En una convención con el título «El pluralismo del Islam» que tuvo lugar a finales de agosto del 2004 en el Sindicato de Periodistas Egipcios en El Cairo, el jeque Dr. Yousef Al-Qaradhawi, líder del movimiento de la Hermandad Musulmana y una de las autoridades religiosas más relevantes en círculos islamistas, decretó un nuevo juicio legal religioso que permite el secuestro y asesinato de civiles norteamericanos en Irak para presionar al ejército norteamericano a evacuar sus fuerzas. Al-Qaradhawi enfatizó el hecho de que a su juicio, «todos los norteamericanos en Irak son combatientes, no hay diferencia alguna entre civiles y soldados y uno debe luchar contra ellos, ya que los civiles norteamericanos vinieron a Irak a servir a la ocupación. El secuestro y asesinato de norteamericanos en Irak es una obligación [religiosa] para hacer que se marchen de Irak inmediatamente. La mutilación de cadáveres [sin embargo] está prohibida en el Islam». [1]

Al-Qaradhawi decretó este juicio una semana después de que clérigos musulmanes destacados procedentes de diversos países solicitaran el apoyo de las fuerzas que luchan contra la coalición en Irak. Esta declaración fue firmada por 93 clérigos musulmanes, incluyendo a miembros destacados del movimiento de la Hermandad Musulmana, entre ellos Al-Qaradhawi, así como líderes de Hamas, la Jihad Islámica y Hezboláh. [2]

Diez días después de que se decretara el veredicto de Al-Qaradhawi acerca del secuestro y asesinato de civiles norteamericanos en Irak, y después de que sus palabras hubieran provocado ya acaloradas reacciones en el mundo musulmán, Al-Qaradhawi envió un fax a la oficina del diario Al-Hayat en la que repudiaba «lo que se dijo en mi nombre en los medios de comunicación acerca del tema de matar civiles norteamericanos en Irak». Según Al-Qaradhawi, «algunos medios han afirmado que decreté un veredicto religioso legal a efectos de que existe la obligación de matar a los civiles norteamericanos en Irak. Estas afirmaciones son infundadas. No he decretado ninguna fatwa en la materia. En el Sindicato de Periodistas Egipcios hace unos días se me preguntó por lo lícito de luchar contra la ocupación de Irak, y respondí que está permitido. Después se me preguntó en referencia a los civiles norteamericanos en Irak y respondí meramente con la pregunta – ¿hay civiles norteamericanos en Irak?. Es un tema de sentido común que en fatwas como estas no utilice la palabra «matar» sino que digo «lucha», que es una palabra más legible que la palabra «matar» y cuyo significado no es necesariamente matar. Además, he condenado la toma de rehenes en varias ocasiones en el pasado y he exigido que sean puestos en libertad y que no se amenace sus vidas «. [3]

En una ocasión posterior Al-Qaradhawi explicó que un civil en Irak es «alguien que no toma parte en la lucha y no apoya a los soldados ocupantes. [Por otra parte], alguien que apoye a los ocupantes, su estatus es idéntico al suyo. La ocupación lucha contra musulmanes y cualquiera que ayude a la ocupación tiene el mismo estatus que el ejército». Luego aclaró más su posición referente también a los civiles musulmanes de Irak. [4]

Debe destacarse que antes de la publicación de este rechazo, el director de la oficina de Al-Qaradhawi, Isam Talima, afirmó que Al-Qaradhawi decretó de hecho una fatwa a efectos de que existe la obligación de luchar contra los civiles norteamericanos en Irak, ya que son considerados invasores. [5]

Como se mencionó previamente, el veredicto de Al-Qaradhawi causó un aluvión de reacciones entre las figuras religiosas e intelectuales musulmanes; lo que sigue son las más relevantes:

Clérigos de Al-Azhar: Los norteamericanos en Irak no son civiles inocentes y de este modo está permitido matarlos.

