Vitaly Tseplayev del diario Argumenti i Fakti publicó una entrevista con Nikolai Patrushev, el antiguo secretario del Consejo de seguridad de Rusia y ex-jefe del FSB, sucesor de la KGB, donde Patrushev también sirvió. Patrushev tiene fama de ser uno de los pocos consejeros fieles de Vladimir Putin y es uno del número limitado de personas responsables de tomar decisiones quienes decidieron invadir Ucrania.
En la entrevista domina la opinión de Patrushev en que la política occidental está determinada por las corporaciones transnacionales, que están por encima de los políticos. De acuerdo a este punto de vista, Patrushev cree que «los cuatro asesinatos perpetrados contra presidentes estadounidenses tienen huellas corporativas». La estrategia occidental y muy particularmente la angloamericana, es reducir a los rivales a naciones del tamaño de un bocadillo y lo que se le hizo a Yugoslavia, estos están tratando de hacerle a Rusia, es decir, reducirla al tamaño de un mini estado del siglo 15. Este es el significado de la guerra en Ucrania, donde Occidente, temiendo luchar directamente contra Rusia, manipula a los ucranianos para que combatan contra sus hermanos rusos. En la entrevista, Patrushev denuncia que los estadounidenses abandonaron Afganistán para dedicar más recursos en preparar a Ucrania para que ataque a Rusia.
La entrevista completa con Patrushev puede leerse a continuación:[1]
Ambiente turbulento
P: Nikolai Platonovich, ¿cómo evalúa usted la situación mundial a comienzos de este año?
R: La situación mundial es extremadamente compleja y de carácter turbulento. Muchos países en varias regiones están atravesando simultáneamente crisis político-militares, económicas, sociales y espirituales. Esperemos que se produzcan cambios positivos este año.
P: Usted una vez afirmó que el liderazgo de los países occidentales no hace nada para mejorar la situación y mucho menos a nivel mundial, incluso en sus propios países. ¿Puede usted elaborar sobre ello, qué quiso usted decir con eso?
R: Los políticos en Occidente carecen del poder y la capacidad para mejorar la vida en sus estados, ya que no han sido actores independientes durante mucho tiempo. Todos poseen vínculos con grandes empresas, lobistas y fundaciones tras de ellos. Ellos ni siquiera ocultan estos hechos. Existen ejemplos bastante recientes.
Resulta que, decenas de miembros del parlamento europeo estuvieron bajo el control de las agencias de George Soros, mientras que la Comisión Europea ha creado una serie de esquemas corruptos por valor de decenas de miles de millones de euros para la compra de vacunas a instancias de una de las mayores compañías farmacéuticas estadounidenses del mundo. Es obvio que el verdadero poder en Occidente está en manos de clanes que controlan los recursos y las corporaciones multinacionales.
P: ¿Habla usted en serio de los Rockefeller y los Rothschild?
R: En realidad, existen muchas más corporaciones y clanes de este tipo. Por ejemplo, los ingresos combinados de las 500 empresas más importantes del mundo, según datos no oficiales, totalizaron casi 38 trillones de dólares en el año 2021.
Las corporaciones con sede en los Estados Unidos representan la mayoría de las empresas multinacionales. Sus ingresos totalizaron alrededor de 16 trillones de dólares, con ganancias netas de 1.8 trillones de dólares.
El capital de una serie de empresas transnacionales supera el PIB de la mayoría de las economías del mundo, mientras que los fondos que han establecido para enriquecerse aún más afirman ser una herramienta supranacional para gobernar a la humanidad. La mismísima Fundación Soros se ha convertido casi en el principal centro mundial de planificación e implementación de las “revoluciones de color”.
Dos actores en una sola obra
P: ¿Está usted tratando de decir que incluso las autoridades estadounidenses no siguen políticas independientes?
