En un artículo publicado el día 9 de julio, 2021 en el portal liberal Elaph.com, el periodista kurdo Hussein Sino analiza la situación de la mujer en el mundo árabe. Este describe que el gran progreso que se ha logrado en el mundo en términos de condición y libertad de la mujer parece haber esquivado a los países árabes, incluyendo los que pretenden ser civilizados y modernos y que la mujer en estos países continúa siendo privada de sus derechos. Las razones de ello dice, es la arrogante y despectiva actitud de muchos hombres árabes, que creen que la mujer existe solo para alimentarlos, brindarles servicios sexuales y criar a sus hijos y están dispuestos a lastimar a sus esposas si no cumplen con las normas de este rol impuesto. Sino le pide a las organizaciones árabes e internacionales de derechos humanos que luchen contra «las obsoletas barreras que son las tradiciones y costumbres» en las sociedades árabes y pongan un alto el fenómeno del matrimonio de infantes con el fin de mejorar la condición de la mujer.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]
“El mundo se ha desarrollado y ha avanzado en todos los ámbitos, incluyendo el tecnológico y electrónico, al punto de que se ha convertido en una pequeña aldea. Todo esto es gracias a los medios auditivos, visuales y escritos y también gracias a Internet que difunde información a la velocidad de la luz. Estas herramientas tecnológicas han eliminado la gran distancia geográfica que existe entre países y entre la gente y han roto las barreras entre naciones. A pesar de todo ello, la actitud del hombre árabe hacia la mujer sigue siendo de desprecio. Este las considera incapaces de ocupar cargos estatales clave, sin tener en cuenta el hecho de que muchas mujeres han gobernado y están gobernando algunos de los países más avanzados del mundo, tales como Angela Merkel, quien gobierna a Alemania, país que posee la economía más fuerte de toda Europa.
«Lamentablemente, a pesar de que nos encontramos en el siglo 21, muchos hombres en las sociedades árabes aun consideran a la mujer como un objeto sexual cuya función es servirles. Es por ello que la mujer en estas sociedades están sujetas a la violencia del hombre y son despojadas de sus derechos, libertad y de su voluntad propia. Más que eso, el hombre considera a la mujer como si fuese un accesorio en su hogar, que han comprado y pueden dañarlo como mejor les plazca. Todo esto se basa en el pronunciamiento de que el hombre tiene a su cargo a la mujer[2] y que la mujer debe obedecer ciegamente al hombre y nunca contradecirlos, no vaya a ser que sean golpeadas y maldecidas.
«Sí, la mujer en las sociedades árabes todavía sufre muchos de estos problemas y enfrenta gran cantidad de desafíos y dificultades. Algunas sociedades árabes pretenden ser civilizadas y modernas, pero su civismo es algo falso y superficial. Todavía piensan que la mujer debe estar subordinada y ser secundaria al hombre y presentan muchos reclamos y excusas para justificar todo ello, tal como el deseo de proteger a la mujer y mantener las costumbres y tradiciones de siempre. Todo esto constituye una barrera al progreso y desarrollo de la mujer, limita sus aspiraciones y las subordina ante el hombre y su control.
«El hombre árabe debe entender que la mujer es un ser humano como ellos: poseen sentimientos, sienten amor y odio, no son bienes para ser negociados y vendidos y no carecen de razón o fe.[3] Deben comprender que la mujer constituye la otra mitad de la sociedad y crían a las generaciones futuras, por lo que deben descartar la noción de que la mujer no debe educarse y que solo están destinadas a laborar en la cocina y tener hijos.
«Todas las instituciones y organizaciones locales e internacionales que se ocupan de los derechos humanos y de las libertades deben actuar para así empoderar a la mujer, para que ellas puedan superar las barreras de las tradiciones y costumbres obsoletas que han sido puestas en su camino e impiden su desarrollo y progreso. Esto es especialmente cierto hoy día, cuando muchas de las crisis, catástrofes y conflictos, derivados del extremismo sectario, afligen a algunas de las sociedades árabes y tienen consecuencias nefastas para la mujer, empujándolas a ser marginales en la sociedad y las expone a violaciones, asesinatos y a la trata de esclavas… Estas instituciones deben acabar con el fenómeno de las familias que casan a sus hijas menores de edad, siendo esta una de las principales causas del aumento en los divorcios y delitos de adulterio y asesinato».
[1] Elaph.com, 9 de julio, 2021.
[2] Corán 4:34: «El hombre se encarga de la mujer por derecho de lo que Alá ha dado a uno sobre el otro».
[3] Esto es en alusión a un hadiz en el que el profeta afirma que las mujeres son deficientes en razón y fe.