Introducción

Activistas iraníes de derechos humanos iniciaron recientemente una campaña titulada «Un Millón de Firmas Demandando Cambios a Leyes Discriminatorias», apuntada a combatir la discriminación legal contra las mujeres en Irán. Según uno de los iniciadores, la periodista Maryam Hosseinkhah, la campaña apunta a recolectar un millón de firmas para junio del 2007. Sus actividades planeadas incluyen peticiones puerta a puerta así como también conferencias y reuniones. La campaña también opera un portal (http://we-change.org) en el que hombres y mujeres iraníes mayores de 18 años, dentro y fuera de Irán, están invitados a firmar la petición de la campaña. [1]

La campaña iba a ser lanzada oficialmente el 27 de agosto del 2006, con un seminario titulado «El Impacto de las Leyes en las Vidas de las Mujeres», pero las fuerzas de seguridad iraníes impidieron que el evento tuviera lugar. Éste es un ejemplo característico de la actitud hostil tomada por las fuerzas de seguridad iraníes hacia las actividades de este tipo. Una protesta de mujeres el 12 de junio en Teherán fue interrumpida violentamente incluso antes de que pudiera conseguir pasar, por mujeres activistas del Basij, [2] quiénes golpearon brutalmente a los que protestaban y les impidieron mantener en pie sus carteles que defendían los derechos igualitarios para las mujeres iraníes. La protesta acabó con el arresto en masa de aproximadamente 70 hombres y mujeres – activistas de derechos humanos, estudiantes, intelectuales y periodistas. [3]

Las autoridades iraníes también anunciaron recientemente que Malak Ghorbani, una mujer kurda de 34 años y madre de dos hijos quién fuera declarada culpable de adulterio, ha sido sentenciada a muerte por apedreamiento público. Este castigo todavía es usado en Irán contra mujeres y muchachas culpables de adulterio o de tener relaciones impropias con hombres, y a veces se limita incluso a violar a las víctimas. En el día de su castigo, la mujer es envuelta en sabanas con sus manos atadas detrás de su espalda. Luego es colocada en una fosa llena de tierra, donde sobresale sólo su cabeza, y se invita a los miembros de la comunidad a lanzarle piedras hasta que muera. El tamaño de las piedras se asigna por ley para asegurar que la persona condenada sea sujeta a una cantidad máxima de dolor. [4]

El portal reformista www.metatransparent.com anunció un informe del activista de derechos humanos y antiguo ejecutivo de Amnistía Internacional Widad Aqrawi sobre dos mujeres iraníes adicionales que han sido recientemente sentenciadas a muerte. Una, Delara Darabi, 19, fue sentenciada a muerte en la horca por un asesinato que cometió según se alega a la edad de 17 años. Esto sucede a pesar que Irán es parte de tratados internacionales que expresamente prohíben la pena de muerte de crímenes cometidos por menores de 18 años. Darabi clama que ella confesó el asesinato para proteger al verdadero culpable de ser ejecutado, pensando que como menor no podría ser sentenciada a muerte. La otra, Ashraf Kolhari, una madre de cuatro hijos de 37 años de edad, fue sentenciada a 15 años de cárcel por participar en el asesinato de su marido, y sentenciada a muerte por apedreamiento en el caso de adulterio. Kolhari tuvo supuestamente un romance con un hombre casado después de que la corte se negó a su demanda de divorcio; esta negativa fue reportada porque ella tenía hijos y por consiguiente debe continuar viviendo con su marido. [5]

En mayo del 2006, Zohreh Tabibzadeh Nouri, consejero al Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, fue nombrado encabezado del Centro Iraní para Asuntos de Mujeres y Familia. Al tomar el cargo, ella declaró su filosofía, diciendo: «Yo no niego que hay brechas en la ley [iraní] en lo que se refiere a la protección de los derechos de las mujeres… [Sin embargo] mientras yo viva y permanezca en el cargo de este centro, no le permitiré a nadie firmar los estatutos constitucionales internacionales [o] las declaraciones de conferencias internacionales sobre los derechos de las mujeres, ya que nosotros podemos [arreglar] las brechas y los problemas existentes a través de la fe islámica. Yo no veo ninguna razón para seguir el infructuoso modelo occidental». [6]

