En un artículo publicado el día 13 de abril del presente año 2022 en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el politólogo Tawfiq Al-Saif afirmó que una característica de la cultura política árabe es la negativa a negociar y al compromiso ante varios temas, especialmente cuando se trata del conflicto palestino-israelí. Incluso cuando la mayoría de la gente está dispuesta a transigir, dijo, eventualmente sucumbe ante la presión de una minoría dogmática que adopta un enfoque del “todo o nada” y esto impide encontrar soluciones a los problemas de la región.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[i]
“Según estudios sobre cultura política, algunas sociedades son muy hábiles para negociar y lograr lo que desean a través de negociaciones, mientras que otras se oponen en principio a la negociación y al compromiso y a menudo consideran negligentes o incluso traidores a quienes defienden el tema del compromiso. Para ilustrar mejor esto, digamos que yo a diez personas en algún país árabe les presento la siguiente pregunta: Tenemos una disputa con otros sobre ciertos derechos que exigimos para nosotros mismos. Podemos lograr la mitad de ellos a través de negociaciones, sin incurrir en grandes pérdidas. ¿Deberíamos aceptar la mitad de nuestros derechos o seguir exigiéndolos todos, sin importar cuánto tiempo tome el conseguirlos?
“Creo que siete de esas personas aceptarían negociar la mitad, porque esto sería cierto logro, sin costo alguno. Algunos dirían: tomemos lo que ya logramos y luego recuperaremos la otra mitad. Pero tres de ellos verán el compromiso como cobardía y derrotismo…
“Algunos de mis queridos lectores probablemente estarán de acuerdo conmigo en que más vale pájaro en mano que cien volando y quizás la mayoría de la gente tomaría este camino. Sin embargo, he notado que la sociedad árabe adopta un enfoque totalmente opuesto cuando se trata de posturas políticas. En temas nacionales tales como el de Palestina, por ejemplo y en temas políticos, la gente exige los diez pájaros y se niega rotundamente a negociar. En mi opinión, ese es uno de los factores que ha impedido encontrar soluciones a los graves problemas a los que se enfrentan los países árabes…
“Volviendo a la pregunta antes mencionada, si se la planteamos a diez personas, cada una por separado, siete de ellas aceptarán negociar un compromiso. Pero si se lo planteamos a ellos en conjunto como grupo, los tres se pondrán de pie y darán discursos grandilocuentes sobre la gran humillación en que incurre cualquier nación que acepte comprometerse. Entonces verán que la balanza se inclina claramente hacia esa postura y uno se preguntará: ¿Renunciaron los siete a su postura luego de escuchar los discursos de los otros tres? La verdad es que no renunciaron a sus puntos de vista, sino que solamente tomaron una perspectiva diferente, siendo esta la perspectiva de los valores y principios, que están tristemente divorciados de la lógica y de las exigencias de la realidad. Algunos pueden comenzar a preguntarse: ¿Es posible que siete personas tengan razón y los demás estén equivocados? O tal vez dirán: ¿Es correcto renunciar a valores y principios en aras de las trivialidades de este mundo temporal?
“Estas preguntas le fueron planteadas al pueblo japonés en julio de 1945. La cultura japonesa es similar a la árabe en términos de dogmatismo, pero sin embargo aceptaron recibir menos de la mitad. Los musulmanes de India confrontaron el mismo dilema, más o menos en el mismo período y adoptaron el enfoque opuesto, lo que condujo a la creación de Pakistán. Esta es una historia en sí misma, que quizás abordaremos en un futuro cercano.
[i] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13 de abril, 2022.