R: En esencia, el estado norteamericano actúa solo de caparazón (cubierta) para un conglomerado de gigantescas corporaciones que gobiernan el país y tratan de dominar el mundo. Para las transnacionales (corporaciones transnacionales), hasta los presidentes de Estados Unidos son meros extras a los que se puede callar como Trump. Los cuatro asesinatos perpetrados contra presidentes estadounidenses tienen huellas corporativas. No es coincidencia que un número creciente de estadounidenses declare que los republicanos y los demócratas son solo dos actores en la misma obra, que no tiene nada que ver con democracia.
Las autoridades estadounidenses, unidas a las grandes empresas, sirven es a los intereses de las corporaciones multinacionales, incluyendo el complejo militar-industrial. La política exterior asertiva de la Casa Blanca, la agresividad desenfrenada de la OTAN, el surgimiento del bloque militar “AUKUS” y otras instituciones también son consecuencia de la influencia corporativa.
El borrador del presupuesto estadounidense para el año 2023 es la mejor prueba de los planes de Washington para librar nuevas guerras a expensas del bienestar de sus propios ciudadanos. La mitad de la cantidad total de 1.7 trillones de dólares de los gastos previstos del gobierno federal es asignado a la defensa: más de 850 billones de dólares. Se están planificando asignaciones de hasta 45 mil millones de dólares para la continuación de las hostilidades en Ucrania y la prolongación del conflicto.
Tal es el estado de las cosas a pesar del hecho de que los propios Estados Unidos y sus secuaces están cayendo irrevocablemente en el agujero de la deuda (variante de prisión y expresión de la deuda). Los estadounidenses tienen una deuda nacional de más de 31 trillones de dólares. La deuda de Inglaterra de 2.4 trillones de libras se ha convertido en la más alta desde la Segunda Guerra Mundial y superó el 101% del producto interno bruto del país. Japón, con una deuda pública de casi diez trillones de dólares, estableció un récord mundial en la relación deuda/PIB, que es más de 2.6 veces. La cosa es, sin embargo, que los países que se consideran dueños del mundo no van a pagar esas deudas.
Anteriormente, Occidente alcanzó la prosperidad y logró dominación mundial a través de conquistas coloniales. Así también actúan hoy las empresas multinacionales, que prefieren incrementar su capital desviando recursos de otros países. Al hacerlo, utilizan su propio sistema de lavado de cerebro a las masas para imponerle a la población mundial la idea de unas reglas que ellos mismos inventaron y que no son cónsonas con el derecho internacional.
Explotación mundial
P: ¿Cree usted verdaderamente que las ETN tienen una fuerte influencia en los procesos políticos y socio-económicos locales cuando operan alrededor del mundo?
R: Correcto. Por una parte, introducen nuevas tecnologías a través de la inversión extranjera directa y aumentan la productividad. Sin embargo, la población no puede aprovechar estos resultados, porque las empresas expulsan para siempre al productor local, convirtiéndose así en monopolistas. Al llevarse la mayor parte de sus ganancias al exterior, privan a los países de la oportunidad de incrementar su riqueza nacional.
La legislación nacional es insuficiente para abordar este problema. La actual regulación jurídica internacional relativa a las actividades económicas de las ETN se ha configurado en interés de las propias empresas y con su participación directa. El marco jurídico internacional actual para las actividades económicas de las ETN se ha configurado en interés de las propias empresas y con su participación directa. No se está torpedeando ningún plan de cambio a favor de los intereses nacionales de los países.
En un mundo fundamentalmente cambiante, el objetivo de las corporaciones es mantener un sistema de explotación global. A su cabeza está una élite de empresarios, que no se asocian a ningún estado. Debajo están las llamadas “naciones desarrolladas del mundo”, así como también los “billones de oro”. Y luego está el resto de la humanidad, a la que se hace referencia desdeñosamente como el «tercer mundo».
P: Según esta lógica, Rusia, aparentemente, no tendrá el lugar más envidiable en esta jerarquía.
R: No existe lugar para nuestro país en Occidente. Un grupo de potencias mundiales están molestas con Rusia porque disfruta de ricos recursos, un vasto territorio, gente inteligente y autosuficiente, que ama a su país, sus tradiciones y su historia.
