicos son mini-estados. Estos países están sujetos al sistema de elecciones libres. Están sujetos a una constitución, que regula la política y al legislativo, a las instituciones parlamentarias, y legales, y así sucesivamente. Así que la opción está en manos de la gente – hombres y mujeres por igual».

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«En otros términos, a las mujeres se les prohíbe servir como califas e imams, pero respecto a la posición de jefe de estado, una posición que hoy día está sujeta a regulaciones parlamentarias, a una constitución, y a las elecciones – el sexo no tiene nada que ver con esto».

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Said Farahat Al-Mungi: «Un hombre no puede divorciarse [de su esposa]. Cuando una mujer se divorcia de su marido, queda totalmente desvalida. Cuando su marido toma a otra esposa, se derrumba totalmente. Ella puede incluso verlo con otra mujer… Las mujeres están sujetas a todas esas cosas».

Entrevistador: «Pero lo mismo va para el hombre. Si él ve a su esposa con otro hombre, podría cometer un asesinato».

Said Farahat Al-Mungi: «Todo lo que él tiene que hacer es divorciarse de ella, y luego él se tranquiliza. Eso es».

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