Tras los arrestos ocurridos a 11 príncipes sauditas a principios de noviembre, entre ellos el multimillonario inversionista Príncipe Al-Waleed bin Talal, cuatro ministros y decenas de ex-ministros, en Pakistán expresaron gran preocupación en los medios de comunicación urdu sobre una probable inestabilidad en Arabia Saudita y las posibles ventajas que esta inestabilidad le presenta a Irán.
A continuación se presentan extractos de editoriales e informes que aparecen en los medios de comunicación en urdu:
Editorial en diario urdu: «Arabia Saudita hoy día enfrenta una hostilidad basada en el sectarismo [sunita-chiita] de los países del Golfo a su alrededor, de los cuales Irán se encuentra en el tope»
Un editorial en el diario urdu Roznama Islam, que se inclina hacia el islamismo, declaró:
«Luego de las nuevas medidas [es decir, los arrestos], es natural que surjan preguntas y preocupaciones sobre la estabilidad interna de Arabia Saudita. Y esta es la razón por la que existe una gran preocupación en todo el mundo islámico por la paz y la estabilidad en Arabia Saudita. El mundo del Islam ya se encuentra sumido en una cortina de humo de conflictos y de desintegración. Muchos países islámicos están atrapados en guerras civiles y conflictos debido a la locura de su propio pueblo y la mala conducta de los demás. En tal situación, uno no puede imaginarse cuán destructivo y desgarrador puede ser si un país tal como Arabia Saudita, siendo este el corazón del mundo del Islam y depositario de las Mezquitas Sagradas, se ve de alguna manera atrapado en una inestabilidad interna. Por lo tanto, entendemos que para la integridad y la unidad de la unidad [el estado saudita], la familia real saudita, el gobierno, los estudiosos islámicos y la gente común deben demostrar sabiduría y clarividencia [al expresar su postura a dicho tema]».[1]
Un editorial en Roznama Ummat, un diario islámico urdu, observó:
«La probabilidad de una reacción extrema de los opositores del gobierno que fueron removidos es menor porque desde que la Casa de Saud estableciera su gobierno [en la recién creada Arabia Saudita a mediados del siglo 18], prevalece una cultura ortodoxa extrema y los golpes de estado no pueden germinan fácilmente. [Adicionalmente] el gobierno sabe muy bien cómo manejarlo si es que alguien alzara la cabeza… La situación real de Arabia Saudita es tal que la cultura occidental y los lujos mundanos son tan visibles en la vida privada de todos los miembros [de la élite gobernante] que no tiene sentido participar en un debate sobre una cultura moderada, islámica, moderna y progresista allí. La ortodoxia extrema [de la elite] lo es todo para la sociedad que está fuera de sus vidas. Se están haciendo esfuerzos para romper con eso también [permitiendo una liberalización para las masas]…
«Debido a la [presencia de] las Mezquitas Sagradas, los enemigos del Islam no pueden tener el suficiente coraje para atacar al estado saudita. No pueden atraer el antagonismo de los musulmanes que constituyen aproximadamente un cuarto de la población mundial. Una de las razones de esto también es el hecho de que los gobernantes sauditas, debido a sus asuntos privados, han establecido relaciones cordiales con todos los países no musulmanes, especialmente con Occidente. Sus innumerables riquezas, propiedades y activos están en países extranjeros y en los bancos allí…
«Esta es una gran realidad: que además de Estados Unidos, Occidente y otros países, las masas del país y los clérigos islámicos apoyan las recientes decisiones del gobierno saudita. Más que los no-musulmanes [es decir, los países no-musulmanes] y [los propios habitantes de Arabia Saudita hoy día se enfrentan a una hostilidad que tiene su base en el sectarismo [sunita-chiita] de los países del Golfo a su alrededor, de los cuales Irán se encuentra en el tope. Este desea impulsar su punto de vista [chiita] sobre todo el mundo musulmán que tiene como base su riqueza, mano de obra y armas. A los individuos y grupos apoyados por Irán se le ve involucrados en ataques y otras operaciones contra los oponentes [sunitas] de sus sectas en varios países, incluyendo Irak, Siria, Yemen y el Líbano. Un nuevo ejemplo de esto es el Primer Ministro libanés Saad Hariri, quien fue forzado a renunciar y refugiarse en Arabia Saudita el 5 de noviembre debido a las amenazas por parte de Irán y Hezbolá a su vida…»[2]
Estudioso islámico muftí Muhammad Naeem: «El comienzo de las conspiraciones contra los países islámicos estables [como Arabia Saudita] ha comenzado»
