El atentado del 14 de julio, 2017 en la entrada del Complejo de la Mezquita Al-Aqsa en la Antigua Ciudad de Jerusalén, llevado a cabo por tres árabes israelíes, en el que murieron dos policías israelíes y la subsecuente decisión por parte de los israelíes de cerrar el recinto provocó numerosas reacciones en Jordania, que se ve a sí mismo como el custodio de los lugares santos en Jerusalén.

El Rey Abdullah II de Jordania condenó el ataque en una conversación telefónica con el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, también expresó su oposición a la violencia en todas sus formas y subrayó la importancia de calmar la situación en el recinto de Al-Aqsa. Al mismo tiempo, el rey criticó la decisión de Israel de cerrar el complejo luego del ataque. «Jordania se opone firmemente a la continuación del cierre del Complejo Al-Aqsa» y exigió que Netanyahu «reabra el Complejo Al-Aqsa a los feligreses».[1] Las condenas al cierre por parte de los israelíes también aparecieron en declaraciones del portavoz del gobierno de Jordania Muhammad Al-Momani[2] y también en una declaración fuertemente redactada y publicada el día siguiente por el Ministro de Dotaciones jordano Wael Arabiyat en el cual este advirtió contra la «continua violación sin precedentes de la santidad de la Mezquita Al-Aqsa con el pretexto de poner un alto a la violencia y a las tensiones».[3]

En contraste a la condena del rey, los miembros del parlamento jordano elogiaron a los tres atacantes suicidas. La sesión parlamentaria y gubernamental del 16 de julio abrió con un llamado a recitar el Sura Al-Fátima del Corán en memoria por los tres individuos que protagonizaron la balacera, describiéndolos como «mártires», que cayeron [con el fin de] regar y continuar regando] la tierra pura de Palestina [con su sangre]» y un mensaje a las familias de los tres, señalando que se merecen el orgullo y la gloria. Una declaración parlamentaria publicada al cierre de la sesión señalo: «Los graves crímenes perpetrados por Israel seguirán justificando el encender el fuego de la venganza entre las generaciones más jóvenes, que todavía heredan el odio de la ocupación de sus padres». Durante la reunión también hubo llamadas para expulsar al embajador israelí de Ammán.[4]

La llamada a recitar el Sura Al-Fatiha en memoria de los atacantes durante la sesión parlamentaria jordana (fuente: Al-Ghad, Jordania, 17 de julio, 2017)

Para ver el video de la sesión parlamentaria en MEMRI TV, haga clic aquí o debajo.

A lo largo y ancho de Jordania hubo manifestaciones en protesta contra el cierre por parte de Israel del Complejo Al-Aqsa. En una gran marcha celebrada por la Hermandad Musulmana el 15 de julio, 2017 que partió de la Mezquita Al-Husseini en el centro de Ammán, los participantes expresaron su apoyo a la resistencia palestina e instaron a los palestinos a vengarse de los soldados israelíes. Estos exigieron que se revocara el tratado de paz con Israel, que se detuviera la normalización de relaciones con Israel y que el embajador israelí fuese expulsado de Ammán. Durante las manifestaciones, también se escucharon llamados y consignas de «Muerte a Israel».[5]

Manifestación de protesta en Ammán (fuente: Al-Sabil, Jordania, 15 de julio, 2017)

Numerosos artículos en la prensa jordana discutieron el ataque y sus ramificaciones. Los escritores condenaron a Israel y advirtieron contra el peligroso precedente establecido por el cierre del Complejo Al-Aqsa.[6] Jumana Ghanimat, redactora en jefe del diario Al-Ghad, incluso criticó la condena del ataque por parte del Presidente palestino Mahmoud ‘Abbas.[7]

Cabe destacar en este contexto una columna de Ahmad Hasan Al-Zoubi del diario gubernamental Al-Rai, quien elogió el ataque y dijo que le había dado vida al problema palestino, que suele ser eclipsado por la preocupación del mundo árabe por sus conflictos internos.

