El día 3 de mayo del presente año 2022, en su columna en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el periodista sénior Hossein Shobokshi se pronunció en contra de los clérigos islámicos que menosprecian la ciencia y cuestionan la validez de sus hallazgos en campos tales como la medicina o la astronomía. La ciencia, dijo, no contradice la religión, sino en realidad puede ayudar a lograr los objetivos de la religión si los clérigos la tratan con respeto. Este destacó la gran contribución que ha hecho la ciencia al desarrollo del mundo en el último siglo y afirmó que las generaciones venideras aceptarán sólo una mirada que reconozca la importancia de la ciencia.

Hossein Shobokshi (Fuente: Al-Shurouq, Egipto)
Hossein Shobokshi (Fuente: Al-Shurouq, Egipto)

Lo siguiente son extractos traducidos de su columna.[1]

«Cada vez que ellos tratan de ver la luna en el mes bendito de Ramadán, o en el mes de shawwal con el fin de determinar el inicio de la festividad de Eid Al-Fitr, resurge el debate sobre si la luna debe verse a simple vista, con unos fuertes binoculares o con un gran telescopio, en lugar de confiar en un cálculo astronómico preciso para este propósito. Este debate recurrente expone la compleja relación que existe entre los clérigos y las diversas ramas de la ciencia. Este tema no es nada nuevo, por supuesto y no se limita al avistamiento de la luna, es muy antiguo y posee aspectos muy diversos.

«Confinar la ciencia a las ciencias religiosas y cuestionar la validez de otras ramas de la ciencia, tales como la medicina, la astronomía y la geología, por ejemplo, es lo que hizo que muchos grandes y confiables científicos como Ibn Al-Haytham,[2] Ibn Sina,[3] Al-Razi,[4] Al-Kindi[5] y otros fuesen acusados ??rutinariamente de incredulidad, inmoralidad y herejía. Este temprano precedente estableció la distinción entre las ciencias ‘mundanas’ – una descripción denigrante y despectiva – y las ciencias divinas, es decir, las ideas de los clérigos. Esta compleja e incómoda relación entre ciencia y religión hizo posible la difusión de cuentos de hadas y la adopción de mitos en lugar de la ciencia como fuente de conocimiento.

“Esta actitud venenosa hacia las ciencias y el constante cuestionamiento de su validez permitió el surgimiento de opiniones ostensiblemente religiosas que son, en esencia, una trágica farsa, tales como opiniones que cuestionan si el mundo es redondo, o que afirman que una mujer que conduzca un automóvil perjudicará sus ovarios y por ende, su capacidad para tener hijos.

«Solo cuando un número significativo de clérigos acepte que las ciencias, en el sentido amplio del término, son un medio para proveer pruebas definitivas sobre muchos temas relevantes para la religión misma y ??comiencen a mostrar respeto por el intelecto humano, habrá un cambio extraordinario en la relación entre religión y ciencia y la gente entenderá que estas se complementan, en lugar de contradecirse…

“La relación entre religión y ciencia se volverá más complicada dado el inmenso salto sin precedentes que ha dado la ciencia en la historia humana más reciente. La arrogancia mostrada por muchos clérigos hacia la ciencia no es más que una falta de respeto. Esta actitud hará que gradualmente pierdan el contacto con la realidad y conviertan sus opiniones en una combinación de cuento de hadas y mitos.

«Las ciencias no están en conflicto con la religión y una vez que se entiendan y se les muestre respeto y aprecio, serán herramientas eficaces y poderosas para alcanzar un objetivo inmenso, es decir, el objetivo de preservar la dignidad humana.

«Las próximas generaciones reconocerán solo ideas que respeten la ciencia y su metodología y rechazarán una perspectiva que vea a la ciencia como tonteras y que no se base en pruebas al menos tan convincentes como las pruebas presentadas por la ciencia, especialmente en los campos que están desarrollados y pueden presentar evidencia por sus afirmaciones, tales como astronomía, medicina, física nuclear, geología y agronomía…

«Si nos damos cuenta de que más del 80% de los científicos en la historia humana surgieron en los últimos 70 años y que la humanidad nunca conoció una era que haya acumulado tanto conocimiento como los últimos 100 años, entenderemos el significado de la era de la ciencia en el que vivimos y que debemos tomar este tema en serio y cambiar nuestra actitud hacia ello. La ciencia es un regalo y guía del cielo y como tal debe ser respetada. Los científicos en diversos campos contribuyen activamente al desarrollo del mundo y en preservar la dignidad humana, que son dos de los fines más importantes y significativos de la fe”.


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 3 de mayo, 2022.

[2] ?asan Ibn Al-Haytham (695-1040), también conocido como Alhazen, fue un pensador árabe que hizo importantes contribuciones a las ciencias de la óptica, anatomía, ingeniería, matemáticas y otros campos.

[3] Ibn Sina (980-1037), también conocido como Avicena, fue filósofo, médico y científico persa y autor de más de 450 libros, principalmente en medicina y filosofía.

[4] Abu Bakr Al-Razi (865-925) fue un filósofo persa que escribió en árabe y uno de los más grandes médicos del mundo musulmán de su época.

[5] Abu Yusuf Al-Kindi (801-873) fue un aclamado filósofo, matemático y médico árabe musulmán llamado el «padre de la filosofía árabe».