Tras las elecciones del Majlis iraní, cuyo resultado indica logros para el bando pragmático de Irán, que aboga por una mayor apertura hacia Occidente y el mundo sunita, la prensa del Golfo publicó diferentes análisis y evaluaciones, que van del escepticismo d que la democratización realmente puede ocurrir en Irán a la esperanza de que el surgimiento del bando pragmático anuncia un cambio en la política exterior iraní.

Los escépticos afirmaron que estas elecciones eran ilusorias y pretenden convencer a Occidente que Irán es una republica democrática, cuando en realidad a 19 millones de ciudadanos iraníes sunitas se les niega el derecho al voto y los conservadores todavía son una mayoría que evitará cualquier cambio. Además estos sostuvieron que en Irán no existen diferencias verdaderas entre los llamados conservadores y moderados, ya que ambos están subordinados al Líder Supremo Jamenei y cumplen con sus objetivos. 

Los resultados electorales y el aparente incremento en los moderados, también reavivó la discusión en el Golfo sobre la opción de diálogo árabe-iraní, con algunos instando a los países árabes a darle una oportunidad a los moderados iraníes y otros expresaron su firme oposición a esta idea.

Las caricaturas en el diario saudita Al-Jazirah reflejan el escepticismo y la desconfianza en las elecciones, señalando el hecho de que solo los candidatos aprobados por el régimen se les permiten participar e indicando que los votantes habían sido sometidos a tácticas intimidatorias.

A continuación se traducen extractos de artículos sobre el tema.

Diario saudita: Nunca hemos escuchado de un candidato iraní que no sea de los Doce chiitas

En un editorial, el diario saudita Al-Sharq denominó como una farsa las elecciones iraníes destinada a convencer a Occidente de que Irán es una democracia, mientras que en realidad aquellos que no son parte de la corriente central iraní de los Doce chiitas están excluidos de la política del país: «La constitución iraní ‘moldea a los [candidatos políticos’] [de modo que sólo ciertos individuos] pueden ser candidatos en las elecciones. Nosotros nunca hemos escuchado [de un caso en el que] un candidato que se opone a la corriente de los Doce chiitas sobre el cual Irán se fundamenta haya participado en las elecciones… Esto es debido a que la constitución iraní define a Irán como un estado religioso vinculado a una corriente religiosa en particular, tal como se establece en el artículo 12: ‘La religión oficial de Irán es el Islam y la escuela de los Doce Jafari’. Con esto, el camino [a las posiciones en las principales instituciones del régimen] le es bloqueada a, [entre otros,] unos 19 millones de iraníes sunitas…

«Hoy, Irán pretende ser el [estado más democrático de todos, gobernado] por medio de los consejos del [régimen] incluyendo a la Asamblea de Expertos, el Consejo Guardián, el Majlis y los consejos locales. Sin embargo, aquellos que no forman parte de la principal escuela religiosa de pensamiento del estado [es decir los Doce chiitas] no pueden servir en los dos consejos principales – la Asamblea de Expertos y el Consejo Guardián. Esto significa que la representación de los partidos políticos reconocidos [en estos consejos] está distorsionada, y que las [elecciones en Irán] son una farsa destinada a convencer a Occidente de que existe una verdadera democracia en Irán».[1] 

Sólo aquellos que apuntalados por los ayatolás puede votar en las «elecciones iraníes» (Al-Jazirah, Arabia Saudita, 29 de febrero, 2016) 

Escritor en diario de los EAU: No existe diferencia alguna entre conservadores y moderados en Irán; No habrá ningún cambio

‘Aisha Al-Marri, quien escribe en el diario de los EAU Al-Ittihad, afirma que la distinción entre los moderados y los de línea dura en Irán es artificial, ya que ambos están subordinados a Jamenei y trabajan para actualizar sus objetivos supremos. Ella escribió: «¿Cuál es la línea que separa a la corriente moderada de la corriente de línea dura en Irán? ¿Cómo deciden quien es moderado y quien es un político de línea dura? Es considerado el nieto de Jomeini, fundador del régimen teocrático en Irán, un moderado? ¿Cómo puede el actual presidente iraní [Hassan Rohani] ser visto como moderado?… los medios de comunicación iraníes se las arreglan para dibujar una imagen de corrientes políticas iraníes [ostensiblemente distintas] y mercadear este modelo domésticamente y en el extranjero… [mientras que] el realidad política en Irán es que… no existe una línea visible que separa la corriente conservadora de los reformistas. Cada corriente complementa a la otra, debido a que la existencia de los conservadores depende de la existencia de los reformistas o moderados y viceversa [y] por lo tanto, la lucha entre estas dos corrientes es artificial. también hay que reconocer que los miembros de la corriente moderada o conservadora tienen [sus] intereses personales y que ambas corrientes pertenecen al régimen iraní y operan bajo la misma jurisprudencia, Jamenei y actualizan los intereses y objetivos supremos del régimen iraní. Por lo tanto, cualquiera que confíe en que los reformistas obtienen más escaños en el Majlis o que los conservadores menguan el control en la Asamblea de Expertos es suficiente para cambiar la política de Irán se está engañando a sí mismos. Mientras el régimen del Mandato del Jurisprudente permanece en el poder este y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica continuarán dominando el juego».[2] 

Jamenei tiraniza a «conservadores» y «reformistas» de Irán en igual medida (Fuente: Maqar.com)

Escritor bahreiní: El argumento de que Irán se volverá ahora más racional y moderada no tiene fundamento