A las transnacionales se les ve nerviosas por la visión del mundo y la divergencia ideológica entre Rusia y los países que están bajo el control del capital occidental. Las corporaciones tienen como foco enriquecerse y desarrollar una sociedad de consumo. Rusia, por otro lado, representa un equilibrio razonable entre los valores espirituales y morales y el desarrollo socio-económico.
En este contexto, los occidentales buscan debilitar a nuestro país, desmembrarlo, destruir la lengua rusa y el mundo ruso. Hace tiempo que perfeccionaron la tecnología de socavar a sus adversarios desde dentro y fragmentarlos en pequeños estados.
Este fue su modus operandi antes, cuando por ejemplo, Londres dividió los imperios al final de la Primera Guerra Mundial y estableció decenas de países. Así es como se hace todo esto hoy día también. Un ejemplo sorprendente es Yugoslavia. El estado, que tenía una voz independiente en la arena internacional, fue dividido en seis países.
¿Qué significan los acontecimientos en Ucrania?
P: El final de diciembre marcó el aniversario No. 100 de haberse formado la URSS. ¿Qué impacto cree usted que tuvo el colapso de la Unión en 1991 en las políticas de Estados Unidos y sus aliados?
R: Les dio ánimo. Quince nuevos ítems en derecho internacional han surgido en el territorio de la antigua Unión Soviética. Naturalmente, ninguno de ellos puede igualar a la URSS en cuanto a su nivel de influencia, con la excepción de la Federación rusa que, pudiendo mantener su merecido prestigio internacional centenario, es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y juega un papel crucial en el mundo, defendiendo sus intereses nacionales.
Por lo tanto, los planes de los occidentales son continuar destrozando a Rusia y eventualmente borrarla simplemente del mapa político mundial. Hoy siguen gritando a todo pulmón que Rusia no debe permanecer unida, debe ser encerrada en las fronteras del estado de Moscovia del siglo 15. Con este fin, no se lamentaran de nada, incluyendo la invención de una historia totalmente falsa de nuestro país, trasladando su responsabilidad por la opresión de otros pueblos (lo cual es algo que Rusia nunca ha hecho).
Toda la historia con Ucrania se inició en Washington con el fin de desarrollar la tecnología de dividir y enfrentar entre sí mismos a un solo pueblo. A millones de personas se les prohíbe hablar su idioma nativo ruso y se les obliga a olvidar sus orígenes.
Occidente, para satisfacer sus ambiciones, está prácticamente destruyendo al pueblo ucraniano, obligando a la generación activa a perecer en el campo de batalla y empobreciendo al resto de la población.
Los eventos en Ucrania no son un choque entre Moscú y Kiev, sino una confrontación militar entre la OTAN (principalmente Estados Unidos y Gran Bretaña) con Rusia. Temerosos del contacto directo, los instructores de la OTAN están conduciendo a los chicos ucranianos a una muerte segura. Con la ayuda de la operación militar especial (de ahora en adelante, la SVO), Rusia libera sus regiones de la ocupación y debe poner fin al sangriento experimento de Occidente de exterminar al hermano pueblo ucraniano.
P: Pero el mundo, al contrario, acusa a Rusia de apoderarse del territorio de Ucrania, de atacar su infraestructura…
R: No estamos en guerra con Ucrania porque, por definición, no podemos odiar a los ucranianos comunes. Las tradiciones ucranianas son muy cercanas al pueblo de Rusia, así como también la herencia del pueblo ruso es inseparable de la cultura ucraniana.
Tengamos muy en cuenta que el idioma ucraniano se conserva como uno de los idiomas estatales en Crimea. Los centros culturales ucranianos y los conjuntos de canciones y bailes ucranianos continúan actuando en muchas ciudades. Al sur de la región del Lejano Oriente ruso, considerando la alta proporción de reasentados desde la era de Stolypin, un número significativo de residentes percibe la cultura del pueblo ucraniano como autóctona.