Algunos de los clérigos de la Universidad Al-Azhar en El Cairo expresaron su apoyo inequívoco a la posición de Al-Qaradhawi. El ex decano de la Facultad de Principios Religiosos de Al-Azhar, el Dr. Abd Al-Mu’ti Bayyoumi, explicó que: «La ley islámica afirma que está prohibido matar a civiles que se encuentren lejos del campo de batalla, que no estén participando en operaciones militares, y que no tengan nada que ver con la ocupación de tierras. Sin embargo, los civiles que toman parte en las operaciones militares, ya sea para abastecer de alimentos o administrar tratamiento médico a los combatientes, su estatus legal es el de combatientes que están atacando la tierra, honor y propiedad, y por consiguiente no se prohíbe matarlos en el Islam». [6]

Un conferenciante de la Universidad Al-Azhar, el Dr. Salih Zaydan, agregó que: «Cualquiera que coopere con los combatientes que atacan la tierra de los musulmanes, como los civiles norteamericanos que ayudan a las fuerzas del ejército en Irak, se convierte en un luchador por sus acciones. Se permite a los musulmanes combatir contra tales individuos y matarlos para defender la tierra, el honor y la propiedad, y de este modo no hay prohibición alguna de matarlos «. [7]

El ex subsecretario del departamento de dotación religiosa, el jeque Mansur Al-Rifa’i Ubeid, explicó que: «Es ilógico [pensar] que Estados Unidos esté enviando a sus civiles a Irak en el estado bélico [actual] sin que ellos ostenten un papel en las operaciones militares. Por consiguiente, no son civiles, sino combatientes cuyo estatus [en la ley religiosa] es idéntico al de los combatientes militares». [8]

El Dr. Abd Al-Azim Al-Muta’ani, miembro del comité supremo de asuntos islámicos en El Cairo y conferenciante de la Universidad Al-Azhar, explicó que tan sólo un civil norteamericano que ya haya residido en Irak antes de la ocupación está exento de la fatwa: «Al-Qaradhawi basó su fatwa de que está permitido matar civiles norteamericanos sobre el hecho de que ellos llegaron a Irak como invasores… [Normalmente] está prohibido atacar a civiles, pero los civiles [norteamericanos] y el ejército vinieron a Irak como soldados invasores. El crimen [que está prohibido] es un ataque contra civiles norteamericanos en su propio territorio. No solamente los que estén armados sino también todos aquellos que ayudan a los soldados norteamericanos tienen un estatus idéntico [ante la ley religiosa], salvo los civiles norteamericanos que ya residían en Irak antes de la ocupación y se quedaron ahí; ellos no son considerados invasores. Sin embargo, hay un puñado de ellos debido a las tensas relaciones entre Washington y Bagdad». Al-Muta’ani también expresó su opinión sobre los árabes que ayudan a los norteamericanos, diciendo: «Un árabe o un musulmán que apoye a las fuerzas de ocupación norteamericanas en Irak es un traidor, y su estatus [en la ley religiosa] es idéntico al de los civiles norteamericanos. Está permitido secuestrarle y matarle, pero está prohibido mutilar su cadáver, porque esto está prohibido en la Shari’a «.

El Dr. Abd Al-Sabour Shahin, conferenciante de la Universidad de El Cairo famoso por sus actividades de propagación del Islam, enfatizó que mientras está permitido secuestrar y matar a civiles norteamericanos en Irak, no debe hacerse daño a los periodistas europeos: «Apoyo al 100 por ciento la fatwa del Dr. Al-Qaradhawi, ya que si no fuera por las fuerzas de ocupación [los civiles norteamericanos] no vendrían a Irak… [Sin embargo,] los no norteamericanos, como los reporteros franceses y otros europeos, que vinieron a Irak para informar al mundo sobre los hechos, serán considerados como llegados para ayudar al pueblo iraquí y no hay motivo para hacerles daño – de hecho la causa iraquí precisa de más ayuda por su parte». [9]

El prominente clérigo ayatolá chi’í iraquí Husein Isma’il Al-Sadr criticó la fatwa de Al-Qaradhawi y se opuso a la mediación de clérigos extranjeros en la situación de Irak: «Irak tiene sus [propias] autoridades religiosas veteranas, que comprenden el país y a sus residentes… Las fatwas que están siendo decretadas por clérigos fuera de las fronteras de Irak no se basan en la comprensión precisa del estado de los asuntos del país». [10]

Intelectuales progresistas musulmanes se oponen a la fatwa de Al-Qaradhawi

La fatwa es un llamamiento arrollador al asesinato

Un columnista del diario pan árabe Al-Sharq Al-Awsat, el Dr. Ahmad Al-Rub’i, escribe: «Como si estas muertes diarias no fueran suficiente para nosotros – nos despertamos con las decapitaciones de obreros nepalíes en Irak y nos acostamos con las noticias del secuestro de centenares de niños inocentes en Rusia, y en el transcurso del [día escuchamos] el secuestro de periodistas franceses y el rebanamiento de las gargantas de los obreros turcos en Bagdad. Como si todo esto no fuera suficiente, aparece alguien que se supone que es un promotor del Islam moderado, el jeque Yousef Al-Qaradhawi, [que] publica un veredicto religioso legal que permite matar a ciudadanos norteamericanos en Irak… [11]

