Introducción
El 2 de marzo del presente año 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) aprobó una resolución que condena la invasión rusa a Ucrania. La diplomacia de Rusia en África fue muy eficaz, ya que casi la mitad de los países africanos prefirieron abstenerse o no participar en lo absoluto en la votación.
Veintiocho países africanos votaron a favor de la resolución: Benín, Botsuana, Cabo Verde, Chad, Comoras, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Djibouti, Egipto, Gabón, Gambia, Ghana, Kenia, Lesoto, Liberia, Libia, Malawi, Mauritania, Mauricio, Níger, Nigeria, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Seychelles, Sierra Leona, Somalia, Túnez, Zambia.
Diecisiete países se abstuvieron: Argelia, Angola, Burundi, República Centroafricana, Congo, Guinea Ecuatorial, Madagascar, Malí, Mozambique, Namibia, Senegal, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania, Uganda y Zimbabue.
No se registraron votos de ocho países: Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Eswatini, Guinea, Guinea Bissau, Marruecos, Togo. Eritrea fue el único país africano que votó en contra de la resolución, uniéndose a Corea del Norte, Bielorrusia, Rusia y Siria.
La siguiente es la primera parte de una descripción general de las reacciones en el continente africano ante la invasión rusa a Ucrania, que trata sobre la decisión tomada por Sudáfrica en abstenerse de votar la resolución de la AGNU en la que se condena a Rusia.
Abstención de Sudáfrica
En su carta semanal, el presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, explicó que su gobierno había decidido no ser parte de los países que condenan a Rusia: «Sudáfrica se abstuvo de votar en la resolución de las Naciones Unidas promulgada la semana pasada sobre la escalada del conflicto entre Rusia y su vecina Ucrania porque la resolución no puso en primer plano el llamado a un compromiso significativo. Sudáfrica esperaba que la resolución de las Naciones Unidas acogiera ante todo el comienzo del diálogo entre las partes y buscara crear las condiciones para que estas conversaciones fuesen exitosas».[1]
Recientemente, Ramaphosa también afirmó que la guerra en Ucrania pudo haberse evitado «si la OTAN le hubiese prestado atención a las advertencias de sus propios líderes y funcionarios a lo largo de los años de que su expansión hacia el este conduciría a una mayor y no menor, inestabilidad en la región».[2] Las posturas de Ramaphosa fueron fuertemente criticadas por los medios de comunicación sudafricanos, que burlonamente le llamaron «Cyril Ramaphoski».[3]
El medio de comunicación sudafricano The Daily Maverick escribió que es «imposible» presentar un «caso racional» al apoyo de Sudáfrica a Rusia por motivos económicos: «Cuando se trata de comercio entre las dos naciones, Rusia importó R1.3 billones en valor de productos desde Sudáfrica en el año 2021 y productos exportados a Sudáfrica por un valor de alrededor de R458 millones. Esto no es nada en términos comparativos. Rusia ni siquiera se merece un lugar en la lista de los 14 principales socios comerciales de Sudáfrica, el cual es encabezado por China, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido… En lo que respecta a la inversión extranjera, la relación entre Rusia y Sudáfrica es desequilibrada. Sudáfrica posee alrededor de R77 billones de inversiones en Rusia, mientras que las inversiones rusas en Sudáfrica ni siquiera llegan a un tercio de eso, lo cual asciende a unos 23.000 millones de rand…»
El escrito también subrayó que desde el año 2011 Sudáfrica también ha sido considerado uno de los países BRICS, que comprende a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, afirmando que el país pagó R25.5 billones (casi $1.8 billones) en efectivo para ser parte del banco BRICS. «Sin embargo, no está del todo claro si la pertenencia a este bloque hasta ahora ha valido la pena para Sudáfrica», afirma el escrito.