Y cuanto antes comprendan los ciudadanos de Ucrania que Occidente combate contra Rusia con sus propias manos (las de los ucranianos), más vidas serán salvadas. Muchos se han dado cuenta de esto hace mucho tiempo, pero tienen miedo de hablar por temor a represalias. No está en los planes de Occidente salvar la vida de alguien a expensas de su propio enriquecimiento y otras ambiciones. Mientras tanto, los estadounidenses, los británicos y otros europeos a menudo crean la ilusión de que están protegiendo a la civilización de la barbarie.
P: ¿Se refiere usted a los hechos de Afganistán, donde Estados Unidos declaró la lucha contra el terrorismo y luego se retiró humillado?
R: No solo en Afganistán, sino también en otras regiones. Ellos mismos crearon organizaciones terroristas, tales como al-Qaeda, el movimiento de los talibanes o el EIIS, para alcanzar sus objetivos y luego ellos mismos combatieron contra ellos. Mientras escenificaban, por un lado, un espectáculo de eliminación de líderes terroristas como Osama bin Laden, por otro lado, entrenaban y armaban a cien nuevos.
La presencia de Estados Unidos en Afganistán no resultó ser una lucha contra el terrorismo, sino, por el contrario, una creación de esquemas de corrupción multimillonarios y un aumento múltiple en la producción de drogas. Resultó que la repentina retirada de los estadounidenses de ese país tuvo mucho que ver con que se centraran en Ucrania donde, según sus evaluaciones, la preparación del régimen títere de Kiev para realizar acciones ofensivas contra Rusia ya estaba en marcha.
Por cierto, esto fue confirmado por el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, quien afirmó que si el ejército de los Estados Unidos no hubiera salido de Afganistán, Washington no hubiera podido asignarle una gran cantidad de dinero a Ucrania. Además, parte del equipo retirado del territorio afgano fue transportado a Europa, principalmente a Polonia, lo que permitió a los europeos militarizar el régimen de Kiev.
P: El 24 de febrero del año pasado, Rusia designó precisamente la «desmilitarización» y la «desnazificación» de Ucrania como objetivos de la SVO. ¿Confía Todavía usted en que se estos objetivos serán alcanzados?
R: Los criminales neonazis, que en los últimos años han proliferado en Ucrania, inevitablemente enfrentarán un castigo. Sin embargo, es muy posible que los más odiosos sean rescatados por sus amos para ser desplegados en otros países, incluso orquestando golpes de estado y cumpliendo tareas subversivas.
Tal esquema se perfeccionó durante la derrota de la Alemania nazi. Después del año de 1945, las autoridades estadounidenses, británicas y de Alemania Occidental bajo su control informaron sobre la desnazificación de la zona de ocupación alemana bajo su responsabilidad. Mientras tanto, los nazis salvados del castigo fueron utilizados para crear las fuerzas armadas de la RFA, así como también la red de inteligencia estadounidense y británica, incluso para operaciones encubiertas contra los estados miembros del bando socialista.
La CIA, que hasta 1948 se denominó Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos, utilizó activamente a ex-empleados de la Abwehr y de la dirección de seguridad del Reich Imperial de Hitler para crear nuevos servicios secretos alemanes.
Durante los años de la posguerra, los estadounidenses involucraron activamente a los criminales nazis en el desarrollo de nuevas armas, incluyendo las armas de destrucción masiva y sus vectores. Lo mismo es cierto para el uso por los estadounidenses de criminales de guerra japoneses, quienes se involucraron en el desarrollo y uso de las armas químicas y bacteriológicas.
«El potencial de la humanidad está lejos de agotarse»
P: Volvamos al tema de la influencia de las TNC en la política de diferentes países. Usted argumenta que es casi ilimitado. ¿Y qué métodos, en su opinión, están en el arsenal de las transnacionales?
R: Estos son los métodos más cínicos. Algunos de ellos incluyen experimentar con patógenos y virus peligrosos en laboratorios biológicos militares supervisados por el Pentágono; estos están comprometidos sin disculpas en la corrupción moral y ética de la sociedad.
Occidente ha dominado una “zombificación” de personas a través de medios de propaganda masiva y ahora busca utilizar armas cognitivas, influenciando a todos de manera específica a través de la tecnología de la información y técnicas de neuro-psicología.