«El jeque Al-Qaradhawi es como muchos jeques radicales que generalmente no mueren [por la causa] ni optan por el martirio. Ni tampoco lo hacen sus hijos, que generalmente estudian en las mejores universidades de Occidente. Tales fatwas son leídas por la apasionada juventud musulmana que puede acabar en Irak para cumplir el deber religioso que el jeque Al-Qaradhawi predica. Mientras no haya diferencia alguna entre un norteamericano que va a Irak con una organización internacional para ayudar a la gente y proporcionar ayuda médica y un soldado combatiente, qué es lo que puede impedir a un joven furioso, que sigue al jeque Al-Qaradhawi y le cree, matar a un doctor o a un empleado civil de las [agencias] de ayuda humanitaria en Irak… y a la luz de las dificultades para entrar en Irak, ¿por qué no debería el apasionado joven matar a soldados norteamericanos desplegados por los países del Golfo, que colaboran [con Estados Unidos] – particularmente Doha y Kuwait – porque después de todo, la mayoría de ellos sirvió o fueron utilizados en Irak?. ¿Y por qué no debe matar a los civiles norteamericanos de Kuwait o Qatar mientras los segundos ayuden al ejército norteamericano?. Y tras esto… no es el deber de la apasionada juventud que admira a Al-Qaradhawi matar a funcionarios kuwaitíes y qataríes que hicieron posible que estas fuerzas se estacionen en sus países?.

«La diferencia entre la locura y la razón, y entre el fundamentalismo y la moderación, está clara. Al-Qaradhawi, que lleva una vida confortable y de lujo en Doha, decreta una fatwa para matar a civiles norteamericanos, mientras los cuatro Imanes chi’íes que se reúnen en casa de Al-Sistani en Nayaf y que viven bajo ocupación, llaman a abstenerse de la violencia contra las fuerzas norteamericanas. Esa es la diferencia entre el pensamiento responsable y el irresponsable, entre razonar pensando en proteger la vida de las personas y razonar pidiendo su asesinato, mientras da una conferencia sobre moderación». [12]

Un columnista del diario kuwaití Al-Rai Al-Aam, el Dr. Wael Al-Hasawi, escribió que: «No estoy muy versado en religión y no decreto fatwas, pero tengo derecho a debatir algunos de los veredictos religiosos de los clérigos desde un punto de vista realista referente a su compatibilidad con los principios generales del Islam. La fatwa de Al-Qaradhawi abre las puertas a la justificación de todos los crímenes bárbaros que están siendo perpetrados contra los extranjeros en Irak. La lógica dicta que lo que está bien para los norteamericanos también lo está para los ingleses, italianos, japoneses y otros, ya que o son fuerzas invasoras o están ayudando a las fuerzas invasoras. Además, la palabra «civiles» también incluye a los periodistas que vinieron a Irak para cubrir los sucesos y revelar al mundo entero lo que está pasando, como también a los ingenieros, a los expertos y a la mano de obra que llegó con sus compañías para construir Irak, y no tienen conexión alguna con la guerra…

«Hay una delgada línea que separa la jihad por Alá de la diseminación de la corrupción por la tierra, y es deber de los clérigos religiosos dejar esto claro a la gente y alertarles del mal y de llevar a cabo actos bárbaros bajo la apariencia de defender sus países y a sus pueblos… Uno de los asuntos de los que es hora que los clérigos investiguen y se pronuncien es el de convertir a civiles en blancos militares – mujeres, niños y hombres – incluso en países conquistados con la presencia de los invasores, como Palestina o Chechenia. Ya hemos justificado suficiente esto con [el hecho] de que no hay ninguna diferencia entre el civil y el soldado en un país como la entidad sionista en Palestina, o de un país como Rusia, que ha dañado a los musulmanes de Chechenia y ha matado a muchos de ellos… No es posible lograr objetivos sublimes excepto por medios sublimes. El mayor crimen que tiene lugar en nuestra generación es la distorsión de la imagen del Islam…» [13]

Los clérigos no están libres de responsabilidad ante el terrorismo

La autora y periodista bahreiní Sawsan Al-Sha’er trató la fatwa de Al-Qaradhawi en su columna del diario Bahreiní Al-Ayyam, diciendo: «…Por lo tanto hay hoy bombas de tiempo, especialmente entre los árabes sunníes dispersos entre nosotros, en los países árabes así como en todo el mundo, esperando el momento designado para inmolarse y matar a quienquiera que haya alrededor suyo (como acto de jihad )… Estas bombas de tiempo son nuestros hijos, nacidos en nuestra tierra y educados por nuestros jeques y clérigos.