Recíprocamente, el prominente periodista disidente Akbar Ganji, recientemente liberado después de seis años en una prisión iraní, anunció su intención de unirse a la campaña para la igualdad de las mujeres en Irán. Él llamó en las mujeres iraníes a luchar contra las leyes discriminatorias en su país y contra la violencia perpetrada por los hombres contra las mujeres en Irán, declarando que los «derechos de las mujeres, y la igualdad entre los hombres y las mujeres, están entre los principios fundamentales del movimiento democrático». Ganji quien dirige actualmente una campaña de información en Occidente declaró que desde hoy en adelante, una de las principales metas de su campaña será atraer la atención al estatus de las mujeres en Irán. [7]

Reacciones a la supresión violenta de la protesta del 12 de junio, 2006

En respuesta a la supresión de la protesta de mujeres del 12 de junio en Teherán por mujeres activistas del Basij, varios periodistas y activistas sociales publicaron artículos que protestan la restricción del régimen al movimiento de las mujeres, a la discriminación institucionalizada contra mujeres que tiene lugar con la bendición y el apoyo de los clérigos iraníes, y el hecho que se le impide a las mujeres protestar y de actuar para mejorar su estatus legal, económico y social. Lo siguiente son extractos de los artículos.

Sobre el uso del régimen de mujeres policía contra mujeres que protestan

En un artículo anunciado el 14 de julio de 2006 en el diario reformista en Internet Rooz, la periodista Lili Pourzand escribió contra la táctica cínica del régimen de aprovecharse de las mujeres bajo la pretensión de «involucrarlas en la sociedad». Como por ejemplo, ella cita el establecimiento de una fuerza policial femenina única usada para separar las protestas de los derechos de las mujeres: [8]

«… Esta puede ser la primera vez que las fuerzas de seguridad iraníes han empleado a mujeres entrenadas como [funcionarios] de policía para suprimir protestas en la calle. Ahora, durante varios años las fuerzas de seguridad iraníes han estado reclutando candidatas y han celebrado cursos especiales para proporcionarles entrenamiento militar. Las autoridades iraníes han presentado esta actividad como una innovación dentro del sistema dominado por hombres que controla a la fuerzas de seguridad iraníes, y ha llevado a cabo una campaña de intensa de propaganda [aclamando esta actividad] como evidencia de la naturaleza inclusiva de las fuerzas de seguridad iraníes.

«Pero el lunes, [12 de junio, 2006] atestiguamos por primera vez el logro anti-feminista de esta nueva fuerza: Las mujeres iraníes fueron golpeadas con garrotes y palos por las mujeres de las fuerzas de seguridad. Ellas fueron salvajemente heridas, y luego puestas en autobuses especiales por las mujeres policía, con esposas en sus muñecas…

«Las mujeres policía iraníes normalmente [vienen] de sectores que experimentan todos los problemas [enfrentados por] las mujeres en una sociedad patriarcal. [Luego] cómo pudieron ellas [usar] sus garrotes para silenciar el grito pacífico de las mujeres iraníes que salieron a las calles a protestar y exigir la restauración de sus derechos? Cómo pudieron ellas [golpearlas] hasta que sangraran y [luego] llevárselas como criminales, esposadas, a centros de detención poco familiares y aterradores?»