Occidente implanta valores neoliberales y de otro tipo, algunos de los cuales son inherentemente opuestos a la naturaleza humana. Actúan conscientemente y no ocultan entre los miembros de su círculo que la agenda LGBT es una herramienta para reducir gradualmente el número de “personas superfluas”, que no encajan en los notorios “mil millones de oro”.
Solo ayer se promocionaban los OGM [organismos genéticamente modificados] sin preocuparse por las consecuencias que estos productos tienen en la salud humana y hoy se insta a las mujeres a no tener hijos para luchar contra el cambio climático. La «ciencia de ultramar» sugiere que las personas deben medirse por la cantidad de carbono que dejan atrás. Miden y cuentan a la humanidad de la misma manera que los científicos nazis en su día midieron cráneos en busca de criterios para dividir a las razas en «superiores» e «inferiores».
P: Usted pinta un cuadro bastante sombrío, ¿no es así? Es como si el fin de la humanidad estuviera a la vuelta de la esquina…
R: El potencial de la humanidad está lejos de agotarse. Existen instituciones diseñadas para influir positivamente en esta situación. Estas son: la ONU y el Consejo de Seguridad de la ONU. Los gustos de SCO, BRICS, ASEAN y otros organismos similares están ganando popularidad. Sin embargo, Occidente no está interesado en su efectividad.
Los anglosajones están tratando obsesivamente en empujar a la comunidad mundial a creer que estas instituciones han dejado de ser útiles y que es necesario vivir según sus reglas inventadas.
Aquellos que no están de acuerdo con su hegemonía son etiquetados de “estados parias”, “estados terroristas” o estados que representan una amenaza para la seguridad nacional. Mientras tanto, los países occidentales no se dan cuenta de que ellos mismos están siendo superados en número poco a poco, porque el mundo se está cansando de su estrategia de utilizar la fuerza junto a amenazas.
El poder está en el pueblo
P: ¿Cómo piensa el liderazgo de Rusia diseñar su estrategia ante los desafíos mencionados anteriormente?
R: Nuestro país sigue un camino hacia la construcción de una economía fuerte, moderna e independiente, para alcanzar la soberanía económica. Rusia tiene todos los recursos necesarios para ello. Lo que se necesita es una cultura para aprovecharlos, una actitud cuidadosa y magistral con nuestros tesoros (no solo los naturales, sino también los intangibles). Las empresas rusas deben tener una orientación nacional. El capital privado, al igual que las autoridades, debe pensar en el desarrollo a largo plazo del país.
La independencia financiera de Rusia es importante, así como también la soberanía tecnológica. Tenemos suficientes inventores propios como Mikhail Lomonosov e “Ivan Kulibin. El problema es encontrarlos a tiempo. No solo debemos desarrollar las ciencias y la educación, sino revivir un verdadero culto al científico, al ingeniero, al trabajador. La generación más joven debe inspirarse en las ideas del trabajo creativo en beneficio de la Patria, en lugar de sentarse en las oficinas de las corporaciones occidentales.
La fuerza indestructible de Rusia radica en nuestro pueblo trabajador, cuya ventaja radica, entre otras cosas, en sus diversos sentimientos sobre la vida, en su multi-etnicidad y multi-confesionalidad. Es importante entender que poseemos una cultura única y distintiva, de que Rusia no es Europa ni Asia y ciertamente no es “anti-occidental”.
Esta, por cierto, es nuestra diferencia fundamental con Occidente. Para una persona rusa, el odio, por definición, no puede ser una fuerza unificadora. Solo los occidentales, que abiertamente nos llaman enemigos, están repletos de odio. Pero se les debe recordar sus operaciones militares fallidas en Vietnam, Afganistán y otros países…
Es importante para nosotros, dada la aparición de nuevas amenazas militares, el tener tales fuerzas armadas y servicios de seguridad que los adversarios de Rusia ni siquiera se atreverían a pensar pueden combatir con nosotros.
[1] Aif.ru, 10 de enero, 2023.
