Tras el anuncio hecho por el presidente estadounidense Joe Biden el día 14 de abril, 2021 de que las tropas estadounidenses comenzarán su retirada de Afganistán en mayo de este año y la completarán en el mes de septiembre, el destacado periodista sénior ‘Abd Al-Bari’ Atwan, editor del diario en la red Raialyoum.com, escribió que esta declaración es admitir oficialmente la derrota de los Estados Unidos junto a una gran victoria para los afganos, que se adhirieron al camino de la resistencia. Comparando esto al «vuelo» de salida estadounidense de Vietnam, ‘Atwan predijo que, luego que Estados Unidos se retire, los talibanes volverán a entrar en la capital, Kabul y anunciarán el establecimiento del Emirato Islámico de Afganistán. El anuncio de Biden, este agregó, marca el comienzo de la «era de la derrota estadounidense», que también es reflejada en otros desarrollos: Biden tiene que rogar por una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin, su retirada de los buques de guerra estadounidenses del Mar Negro[1] y sus extensas concesiones a Irán en las conversaciones de Viena a pesar de que los misiles iraníes se encuentran apuntando directamente a los aliados de los Estados Unidos. ‘Atwan pidió a los árabes y en especial a los palestinos, que se den cuenta que la resistencia tiene ahora un costo mucho menor que sucumbir ante los Estados Unidos.

Combatientes talibanes en Afganistán (Fuente: Almayadeen.net, 28 de julio, 2020)
Combatientes talibanes en Afganistán (Fuente: Almayadeen.net, 28 de julio, 2020)

Lo siguiente son extractos de su artículo:[2]

«Recientemente, luego de 20 años de guerra en Afganistán, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden decidió levantar una bandera blanca en señal de rendición, manchada con la sangre de más de 2.400 soldados fallecidos y 21.000 heridos y el retiro de todas sus fuerzas – 3.500 soldados – de Afganistán en el 20avo aniversario del ataque perpetrado del 11 de septiembre, 2001 (11-S). Esto fue admitir oficialmente la derrota.

«Este gran logro, no menos importante que la derrota estadounidense en Vietnam, nunca se hubiese producido si no fuera por la firmeza de los afganos y su incesante resistencia en contra de la ocupación estadounidense y sin el apoyo de sus vecinos, especialmente Pakistán, que les proporcionó armas y financiamiento.

«La guerra en Afganistán, que ha sido la guerra más larga de los Estados Unidos y que le costó al contribuyente estadounidense más de 2 trillones de dólares, nos recuerda la retirada – (o) huida similar de los Estados Unidos – de Vietnam del Sur, tras lo cual el Vietcong marchó hacia la capital, Saigón ondeando banderas de victoria. Este escenario muy bien puede repetirse luego que las últimas tropas de la OTAN, incluyendo las tropas estadounidenses, abandonen Afganistán en septiembre y luego los talibanes entrarán en la capital, Kabul y declararán el establecimiento del Emirato Islámico de Afganistán…

“La frase más sincera y honesta pronunciada por Biden en su discurso del 14 de abril fue sin duda ‘Soy ahora el cuarto presidente estadounidense en presidir la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán. Yo no le pasaré esta responsabilidad a un quinto presidente’.[3] Sin embargo, Biden no dijo que entendía lo que sus predecesores no entendieron, es decir que es imposible reprimir la voluntad de los pueblos y seguir ocupándolos por la fuerza con aviones, misiles y mercenarios, mientras se perpetran masacres en contra de afganos inocentes.

«La retirada de las fuerzas de la OTAN y de los Estados Unidos de Afganistán, el cual será completado en septiembre, creará un vacío que muy probablemente será llenado con una guerra civil mortal. El gobierno del presidente Ashraf Ghani luchará para mantenerse en el poder, confiando en sus 300.000 soldados afganos entrenados y armados por la OTAN en los últimos 20 años. Pero es muy probable que la guerra no dure mucho, ya que las fuerzas de los talibanes, que en la práctica controlan alrededor del 70% del territorio de Afganistán, entrarán en Kabul, tal como lo hicieron la primera vez, en el otoño del año de 1996, cuando marcharon hacia la capital e izaron su bandera sobre el palacio presidencial.

«En sus negociaciones con los estadounidenses en Doha, los talibanes prometieron proteger los derechos humanos en Afganistán, especialmente los derechos adquiridos por las mujeres en los 20 años de ocupación estadounidense, durante los cuales estas se convirtieron en ministras, jueces, periodistas, anfitrionas de medios de comunicación y maestras. Pero cuando el último de los soldados estadounidenses se marche… las promesas serán una cosa y su implementación tristemente será otra. Nosotros esperamos que el movimiento del Talibán cumpla sus promesas, porque el islam le otorga a la mujer todos estos derechos. Los talibanes deberían tomar el ejemplo de sus vecinos, en especial de Pakistán.

«La arrogancia estadounidense, la cual es aplicada sólo al mundo islámico, sufrió un golpe mortal en Afganistán, que lo arrojó al suelo. Este sufrió golpes similares en Irak, Siria y Yemen y muy pronto sufrirá también uno en la zona de la Palestina ocupada. La era estadounidense está llegando a su fin ante el gran cambio en el equilibrio de poder. El surgimiento de nuevas potencias globales derribará a Washington y su dólar del trono del mundo.

«Afganistán y Yemen son dos países que los invasores encuentran fácil de ocupar pero imposible de permanecer en este, obligándolos a retirarse en humillante derrota. Esto se debe no sólo al difícil terreno montañoso de estos países, sino al carácter firme de sus pueblos, su intensa determinación de resistir a la ocupación y su fuerte orgullo. Los libros de historia relatan las derrotas sufridas por los imperios británico y otomano en medio de las montañas y desfiladeros de estos países. Pero, lamentablemente, algunos no aprenden nada de las lecciones que imparte la historia…

«Estados Unidos derrotó a los rusos en Afganistán al enlistar al islam extremista y a los combatientes yihadistas musulmanes. De esta manera se vengó de su derrota en Vietnam y enterró un gran clavo en el ataúd del imperio soviético. Ahora está tratando de repetir este escenario en China, pero no tendrá éxito – no porque el mundo haya cambiado, sino porque el enemigo cambió. Las viejas herramientas estadounidenses están oxidadas y de hecho han perdido su eficacia y sus reservas de petróleo se han secado o están a punto de secarse.

«Tenemos la esperanza de que los árabes por ende se den cuenta de que el costo de resistir es mucho menor que el costo de sucumbir ante los Estados Unidos y sus complots. Estas palabras mías van dirigidas a muchos, en especial a Ramala y Gaza.

«La era de las derrotas estadounidenses ya ha comenzado. Observen el cómo Biden necesita rogarle a Vladimir Putin que se reúna con él. Observen cómo este retira sus buques de guerra del Mar Negro y le ofrece a Irán concesiones que este nunca soñó obtener en las conversaciones de Viena, mientras los misiles iraníes apuntan a sus aliados es decir, los estados del Golfo e Israel y a sus barcos. Y lo peor está por venir, sólo esperen y verán».


[1] Aparentemente es una referencia a informes de que los Estados Unidos ha cancelado sus planes para desplegar buques de guerra en el Mar Negro ante preocupaciones sobre un incremento militar ruso en las fronteras de Ucrania. Véase Reuters.com, 15 de abril, 2021.

[2] Raialyoum.com, 16 de abril, 2021.

[3] Facebook.com/POTUS, 14 de abril, 2021.