El 4 de agosto del 2006, Al-Qaeda dio a conocer un video en el que Ayman Al-Zawahiri clamó que el grupo egipcio Al-Gama’a Al-Islamiyya se había unido a sus líneas. Luego, en su vídeo del quinto aniversario a los ataques del 11 de Septiembre, Al-Zawahiri repitió su anuncio que Al-Gama’a Al-Islamiyya – junto con el GSPC argelino (Groupe salafiste pour la predication et le combat) (Grupo salafista para la predicación y el combate) – se habían unido a Al-Qaeda.

Al-Gama’a Al-Islamiyya fue rápido en negar este anuncio. Uno de sus líderes, Najih Ibrahim, le dijo al diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat que habían negado unirse a Al-Qaeda «porque su meta es el jihad, considerando que nuestra meta es el Islam». [1]

De hecho, Al-Gama’a ha dejado de ser una organización terrorista y ha sufrido una inversión ideológica en la que renunció a la violencia; desde que anunció su cese de hostilidades unilateral en 1997 no ha conducido ninguna actividad terrorista. Es más, su liderazgo histórico ha publicado una serie de libros conocidos como la «Serie de Corrección de Conceptos» en el que renunciaron a la violencia indiscriminada y a las interpretaciones extremistas del Islam. Uno de los libros de esta serie está incluso titulado La Estrategia y los Atentados de Al-Qaeda – Errores y Peligros.

Entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre, Al-Sharq Al-Awsat publicó extractos del último libro en la serie, titulado Islam y las Leyes de la Guerra (Al-Islam wa-tahdhib al-hurub). El libro fue escrito por ‘Issam Al-Din Darablah quien sirve una condena de por vida por estar involucrado en el asesinato del presidente egipcio Anwar Sadat. [2] En el libro, Al-Gama’a ataca a Al-Qaeda en varios frentes: Los fatwas de Al-Qaeda que permiten matar a civiles, su declaración de que otros musulmanes son apostatas, su endoso a los atentados suicidas, y su rechazo categórico a Occidente y a sus aliados musulmanes.

MEMRI estará publicando pronto un histórico y analítico estudio comprensivo de la inversión ideológica de Al-Gama’a Al-Islamiyya. El estudio no sólo detalla su rechazo al terrorismo, sino también sus puntos de vista renovados sobre temas fundamentales en la interpretación del Corán, el hadith, y la ley islámica – puntos de vista que desafían las bases teóricas de la ideología islamista.

Lo siguiente son extractos del libro Islam y las Leyes de la Guerra sobre estos temas:

«El Islam prohibió atacar a civiles»

«El Islam prohibió tener como objetivo a civiles… Cuando el Profeta de Alá y los Califas prohibieron absolutamente el atacar a mujeres, niños, a ancianos, monjes [cristianos], y campesinos, aprendemos del Islam la verdadera postura en el atacar civiles, tal como la expresión moderna lo tiene. Si consideramos estas categorías: mujeres, niños, al anciano, al inválido, los campesinos, monjes [cristianos], esclavos, y sirvientes, podemos ver que éstos, juntos, constituyen aquéllos que no salen a combatir y no toman parte en las batallas. ¿Tiene hoy la expresión ‘civiles’ algún otro significado que esto? De donde se origina la opinión de la mayoría de los jurisprudentes [islámicos] que prohíben la matanza de aquéllos que no son capaces de combatir… o ‘civiles’ en la terminología moderna.

«Esta prohibición contra el atacar a civiles… no fue el resultado de una opción por parte de los jurisprudentes, ni tampoco fue un asunto de preferir un interés común contundente. Los textos santos prohibieron atacar a la mayoría de estos grupos en las declaraciones Proféticas y en la revelación divina. Esto hace surgir la severidad de esta prohibición en el alma de cada creyente al nivel más alto de advertencia a menos que lo viole…

«Ibn Taymiyya [3] dijo: ‘Ya que la base del combate según el shari’a es el jihad, y su meta es que la obediencia religiosa sea completamente a Alá y que la palabra de Alá debería ser suprema, luego el que niegue el [Islam] debería ser combatido, y todos los musulmanes están de acuerdo en esto. En cuanto a aquéllos que no son capaces de combatir… mujeres, niños, monjes [cristianos], los ancianos, el ciego, y aquéllos igual a ellos: La mayoría de los estudiosos religiosos dicen que a ellos no se le debe dar muerte a menos que combatan, en la palabra o en el hecho, aunque algunos estudiosos sostienen que se les permite matarles simplemente porque son infieles, aparte de las mujeres y niños, ya que [se convertirán] en propiedad de los musulmanes. Pero la primera [opinión] es la correcta, ya que [combatiremos] [sólo] contra aquéllos que nos combaten, ya que queremos hacer triunfante la religión de Alá, tal como Alá dijo [Corán 2:190]: ‘Combate por la causa de Alá a aquellos que combaten contra ti, pero no los ataques primero. Alá no ama a los agresores’. …

