Tras los acuerdos de normalización de relaciones firmados recientemente por Israel con los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, el periodista qatarí Jaber Muhammad Al-Marri publicó una columna antisemita en el diario Al-Sharq, afirmando que el acuerdo solo sirve el objetivo que poseen los sionistas de apoderarse del mundo y advertirle a los países árabes que se resistan a cualquier intento que provenga de los Emiratos Árabes Unidos en seducirlos para que firmen acuerdos similares con Israel. A fin de ilustrar la astucia de los judíos, Al-Marri relató la historia de un rabino que le mostró a uno de los reyes de Francia la manera cómo el débil gallo judío derrotó a sus enemigos, en este caso los gallos más fuertes: este gallo dejó que los demás se agoten unos a otros y luego sometió a aquellos últimos gallos en la fila, que para ese momento se les veía cansados y ensangrentados. Al-Marri agregó que la estrategia empleada por Israel en los acuerdos de paz con los países árabes demuestra que los judíos no son nada diferentes de como son descritos en el Corán, violadores de acuerdos que aspiran a sembrar destrucción y corrupción alrededor del mundo.
(Fuente: Alarab.co.uk, 18 de agosto, 2013)
Lo siguiente son extractos traducidos del artículo:[1]
«Dicen que uno de los reyes de Francia escuchó que una vez un rabino judío predijo que un día los judíos gobernarían el mundo. El rey lo llamó y le dijo: ‘Tú que estás siendo oprimido alrededor del mundo y has sido diseminado entre todos los países, ¿cómo pudiste conquistar el mundo? Dame una prueba de lo que dices’. El rabino respondió: «Si me lo permite, alteza, pediré a los ministros y príncipes de su reino que organicen una pelea de gallos y por mi parte traeré a mi gallo, que derrotará a todos los demás». El rey quedó impresionado por la confianza puesta por el rabino judío, pero quería escuchar como concluía la historia y ver la manera en que los judíos se apoderarían del mundo, así que aceptó la petición del rabino y ordenó a todos los ministros y príncipes que cada uno trajera un gallo fuerte a la cabina para que los gallos de pelea pudieran pelear entre sí y este pueda verificar las palabras del rabino judío y sus pretenciosas afirmaciones.
«Tres días después se realizaron las peleas de gallos. Los ministros y príncipes trajeron sus gallos. El rabino judío llegó con un gallo delgado y muy débil y lo colocó en el ruedo junto a los demás. Luego comenzó una pelea entre los gallos fuertes, pero el gallo del rabino se escondió y se mantuvo lejos de la pelea, dejando que los gallos fuertes se pelearan entre sí hasta que uno hubiera vencido a todos los demás. Este gallo ahora salió victorioso y se pavoneó alrededor del ruedo, pero su cuerpo estaba exhausto y cansado por la pelea y muy ensangrentado. De repente, el gallo flaco y débil del rabino emergió, se acercó al ya desgastado pero victorioso gallo, saltó sobre su cabeza, lo picoteó con fuerza y lo mató. De esta manera el escuálido gallo del rabino ganó la pelea. El rabino judío se puso de pie lleno de alegría y le dijo al rey: «¿Ves cómo conquistaremos el mundo?»
«Esta es la estrategia que la entidad sionista emplea contra nuestros ‘poderosos’ estados árabes. El gallo sionista es escuálido, débil y desprovisto de plumas, pero está exento de toda batalla con los gallos árabes. [Estos últimos] pelean por el alimento del pollo en anticipación al gallo árabe que logrará el primer lugar y ganará para luego encontrarse con el gallo judío de oro, que no escatima esfuerzos para arrastrarlo a negociar una paz prolongada. Durante estas negociaciones el gallo árabe compartirá la comida de los pollos de sus hermanos, los gallos árabes, con el gallo judío, cuyas plumas han vuelto a crecer y ya no se le ve tan desplumado.
«No hemos aprendido nada y aparentemente no aprenderemos nada tampoco de nuestras guerras pasadas con la entidad sionista y de los acuerdos de rendición que firmamos con los sionistas desde los Acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel, los Acuerdos Oslo y el Tratado de Paz Árabe entre Israel y Jordania, en el que se demostró que los sionistas nunca se desviarán de cómo fueron descritos en el Corán, violadores de acuerdos y de tratados que constantemente se esfuerzan por difundir el fitna, la destrucción y corrupción en el mundo. ¿Comprenden totalmente los propagandistas de la rendición las lecciones del pasado o será que sus corazones están sellados ante estas lecciones y no podemos esperar ni honor o buenas obras de su parte?
«Si tan sólo los árabes sionistas pudieran sentirse satisfechos con esto y abstenerse de perjudicar su religión, su linaje y sus principios. Pero esto ha llegado al punto en que perjudican a los países que han preservado su identidad autóctona, sus principios y su decisión crítica de no reconocer a la entidad sionista, el no normalizar relaciones con este y exigir el establecimiento de un estado palestino cuya capital sea Jerusalén. Parece ser que los países árabes que se convirtieron en sionistas dicen abiertamente, sin vergüenza alguna, ‘No hay más remedio sino convertirse en sionistas y renunciar a sus principios ‘y hacer las paces con Israel a cambio de solamente el logro de la paz, siendo esto lo que Israel más desea, de lo contrario nosotros los estados árabes pro-Israel serviremos como el ‘bastón de Israel’ en la región y castigaremos a quien se niegue a ello.
«Estamos en el amanecer de la repugnante era de la ‘sionización’ árabe liderada por el malvado vecino – los Emiratos Árabes Unidos, en un intento por seducir a más estados árabes para de esta manera normalizar sus relaciones con la entidad sionista».
[1] Al-Sharq (Qatar), 22 de septiembre, 2020.