El periodista Ali Afshari también comentó en un artículo de Rooz sobre la política del régimen de usar mujeres para oprimir mujeres. Él argumentó que la reacción del régimen a la protesta de las mujeres proviene de su temor a la campaña de mujeres por conseguir un estatus igualitario: [9]

«La concentración por la protesta de las mujeres el 12 de junio de este año, que fue severamente irrumpida por el régimen, fue una ocasión importante por varios razones… La reacción del régimen reveló [sus] miedos y vulnerabilidad más de lo que demostró [su] poder. Las autoridades temen que el inmenso potencial inherente en el poder de las mujeres puede ser realizado, y por eso implementan las ordenes de seguridad y [usan] la intimidación, los arrestos y fabrican juicios contra los activistas principales, todo esto para detener este movimiento…

«El uso de la [unidad] de mujeres policía es otra faceta de este incidente. El régimen les envió mujeres que pelean contra [otras] mujeres que protestan por sus derechos. Este usó la táctica de ‘mujeres contra mujeres’ para camuflar su política anti-feminista, y para observar la costumbre que ‘le prohíbe a un hombre atacar a mujeres de su familia inmediata’…

«De hecho, en usar esta [táctica], el régimen quiere mostrar que las mujeres que protestan no expresan una exigencia [por] todas las mujeres en la sociedad [iraní], y que las mujeres [iraníes] confrontaron por si mismas este movimiento, que ellas consideran ‘estupefactas por Occidente’ y como una desviación de los principios del Islam. Trayendo a mujeres que apoyan al régimen al lugar de la [protesta], el régimen quiso transformar la confrontación de la lucha de mujeres contra el régimen en una lucha entre [dos grupos de] mujeres. Pero [el hecho de que] varios miembros del conservador séptimo Majlis objetaron la violencia que irrumpió [durante la protesta] pone en duda el éxito de esta política… Las golpizas, los garrotes, las esposas, los arrestos, y los juicios fabricados no podrán detener el claro progreso del movimiento de mujeres hacia el crecimiento y el desarrollo».

La discriminación contra las mujeres en el código de estatus personal de Irán

La periodista Lili Pourzand escribió sobre la discriminación contra las mujeres instruida en el código personal del estado iraní: «La mayoría de las mujeres [en la unidad de policía femenina] ha verdaderamente experimentado por si misma la violencia doméstica. Sus propios corazones [probablemente] sangraron porque no tienen derecho alguno [exigir] el divorcio o pedir la custodia de sus hijos. Como mujeres, las leyes actuales laborales las presentan con exigencias excesivas e ilógicas. ¿Cómo podemos nosotros creer que ninguna de entre las mujeres policía iraní objete ser obligada a vivir con sus maridos porque es imposible para ellas pedir el divorcio? ¿Cómo podemos nosotros [creer] que sus corazones no están sangrando porque no tienen derecho alguno a la custodia de sus hijos en caso de divorcio o separación? ¿Debería una de sus hijas ser asesinada por un hombre, cómo podemos nosotros creer que la madre estará feliz de que el precio pagado por la sangre de su hija es la mitad de la suma pagada por el [asesinato de] un hombre? Y si ella exige que el asesino de su hija sea castigado, [aceptará ella alegremente el hecho] que la ley le exige a ella que le pague a la familia del asesino una [suma] doble por la sangre de su hija (e.d., una suma equivalente a la totalidad del precio de la sangre de un hombre)? Cómo podemos nosotros creer que la mujer policía iraní está feliz de heredar sólo un octavo de la propiedad de su difunto marido?» [10]

La discriminación contra las mujeres en el shari’a – el resultado del estancamiento en la interpretación religiosa

Otro artículo de Rooz, por el activista de derechos humanos y periodista Mehrangiz Kar, sostuvo que clérigos iraníes incitan a la continua discriminación institucionalizada contra las mujeres preservando las leyes y las costumbres religiosas que no corresponden al espíritu de las épocas. Por ejemplo, estos clérigos les permiten a las niñas de nueve años a ser juzgadas como adultos, ellos están faltando a su deber sólo para modernizar las decisiones religiosas. [11]