«Si la religión prohíbe matar a éstos [civiles] en [caso del] estallido de la guerra, es imaginable que esto sería permitido en un caso dónde la guerra no haya irrumpido?…

«Esta distinción entre combatientes y civiles respecto a quienes a uno se le permite matar es una sabiduría venerada que deriva de una filosofía profunda que se dedica a respetar el alma humana, que el Islam ha venido a remediar. Cómo se puede aniquilar al alma, cuándo esta quiere su bien?» [4]

«Al-Qaeda clasifica al mundo entero como la morada de la guerra»

«El requisito sin restricción en el fatwa de [Al-Qaeda] para matar a civiles y soldados americanos en cualquier parte y en cualquier momento incluye a todos los que tienen ciudadanía americana, sin importar su religión, edad, sexo, o profesión. También se extiende para incluir a cada lugar del mundo… así haya tratados entre estos países y América o no.

«Por consiguiente, este fatwa significa que está permitido matar a mujeres, niños, ancianos… y [todo] el que tenga ciudadanía americana, aun cuando no hayan combatido contra el pueblo del Islam a través de sus opiniones o en la práctica, y [según el fatwa] está permitido matar a civiles musulmanes que tienen ciudadanía americana…

«Los principios del shari’a en el que está basado el fatwa que [permite] la matanza de civiles es que el mundo entero está clasificado como la morada de la guerra [dar al-harb] y que no existe en el mundo una sola morada del Islam [dar al-islam], salvo el emirato de Afganistán que existió para el momento, y que no existe ningún país que esté en paz con los musulmanes. Así, Al-Qaeda y sus combatientes no cumplirán ningún acuerdo entre América o cualquier otro estado…

«[Según el fatwa, los americanos] son infieles, y el factor que permite que [sean] muertos es el mismo hecho de ser infieles, y no porque cualquiera de ellos se haya puesto a combatir. [Al-Qaeda clama que] ellos [también] aceptan las políticas americanas, y las apoyan a través de su cumplimiento en el pagar impuestos… y así son [considerados] combatientes, aun cuando sean civiles… y civiles musulmanes que han adquirido la ciudadanía americana tienen este mismo estatus de combatientes civiles americanos, ya que han adquirido su ciudadanía americana no pueden ser considerados musulmanes, o por lo menos tener el estatus de uno que apoya, ayuda, o incita a [los americanos]…»

La primera enmienda garantiza la libertad de religión de los musulmanes [en América]

«El fatwa de [Al-Qaeda] estaba errado en considerar la ciudadanía americana una causa suficiente para dar muerte a civiles americanos y [Al-Gama’a Al-Islamiyya] descarta [la idea] de que cualquiera con ciudadanía americana es infiel, ya que el tener la ciudadanía americana no requiere la adhesión a otra religión aparte del Islam, y no requiere [la adopción de] ninguna creencia contraria a la religión de uno, ya que la primera enmienda a la Constitución Americana especifica que ‘el Congreso no hará ninguna ley que respete un establecimiento de la religión o prevenga el libre ejercicio de esta».

«Esto significa que el gobierno americano y la autoridad legislativa toman una posición de neutralidad con respecto a la creencia en cualquier religión y el libre ejercicio de esa religión, y esto significa que los musulmanes allí no están obligados a algo que contradiga su creencia islámica.

«Así que está claro que el mismo hecho de poseer ciudadanía americana no hace necesario considerar a los musulmanes con ciudadanía americana infieles, y no hace necesario convertir a todos los americanos, entre ellos los musulmanes, en combatientes a quienes se les permite matar».

«La concepción de que América está emprendiendo una cruzada contra los musulmanes no es cierta»

«La concepción de que América está emprendiendo una cruzada contra los musulmanes no es cierta… en el peor de los casos [uno puede decir que] a veces han habido políticas americanas que han tenido una dimensión religiosa en oponerse a algunas – y no a todas – las causas del mundo islámico. [El hecho que ésta no es una cruzada] explica la postura positiva de América en apoyar al mujahideen afghani en su lucha contra la ocupación soviética, y la postura positiva de [América] [contra] la operación de limpieza étnica contra los musulmanes de Bosnia y Herzegovina y en la provincia de Kosovo.

