En una reunión con periodistas kuwaitíes, el portavoz del Parlamento jordano ‘Abd Al-Hadi Al-Majali declaró que la intervención de Irán en Irak no tiene nada que ver con religión o con el conflicto sunni-chi’ita, sino que fue motivado nacionalisticamente y es parte de un conflicto histórico entre los árabes y los persas.

Esta declaración refleja un cambio desde el punto de vista anterior de Jordania a la intervención de Irán en Irak como parte del conflicto sunni-chi’ita. En el pasado, el Rey de Jordania Abdullah había advertido del peligro propuesto por la «media luna chi’ita», [1] estimando que «el problema principal se centraría alrededor de Irak, dónde un terrible conflicto inter-islámico haría erupción entre los sunnis y los chi’itas». [2]

Este nuevo acercamiento jordano está en línea con la postura saudita. Aunque Arabia Saudita considera que la confrontación Irán-Irak es un enfrentamiento sectario entre los sunnis y los chi’itas, ha sido cuidadoso en no referirse públicamente a este como tal, expresando su severa crítica a Irán en términos nacionalistas, en lugar de sectario/religioso. Así por ejemplo, a comienzos de este año, el Ministro del Exterior saudita Saud Al-Faisal llamó en Irán «a no interferir en los asuntos árabes». [3]

Lo siguiente son extractos de las declaraciones de Al-Majali, tal como fueron publicadas en el diario kuwaití Al-Rai.

«… [Irán está] albergando planes para debilitar significativamente la identidad [árabe]. Lo que está sucediendo en Irak [hoy día] no tiene nada que ver con los sunnis o los chi’itas. La intervención de Irán en Irak es por razones nacionalistas, y no para apoyar a los chi’itas, como algunos claman. De esta manera creo que la identidad árabe en Irak está bajo amenaza.

«Las actuales acciones de Irán son el producto de un conflicto histórico entre los árabes y los persas. Este conflicto fue renovado con gran fuerza durante los ocho años de la guerra Irán-Irak cuyas bases fueron nacionalistas, en lugar de religiosas. De hecho, durante esa guerra, Irán asesinó a centenares de miles de chi’itas y a sus familias, un hecho que enfatiza el aspecto nacional, en lugar del aspecto sectario del conflicto. Similarmente, lo qué está sucediendo en Irak hoy día no tiene ninguna relación con la religión…»

Según Al-Majali, existe una necesidad de un esquema de trabajo islámico árabe unificado para preservar la identidad árabe. Él también enfatizó que la habilidad de Irán en erradicar la identidad árabe no debe ser menospreciada.

En cuanto a la relación Irán-Hizbullah, Al-Majali sostuvo que el Hizbullah fue la fortaleza frontal de Irán y su política en la región, y que Irán fue el que les proporcionó con dinero y armas. El motivo de esto, dijo, es que el Hizbullah es la herramienta de Irán para lograr sus intereses, y no – como Irán y Nasrallah claman – para liberar a Palestina.

Al-Majali siguió para declarar que el conflicto entre el Líbano e Israel había llegado a su final, ya que Israel se había retirado de una manera definitiva y oficial de todos los territorios libaneses, de acuerdo con las resoluciones internacionales. En lo que respecta a las Granjas de Shab’a, él declaró que Israel no las tomó desde el Líbano sino desde Siria… Al-Majali luego declaró que no creía que el Hizbullah abandonaría su carácter militar incluso si las Granjas de Shab’a fuesen liberadas. [4]


[1] http://ammannet.net, 9 de diciembre, 2004.

[2] Trimestral del Medio Oriente (Estados Unidos), Primavera 2005.

[3] Le Figaro (Francia), 24 de enero, 2007.

[4] Al-Rai (Kuwait), 15 de agosto, 2007.