Un artículo del Dr. Abd Al-Khaleg Hussein fue publicado en los portales reformistas tales como www.aafaq.org. En el artículo, el redactor iraquí argumenta que la nueva estrategia del Presidente Bush en Irak ya está mostrando señales de éxito y lo que está sucediendo en Irak necesariamente acabará en la derrota del terrorismo y en la recuperación de la región de sus males de una vez por todas.

Lo siguiente son extractos: [1]

«No existe nada que [algunos] árabes odien más que la palabra ‘éxito’, cuando aparece en relación con el proceso político en Irak. Con imaginación: Cada artículo de algún reformista que quiere lo bueno para Irak es confrontado con las mismas desenfrenadas y pesimistas respuestas; es retado, su opinión es desacreditada, y es acusado de ignorancia, etc. En contraste, cualquiera que escriba un artículo que indica el fracaso de la política americana en Irak es alabado y glorificado, y es caracterizado por tener suficiente conocimiento objetivo sobre el asunto, y habilidades analíticas agudas. [Estos árabes] quieren [ver] a Irak convertida en montones de ruinas en donde los búhos silban por la noche, así como su amo que está ahora enterrado, Saddam Hussein, prometió [una vez]. Desgraciadamente, sin embargo, son tontos que no saben nada sobre la lógica de la historia. [Ellos no comprenden] que las pesadas ruedas de la historia los aplastaran implacablemente, y que lo que está sucediendo en Irak está destinado [no al fracaso], sino al éxito.

Los árabes consideran esto una virtud el no reconocer sus errores

Es verdad que los americanos, como todos los otros seres humanos, cometen errores – pero [cuando lo hacen], no se rinden, y no se avergüenzan de sentarse y reexaminar sus planes estratégicos de vez en cuando para determinar que salió mal. Si identifican el error, lo reconocen y buscan una [estrategia] alternativa, hasta que encuentran la [mejor] opción y la más eficaz. Los árabes, [por otro lado], consideran esto una virtud el no reconocer [sus] errores…

«Cuando George Bush reconoce que los errores fueron hechos durante el complicado proceso de liberar a Irak de un régimen dictatorial, despreciable y bárbaro y establecer un régimen democrático y civilizado en su lugar, los árabes perciben su reconocimiento como evidencia de un fracaso y una derrota, e [infieren] que el [partido] Ba’th va indudablemente a ‘regresar’.

«La diferencia entre los árabes y Occidente es inmensa. Los árabes piensan con sus [tripas] y le dejan todas [las decisiones] fatales a manos de un tirano quien los maneja como ovejas hacia el abismo. Su único papel es apoyar al ‘líder incomparable’ y alabarlo. Los [pueblos en] Occidente, [por otro lado], piensan con sus cabezas, sin enfurecerse. El líder es elegido por su pueblo después de una intensa batalla [entre candidatos], en elecciones justas. Aunque él tiene una extensa autoridad, no se atreve a actuar ante los expertos que lo rodean – la mayoría de los cuales son académicos – conducen investigaciónes intensas y comprensivas. Los planes sólo son implementados después de un examen minucioso; incluso después de su implementación, son constantemente reexaminados, criticados, y enmendados – una [práctica] considerada altamente vergonzosa por los árabes (ya que un [verdadero] hombre nunca cambia de parecer o reniega en su palabra).

«Después de cuatro décadas de gobierno dictatorial, que deliberadamente sembró la ignorancia entre el pueblo, el proceso de reemplazar al régimen en Irak no es uno [simple] – en especial desde que el país está rodeado por vecinos hostiles y malévolos que desean destruirlo. Este gran plan de modernización – qué busca sacar a Irak, y a la región [en conjunto], de la oscuridad de siglos anteriores hacia la civilización del siglo 21 – no es uno simple. Este estará acompañado inevitablemente por errores, accidentes, y severos alzamientos, pero siempre hay espacio para reexaminar y enmendar [el plan]. Este proceso debe tener éxito porque no puede fracasar – ya que el fracaso significa un desastre no sólo para Irak y la región, sino para el mundo entero. El proceso político en Irak puede por consiguiente [proceder] en una sola dirección: hacia el éxito, hacia la derrota del terrorismo y hacia la recuperación de la región de sus males de una vez por todas.