El Daily Maverick luego agregó que el apoyo sudafricano a Rusia pudiera tener como base motivos ideológicos: «Dado que la falta de entusiasmo de Sudáfrica para criticar a Rusia no puede ser racionalizada económicamente, la alternativa que se nos indica es que posee una base ideológica». En una declaración a finales de febrero, la cancillería de Rusia se encargó de recordarle a Pretoria el apoyo brindado por la antigua URSS a la lucha contra el apartheid, afirmando: ‘Subrayemos que durante mucho tiempo, la URSS siguió siendo el único estado importante que se negó fundamentalmente a realizar contactos con los criminales del apartheid'». El editor del diario El Sunday Times, S’thembiso Msomi, escribió en la última edición de su artículo que la gratitud que muchos sudafricanos mayores sienten por esta ayuda histórica no debe ser subestimada: «Hasta el día de hoy, este encontrará veteranos de la década de los años 1980 que se emocionan y sienten nostalgia cuando cantan ‘Soviéticos/gente encantadora/aquí estamos lejos de casa/te extrañaremos/te amaremos/por las cosas que has hecho por nosotros…’, escribió Msomi».
Además, el Daily Maverick afirmó que el principio que une a la «Rusia contemporánea» y la «Sudáfrica contemporánea» es el «anti-imperialismo» y el sentimiento de tener una «deuda histórica de lealtad» con Rusia por el apoyo de la URSS en la lucha contra el apartheid.[4]
Los medios de comunicación sudafricanos también criticaron la participación de la ministra sudafricana de Defensa y Veteranos Militares Thandi Modise y el asesor especial de su departamento y jefe de las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF/siglas en inglés) en un cóctel de recepción en la residencia del embajador ruso Ilya Rogachev en Pretoria con motivo del «Día del Defensor de la Patria Rusa», el 24 de febrero, día en el que Putin autorizó la «operación militar especial» contra Ucrania.[5]
Vocero de la cancillería de Sudáfrica, Monyela: ‘Hemos adoptado una postura de países no alineados’
El 11 de marzo del 2022, Clayson Monyela, jefe de la diplomacia pública y vocero del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación del país, publicó un artículo titulado «Ucrania necesita de una hoja de ruta inclusiva y duradera hacia la paz», en el Daily Maverick, que resume la postura política oficial de Sudáfrica en el conflicto. El punto principal de Monyela es que la OTAN tiene la culpa por la escalada del conflicto en Ucrania. «Si la OTAN le hubiese dado a Rusia las garantías de seguridad que necesitaba y estas le fueron prometidas desde la disolución del Pacto de Varsovia, la región muy probablemente no se encontraría en la situación en la que se encuentra actualmente… Al igual que Rusia no tolerará que la OTAN coloque misiles cerca de su territorio, Estados Unidos nunca toleraría que Rusia desplegara misiles en sus áreas vecinas. Este fue el problema que llevó al mundo al borde de la guerra nuclear durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962, cuando Rusia construyó plataformas para misiles nucleares en Cuba y Estados Unidos amenazó con una respuesta nuclear si no se desmantelaban dichas plataformas», escribió Monyela.
Cabe señalar que el ex-presidente sudafricano Jacob Zuma también criticó la ampliación de la OTAN. En un comunicado emitido por la Fundación JG Zuma, Zuma declaró lo siguiente: «Putin ha sido muy claro y enfático sobre el oponerse a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este en Ucrania, entre otras áreas y ha dejado constancia de la amenaza militar que esto representa para Rusia por la presencia de estas fuerzas… ante sus puertas».[6]
El siguiente es el artículo en su totalidad:[7]
«Si la OTAN le hubiese dado a Rusia las garantías de seguridad que este necesitaba y se las prometió desde la disolución del Pacto de Varsovia, la región muy probablemente no se encontraría en la situación en la que se esta se encuentra actualmente. Dicho esto, Sudáfrica está firmemente alineada con la paz, la seguridad y la justicia y no a los principales protagonistas. Nosotros estamos dispuestos a trabajar con todas las partes interesadas hacia lograr un alto el fuego y una paz duradera.