«Igualmente, la concepción de que América apuntó al colapso del régimen taliban en Afganistán y no se le pudo detener no es cierta. La realidad atestigua el hecho que América intentó llegar a términos con el régimen taliban para realizar metas estratégicas comunes… y estos intentos por llegar a un entendimiento corrieron en contra de las acciones de la organización Al-Qaeda, que fueron lanzadas desde Afganistán y tenían como blanco a América, y qué las autoridades del taliban no refrenaron…

«América para ese momento estaba buscando nuevas estrategias para el nuevo siglo, y si el Frente [e.d. Al-Qaeda] y otros intérpretes del Islam hubiesen adoptado una estrategia islámica seria que hubiese considerado los intereses americanos junto con los intereses islámicos, esto hubiera prevenido la continuación de esta guerra o [al menos] la habría impedido de asumir una naturaleza comprensiva…» [5]

La posición de Al-Gama’a Al-Islamiyya sobre los atentados suicidas

En lo referente a los atentados suicidas, Al-Gama’a Al-Islamiyya resumió los argumentos de los estudiosos que apoyan los atentados suicidas tal como sigue: «A un musulmán se le permite atacar las líneas enemigas para infligir severo daño sobre ellos, aun cuando piense que probablemente será muerto. Esto no es lo mismo al que coloca su propia vida en riesgo, en quienes muchos estudiosos religiosos de las generaciones virtuosas pusieron condiciones que debe cumplir. [Los partidarios de los atentados suicidas dicen que] uno que se aventura a volarse a si mismo para elevar la causa de la palabra de Alá y liberar a su país de los imperialistas no puede ser llamado uno que comete suicidio, ya que uno que se suicida no muere por principios y por religión, en contraste con el que lleva a cabo este ataque.

«Entre los estudiosos modernos que gobernaron en esta onda están el Jeque Yousef Al-Qaradhawi; el Dr. Nasr Farid Wasil, el ex mufti de Egipto; el Jeque Muhammad Al-Hajj Nasir, experto de la Academia Internacional de Jurisprudencia Islámica en Marruecos; el Dr. Fathi Al-Darini, miembro del Concejo del Fatwa Jordano; y el pensador islámico Sa’id Quffa…

«[En contraste con estos estudiosos, decimos que] realizar estos ataques no está permitido a menos que las condiciones y preceptos impuestas por el shari’a sean cumplidas, tal como aclararon los estudiosos religiosos, y son las siguientes: que no sea de ninguna otra manera que la de volarse uno mismo para lograr la meta detrás del ataque; que no sea el resultado en desventajas adicionales, como la posibilidad a que el perpetrador sea capturado y así las fuerzas de ocupación que reciben inteligencia sobre las células de la resistencia a través de la confesión del prisionero; que las líneas que este atacando el que transporta este ataque sean líneas que se les permita matar, sin que aquéllos a quienes no se les permite matar estén entremezclados con ellos; y que a través de este ataque se logre un beneficio que sea necesario, definido, general, y preponderante, y que no provoque una desventaja que sobrepase el beneficio…

«Si fuésemos a aplicar estos preceptos a qué está sucediendo en Irak, necesitamos preguntar: Dónde está la legalidad en esta guerra tal que pueda ser [considerada] una guerra justa?» [6]

«Secuestrar aviones… está prohibido en el shari’a«

«Secuestrar aviones y volarlos involucra el asustar y el matar a aquéllos a quienes se les prohíbe aterrorizar y matar, o porque hay pasajeros musulmanes en el avión, o porque hay niños no-musulmanes y mujeres y ancianos, a quienes no se les permite dar muerte incluso en un estado de guerra – además de la posibilidad de matar a aquéllos a quienes no se les permite si el avión se estrella sobre un blanco civil cuando el secuestrador no sabe quién está allí.

