El siguiente informe es ahora un ofrecimiento complementario sin costo alguno del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Yihad de MEMRI (PSATY). Para información sobre como suscribirse al PSATY, pulse aquí.

A comienzos de marzo, 2018 altos dirigentes de la corriente salafista y yihadista en el campo de refugiados palestino Ein Al-Hilweh en el Líbano convocaron a una reunión con periodistas libaneses con el propósito de liberar Jerusalén y Palestina en lugar de seguir operando en Irak y Siria, que durante dos décadas han sido estos los principales campos activos del yihadismo global. Estos dijeron que, como palestinos, tenían la responsabilidad de combatir y defender su propia tierra.

Los líderes de la iniciativa Osama Al-Shihabi y Jamal Hamed, líder y miembro principal respectivamente de la organización Fath Al-Islam y Tawfiq Taha, alto funcionario de las Brigadas Abdallah Azzam, aclararon que la medida era en respuesta al largo y exhaustivo re-examen de meses a las estrategias y prioridades de la corriente, ante los acontecimientos en la arena internacional, principalmente la declaración del Presidente estadounidense Donald Trump enfatizando que Jerusalén es la capital de Israel y el esfuerzo realizado por el gobierno israelí el pasado año para ser reconocido como un estado judío. Los tres también enfatizaron que el cambio en las prioridades sería un plan a largo plazo, que incluye ganarse los corazones y mentes del pueblo junto a elaborar estrategias y prepararse militarmente.

Con esta iniciativa, los tres le daban la espalda al movimiento yihadista global encabezado por Al-Qaeda, que hasta la fecha ha priorizado la lucha contra Estados Unidos y contra los regímenes en algunos países árabes y musulmanes. En declaraciones referentes a sus acciones, criticaron al movimiento yihadista global según dijeron, por su negligencia hacia Palestina a fin de enfocarse en la lucha en otras áreas tales como Siria e Irak y la participación de los palestinos en asuntos con los que estos «no poseen conexión alguna». Estos dejaron claro que ellos y sus seguidores no poseen vínculos con Al-Qaeda y que su decisión de cambiar el enfoque fue lograda independientemente por los activistas salafistas y yihadistas en los campamentos de refugiados dentro del Líbano.

Puede ser que al enfocarse en la resistencia contra Israel, percibida como una postura legítima por amplios sectores en el Líbano, principalmente entre los partidarios de Hezbolá y al darle la espalda a Al-Qaeda, los líderes pretenden aliviar la presión sobre los salafistas y yihadistas que operan en el área de Ein Al-Hilweh y son buscados por las fuerzas de seguridad libanesas. Esto se refleja en las garantías que les dieron a los periodistas de que se mantendrían alejados de todos los conflictos y luchas dentro del campo y en la arena libanesa en general.[1] Del mismo modo, los funcionarios eligieron hacer su anuncio a los medios libaneses, incluyendo el diario Al-Akhbar, afiliado a Hezbolá, que libra una guerra total contra el yihadismo salafista más no en los medios de comunicación salafistas y yihadistas. Al-Shihabi incluso escribió un artículo para Al-Akhbar explicando las razones del cambio de enfoque y reiterando que se mantendrían alejados de los conflictos dentro de los campamentos.

La posibilidad de que la acción tenga como objetivo aliviar las presiones sobre los agentes salafistas y yihadistas en el campamento se ve reforzada por los informes en la prensa libanesa de que estos activistas han estado intentando coordinar con el gobierno libanés desde hace meses para que abandonen el campamento. En julio, 2017 fue informado que cuando se firmó un acuerdo ese mes entre Hezbolá y el Estado Islámico (EIIS) sobre el tema de la partida de los activistas del EIIS y sus familias en Arsal, del Líbano hacia Siria,[2] elementos en Ein Al-Hilweh cercanos a Jabhat Al-Nusra y del EIIS le propusieron al gobierno libanés que se les incluyera en el acuerdo y que pudieran abandonar Ein Al-Hilweh. Según un informe, estos pidieron ir a Siria;[3] según otro informe, pidieron ir a los Altos del Golán sirios para establecer una fuerza allí, que se llamaría la Brigada Falesteen de Ghuraba, con el propósito de combatir contra Israel.[4]

Otra posibilidad es que la iniciativa esté dirigida por el régimen sirio y su aliado Hezbolá, que ahora buscan revivir el frente de resistencia contra Israel después de eliminar a la mayoría de los bastiones de los rebeldes que combaten contra el régimen. Apoyando esta teoría está el hecho de que los líderes de la iniciativa son miembros principales de Fath Al-Islam, una organización que había sido acusada por altos funcionarios libaneses en los sistemas políticos y de seguridad de ser operada por las fuerzas de inteligencia y de seguridad sirias.[5]

Una indicación más de esto son las declaraciones sobre el cambio de dirección de Al-Shihabi el cual puede interpretarse como un mensaje al régimen sirio. Este dijo que si bien las revoluciones en el mundo árabe en los últimos años en realidad fueron provocadas por la opresión, son los Estados Unidos quien las dirige, con el fin de desviar la lucha de Jerusalén y Palestina. Esto hace eco de la narrativa del régimen sirio y sus aliados, que afirman que la revolución en Siria no es auténtica ni propia, sino que es un complot estadounidense en su contra.

Este informe revisará las declaraciones de estos tres líderes salafistas y yihadistas en el campo de refugiados de Ein Al-Hilweh en el Líbano respecto al tema del cambio en el enfoque de sus actividades.