«El mundo se encuentra posiblemente en su coyuntura más peligrosa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A medida que el conflicto se desata en Ucrania, las ramificaciones a este conflicto se sienten en todo el mundo y dado que potencias nucleares están involucradas, el conflicto pidiera convertirse en uno que represente un verdadero peligro para el globo en su totalidad.
“Teniendo en cuenta la actual pérdida de vidas, es hora de suspender los debates y trabajar por una paz duradera en la región. Sudáfrica le ha pedido repetidamente a la comunidad internacional que reduzca las tensiones y acerque las partes al diálogo y no las separe más de lo que están. La puerta de la diplomacia nunca debe ser cerrada incluso después de haber estallado algún conflicto.
«Estamos profundamente preocupados por el impacto humanitario, la pérdida de vidas, las lesiones y el desplazamiento de personas como resultado de este conflicto. El conflicto también tiene un impacto devastador sobre la economía mundial y el incremento de los precios del combustible y de los alimentos es algo que ninguno de nosotros puede permitirse.
«De acuerdo a nuestra política exterior independiente, hemos adoptado una postura no-alineada y buscamos desalentar una guerra en la que los principales protagonistas son esencialmente las grandes potencias, en donde el pueblo de Ucrania se encuentra en el lado receptor de los desacuerdos posteriores a la Guerra Fría sobre lo que constituiría una Europa y una Rusia más seguras. Pedimos por un diálogo basado en el cumplimiento de los acuerdos de larga data. Estamos firmemente alineados con la paz, la seguridad y la justicia y no con los protagonistas principales.
«Hacemos un llamado a todas las partes para que respeten las leyes del derecho internacional, el derecho humanitario, los derechos humanos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas y respeten la soberanía y la integridad territorial de cada uno de ellos. Instamos a todos a aumentar sus esfuerzos diplomáticos para buscar una solución y evitar más escaladas armadas. Un alto el fuego inmediato daría a las partes el espacio para resolver problemas a través de negociaciones.
«Sudáfrica logró la democracia a través de un acuerdo negociado y nos mantenemos firmes en nuestra convicción de que es muy posible lograr la paz a través de negociaciones y no utilizando el poderío de las armas.
“Deben evitarse las acciones tomadas por miembros de la comunidad internacional que puedan endurecer la postura de los protagonistas. La continua imposición de sanciones pudiera cerrarle la puerta a la resolución del conflicto.
«A pesar de los extensos comentarios sobre esta situación, se dice muy poco sobre las causas del conflicto. Cualquier proceso diplomático debe abordar las preocupaciones de seguridad concernientes a todas las partes. Si la OTAN le hubiese dado a Rusia las garantías de seguridad que este requería y que le fueron prometidas desde la disolución del Pacto de Varsovia, la región muy probablemente no se encontraría en la situación en la que se encuentra actualmente. Rusia le ha pedido a la OTAN garantías legalmente vinculantes de que a Ucrania y Georgia se le negarían la condición de ser miembros de la OTAN y que la expansión de la OTAN hacia el este finalizaría.
«Rusia también desea garantías de que no se desplegarán misiles cerca de sus fronteras que puedan utilizarse para atacar su territorio y que no se realicen ejercicios militares de la OTAN en las inmediaciones más cercanas. Así como Rusia no tolerará el posicionamiento de misiles de la OTAN cerca de su territorio, Estados Unidos nunca toleraría que Rusia desplegara misiles en su vecindario más cercano. Este fue el problema que llevó al mundo al borde de la guerra nuclear durante la Crisis de los Misiles Cubanos en el año de 1962, cuando Rusia construyó plataformas para misiles nucleares en Cuba y los Estados Unidos amenazó con una respuesta nuclear si los plataformas no eran desmanteladas.
Tal como declaró recientemente el senador estadounidense Bernie Sanders, Estados Unidos continúa adhiriéndose a los principios de la doctrina Monroe, según la cual Estados Unidos cree que, como potencia dominante, tiene derecho a intervenir en cualquier país de la región que amenace los intereses estadounidenses. Rusia ha declarado que su preocupación ha sido por sus propios intereses de seguridad nacional, ya que la OTAN se ha expandido en dirección al este hacia sus fronteras durante las últimas dos décadas, a pesar de las promesas de que esto nunca iba a suceder.