El muftí Muhammad Naeem, destacado estudiosos islámico y canciller de la madraza Jamia Binoria Alamia, en Karachi, instó al rey saudita a tomar decisiones consideradas y afirmó:
«El comienzo de las conspiraciones contra los países islámicos estables [tales como Arabia Saudita] ha comenzado. Las situaciones internas de Arabia Saudita son motivo de preocupación para todo el mundo islámico… Ahora, existe la necesidad de que los gobernantes musulmanes se unan y desarrollen una estrategia. Si las fuerzas internacionales anti-islámicas pueden unirse contra los musulmanes, ¿por qué no pueden hacerlo los países musulmanes? Bajo la conspiración del 11 de Septiembre, los países islámicos que marcharon hacia una estabilidad fueron emboscados y se intentó aplastar a los musulmanes por la fuerza [en nombre de la guerra contra el terrorismo]. Ahora, se intenta derribar a los países islámicos que están sobre sus pies…»[3]
Consejo Ulema de Pakistán: «Los estudiosos islámicos están en todo momento con el gobierno y el pueblo de Arabia Saudita por la integridad y defensa de la tierra de las mezquitas sagradas»
Según un informe en el diario Urdu Roznama Express, los clérigos islámicos asociados al Consejo Ulema de Pakistán (CUP) expresaron su total apoyo al gobierno saudita:
«Estos dijeron que el objetivo de las fuerzas enemigas del Islam es la tierra de las Mezquitas Sagradas [en Meca y Medina]. Varias veces los rebeldes Houthi han tenido como blanco la tierra de Arabia Saudita. El mundo islámico y el ummah islámico nunca tolerarán las fuerzas que intentan crear anarquía y conflicto en la tierra de las Mezquitas Sagradas. Estos dijeron que la nación pakistaní y los estudiosos islámicos están siempre con el gobierno y el pueblo de Arabia Saudita por la integridad y defensa de la tierra de las Mezquitas Sagradas. Los lideres [es decir, los clérigos islámicos] describieron las nuevas leyes [es decir, los arrestos] contra la corrupción en Arabia Saudita como un paso en la dirección correcta y dijeron que las naciones avanzan hacia el progreso y culminan terminando con la corrupción. Salman y el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman serán una causa para una mejora en Arabia Saudita».[4]
Estos académicos islámicos asociados al Consejo Ulema de Pakistán incluyen a: Hafiz Muhammad Tahir Mehmood Ashrafi, Maulana Muhammad Ayub Safdar, Maulana Abdul Karim Nadeem, Maulana Abdul Hameed Watoo, Maulana Abdul Haq Mujahid, Maulana Asadullah Farooq, Maulana Muhammad Shafi Qasmi, Maulana Asadullah Farooq, Maulana Muhammad Shafi Qasmi y a Maulana Asad Zakaria, entre otros.
Ex jefe del ejército de Pakistán Aslam Beg: «Irán se está beneficiando de esto en el Medio Oriente y el Golfo; esta situación en Arabia Saudita es extremadamente adecuada para Irán»
Según un informe del diario urdu Roznama Dunya, el ex-jefe del ejército paquistaní Mirza Aslam Beg describió los arrestos como «alarmantes» y dijo:
«Esta peligrosa situación en desarrollo en Arabia Saudita tendrá consecuencias… Una represión tan radical contra la corrupción no es meramente en contra de la corrupción. De hecho, si estas detenciones y cambios en los altos cargos gubernamentales están conectados a los cambios importantes llevados a cabo en un pasado reciente, quedará claro de que algo se está cocinando en la familia real saudita contra el nuevo Príncipe Heredero a la Corona Mohammed bin Salman… Debido a las políticas económicas liberales del príncipe heredero saudita, existe una fuerte reacción en la elite religiosa y real teniendo presente un punto de vista religioso específico [ortodoxo].
«Irán obtiene beneficios por esto en el Medio Oriente y el Golfo. Esta situación en Arabia Saudita es extremadamente adecuada para Irán. Por una parte, está en marcha una revolución silenciosa contra el reinado saudita en las áreas fronterizas de Arabia Saudita; por el otro, las diferencias extremas en la familia real han surgido al primer plano lo cual no es nada bueno en referencia a Arabia Saudita, incluyendo al mundo del Islam. Y nosotros [los líderes pakistaníes] tendremos que considerar seriamente la situación y desempeñar un papel para una mejora en lugar de saltar de cabeza en ella…»[5]
[1] Roznama Islam (Pakistán), 6 de noviembre, 2017.
[2] Roznama Ummat (Pakistán), 7 de noviembre, 2017.
[3] Roznama Islam (Pakistán), 7 de noviembre, 2017.
[4] Roznama Express (Pakistán), 6 de noviembre, 2017.
[5] Roznama Dunya (Pakistán), 7 de noviembre, 2017.