El liderazgo ruso ha tratado de convencer a sus ciudadanos de que los países que le imponen sanciones a Rusia en respuesta a la guerra en Ucrania no representan a la mayoría de las naciones del mundo y que la mayor parte del mundo no se suscribe a la política de sanciones. Por ello, Rusia juega con su pertenencia a la agrupación de los países BRICS constituida por (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), una organización económica que incluye a potencias tales como China e India. La noticia de que Arabia Saudita, Turquía y Egipto se preparan para presentar sus solicitudes de membrecía a los países BRICS fue informado bajo el titular «Arabia Saudita, Turquía y Egipto desean convertirse en aliados de Rusia» en un medio de comunicación ruso. Anteriormente hubo informes de que Argentina e Irán solicitaron unirse a los países BRICS, lo que llevó al presidente Putin a anunciar que Rusia posee muchos partidarios de ideas afines en todo el mundo. Putin pidió por una respuesta común de los países BRICS ante las amenazas puestas por Occidente.[1]
El asistente presidencial ruso Yuri Ushakov, afirmó que Rusia siente positivismo ante una posible ampliación de los países BRICS y le gustaría acelerar el trabajo sobre los procedimientos y requisitos que rigen el proceso de aceptación en la organización. El canciller de Rusia Sergei Lavrov denominó a Argentina e Irán candidatos dignos para ser miembros de los países BRICS[2]. A pesar del entusiasmo general y el respaldo ante la propuesta de que Rusia no estaría aislada económicamente, fue posible detectar diferentes enfoques entre los comentaristas sobre temas clave: ¿Qué tan rápido debería crecer la organización y abandonar su estructura actual basada en países líderes de la región? Además, ¿cómo debería interactuar la organización con los bloques comerciales existentes y si debería adoptar una postura política enérgica en contra de Occidente?
A continuación se puede leer un informe sobre las actitudes de Rusia hacia la expansión de los países BRICS:
Algunos comentaristas rusos adoptaron una actitud de mientras más, mejor. El politólogo Alexander Asafov creía que África en su totalidad podía unirse en un futuro próximo y el entusiasmo no se limitaba a África. A los candidatos mencionados pudieran seguirles Siria, Indonesia, Nigeria, Bangladesh, Tayikistán, Tailandia, Grecia y México. Si decimos que “más de la mitad del mundo desea unirse a los países BRICS, no estaremos lejos de la verdad”, proclamó con optimismo Asafov. Este agregó que un poderoso bloque económico pudiera servir como base para una futura plataforma político-militar.[3]
Yaroslav Lisovolik, miembro del Consejo ruso de asuntos internacionales y del grupo de expertos Club Discussion Valdai instó a los países BRICS a desarrollar criterios de aceptación para los nuevos miembros, pero consideró que una mayor expansión de la organización fortalecería su posición en el ámbito internacional y en la economía global. Este también opinó que «es importante no solo que el país se una al núcleo de los países miembros BRICS, sino también a los socios regionales de ese estado».[4]
En contraste, un artículo escrito por Yevgeny Ivanov en Nakanune.ru, fue más cauteloso tanto en términos de expansión como de los objetivos de la organización. Ivanov abogó por favorecer a los estados que fueran a la vez líderes económicos regionales y estados civiles.
«Un posible criterio para la admisión a las filas de la asociación puede ser el liderazgo económico del estado en su región. Egipto y Turquía cumplen con estos criterios, además, Egipto ya es miembro del Nuevo Banco de Desarrollo, creado por la organización como una alternativa al Banco Mundial. En cualquier caso, otros países también pueden cumplir con los criterios, la condición principal es que no contradigan las directivas generales de desarrollo e iniciativas de los países BRICS».
Ivanov señaló que acentuar la orientación anti-occidental de la agrupación pudiera generar problemas » Sin lugar a dudas, la asociación se está construyendo como una alternativa económica a los dictados de los Estados Unidos y sus socios, pero ¿será suficiente este deseo para lograr el desarrollo? Lamentablemente, No se puede afirmar con certeza que los países BRICS se hayan venido desarrollando sin problemas internos todo este tiempo, por lo que, tras asumir como presidente de Brasil Jair Bolsonaro, en el año 2019, el político aseguró que Estados Unidos es su principal aliado y guía, tanto en el ámbito interno como externo. Y esto significa que la confrontación con China y Rusia solo puede crecer… Los conflictos entre India y China se han prolongado durante varios años, provocando escaramuzas fronterizas y territorios en disputa. Y a esto podemos agregar posibles contradicciones entre Irán, Turquía y Arabia Saudita por la influencia en el Medio Oriente. En este contexto, la imposición unificada de sanciones contra Rusia por parte de un Occidente unido hace que uno se pregunte si tal unidad en los países BRICS es posible sobre cualquier tema?»
Intentos por convertir a los países BRICS en un anti-bloque norteamericano fueron contraproducentes y también contradecían la defensa de Rusia a un mundo multipolar, en el que los estados pueden actuar de forma independiente. Entonces, ¿qué une a los países BRICS? Si esto es «anti-norteamericanismo», un intento de oponer los recursos propios a los recursos del otro bando, entonces, tal como es bien sabido, las asociaciones y en general, cualquier idea construida sobre el «anti «principio no puede existir indefinidamente».
Rusia pudiera contentarse con los temas en los que existía consenso porque tal situación promovería los intereses de Rusia: «Los países BRICS más grandes son estados de civilización con una historia y cultura únicas. En términos prácticos, todos los participantes se esfuerzan por lograr una organización más equitativa del comercio mundial y no aceptan la práctica de sanciones. También existen planes concretos en esta dirección: la transición a la liquidación en monedas nacionales y la creación de una moneda de reserva alterna al dólar.
