Tras los ataques terroristas del 10 de mayo, 2010 en Irak que mató a unas 120 personas e hirió a otras 350, Sat’e Nur Al-Din, columnista del diario libanés Al-Safir, publicó un artículo criticando duramente la indiferencia del mundo árabe, Occidente e incluso los propios iraquíes hacia los actos terroristas en este país, que, dijo se están convirtiendo en una práctica cotidiana.
Lo siguiente son extractos: [1]
«Los muertos, que alcanzan a 120 en número, han sido enterrados y los heridos, que suman más de 350, han sido hospitalizados para recibir su tratamiento correspondiente. Todas las partes de los cuerpos y la sangre ha sido limpiada de las calles. Si no fuera por algunos cráteres frescos aquí y allí, unas pocas vallas destruidas, puertas abiertas de par en par y por los coches y motocicletas destrozados, sería imposible decir que una masacre de iraquíes nunca ocurrió [aquí]. Uno podría alegar que no fue sino sólo un desastre natural – un terremoto, un huracán o una tormenta de arena – que azotó la zona y causó este número de muertes histórico. Es como si nada hubiera ocurrido ayer en Irak…
«El discurso iraquí escuchado [ayer] en los círculos oficiales y públicos refleja la reconciliación hacia este destino, anticipando más sangre y oscilando entre gritos de venganza y el deseo de perdonar. El lenguaje [utilizado] no culpa a nadie, ya sea en Irak o en otros lugares…
«Después de todo, es sólo otro día normal en la vida de Irak, que apenas ha cambiado el ritmo de vida y el ritmo de la política, o ha influido en la postura de alguien en la coalición o en la oposición, o de cualquier país vecino árabe o musulmán. [Este] día no volcará el sistema [de equilibrio interno en Irak] o en otro lugar, ni afectará el calendario de retirada de los Estados Unidos de Irak. No será una cuestión de impacto regional único, ni tampoco el expediente nuclear iraní, ni las tensiones árabes-Irán, ni las negociaciones palestino-israelíes. Es [sin embargo] probable que se profundice la brecha entre sunitas y chiítas que existe en todos los árabes y en las regiones musulmanas…
«Es sólo otro día en Irak. [Estos eventos] puede volver a ocurrir mañana o dentro de una semana, un mes o un año, y bien puede llegar a ser lugar común en los próximos 10, 20 o 30 años. [Esta] escena es probable que se repita durante la década actual, sin [causar] el parpadear en el proceso político, las elecciones o el conteo y re-conteo de votos, sin interrumpir las acciones de los gobiernos o instituciones y sin ningún estadounidense que haya servido en Irak o aún esté ahí tratando de pestañear.
«No es inconcebible que el acercamiento estadounidense-iraní será logrado, seguido por la reconciliación entre los estados árabes e Irán. Asimismo, es inconcebible que Israel no pondrá en marcha una guerra a gran escala en el este árabe – y todo esto sin hacer una pausa a la matanza en Irak, lo que se ha convertido en un patrón recurrente, una tradición, un patrimonio auténtico y un deporte nacional de las clases que despierta el interés público por unas horas apenas, como cualquier otro evento deportivo.
«La carnicería iraquí no cesará, ya que se ha convertido en un deporte sangriento que ningún elemento en [Irak] puede prevenir, y que ninguna potencia extranjera quiera detener. Hasta que los iraquíes despierten y hagan por si mismos algo [para detener la] carnicería, el número de sus muertos y heridos seguirá en aumento, junto con la indiferencia hacia este horrible deporte que ellos han elegido deliberadamente como su pasatiempo».
[1] Al-Safir (Líbano), 12 de mayo, 2010.