«Además, secuestrar y volar un avión involucra una brecha de fe hacia la compañía que es dueña el avión y hacia los pasajeros. La compañía le dio al secuestrador un boleto para usar su avión con la condición de que no ponga en peligro su bienestar y el bienestar de los pasajeros, y cuando el secuestrador secuestra y hace explotar el avión, ha violado este estatuto. Igualmente, todos los pasajeros creen que los otros pasajeros no les quieren hacer daño y no albergan ninguna voluntad enfermiza, y esto está basado en la costumbre y el uso establecido entre aquéllos que hacen negocio con las aerolíneas. Esto añade una garantía de seguridad [aman], o algo que se le acerque, que le prohíbe a uno infligir daño…

«Secuestrar aviones y usar a sus pasajeros como piezas que se negocian para lograr las demandas de [los secuestradores], y aterrorizarlos, y quizás [incluso] llegar a matarlos para poner presión en los gobiernos de sus países o sobre los ocupantes de esos países, está prohibido en el shari’a, ya que esto es equivalente a castigar a inocentes (e.d. los pasajeros) para obligar al ocupante o al trasgresor a obedecer las demandas del secuestrador, y porque la mayoría de estos pasajeros no tienen nada que ver con la causa de los secuestradores, y quizás incluso simpatizan con ellos sin que los secuestradores sepan esto, y todo esto es contrario a la justicia…» [7]

«El juicio de que los pueblos musulmanes son apostatas… es un juicio pervertido que no ha sido verdaderamente probado»

«… Algunos de aquéllos que llevan a cabo atentados [en los países musulmanes] confían en [la denuncia] de que los pueblos de los países islámicos se han convertido en apostatas del Islam, y que allí no queda nadie que no sea apóstata, dhimmis que han violado el contrato [regulando su conducta], y herejes, y así no hay nada malo con atacarles para darle muerte a través de atentados indiscriminados…

«No hay ninguna duda de que esta caracterización es errónea. El juicio de que los pueblos musulmanes son apostatas, y que todos los dhimmis han violado su contrato, es un juicio pervertido al que le falta toda prueba verdadera de que los musulmanes en su totalidad han caído en una apostasía colectiva. Ésta es una opinión que falta ser probada, y la realidad lo refuta, al igual que vemos en la mayoría de musulmanes que realizan sus obligaciones del shari’a y no son arrastrados en ninguno de los pecados que lo remueven a uno del Islam…

«Igualmente, la confianza en el hecho que tantos pecados están extendidos entre los musulmanes, como el robo, el adulterio, beber vino, y así sucesivamente para apoyar la opinión de que se han vuelto apostatas del Islam – ésta es una opinión falsa… El cometer estos pecados no lo remueve a uno del Islam, y estas transgresiones se derivan de la creencia insuficiente, y no de la negación de la creencia…» [8]

Sobre la coalición en la primera guerra del Golfo: «La decisión de formar una alianza con América… fue irreprochable desde la perspectiva religiosa»

«La posición saudita en invitar a las tropas americanas y darle la bienvenida a las fuerzas de la coalición internacional para liberar a Kuwait [en 1990] estaba basado en una lectura correcta de la realidad siguiente: La historia de Saddam Hussein, que estaba llena de aventuras militares, y un análisis psicológico de su personalidad, requirió el que fuesen cautos en su aventura que se extiende hasta Arabia Saudita después de haberse digerido Kuwait.

«Además, los países árabes e islámicos no tenían la capacidad suficiente – y algunos de ellos no tenían la suficiente voluntad – que oponerse a Saddam Hussein, así que pedirle a estos países por ayuda [sólo] llevaría a la prolongación del conflicto y no habrían prevenido en lo absoluto la intervención internacional en la crisis. También, los Estados Unidos – además de ser el poder capaz de oponerse a Saddam Hussein – nunca hubiera permanecido con sus brazos cruzados ante esta ocupación, [incluso] si no hubiera sido llamado [por Arabia Saudita]. Si América fuera a intervenir en todo caso, era preferible que interviniera bajo las condiciones de que Arabia Saudita tendría una parte en la definición en lugar de que América fuese sola.

«En cuanto a la verdadera base del shari’a para la posición saudita sobre la crisis… habían dos asuntos en el que la postura saudita fue criticada: llamando en los no-musulmanes para la ayuda en combatir al ejército iraquí, y permitiendo la presencia de politeístas y cristianos en la Península Arábiga…

«[En cuanto al primer tema], no hay ninguna duda que este tipo de alianza está permitida según el shari’a, porque el Profeta dijo: ‘Ustedes de hecho harán la paz con Byzantium, y ustedes y ellos atacarán a un enemigo superior a ustedes’. Ésta es una prueba de que este tipo de alianza es permitida en principio… y [también es permitida] porque varias tribus homogéneas sundry [no-musulmanas] entraron en la confederación del Profeta en contra del Quraysh… [y hubo también] la alianza del Profeta con los judíos en defensa de Medina contra cualquier enemigo que pudiera atacarla…