“Sí, los países son diferentes, puede haber desacuerdos entre ellos. Pero ahora las prioridades se están actualizando y las ya viejas contradicciones pueden pasar a un segundo plano. Una gran ventaja de los países BRICS es que este bloque económico posee una agenda positiva. Este se enfoca en la resolución de problemas y cooperación y no tiene como objetivo hacer cumplir la voluntad y los intereses de un solo actor».[5]
Dmitriy Razumovskiy, director del Instituto latinoamericano de la academia rusa de ciencias cree que los países BRICS tienen la oportunidad de reinventarse dada la transformación fundamental del proceso de globalización. Los países BRICS no se presentaron durante la crisis del Covid y ya no pueden pretender ser una potencia en crecimiento, ya que Brasil, Sudáfrica y Rusia han enfrentado un crecimiento bastante estancado y limitado. Al igual que Ivanov, Razumovskiy cree que la organización debe centrarse en áreas pragmáticas y tecnocráticas. Esto ayudó a la organización a capear la era de Jair Bolsonaro en Brasil y su dirección pro-estadounidense, esta también mejoró la calidad de las decisiones.
En cuanto a la expansión, el criterio del líder regional puede necesitar modificaciones, pero los miembros actuales pueden ser reacios a compartir el protagonismo regional con los recién llegados.
La expansión a través de la inclusión de nuevos miembros en pleno derecho ha sido discutida desde los primeros años de funcionamiento de los países BRICS. Desde que inicialmente prevaleció el concepto BRICS como una alianza de civilizaciones, donde cada macro-región está representada por un líder, la inclusión de un gran país islámico como Indonesia era lo más probable, como el mayor país islámico del mundo en términos de población junto a Egipto eran mayormente considerados. La reciente solicitud de entrada del Irán chiita cambia esta lógica, ya que, al parecer, al invitar a Teherán a la reciente 14ava cumbre de países BRICS, China se guió por la excepcional importancia del país precisamente desde el punto de vista de su potencial energético como uno de los líderes en términos de reservas de hidrocarburos.
“La posibilidad de que Argentina ingrese a los países BRICS también fue discutida durante mucho tiempo, pero Brasil estaba interesado en mantener su rol de líder regional y representativo de toda Latinoamérica. La posibilidad de competencia desde Buenos Aires no despertó entusiasmo entre las autoridades del gigante tropical, incluso durante el reinado de la izquierda, a pesar de las relaciones amistosas de los países para ese momento, Argentina entonces aún no enfrentaba los problemas económicos que vive hoy, la economía del país era una de las más dinámicas de la región.
Por lo tanto, el proceso de expansión pudiera llevar varios años hasta que se obtuviera el consentimiento de todos los participantes.
Razumovskiy le recomienda a Rusia que siga el enfoque chino flexible y trabaje en diferentes rutas y no intente acelerar el proceso de integración de los países BRICS con organizaciones tales como la Unión Económica Euroasiática, donde Rusia es el país dominante. Esto puede entrar en conflicto con las tendencias proteccionistas dentro de los diversos bloques comerciales.
Razumovskiy apoya la postura de Ivanov en el que presionar a los países BRICS para que adopten una postura abiertamente anti-estadounidense pudiera resultar contraproducente y, por lo tanto, Rusia debería contentarse a sí mismo con lo que a su alcance le sea posible:
«Para Rusia, tal transformación y expansión (geográfica y temática) de los países BRICS es obviamente beneficiosa. La intensificación del trabajo sobre la creación de mecanismos financieros independientes (una nueva moneda internacional, un grupo de monedas de reserva, el sistema de pago BRICS Pay) le interesa no sólo a Moscú, que busca reducir su dependencia de la infraestructura monetaria impuesta por Occidente. La posible incorporación de nuevos miembros, Argentina e Irán, demuestra el fracaso de la política de aislamiento de Rusia. El Kremlin está dispuesto a alejarse de la lógica anterior de los países BRICS, cuando la asociación no se posicionó enfáticamente ni como alternativa a Occidente, ni de coalición en su contra. Hoy día, tal posicionamiento ya no es relevante para Rusia y China. Este último lo confirmó al invitar a Irán, un país en conflicto de larga data con los Estados Unidos, pero que posee casi el 9% de las reservas mundiales de petróleo y el 17% del gas natural, a que participe en la cumbre.
“Sin embargo, tal proyección anti-Occidente por parte de los países BRICS no es nada beneficiosa para todos sus participantes. Significativamente, India, así como también el candidato Argentina, participaron en la cumbre del G7. Argentina depende de la postura que tome el Fondo Monetario Internacional debido a su problema de deuda, y analiza la posibilidad de obtener asistencia de los países más desarrollados India busca seguir una política multidireccional al participar junto a Estados Unidos, Japón y Australia en el Diálogo Cuatripartito de Seguridad (QUAD). El interés en lograr los objetivos comunes de mejorar la regulación global y la interacción en aras del desarrollo no significa que todos los países miembros BRICS estén dispuestos a oponerse por sí mismos a los países en Occidente. Al darse cuenta de lo positivo del nuevo período emergente de crecimiento de la asociación, todos los países deben seguir siendo diplomáticos en el avance de sus prioridades, buscando a tientas un delicado equilibrio que le dé a los países BRICS la estabilidad requerida en el próximo ciclo de desarrollo».[6]
[1] Ura.ru, 14 de julio, 2022.
[2] Vz.ru, 14 de julio, 2022.
[3] Ko.ru, 14 de julio, 2022.
[4] Pravda.ru, 14 de julio, 2022.
[5] Nakanune.ru, 14 de julio, 2022.
[6] Russiancouncil.ru, 15 de julio, 2022.