«Los musulmanes se avergüenzan cuando se enfrentan a clérigos y jeques que admiten a través de su posición vacilante [con respecto a las masacres] que existen aún partidarios de esta tendencia suicida ( jihadista ) en nuestro entorno y que tienen la influencia social y son capaces de influir en el estatus popular de estos clérigos. Hay aduladores entre nosotros que defienden esta tendencia de atentados suicida y las medias tintas [entre los atentados suicidas y sus críticos]. Se les nota en que cada palabra que escapa de sus bocas es ambigua… por una parte hacen todos los esfuerzos necesarios para desviar la acusación de terrorismo de los musulmanes, y por el otro lado rezan por el bienestar y la longevidad de los partidarios de esta tendencia. Fueron los árabes los que perpetraron todos los atroces ataques del terror recientes. El hecho de que ellos [los autores] no provengan de las filas de nuestros jeques y de nuestros clérigos no prueba que este sector no sea responsable del fundamentalismo. Mientras no reconozcamos esta responsabilidad, pronto nos llegará la hora, y también pronto será el turno de nuestros clérigos y el de nuestros jeques…» [14]

El ex editor del diario londinense Al-Sharq Al-Awsat, Abd Al-Rahmán Al-Rashid, escribió en un artículo titulado «La dolorosa verdad es que todos los terroristas son musulmanes»: «Escuchad lo que dijo el tele-jeque, Yousef Al-Qaradhawi. Ha decretado una fatwa pública que permite el asesinato de norteamericanos en Irak. Imaginad un clérigo instando al asesinato de civiles; un jeque venerable que incita a los jóvenes a matar civiles mientras sus dos hijas estudian bajo la protección de la seguridad británica en el Reino Unido infiel. ¿Cómo puede un padre como él ponerse frente a la madre del joven [ Nick ] Berg, cuya garganta fue rebanada porque vino a Irak a trabajar como ingeniero [de la Compañía] de las Torres [Prometheus]?. ¿Cómo podemos creerle cuando nos dice que el Islam es una religión de misericordia y tolerancia mientras él lo convierte en una religión de sangre…?

«Claramente no se nos hace ningún favor cuando alguien de entre nosotros retiene a alumnos como rehenes en una escuela, secuestra a periodistas, mata a civiles o vuela autobuses por los aires, cualquiera que pueda ser el dolor de los que se vengan. Estos son los que han distorsionado y dañado el Islam. Sólo podremos limpiar nuestra reputación una vez que hayamos admitido el hecho claro y vergonzoso de que la mayoría de los actos terroristas en el mundo hoy son llevados a cabo por musulmanes. Tenemos que darnos cuenta de que no podemos cambiar la condición de nuestra juventud, que lleva a cabo estos actos deshonrosos, hasta que hayamos tratado las mentes de nuestros jeques, que se han convertido ellos solos en revolucionarios de púlpito que envían a los hijos [de otros] a combatir mientras ellos envían a sus propios hijos a colegios europeos». [15]

Hussein Sanjari escribió un artículo titulado «Cualquiera que incite al terrorismo es un terrorista» en el semanario iraquí Al-Ahali: «el jeque Yousef Al-Qaradhawi dijo explícitamente que «matar militares y civiles en Irak es un deber religioso». La misma fatwa fue decretada por el clérigo chi’í libanés, Mohammed Hussein Fadlaláh. Estos dos individuos y centenares de miles de muláhs por todas las tierras del Islam… dan sermones semanales alentando a los jóvenes a asesinar y derramar sangre en Chechenia, Irak, el Kurdistán, Palestina, Arabia Saudí, Afganistán, Norteamérica, Europa, Asia y las islas del Pacífico. Mirad lo que pasó en la masacre de los niños en Beslán y recordad lo que el mundo entero recuerda, que árabes sirios, jordanos y yemeníes se encontraban entre los que gritaron, «Alá Akbar, estamos aquí para morir…»

«Los kurdos relataron que uno de los terroristas suicida que fue atrapado antes de lograr inmolarse fue interrogado por sus captores: «¿Por qué te envolviste tus genitales con todas estas vendas?». El terrorista contestó: «Se me dijo [que hiciera esto] para que mis genitales no fueran dañados cuando me inmolara y resultaran indemnes cuando llegara al paraíso y fuera recibido por las vírgenes».