A partir de ahora, el enfoque de las actividades será Palestina y Al-Aqsa

A comienzos de marzo, altos dirigentes de la corriente salafista y yihadista en el campamento de refugiados de Ein Al-Hilweh en el Líbano invitaron a periodistas libaneses a este y les hablaron sobre su decisión de distanciarse de las luchas sangrientas dentro del campamento y de todo conflicto con los aparatos de seguridad libaneses.[6] El corresponsal de Al-Akhbar Radwan Murdata informó el 3 de marzo que Al-Shihabi había pedido reunirse con él urgentemente para discutir «un tema muy importante». Este escribió que la reunión, realizada la noche siguiente en la casa de Shihabi en el campamento de refugiados, contó con la presencia de Jamal Hamed y un hombre conocido como Abu Ubayda. En la reunión, los dos líderes dijeron que representaban a un gran grupo de partidarios de la corriente salafista yihadista en el campamento que había llevado a cabo un «re-examen de meses [que] no fue ningún retiro». Al final de ese examen, dijeron, llegaron a la conclusión de que «el rifle» debería ser «reorientado» hacia Jerusalén, porque la obligación de defender a Palestina y Jerusalén recae, ante todo sobre ellos, como palestinos y como residentes de la región.

En un artículo publicado por Al-Akhbar, Al-Shihabi escribió: «No hemos retrocedido y no retrocederemos, pero hemos llevado a cabo un nuevo examen, para así volver a apuntar el rifle. Somos un grupo entre los jóvenes musulmanes que anhelan combatir contra los criminales judíos que nos han ocupado y nos han expulsado de nuestra tierra y nos han sentenciado a muerte, a la expulsión, opresión y prisión. Por lo tanto, después del escrutinio, del examen, del estudio, consulta y solicitudes de ayuda por parte de Alá, hemos decidido lo siguiente: prepararnos lo mejor que podamos, para confrontar a estos judíos sionistas criminales. Esta preparación es exigida por el sharia y por la realidad, porque el negociar con los judíos y hacer concesiones con ellos no ayudará. Una bala exige otra bala [más] [en respuesta]. Con respecto a la ley religiosa, la preparación es una obligación, porque el tema de Palestina y Al-Aqsa le pertenece a todos los musulmanes… La preparación es una necesidad de la realidad para nosotros, ya que somos los residentes de Palestina. Nuestro deber es doble. El esfuerzo al que estamos obligados a hacer es mucho mayor, ya que son los residentes de la tierra ocupada los que harán todo lo que puedan y si no pueden, entonces el problema se trasladará a los estados vecinos».

Al explicar que este será un programa a largo plazo que requiere de una preparación ideológica, cultural y militar, es decir, no necesariamente un intento de lanzar una actividad militar en contra de Israel inmediatamente, Al-Shihabi continuó: «Estudiaremos su pasado presente y futuro [es decir, el de Israel], lo que planean, cuáles son sus objetivos, cómo elaboran su política y quién los ayuda y respalda sus decisiones opresoras. [Estudiaremos] cómo luchan contra nosotros ideológicamente y por qué han tenido éxito y nosotros hemos fracasado. Comenzaremos con nosotros mismos y nuestros hombres. Dado que esta será una batalla a largo plazo, prepararemos formas y medios para combatir contra los judíos para la próxima generación, con el objetivo futuro de poder avanzar con una percepción y objetivos mucho más claros»[7]

Antes de ello, el 1 de marzo, Osama Al-Shihabi y Jamal Hamed concedieron una entrevista a Al-Jadeed TV, en la que explicaron su iniciativa.

Osama Al-Shihabi (centro) y Jamal Hamed (derecha) en Al-Jadeed TV (Fuente de la imagen: Youtube.com/watch?v=g2o_CH_9G3w, 1 de marzo de 2018)

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/leading-salafi-jihadis-ein-al-hilweh-palestinian-refugee-camp-lebanon-struggle-against

*N. Mozes es investigador en MEMRI.


[1] Durante años, Ein Al-Hilweh, situado cerca de Sidón y el mayor campo de refugiados palestinos en el Líbano, fue conocido como un centro de tensión debido a la rivalidad y luchas por áreas de control entre las diversas facciones palestinas y batallas armadas entre grupos eran con frecuencia noticia. Con el tiempo, el campamento se convirtió en un refugio para los individuos más buscados por las fuerzas de seguridad libanesas. Además, los activistas salafistas y yihadistas en el campamento participaron en los enfrentamientos del 2013 junto a los seguidores del jeque libanés Ahmad Al-Assir contra las fuerzas del ejército libanés (véase la serie Investigación y Análisis No. 988 de MEMRI, Jeque salafista libanés Al-Asir lanza lucha armada contra el ejército libanés chiita, 26 de junio, 2013). Algunos activistas salafistas y yhadistas, tales como Al-Shihabi, también eran buscados por las fuerzas de seguridad libanesas por su participación en ataques dentro del Líbano contra intereses libaneses y extranjeros.

[2] Véase la serie Despacho Especial No. 7077 de MEMRI, Primer ministro iraquí protesta acuerdo Hezbolá-EIIS e inicia controversia dentro del bando de la resistencia, 3 de septiembre, 2017.

[3] Al-Akhbar (Líbano), 31 de julio, 2017.

[4] Al-Akhbar (Líbano), 3 de marzo, 2018.

[5] Véase la serie Despacho Especial No. 1880 de MEMRI, El Líbano publica nuevas evidencias de vínculos entre Siria y Fath Al-Islam, 9 de abril, 2008; Investigación y Análisis No. 365 de MEMRI, Esfuerzos sirios para negar afiliación de Fath Al-Islam con los servicios de inteligencia siria, 22 de junio, 2007; Despacho Especial No. 1747 de MEMRI, En carta al Secretario General de la ONU, primer ministro libanés acusa a Siria de estar detrás de Fath Al-Islam, 31 de octubre, 2017.

[6] Véase el pie de nota No. 1.

[7] Al-Akhbar (Líbano), 3 de marzo, 2018.