Lo siguiente es la traducción de la columna de Al Zoubi. [8]

«El martirio de los tres jóvenes individuos» me hizo sentir «feliz y orgulloso»

«No me enfadé ni me entristeció el martirio de los tres jóvenes que llevaron a cabo la operación en la Mezquita Al-Aqsa. Al contrario, me sentí feliz y orgulloso porque corrigieron la dirección [el compás] del conflicto, despertó a millones de musulmanes de su letargo de olvido y han sonado la campana de advertencia. Su sangre es más importante y apreciada que la tinta de todos los acuerdos [de paz] y la noticia de sus muertes como mártires recibió una cobertura más amplia que todas las noticias acerca de las cumbres árabes. Los mártires de Al-Aqsa son los granos de trigo de la resistencia sin fin, sacrificaron sus vidas por la Cúpula de la Roca. Estos no desaparecerán y no se desvanecerán con el tiempo, al igual que todo mártir lleva a otros cien guerreros y en el corazón de cada guerrero se encuentran mil mártires, hasta que la tierra vuelva a sus dueños y nadie más que los adoradores y las palomas de paz tocarán los lugares santos.

«Ante la renuncia árabe al problema [palestino], siendo este el más importante de todos y en medio de los argumentos y las luchas, el acoso, las acusaciones, la preocupación por las batallas mediáticas entre los árabes, y ante la paralizante inercia que ha afligido a las manos de la nación árabe, era inevitable que se produjera un incidente tal como el de Al-Aqsa y este se declarara en balas y sangre: ¡Qué crueles son en referencia a Al-Aqsa, cuán crueles son [en lo referente] a su argumento, en su insistencia en negociar… en sus disputas y abandono de la tierra de Palestina. Fue necesario un acontecimiento que nos recordara la dirección en la que apunta la brújula de la hostilidad, la brújula de la ocupación, la brújula de la sangre. No hubo escape a un mensaje escrito con la ayuda de la firmeza palestina, en la tierra del Mi’raj [Ascensión],[9] por medio de los dedos que jalaron el gatillo».

«¿Cómo pueden sus corazones obedecerles cuando apuntan el rifle… hacia su hermano… [y al mismo tiempo] le extienden la mano a los que robaron sus tierras y su honor?»

«Hermanos árabes… hermanos en religión y en destino, ninguno de sus problemas, ni siquiera el más pequeño, será resuelto mientras la amenaza de la horca aún cuelgue sobre la tierra y los lugares santos [de Palestina]. El problema [palestino] no se resolverá mientras el pueblo [palestino] no le arranque de una buena vez el martillo de su mano al ocupante, publique su justo veredicto y reclame su patria robada.

«Oh compañeros en idioma árabe, oh compañeros de la patria, ¿cómo pueden sus corazones obedecerles cuando apuntan el mango del rifle al pecho de su hermano y al mismo tiempo le extienden sus manos a aquellos que robaron su tierra y su honor? No se preocupen por nosotros, porque la muerte es nuestro pan diario [y] si no oramos en la Mezquita Al-Aqsa, sepan que [al menos] el rifle oró allí».

Del diario Al-Ghad: Israel como ave de presa tragándose la Mezquita Al-Aqsa, 15 de julio, 2017.

[1] Kingabdullah.jo, 15 de julio, 2017.

[2] Al-Ghad (Jordania), 14 de julio, 2017

[3] Al-Ghad (Jordania), 15 de julio, 2017

[4] Al-Ghad (Jordania), 17 de julio, 2017

[5] Al-Sabil (Jordania), Albosala.com, 15 de julio, 2017

[6] Por ejemplo, Faiz Al-Faiz, Al-Rai (Jordania), 16 de julio, 2017.

[7] Al-Ghad (Jordania), 16 de julio, 2017.

[8] Al-Ghad (Jordania), 16 de julio, 2017.

[9] El Mi’raj o Ascensión al Cielo – según la tradición musulmana Mahoma ascendió a los siete cielos desde el área del Complejo Al-Aqsa.

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