«¿Cuándo darán un paso al frente los clérigos reformistas para purgar la religión de estas ideas sanguinarias?. Aparecerán cuando el nudo que ata la religión con la política sea deshecho. Hemos de separarlos, por el bien de la religión y más aún por el bien de la política…» [16]

El jeque Al-Qaradhawi ha revelado su verdadera cara

El Dr. Abd Al-Khaliq Hussein, un colaborador de la página web liberal Elaph, escribe: «Finalmente el jeque Yousef Al-Qaradhawi se ha quitado la máscara de su verdadera cara, la misma cara de todos los terroristas enmascarados, y se declaró a sí mismo una autoridad religiosa y propagandista de los terroristas, sin vergüenza y sin vacilación. Esto llega tras un largo período durante el que intentó engañar[nos], tratando de ser considerado moderado y religiosamente tolerante.

«Al-Qaradhawi decretó una fatwa [llamando] a secuestrar civiles norteamericanos y asesinarlos a sangre fría para lograr dos metas — «proteger» al pueblo iraquí ¡y exaltar el Islam, a los musulmanes y su posición entre las naciones!. A nosotros, como iraquíes, no nos sorprende la fatwa del propagandista del terrorismo, porque él es la guía religiosa del canal de televisión Qatarí Al-Jazira, que los iraquíes llaman acertadamente ‘el canal de los [terroristas] enmascarados vía satélite’ y que hace grandes esfuerzos día y noche por animar el terrorismo en Irak. El Partido de la Hermandad Musulmana de Egipto propuso elegir a Al-Qaradhawi como cabeza del partido. Él rehusó [la oferta], quizá para no desviar hacia el partido parte de la responsabilidad de la publicación de sus fatwas sanguinarias y para aprovecharse de la religión de un modo libre de propósitos políticos y financieros, como a él le gusta…

«Lo extraño y confuso es que Al-Qaradhawi decretara una fatwa llamando sólo al asesinato de soldados norteamericanos y civiles de Irak, y no de Egipto, Kuwait, Qatar o de cualquier otra parte del mundo. Al-Qaradhawi vive en Qatar, en una casa amueblada con lujos, y trabaja para el canal Al-Jazira, a unos cuantos centenares de metros de la mayor base militar norteamericana del mundo, fuera de América. Lo que es más, el jeque visitó Londres, la capital de Gran Bretaña, el mayor aliado de América, que asistió en la «ocupación» de Irak…

«Una pregunta para el sanguinario clérigo terrorista Al-Qaradhawi y sus partidarios entre los jeques de la [Universidad] Al-Azhar: ¿Conoce lo que le interesa al pueblo iraquí mejor que los propios iraquíes…?. ¿Quién le dio permiso para proclamaros vosotros mismos guardianes del pueblo iraquí?. A través del hecho de que los clérigos sanguinarios publican fatwas terroristas, y a través de su apoyo a los terroristas, han convertido el pensamiento islámico en una ideología de terror y al hacer esto han causado el mayor daño a los musulmanes, al Islam, al pensamiento islámico y a la reputación del Islam en el mundo…» [17]

No existe la moderación real en el Islam político

Said Al-Hamad, columnista del diario bahreiní Al-Ayyam, escribe: «Es posible que la fatwa del «jeque» y «el imán de los moderados», el jeque Yousef Al-Qaradhawi, que permitió e incluso ordenó el secuestro y asesinato de civiles norteamericanos en Irak… aclare la confusión… que a nosotros, los intelectuales progresistas, nos preocupa, referente a la ‘moderación’ y el ‘fundamentalismo’ entre las corrientes del Islam político, en todas sus diversas formas y grados. Es posible que esta fatwa, decretada por ‘el jeque de la moderación y el compromiso [ wasatiya ]’, zanje el debate entre los progresistas [acerca de la cuestión de si]… existe alguna ‘moderación’ en el pensamiento y discurso de algunas de las corrientes del Islam político [o si] esta ‘moderación’ es meramente algo superficial, forzada por condiciones específicas o, en la terminología moderna – [es] meramente una táctica o prudencia condicionada, y no una estrategia o un principio basado en el pensamiento de estos distintos grupos y corrientes, en todas sus diversas denominaciones y escuelas.