“Documentos en el National Security Archive de la Universidad George Washington indican que en su reunión con el líder soviético Mikhail Gorbachev el día 9 de febrero del año 1990, el entonces secretario de Estado estadounidense James Baker, aseguró a los soviéticos que la OTAN no se expandiría ‘ni una pulgada hacia el este’. El 31 de enero del año 1990, el canciller de Alemania Occidental Hans-Dietrich Genscher, dijo que la OTAN debería descartar «una expansión de su territorio hacia el este». Este abogó por que la OTAN y el Pacto de Varsovia finalmente fuesen disueltos en un modelo para un enfoque común de seguridad europea.
«En lugar de cumplir con todos estos compromisos, la OTAN ha admitido a 14 países de Europa oriental como miembros desde el año 1999, a pesar de las declaraciones de Rusia de que la expansión de la OTAN es definida de grave provocación. En incumplimiento directo ante estos compromisos, la OTAN buscó activamente admitir a Ucrania y Georgia como miembros activos. Estas acciones han ido acompañados de declaraciones que nombran a Rusia y China como adversarios que necesitan ser contenidos, lo que ha resultado ser una provocación innecesaria, especialmente porque muchos políticos de los principales países de la OTAN han advertido en contra de esto dado que son puntos de no-retorno ya conocidos por Rusia.
«En el año 2007, William Burns, el actual director de la CIA, le escribió a Condoleezza Rice advirtiéndole sobre los peligros asociados a los Planes de Acción a Membrecía (MAP/siglas en inglés) de la OTAN para Ucrania y Georgia. Las advertencias de Burn han sido repetidas por analistas tales como Henry Kissinger. Este tema sigue siendo una de las causas fundamentales del actual conflicto y debe ser abordado con urgencia como parte de la reducción de las tensiones y en la resolución pacífica del actual conflicto.
«Sudáfrica está dispuesta a trabajar con todas las partes interesadas para lograr un alto el fuego y una paz duradera. Como potencia intermedia, dependemos de instituciones receptivas de gobernabilidad global para ayudar a trabajar hacia el logro en materia de seguridad. Hacemos un llamado a las grandes potencias que utilizan sus fuerzas armadas de manera desproporcionada más que diplomacia, a que trabajen con nosotros dentro de las Naciones Unidas para resolver este y otros conflictos que se han librado durante muchos años. También les hacemos un llamado a respetar consistentemente las leyes del derecho internacional. Reiteramos nuestro llamado a una solución pacífica a esta crisis».
[1] News24.com/witness/news/putin-a-victim-of-bullying-tactics-of-the-west-zuma-20220307, ??7 de marzo, 2022.
[2] Twitter.com/CyrilRamaphosa/status/1504431141599813633?ref_src=twsrc%5Etfw, 17 de marzo, 2022.
[3] Timeslive.co.za/sunday-times/opinion-and-analysis/opinion/2022-03-20-cyrils-finally-taken-a-stand-hes-putin-russia-first/, 20 de marzo, 2022.
[4] Dailymaverick.co.za/article/2022-03-08-untling-the-narrative-web-surrounding-south-africas-stance-on-the-russia-ukraine-conflict/, 8 de marzo, 2022.
[5] Thesouthafrican.com/lifestyle/ukraine-russia-thandi-modise-cocktail-party-russian-ambassador-da-john-steenhuisen-anc-ramaphosa/, 2 de marzo, 2022.
[6] News24.com/witness/news/putin-a-victim-of-bullying-tactics-of-the-west-zuma-20220307, ??7 de marzo, 2022.
[7] Dailymaverick.co.za/opinionista/2022-03-11-ukraine-needs-an-inclusive-and-lasting-roadmap-to-peace/, 11 de marzo, 2022.