«Mohammad Ali Abtahi, el consejero legal al ex presidente Khatami, declaró recientemente que ‘después de que Khatami fue reelegido presidente de la República en el 2001, varios Maraje’ [e.d. Ayatolas que son considerados autoridades religiosas] le dijeron… que si alguna mujer es [designada al puesto de] gabinete de ministros, ellos emitirán un fatwa prohibiéndole a [los ciudadanos iraníes] de pagar sus impuestos al gobierno’. Abtahi agregó que… cuatro años después, el gabinete iraquí incluyo a cinco mujeres ministros. El ayatolá [Ali] Sistani podría oponerse y podría prevenir su nombramiento, pero el Ayatola apoyó oficialmente al gabinete… ‘El ayatolá Sistani estaba evidentemente consciente de la magnitud [del movimiento de mujeres, mientras]… los políticos iraníes, y los Maraje’ que había estado asociados a ellos durante años, [continuaron] sus históricos crímenes…

«Los estudiosos religiosos chiítas y Maraje’ en Irán han empleado hasta ahora dos tácticas contra mujeres que han exigido sus derechos: [Primero,] han lanzado a mujeres a que se peleen entre ellas. [Segundo,] han declarado que las puertas del ijtihad [e.d. el uso de personal de juicio en decisiones religiosas] está abierto, y que con el conocimiento de las decisiones [religiosas] [respecto] a los derechos de las mujeres, es posible hacer tales cosas maravillosas que las mujeres del mundo estarán envidiosas del estatus legal de las mujeres iraníes.

«Hasta ahora, estas dos tácticas [sólo] han colocado obstáculo tras obstáculo [en el camino de las mujeres]. La primera táctica siempre fue considerada como el método oficial del gobierno, mientras la segunda llegó a ser vista como un [acercamiento] oposicionista crítico. Pero aunque ambos métodos han sido usados en todos los procesos de toma de decisiones durante los últimos 27 años, ningún paso se ha tomado para mejorar las leyes estatales [en formas que] beneficien a las mujeres. Nunca hubo ningún punto, y todavía no existe ningún punto, en esperar algo del [Maraje’], e.d. de las autoridades religiosas que endosan la interpretación oficial [conservadora] de la religión. Los miembros del segundo grupo – es decir, las autoridades religiosas que defienden una interpretación contemporánea [del shari’a] – también dieron lugar a una espera que nunca fue realizada. Ellos han dicho, y todavía están diciendo, que aplicando el ijtihad, las leyes [islámicas] pueden ser reexaminadas en luz de las necesidades locales y contemporáneas y [de las maneras que] beneficien a las mujeres. [Sin embargo,] estos respetables juristas no se han tomado el riesgo todavía de llevar a cabo sus puntos de vista, y ha preferido permanecer de lado en lugar de directamente confrontar el estancamiento [del shari’a]…

«Hasta este mismo día, [ambos] el derecho civil y la ley penal islámica considera a una muchacha pequeña de nueve años como un adulto sensible que puede ser responsable por sus acciones. Si ella comete una ofensa, pueden aplicársele a ella violentos castigos detallados en la ley penal islámica. Pero al mismo tiempo, los estudiosos religiosos discrepan sobre la mayoría de edad. [Es más,] ellos claman que los cambios pueden hacerse [en la ley] cuando existen desacuerdos obvios. Esto significa que, cuando el caso involucra a una muchacha de nueve años en segundo o tercer grado, podría levantarse la mayoría de edad sin violar la ley religiosa.

«Cuando se refiere a los derechos humanos de las mujeres, la estrechez mental es [tan grande] que [los Maraje’] incluso se abstiene de aplicar soluciones religiosas indulgentes que ellos mismos defienden para mejorar la condición legal de las mujeres. [Y ellas ciertamente no aplican] los principios internacionales de derechos humanos o los principios puestos en la Convención en los Derechos del Niño – a los que están fundamentalmente opuestos [debido a su origen no-musulmán]».