«La fatwa de Al-Qaradhawi, que ostenta el título de ‘jeque e imán de los moderados’, llevó al colapso casi completo de la moderación y destruyó las propias bases de la ‘via del compromiso’. Al hacer énfasis en que la cuestión de ‘la moderación y el fundamentalismo’ es una cuestión relativa entre las distintas corrientes del Islam político. Al-Qaradhawi demostró la verdad de la conclusión alcanzada por el famoso investigador [egipcio] Nasser Hamed Abu Zayd, que reveló que las diferencias en la conceptualización de la moderación y el fundamentalismo entre las diferentes corrientes del Islam político, [como quedó en evidencia] en sus numerosos sermones, son sólo una cuestión de grado y no de tipo. La diferencia es de cantidad y no de esencia. La prueba de ello es la fatwa de Al-Qaradhawi… en la que no prohíbe la matanza y el asesinato, sino que restringe el tipo y la cantidad a los civiles norteamericanos. La fatwa del jeque Qaradhawi… nos hace reafirmar, a los intelectuales progresistas, la reimposición del concepto de ‘moderación’ o ‘fundamentalismo’ de los grupos islámicos destacados en el escenario árabe mientras los ‘moderados’, de existir, no se dan prisa en corregir su equilibrio de moderación a través de una fatwa honesta y claramente redactada que se oponga a la fatwa de su jeque e imán…» [18]

El columnista iraquí Aziz Al-Hajj escribió en la página web progresista Elaph: «¿Qué clase de causa nacional es esta que utiliza a niños como keroseno para prender una guerra total de destrucción en nombre de la libertad nacional y religiosa…? El terrorismo islámico árabe se ha convertido en el mayor peligro del mundo, y amenaza la civilización, la seguridad y la vida en todas partes. Es hoy el símbolo del mal, del fanatismo religioso y de la degradación moral, y es la esencia del crimen político del mundo de hoy… El terrorismo islámico es el resultado del Islam político ‘moderado’, tal como generalmente se describe. La última prueba de esto es la fatwa del jeque Al-Qaradhawi, llamando a matar a todos los norteamericanos de Irak…» [19]

La solución al problema del terrorismo: procesad a los que inciten al terrorismo

El investigador y autor Dr. Shaker Al-Nabulsi, que escribe en la página web progresista Elaph, también manifestó una aguda crítica a la fatwa de Al-Qaradhawi, y planteó preguntas concernientes a sus motivos para marcar a los norteamericanos para ser atacados, al contrario que a las restantes fuerzas de la coalición: «¿Se debe a que los norteamericanos son la razón de que Al-Qaradhawi perdiera tres millones de dólares que estaban en su cuenta bancaria del «Al-Taqwa», que pertenecía a la Hermandad Musulmana, y que era la principal fuente financiera de la organización Al-Qa’ida, y que fue cancelada, y sus propiedades y depósitos confiscados, debido a los esfuerzos norteamericanos por rastrear [las actividades] de este banco oscuro que financió varias operaciones terroristas?. ¿Se debe a que Norteamérica prohibió que Al-Qaradhawi entrara en su territorio y canceló el visado que le había concedido en el pasado?. ¿Omitió Al-Qaradhawi a los soldados británicos y civiles de su última fatwa porque Gran Bretaña es el único palco que Qaradhawi tiene para visitar y hablar en Occidente, tras quemar sus barcos con Francia debido a su posición opuesta a la [ley] que prohíbe [llevar el] hijab …?

«¿En qué verso, o en qué tradición divina o profética, se basó Al-Qaradhawi en esta fatwa ?. Hay algún verso en el Corán que diga: «Oh vosotros fieles, si los norteamericanos derriban el régimen de Saddam, combatidles, a sus soldados, a sus hijos y a sus mujeres, sin excepciones…? «¿Existe alguna tradición que se derive de la palabra de Dios que diga: «Oh mis sirvientes, debéis [matar] a los norteamericanos, a sus soldados y a sus civiles. Ellos están simplemente muertos, pero vosotros seréis mártires?».