Al-Sayyed Zahra, escritor de Bahréin y periodista de origen egipcio quien es redactor en jefe adjunto del diario bahreiní Akhbar Al-Khaleej, escribió que, en contraste con las evaluaciones optimistas tras la subida del bando moderado en Irán, muy probablemente no habrá ningún cambio ni en las libertades civiles en el país o en la política exterior de Irán, particularmente respecto a los países árabes. Zahra también expresó su firme oposición a cualquier llamada a futuro en el mundo árabe a fin de iniciar un diálogo con Irán. Este escribió:

«Incluso antes del anuncio del resultado final en las [recientes elecciones iraníes], hubo una campaña a gran escala para blanquear al régimen iraní. [Esta campaña] incluía afirmaciones de que estos resultados harían que Irán fuese más racional y moderado en su política exterior y en sus relaciones con los países del mundo, incluyendo a los países árabes. Esta afirmación es infundada… Lo [único] que es seguro es que estos resultados y la considerable presencia de los así llamados ‘reformistas’ [en el régimen iraní], no tendrá ningún efecto medible en dos áreas cruciales.

«[Primero,] en el campo de las libertades civiles]… porque todo el tema de las libertades y de los derechos humanos y minorías es controlado por los aparatos de inteligencia y seguridad [del país], la Guardia Revolucionaria y el Basij. Son ellos que están oprimiendo y acosando a los ciudadanos y cometiendo violaciones horrendas y nadie puede controlar a estos aparatos y fuerzas; ni siquiera el propio presidente iraní.

«[Segundo], en el área de política exterior de Irán, particularmente con respecto a su interferencia criminal en los asuntos internos de los países árabes y sus crímenes terroristas en la región árabe… Mientras estos así llamados ‘reformistas’ en Irán pueden estar en desacuerdo con los conservadores o los extremistas en cierta medida, especialmente en temas de política interna, no existe desacuerdo entre [estos dos bandos iraníes] en lo referente a la política agresiva de Irán en la región árabe y el terrorismo que lo utiliza [allí]… Todos ellos comparten la misma percepción racista persa de los árabes y de los países árabes… todos ellos apoyan el plan sectario imperialista de Irán en la región árabe, y todos ellos sueñan con el día en que Irán controlara los recursos de la región…

«¿Por qué digo esto ahora? Debido a que pronto escucharemos voces árabes anunciando una nueva era de moderación en Irán, exigiendo un diálogo con Irán y así sucesivamente. Deseo expresar en este momento mi oposición absoluta a esto».[3]

Grupo pensante «Guardianes de la Revolución» amenaza al «votante iraní» (Al-Jazira, Arabia Saudita 3 de marzo, 2016)

Columnista de Al-Hayat: Los países árabes deberían reconsiderar su política de discurso respecto a Irán

Raghida Dergham, columnista libanesa para el diario saudita en Londres Al-Hayat, pidió a los países árabes reevaluar su discurso político respecto a Irán. Ella argumentó que deberían darle una oportunidad al surgente bando moderado de Irán y que deberían trabajar con este, ya sea directamente o a través de los canales rusos o norteamericanos, «a fin de actualizar el compromiso de Irán en no jugar con la estabilidad saudita»:

«La visión tradicional de muchos residentes del Golfo es que todos los elementos principales de poder en Irán, moderados y extremistas, son los mismos y que el objetivo de Irán fue y sigue siendo exportar su revolución a los países árabes y hacerse cargo de la región. Incluso si este punto de vista es exacto, debe ser reevaluado ante los hechos sobre el terreno en la arena iraní, incluyendo los resultados de las elecciones, lo que pudiera resultar ser una ventana hacia un tipo diferente de pensamiento en las capitales árabes del Golfo… [Esto es debido a que] la mayoría de los iraníes votaron a favor de la moderación…

«Los asociados [el Presidente iraní] Rohani han subrayado una y otra vez que [el presidente] y sus seguidores poseen un plan que difiere del de los fundamentalistas respecto al enviar sus tentáculos de pulpo a las capitales árabes con el fin de [tomarlos] o respecto a librar guerras de poder en contra de Arabia Saudita. Según una fuente muy bien informada, durante su reciente visita [a Italia y Francia a finales de enero, 2016], el Presidente Rohani dijo… que la estabilidad en curso en Arabia Saudita es vital para Irán y que lastimar a [Arabia Saudí] amenazaría a Irán, debido a que el EIIS, Al-Qaeda u organizaciones similares podrían llenar el vacío que resultaría de estas acciones…

«Por lo tanto, la táctica deseada es la de actuar seriamente a fin de actualizar el compromiso de Irán de no jugar con la estabilidad saudita. Esto es posible, ya sea a través de canales directos, particularmente respecto al bando moderado… o a través de los canales rusos y estadounidenses, especialmente desde que Rusia busca mediar entre Arabia Saudita e Irán…

«La disminución de los extremistas [en Irán] puede abrir la puerta a un discurso político diferente en los estados del Golfo, el cual será orientado a darle una oportunidad a los moderados [iraníes]. Si bien esto no nos previene en el insistir en nuestra postura habitual, sería aún mejor beneficiarnos de la oportunidad dada a nosotros por las elecciones [iraníes], y responder con una estrategia mesurada. Una estrategia agresiva podría ser algo muy útil en algunos lugares, pero no necesariamente en otros lugares».[4] 

[1] Al-Sharq (Arabia Saudita) 2 de marzo, 2016.

[2] Al-Ittihad (EAU) 7 de marzo, 2016.

[3] Akhbar Al-Khaleej (Bahréin) 3 de marzo, 2016.

[4] Al-Hayat (Londres) 4 de marzo, 2016.