El 19 de agosto, las autoridades turcas informaron que la Fuerza Aérea Siria atacó un convoy de soldados turcos, dirigido al puesto de control fronterizo No. 9, en la provincia de Idlib.

El 23 de agosto, durante una llamada telefónica, el Presidente ruso Vladimir Putin y el Presidente turco Recep Tayyip Erdogan discutieron varios aspectos referentes a la cooperación ruso-turca dentro del contexto de estabilizar la zona de desescalada en Idlib. Según el portal del Kremlin, los dos líderes acordaron intensificar esfuerzos conjuntos a fin de eliminar la amenaza terrorista que emana de esa región y garantizar la implementación del Memorando de Sochi del 17 de septiembre, 2018.[1] El mismo día, se anunció que Erdogan realizará una visita de un día a Rusia el 27 de agosto.[2]

Al comentar sobre la visita de Erdogan, el analista ruso Boris Dolgov, investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias en Rusia dijo: «El simple hecho de que el Presidente turco venga a Rusia con tanta prisa muestra que Turquía no desea un confrontación en este momento, además, Turquía no puede entrar en una confrontación directa con las fuerzas sirias y en consecuencia, con Rusia [pero] sin dirigir nuevos compromisos o acuerdos y concesiones». Dolgov recomendó presentar una postura firme hacia Turquía, que acusó de jugar a la demora y tratar de capitalizar las diferencias entre Rusia y los Estados Unidos.[3]

El alto corresponsal diplomático turco Sedat Ergin escribió un artículo de opinión en el diario turco Hurriyet diciendo que el ataque al convoy turco realizado por el ejército sirio, aunque Rusia fue notificada por adelantado sobre el convoy, hace que la situación sea «bastante grave en todos los aspectos». Vale la pena señalar que la redacción de la declaración del 19 de agosto hecha por el Ministerio de Defensa turco atribuyó la responsabilidad del incidente a Rusia.

Según Ergin, la crisis de seguridad entre Turquía y Rusia debe verse como la terminación de facto del Acuerdo Sochi. Ergin opinó que el apoyo de Rusia a las operaciones militares del ejército sirio que comenzaron en mayo y el hecho mismo de que las fuerzas aéreas rusas participaron en las operaciones, «claramente» demuestra que el artículo 2 del acuerdo Sochi no está siendo implementando. El artículo 2 establece que Rusia «tomará todas las precauciones para evitar operaciones militares y ataques en Idlib». Este artículo también afirma que «el estatus quo actual en Idlib será protegido».

A continuación el artículo de Ergin:[4]

(Fuente: Hurriyetdailynews.com)

El hecho de que el convoy turco fue atacado, a pesar de a Rusia se le notificó por adelantado, hace que la situación sea grave en todos los aspectos

«Turquía y Rusia han estado indirectamente en desacuerdo en medio de desarrollos en Idlib al noroeste de Siria. Esto sucedía en contradicción con el gran acercamiento en las relaciones turco-rusas gracias a la llegada de los sistemas de misiles aéreos S-400.

«La alarmante situación en el campo ahora ha sido llevada a un nuevo límite con el ataque aéreo lanzado hacia un convoy militar en marcha perteneciente a las Fuerzas Armadas turcas el 19 de agosto en Idlib.

«El incidente del 19 de agosto es la primera vez que un convoy turco fue sometido a un ataque aéreo en Idlib».

«Las numerosas bases militares de Turquía en la región han sido objeto de ataques cuando Bashar Al-Assad lanzó una campaña militar sistemática contra grupos radicales en Idlib en mayo pasado, con el apoyo abierto y total de Rusia.

«Los anteriores, sin embargo, fueron ataques de artillería. Por ejemplo, el 27 de junio, el ejército sirio lanzó un ataque de artillería contra el décimo puesto de observación de Turquía en la región rural al sur de Zawiya en Idlib. En el ataque, un soldado murió y tres otros fueron lesionados.

«Estas acciones del régimen de Assad han estado poniendo a prueba las relaciones turco-rusas en todo momento. Porque después de cada incidente, Turquía le ha exigido a Rusia que mantenga a su aliado Siria bajo control, sin embargo, estos intentos no han sido buenos para las actitudes en el campo. Aparentemente, Moscú, que posee la influencia de afectar fácilmente al régimen – si es que lo desea, ha estado liberándole las manos a Damasco. Esta situación, que sucede bajo la sombra del clima cálido de los misiles S-400, se estaba convirtiendo en una fuente de problemas de confianza, la cual no fue revelada abiertamente.