«Cuáles son las indicaciones de que la estrategia de Bush en Irak está teniendo éxito y que los enemigos de Irak están siendo derrotados?…

«El fracaso del [intento de la facción de Muqtada] Al-Sadr de boicotear al gobierno de Al-Maliki. Esta facción que tiene seis ministros y 32 representantes en el parlamento [iraquí], intentó extorsionar al gobierno de Al-Maliki. Hace dos meses, ellos han [intentado] forzar al [primer ministro iraquí] Sr. Nouri Al-Maliki a reunirse con Bush en Aman con la condición en un anuncio americano de un itinerario para la salida de Irak. Al-Maliki se negó, y en respuesta, [la gente de Al-Sadr] pidió a sus ministros y MPs a que renuncien en esperanzas de avergonzar al gobierno y sabotear el nuevo plan.

«La respuesta de [Al-Maliki] fue lo contrario de lo que los líderes de la facción Al-Sadr habían esperado: Él no capituló. [En cuanto a] Bush, no sólo se abstuvo de presentar un itinerario para el retiro, sino que decidió enviar más tropas (unos 21,000 soldados americanos) a Irak, para ayudar a que el gobierno erradique el terrorismo y derrote a las milicias. En lugar de atenerse a su boicot, [la gente] de Al-Sadr echaron a correr para reunirse con el gobierno, cuando descubrieron… que la situación sería [realmente] mucho mejor sin ellos. Se tragaron sus amenazas, se quedaron callados, y se [escabulleron] de vuelta [al gobierno], llenos de remordimiento. No puede haber ninguna duda de que [ambos] el orden a boicotear y [la orden] de cancelarlo vinieron de su amo, el líder de Irán, quien paga sus sueldos.

«Hemos escrito repetidamente y advertido que Irán y Siria están detrás del apoyo al terrorismo en Irak, y que a menos que este apoyo sea removido, el sufrimiento del pueblo iraquí y los problemas de la región continuarán. La administración americana ha entendido finalmente el peligro, dándole alta prioridad a su estrategia en Irak, y ha traducido [este entendimiento] en acción enviando [más] fuerzas navales y dragaminas adicionales al Golfo para confrontar a Irán. La inmediata respuesta de Irán fue pedirle a Arabia Saudita que mediara entre este y los Estados Unidos, para remover la amenaza de guerra que pendía de esta y evitar recibir un aplastante golpe. [Irán] también expresó buena voluntad para ayudar a estabilizar Irak. Además, la crítica creciente [ha sido escuchada] dentro de Irán contra el vindicativo Presidente [iraní] Mahmoud Ahmadinejad: [La gente] advirtió que estaba llevando el país al desastre, y exigió que este fuese contenido».

Los líderes de Irán y Siria deben entender la realidad

«Permítanme enfatizar una vez más que el proceso político en Irak es irreversible, y es inconcebible que fracase – sin importar si los Estados Unidos es liderado por George W. Bush (un Republicano) o por alguna [otra figura] del Partido Democrático. [Incluso] si la administración americana cambia, la política extranjera de los Estados Unidos y de los otros países occidentales no cambiará, ya que el éxito en Irak es el éxito para el mundo entero y una victoria para la voz de la razón y la sabiduría – mientras el fracaso [en Irak] es un desastre no sólo para Irak sino para el mundo entero.

«Es por consiguiente inconcebible que este proceso deba fracasar. Los líderes de Irán y Siria, y todos los engañados entre los árabes o en cualquier otra parte [en el mundo], deben entender esta realidad y actuar de una manera acordada, y minimizar sus pérdidas poniendo fin con la carnicería iraquí y escuchando a la voz de la razón y la conciencia. Por otra parte ellos traerán un grave desastre sobre si mismos y sobre el mundo».


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