«Poniendo fin a la aventura de Saddam Hussein fue una de esas cosas que son estimadas de Alá por el cuál uno puede ser ayudado [por los no-musulmanes] y por el cuál uno puede pedir ayuda. Estas pruebas muestran claramente que la decisión para formar una alianza con América y con los otros países en la alianza fue irreprochable desde la perspectiva religiosa, en luz a estas condiciones… [9]

«[En cuanto a permitir la presencia de no-musulmanes en la Península Arábiga], la definición de la Península Arábiga ha sido el tema de una gran diferencia de opiniones entre las escuelas de jurisprudencia, de aquéllos que dicen que abarca el área que va desde Yemen hasta las áreas cultivadas de Irak al norte y desde Jeddah en el Mar Rojo al Golfo Árabe [e.d. Pérsico] al este; a aquéllos que dicen que se refiere al Hijaz, que es la Meca y Medina y otros lugares en su vecindad.

«[Además, existen desacuerdos], sobre la definición de lo que le está prohibido [a los no-musulmanes] en la Península Arábiga. Ellos [e.d. Al-Qaeda y otros] piensan que cualquier presencia [de no-musulmanes está prohibida], considerando que los estudiosos religiosos les permitieron estar presente y atravesar [la Península Arábiga] mientras no se establecieran allí.

«De acuerdo con esto, se puede decir que lo que le está prohibido a los politeístas, cristianos, y judíos sólo se está estableciendo en el Hijaz, y el Hijaz es el área que va desde la Meca hasta Medina y su vecindad. Ésta es la opinión de la mayoría de los estudiosos religiosos…

«Cuando llegamos a la conclusión de que es lo que está prohibido [para los no-musulmanes] es el establecerse permanentemente en el Hijaz – la Meca y Medina y su vecindad – nosotros podemos ver que la objeción a la postura de Arabia Saudita, o el tener como objetivo a Arabia Saudita [en ataques terroristas], bajo la denuncia de [que este permitió] la presencia de politeístas en la Península Arábiga, es una objeción que no se sostiene contra las pruebas y declaraciones que trajimos de los estudiosos religiosos de las naciones [islámicas]…» [10]


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13 de agosto del 2006. Entre los miembros de Al-Gama’a que Al-Zawahiri clamó se había unido a Al-Qaeda fue Muhammad Khalil Al-Hakayma, quién apareció en la cinta de vídeo y llamó en el liderazgo de Al-Gama’a en Egipto a «pavimentar la vía para que la gente combatiera contra los judíos en Palestina y el Líbano y contra las Cruzadas en Afganistán y en Irak» y de «reavivar el ala militar de Al-Gama’a». En respuesta, el Concejo Shura de Al-Gama’a Al-Islamiyya dio a conocer una declaración, firmada por todos sus miembros, diciendo que no conocen a Al-Hakayma y que él «nunca sirvió un solo día en ninguna posición mayor en Al-Gama’a». Al-Hayat (Londres) 7 de agosto, 2006. Al-Hakayma, por su parte, lanzó su propio portal (http://althabeton.co.nr ) en el que ataca el liderazgo de Al-Gama’a Al-Islamiyya en Egipto y enfatiza las diferencias ideológicas entre el liderazgo egipcio y varios de los miembros de la organización que viven en el exilio. Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 25 de septiembre, 2006. El GSPC, por otro lado, confirmó que se habían unido a Al-Qaeda en una declaración anunciada en su portal, www.moonnight9876.com.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de septiembre, 2006.

[3] Ibn Taymiyya fue un estudioso musulmán del medioevo (1263-1328) quién es visto por la mayoría de los islamistas contemporáneos como su mentor.

[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de septiembre, 2006.

[5] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 28 de agosto, 2006.

[6] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de agosto, 2006. Este punto de vista es recordativo de la del estudioso islámico Abu Basir Al-Tartusi; véase MEMRI Informe Especial No. 40, «Expatriado Jeque Sirio Salafi Al-Tartusi Sale en Contra de los Ataques Suicidas, 10 de febrero del 2006, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sr&ID=SR4006.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 1 de septiembre, 2006. El Mufti de Arabia Saudita ya había expresado su oposición en planear secuestros aéreos en abril del 2001. Véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 53, «Debatiendo la Legitimidad Religiosa, Política y Moral de los Atentados Suicidas Parte 1: El Debate sobre la Legitimidad Religiosa, 2 de mayo del 2001, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA5301#_edn1.

{8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 30 de agosto, 2006.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de agosto, 2006.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de septiembre, 2006.