En un artículo en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, el portavoz del gobierno iraquí ‘Ali Al-Dabbagh llamó al diálogo entre los árabes e Irán. Él argumentó que los únicos capaces de neutralizar la influencia iraní en Irak son los chi’itas de Irak, y que incluso lo pudieran hacer si los árabes les ayudaran a establecer a Irak como un estado independiente y democrático – es decir, como un estado liderado por la mayoría chi’ita. Al-Dabbagh también llamó en los árabes a conducir sus relaciones con Irán independientemente de los Estados Unidos [1]

Lo siguiente son extractos del artículo:

Debemos considerar un diálogo árabe-iraní «por la causa de un futuro que nosotros y todos los pueblos de la región, construiremos»

«Es hora de pensar seriamente en el establecimiento de un diálogo árabe-iraní que colocará los intereses nacionales de los pueblos en la región por encima de [varias] [consideraciones] ideológicas… [Esto debería hacerse] por la causa de un futuro que nosotros y todos los pueblos de la región, construiremos, basados en los principios de conveniencia – que sirven a los intereses mutuos de nuestros pueblos…

«Las tensas relaciones en la región, especialmente desde la caída del shah iraní… han destruido e impedido el desarrollo y la estabilidad… [Desde entonces], ha habido preocupación de que la influencia iraní pueda extenderse por el Golfo así como también hacia Siria, y últimamente ha habido también una constante preocupación sobre la influencia [iraní] en el nuevo Irak…

«No existe ninguna duda de que todos estamos pagando el precio de estas tensiones, que han acelerado la [carrera] de armas en el Golfo aunque los estados [de la región] son pacíficos y no están preocupados sino por la seguridad de sus ciudadanos…

«La preocupación sobre una posible mal interpretación de las relaciones entre Irán y los chi’itas iraquíes puede ser una carga [al establecimiento del] nuevo Irak… pero la conducta de Irán, y su influencia sobre Irak – qué directamente refleja el nivel de preocupación regional sobre [Irán] – depende de sus relaciones con los Estados Unidos y con los estados árabes. La influencia de [Irán] [sobre Irak] disminuye mientras las relaciones árabe-iraquíes se estrechan y mientras las relaciones de Irán con los Estados Unidos mejoran…»

Todos debemos entender que ni los Estados Unidos ni los árabes pueden reducir la influencia de Irán en Irak

«Todos debemos entender que ni los Estados Unidos ni los árabes pueden restringir la influencia de Irán en Irak. [Sólo] los iraquíes [puede hacer esto], en particular los chi’itas entre ellos… Sin embargo, [sólo harán esto] si los árabes [entienden] su expectativa para el establecimiento de un Irak independiente y democrático, basado en una perspectiva nacional que [permita la] participación de todos los [grupos étnicos]…

«Debería mencionarse que los 28 años desde la Revolución [Islámica] en Irán, incluyendo los ocho años de amarga guerra con Irak… [no hicieron nada para] socavar la estabilidad del régimen [iraní], y no le previno a [Irán] de desarrollar sus recursos y capacidades, al punto [donde se ha convertido] en una amenaza nuclear que nos involucra a todos… Por consiguiente, [ambos] la política americana y árabe deben ser revisadas…»

«La interpretación de América a la amenaza iraní es diferente de la interpretación árabe – De hecho, el bando árabe debería manejar sus relaciones [con Irán] independientemente de los Estados Unidos».

«El propuesto diálogo árabe-iraní debe ser lanzado por fuerzas influyentes en el [mundo] árabe, tales como Egipto y Arabia Saudita, que [ya] han comenzado a tomar pasos positivos en sus relaciones con Irán… Es inconcebible para los árabes hablar con el remoto Japón o con Europa, mientras las puertas del diálogo con Irán permanecen cerradas… Este diálogo debería apuntar en colocar nuevos principios para ocuparse de las preocupaciones y dudas que todos compartimos respecto a las intenciones de Irán, y deberían estar apuntadas al [establecimiento de] una cooperación económica y un mercado común…

«El desarrollo de proyectos conjuntos en los estados de la Media Luna Fecunda y CCG… alentará a la región a descartar políticas basadas en la ideología, a favor de prometer un [nuevo] horizonte económico que Irak y [otros] países de la región necesitan… [Esto] les proveerá a los pueblos de la región esperanza para la prosperidad y para un futuro prometedor…

«Está claro que la interpretación de América a la amenaza iraní es diferente de la interpretación árabe. Por consiguiente, el lado árabe debería conducir sus relaciones [con Irán] independientemente de los Estados Unidos


[1] Al-Sharq Al-Aswat (Londres), 17 de enero, 2008.