Consecuencias de la violencia contra las mujeres sancionada por el régimen

En un artículo publicado el 24 de junio del 2006 en el diario reformista en Internet Sharq, la periodista Elaheh Farahani condenó severamente la discriminación contra las mujeres en Irán. Ella protestó contra la violencia física y emocional experimentada por muchas mujeres y muchachas iraníes, y dijo que las víctimas de abuso doméstico deben regresar a sus hogares o convertirse en prostitutas, ya que no existen refugios para las víctimas del abuso. A continuación extractos de su artículo: [12]

«La actitud que coloca a las mujeres como el sexo inferior, el restringir su libertad dentro de la familia, el marginalización de las mujeres, el rechazo a su derecho de controlar su propio destino y sus vidas, el imponerles ocupaciones específicas que no son de su agrado – todo esto son [manifestaciones de] la violencia emocional a la que las mujeres y las muchachas están sujetas, causándoles dolor y ansiedad. Pero lo que más denota son los efectos de la violencia contra las mujeres. Según los datos disponibles, el conflicto doméstico es la causa principal de suicidio entre las mujeres, seguido por la desesperación y la crisis causada por esta violencia emocional. Los datos muestran extensamente que la mayoría de las mujeres que se suicidan son mujeres casadas entre las edades de 18 y 24 años… Las enfermedades mentales y físicas son otra consecuencia de este fenómeno de violencia… Por consiguiente, mientras que la violencia contra las mujeres continúa, las 32 millones de mujeres de Irán se convertirán gradualmente en una población defraudada, enferma, y atormentada…

«Según la ley iraní, la violencia no-física del marido, tal como la violencia sexual y emocional, no es un crimen. Esto significa que [la ley] no proporciona ninguna protección a las mujeres atacadas por sus maridos… La ley [existente] se refiere sólo a la violencia física del marido, y también no considera el hecho que las mujeres [que huyen de sus hogares debido a la violencia doméstica] deben regresar a los mismos hogares, y que la probabilidad de que sus maridos tomen venganza en ellas es muy alta. Las organizaciones no-gubernamentales han abierto refugios para estas mujeres, pero el número de espacios disponibles es muy pequeño y limitado. En estas circunstancias, las casas de prostitución a menudo ofrecen refugio a muchachas y mujeres que se escapan de sus hogares – y desgraciadamente las muchachas y mujeres no tienen ninguna otra opción sino la de caer en esta trampa… en busca de un lugar seguro para quedarse. Ahora, durante años, los activistas y grupos que defienden los derechos de las mujeres han estado alertando a las autoridades en la necesidad de refugios para [mujeres], pero los esfuerzos de las mujeres miembros del Majlis no han tenido hasta ahora ningún resultado positivo».

* Y. Mansharof es Compañero del Departamento de Estudios Iraníes en MEMRI


[1] Rooz, 27 de agosto, 2006.

[2] Sobre las actividades del Basij, véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 262, «Basij – la Milicia Revolucionaria del Pueblo de Irán», 1 de febrero del 2006, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=countries&Area=iran&ID=IA26206.

[3] Rooz, 13 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/01newsstory/016084.shtml. El 26 de junio del 2006, Rooz informó que las mujeres que participaron en la protesta han sido convocadas a varios interrogatorios adicionales, y que el ex miembro del Majlis Ali Akbar Mousavi Khoini, encabezado de la Asociación de Alumnos de Irán, todavía está detenido.

[4] La información sobre el caso de Malak Ghorbani, y una petición por su liberación iniciada por la activista de los derechos humanos Lily Mazahery, es anunciada en http://www.petitiononline.com/Malak/petition.html.

[5] http://www.metransparent.com/texts/widad_akrawi_campaign_for_lapidation_hanging_women_victims_iran.htm, 28 de agosto, 2006.

[6] Agencia de Noticias Aftab (Irán), 30 de mayo del 2006, http://www.aftabnews.ir/vdcawon49yn0y.html

[7] Rooz, 23 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/01newsstory/016789.shtml

[8] Rooz, 14 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/02article/016106.shtml

[9] Rooz, 22 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/02article/016256.shtml

[10] Rooz, 14 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/02article/016106.shtml

[11] Rooz, 21 de junio del 2006, http://www.roozonline.com/02article/016228.shtml

[12] Rooz, 24 de junio del 2006, http://www.sharghnewspaper.ir/850403/html/disast.htm