Al-Nabulsi continúa describiendo la debilidad imperante en el mundo árabe: «No hay duda alguna de que el vacío político árabe, la naturaleza patética de los políticos árabes, el fracaso de los partidos políticos, el vacío del discurso político árabe, el colapso y la desaparición de las estructuras políticas árabes, la ausencia de una política de conciencia árabe enraizada, la ausencia de una opinión pública activa capaz de provocar cambios… [Todo ello] permite a los que llevan turbante [es decir, a los líderes religiosos] tomar el púlpito político de este a oeste del mundo árabe, y liderar la actividad política árabe que se ha convertido en una expresión del llamamiento a un baño de sangre cada vez mayor en nombre de la nueva religión que Al-Qaradhawi trajo, junto con el resto de los grupos fundamentalistas terroristas religiosos. Esta es la prueba clara de que nos hemos convertido en una nación en quiebra política. Heredamos esto de nuestros padres y se lo legaremos a nuestros hijos…

«Los regímenes árabes no son capaces de poner orden frente a los jeques religiosos y evitar que diseminen veredictos político religiosos legales, dado que algunos de los veredictos redundan en su beneficio, fortaleciendo su influencia, prolongando su mandato, y proporcionándoles un amparo religioso. Los partidos políticos seculares no son capaces de formar una coalición entre ellos dado que el tribalismo y la lealtad familiar reina en estos partidos… La base árabe ha desaparecido, tiene hambre, es inculta, está agotada y ha perdido toda esperanza en las fuerzas políticas árabes. Ve en los jeques del estamento religioso y en sus fatwas su último refugio del odio, la opresión, la inanición, el abandono y la extorsión por parte del estamento en el poder. El intelectual árabe y la élite política que reside en el mundo árabe es incapaz de tratar con los jeques religiosos y sus veredictos debido a su miedo al poder de estos jeques, que tienen milicias armadas sanguinarias que son capaces de decapitar a cualquier intelectual o político que se les oponga… La mayoría de las voces que se oponen a estos jeques y atacan sus veredictos son las de los árabes que viven en Occidente, lejos de la violencia de los jeques contra sus opositores.

«¿Qué es lo que hay que hacer entonces?. Sólo existe una solución. Un grupo de intelectuales árabes progresistas preparados para poner sus vidas en peligro debe reunirse y redactar una declaración humanística, internacional, y progresista escrita en el idioma, modo de pensar y lógica del siglo XXI. Debe presentar esta declaración a la ONU y exigir que el Consejo de Seguridad la debata y apruebe una resolución sobre ella que conceda a la ONU [la autoridad] para establecer un tribunal, que se llamará «La Corte del Terrorismo». Todos los que fomentan el terrorismo y diseminan fatwa s que alientan el terrorismo, y todos aquellos que lo llevan a cabo, serán llevados ante este tribunal. [Esto es necesario] ya que el terrorismo se ha convertido en un problema internacional y global, y no concierne sólo a los árabes…» [20]


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de septiembre del 2004.

[2] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 23 de agosto del 2004. Para ver más acerca de las declaraciones, véase informe del MEMRI en:

http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP77604.

[3] Al-Hayat (Londres), 9 de septiembre del 2004.

[4] Al-Hayat (Londres), 23 de septiembre del 2004.

[5] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 9 de septiembre del 2004.

[6] www.aljazeera.net, 9 de junio del 2004.

[7] www.aljazeera.net, 9 de junio del 2004.

[8] www.aljazeera.net, 9 de junio del 2004.

[9] Al-Quds (Jerusalén), 4 de septiembre del 2004.

[10] Al-Quds (Jerusalén), 3 de septiembre del 2004.

[11] Al-Hayat (Londres), 5 de septiembre del 2004.

[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 3 de septiembre del 2004.

[13] Al-Rai Al-Aam (Kuwait), 5 de septiembre del 2004.

[14] Al-Ayyam (Bahrein), 7 de septiembre del 2004.

[15] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de septiembre del 2004.

[16] Al-Ahali (Irak), 8 de septiembre del 2004.

[17] www.elaph.com, 5 de septiembre del 2004.

[18] Al-Ayyam (Bahrein), 7 de septiembre del 2004.

[19] www.elaph.com, 4 de septiembre del 2004.

[20] www.elaph.com, 3 de septiembre del 2004.