Una muy similar a este problema fue repetido el 19 de agosto, sobre el campo, sobre un borde sumamente peligroso.

«El hecho de que el convoy turco fuese atacado, a pesar de que Rusia fue informada con anticipación sobre la situación del convoy, hace que la situación sea bastante grave en todos los aspectos. Vale la pena señalar que la declaración del Ministerio de Defensa turco el 19 de agosto utilizó una retórica que le atribuye responsabilidad del incidente a Rusia.

«De hecho, la crisis de seguridad aquí debería verse como resultado de la terminación de facto del Acuerdo Sochi, firmado entre el Presidente Recep Tayyip Erdogan y su homólogo ruso Vladimir Putin el 17 de septiembre, 2018.

«El Artículo 1 del acuerdo tipifica que «los puntos de observación de Turquía serán fortificados y continuarán sus actividades». Hoy día, los puntos de observación están siendo atacados.

«Según el artículo 2, Rusia ‘tomará todas las precauciones para evitar las operaciones militares y los ataques en Idlib'». Este artículo también afirma que «el actual estatus quo en Idlib será protegido».

«Según el artículo 3 del mismo acuerdo, se suponía que se establecería ‘una zona desmilitarizada de 15 a 20 kilómetros a lo largo y ancho en Idlib’. Los artículos 5 y 6 del acuerdo supervisaron la ‘eliminación de todos los grupos radicales, así como también tanques y cañones, dentro del mes de octubre, 2018 en esta región’.

Es inevitable que el proceso de acercamiento entre Turquía y Rusia se vea ensombrecido

«En la práctica, el apoyo de Rusia a las operaciones militares del ejército sirio que comenzaron en mayo y el hecho de que la participación ipso facto de las fuerzas aéreas rusas en la guerra, muestra claramente que el artículo 2 del acuerdo no está siendo implementando. Rusia, por otra parte, expresó quejas desde su propia perspectiva sobre la implementación del acuerdo, diciendo que los grupos radicales no abandonan la zona desmilitarizada y atacan la base militar rusa en Khmeimim.

«Con las tales continuas críticas recíprocas, Rusia ha puesto su peso a favor del régimen capturando Idlib, por lo tanto, a favor de cambiar el estatus quo. Después de ello, los grupos afiliados al Ejército de Liberación Sirio, que Turquía apoya, subieron al escenario en Idlib, de una manera más distinguible, después del mes de mayo. Esta alteración llevó el mensaje de que Ankara no aceptara el cambio del estatus quo en Idlib.

«Esta tensión, que se ha estado acumulando durante algún tiempo, se ha transformado en una etapa crítica en las últimas semanas, cuando el régimen entró en el rango de apoderarse de Khan Sheikhun, al sur de Idlib. Es crítico, porque el noveno puesto de observación de Turquía está situado en Morek, a unos 10 kilómetros al sur de Khan Sheikhun. Mientras el régimen captura Khan Sheikhun, creará una situación tal que este punto de observación se verá rodeado por las fuerzas del régimen, desde todos los lados y la ruta terrestre con Turquía será cortada.

«Dado que los puestos de observación fueron establecidos en el marco de un acuerdo firmado con Rusia durante el proceso de Astaná, la continuación de su presencia está bajo garantía de Rusia. De hecho, Rusia también tiene puestos de observación, del otro lado de la frontera.

«Podemos decir que un proceso diplomático sensible y crítico entre Turquía y Rusia aguarda con el incidente del 19 de agosto. No debería sorprendernos si esto aparece en la agenda del diálogo cercano entre Erdogan y Putin, en los próximos días.

«Tomar esta crisis bajo control también es importante respecto al destino de la cumbre trilateral en Turquía, entre Erdogan, Putin y la participación del Presidente iraní Hassan Rouhani a mediados de septiembre.

«Es inevitable que el proceso de acercamiento de Turquía y Rusia se vea ensombrecido, si dicha situación no es puesta bajo control y se producen resultados negativos en Idlib, tal como el incidente del 19 de agosto.

«Es obvio que en Idlib se está siguiendo una ruta repleta de altos riesgos que debe ser manejados con mucho cuidado».


[1] Kremlin.ru, 23 de agosto, 2019.

[2] Hurriyetdailynews.com, 23 de agosto, 2019.

[3] Ria.ru, 23 de agosto, 2019.

[4] Hurriyetdailynews.com, 21 de agosto, 2019.