En un artículo antisemita publicado en el portal de noticias jordano Al-Awal News, la autora y periodista jordana Kafa Al-Zou’bi escribe que la actual epidemia del coronavirus le recuerda la novela escrita por José Saramago Ceguera. Esta novela describe una epidemia global de ceguera que no solo es física sino también moral y se manifiesta en una pérdida total de valores y de humanidad mientras los seres humanos luchan por obtener recursos materiales en una amarga lucha por sobrevivir. Al implicar que el mundo está en un estado similar, Al-Zou’bi escribe que la fuente del problema es el capitalismo, siendo este brutal, codicioso y también «judío» – debido a que es el judaísmo el mayor responsable por los aspectos brutales y malvados del capitalismo. Esta religión, dice ella, es «un cáncer que ha dañado y perjudicado a la humanidad desde el comienzo de su historia civilizada», ya que considera a los no-judíos como criaturas inferiores detestadas por Dios y que pueden ser asesinadas impunemente.
Kafa Al-Zou’bi (fuente: Alawalnews.net)
Lo siguiente son extractos de su artículo.[1]
«Al leer hoy los informes sobre el coronavirus, tengo la inquietante sensación de que el mundo [vive] casi una historia de ficción, la novela ceguera de José Saramago. En esta historia, luego que todos en la tierra son víctimas de una epidemia de ceguera, todas las trampas de la cultura, educación y de moral colapsan instantáneamente… Los servicios [públicos] se detienen porque todo el mundo está ciego… No existe gobierno, ni policía, ni ley, ni restricciones éticas ni de moral, ni temor a Alá. Las ciudades se convierten en selvas oscuras en las que los seres humanos se pierden en una lucha ciega por sobrevivir, en especial [luchando] por un poco de comida y agua… El hombre regresa a su peor salvajismo posible…
«Saramago no trata la ceguera [solo] como una epidemia médica que afecta a la humanidad, sino que adopta una visión filosófica mucho más amplia, ya que la ceguera física hace que la gente pierda de vista [su parte humana] en su lucha por sobrevivir y renegar a la humanidad, las tradiciones culturales y éticas que teóricamente han llegado a defender… a favor de los intereses materiales de supervivencia. Las guerras, el hambre, los asesinatos, las violaciones, la violencia, enfermedades y plagas – ese es el léxico de la realidad verdadera, que para Saramago refleja la ceguera humana que eventualmente conducirá a la destrucción total y hará que la humanidad se convierta, en algún momento en el futuro, en una bestia sin inteligencia, pensamientos o cultura.
«En este punto se me ocurre un pensamiento infantil e inocente… ¿Y si los fondos [que actualmente] desperdiciamos en guerras se dedicaran al desarrollo científico por el bien de la vida en lugar de la muerte [y] fortaleciéramos la cultura, moral y la creatividad en lugar de la ignorancia y la estupidez ¿Qué pasaría si estos esfuerzos se invirtieran en [avanzar] el conocimiento que conduciría a una reducción en la tasa de natalidad, en lugar de asesinar gente considerada innecesaria a la humanidad? ¿Qué pasaría si los fondos se invirtieran en cultivar a gente ilustrada en lugar de personas inmersas en ilusiones y supersticiones que los hacen asesinar y [acumular] poder? ¿Qué sucede si… ¿Qué tal si… ¿Qué impide que todo esto se haga realidad? [¿Qué impide] que el Hombre se involucre en luchas razonables, sin la locura de la maldad y el egoísmo?
«La respuesta es simple y clara: [la culpa está en] el brutal y codicioso capitalismo y permítanme agregarle el adjetivo ‘judío’. Es el judaísmo en particular el que hizo que el capitalismo fuese tan brutal y estableció una fuente de autoridad [religiosa] que santifica el peor tipo de maldad posible, llevándolo a sus extremos de mayor alcance. El judaísmo permite asesinar al otro siendo este no-judío y se refiere [al no-judío] como un tipo diferente de criatura, detestada por Dios, porque los judíos son el único pueblo elegido… Esto no es solo [una idea], sino que [en realidad] llega al punto de permitir el asesinato de otro ser humano no-judío, siendo considerado este como una criatura inferior. Un judío que ve [a un no-judío] muerto en el camino no debe enterrarlo, pero puede permitir que los perros se lo coman… En la ceguera de [Saramago] los perros se comen los cadáveres en las calles, aunque sin interesarse por las fuentes religiosas de autoridad de sus amos.
«Creo que el judaísmo es un cáncer que ha dañado y perjudicado a la humanidad desde comienzos de su civilizada historia. La catástrofe es que esta idea se infiltró en otras religiones que siguieron después y como consecuencia de ello, estas religiones no santificaron los aspectos humanos del hombre tanto como su barbarie y sus aspectos maléficos. Cada religión, a su vez, le prometió a sus seguidores de que son el pueblo más favorecido por Dios y por lo tanto, tienen el permiso para asesinar a [otros] y perseguirlos. Esta es esencialmente una [idea] judía.
«También creo que el capitalismo pudiera haber sido menos brutal si no hubiese estado fijado dentro de las fuentes de la filosofía judía y no hubiese ahogado al Hombre en la ceguera que tarde o temprano lo conduciría a su repentina perdición. Esto sucederá si [el Hombre] no recupera su sentido de la vista y erradica la epidemia de ilusiones! En nuestra realidad actual, tal cosa sería un milagro muy improbable».
[1] Alawalnews.net, 10 de marzo, 2020.