Abdennour Bidar es un autor musulmán y filósofo francés [1] que ha sido entrevistado en varios diarios franceses y del Norte de África sobre su visión de un Islam europeo reformado. En uno de sus artículos, originalmente titulado «Islam Para Uno Mismo”, Bidar apunta promover una forma individualizada del Islam. [2]

«Islam Para Uno Mismo» se convirtió luego en el título de un libro corto que Bidar publicó en el 2006 en el que relató su experiencia de un Islam individual como el hijo de una madre musulmana, con un abuelo ateo francés. [3]

Abdennour cree que el Islam debería ser reformado bajo la influencia europea para dar espacio a acercamientos individuales. Debajo se presenta el artículo.

Además, en un artículo publicado el 2 de febrero, 2007 en el diario francés Le Monde, Abdennour Bidar propuso cuatro preguntas a los candidatos en las próximas elecciones presidenciales francesas, presentándose a si mismo como «un intelectual musulmán comprometido con el debate sobre la identidad y el futuro del Islam en Francia». Sus preguntas y comentarios siguen al artículo. [4]

«Existe realmente una comunidad musulmana en Europa?»; «Los musulmanes europeos no viven en el aislamiento, y su estilo de vida no es fundamentalmente diferente del de otros europeos»

Según Bidar, no existe tal comunidad musulmana, sino sólo individuos musulmanes que seleccionan y escogen en el Islam lo qué les conviene a sus necesidades individuales modernas:

«Al comienzo de este Ramadan, estamos escuchando mucho sobre ‘la comunidad musulmana’. Como siempre en este momento del año, los medios de comunicación trabajan duro para nutrir la idea en la imaginación colectiva de que existe tal cosa como una ‘comunidad musulmana’, qué se ha ‘reunido’ en este ‘sagrado mes’ en un esfuerzo colectivo de ayuno y en una atmósfera colectiva de unión, compartir y celebración. Así, éste es el momento correcto para hacer la perturbadora pregunta: ¿Existe realmente una comunidad musulmana en Europa?

«La palabra ‘comunidad’ designa a un grupo de personas que viven, en un grado mayor o menor, aparte del resto de la sociedad, ambos en condiciones físicas y en términos de cultura y estilo de vida. En este aspecto, ya está claro que los musulmanes europeos forman, para mejor, una comunidad virtual en lugar de una real. Aun cuando compartan referencias culturales comunes, y aun cuando se reúnan en ciertas ocasiones, ellos no viven en aislamiento, y su estilo de vida no es fundamentalmente diferente del de los otros europeos. Contrariamente a lo que la mayoría de la gente, incluyendo políticos, piensa, los musulmanes no siempre viven en los suburbios o en Londonistan, y aun cuando vivan allí, su identidad occidental prevalece grandemente por sobre su identidad islámica. El velo o la barba normalmente esconde el parecido a una persona occidental como cualquier otro: una persona que valora sus derechos y es un… consumidor [común]».

«Es a través de la acción afirmativa y permitiendo una sociedad multicultural… que crearemos una comunidad islámica insular»

Bidar está en contra de la acción afirmativa el cual, escribe, refuerza el sentimiento de que los musulmanes son diferentes de otros ciudadanos franceses, y los aísla aun más:

Existe una necesidad urgente de desarraigar la imaginación colectiva de la imagen de la ‘comunidad musulmana’ como un estado dentro de un estado, o mejor como un ‘grupo cerrado’ fuera del cuerpo principal de la sociedad. Es desde este prejuicio sociológico profundo que el tema de ‘acción afirmativa’ surge. Ya que se cree que los musulmanes forman una entidad social distinta que se envuelven juntos en un bloque homogéneo por sus creencias compartidas y su estilo de vida, se siente que es obligatoria – fuera del respeto para tal completa diferencia – para concederles derechos especiales que encajan en su estilo de vida. Sin embargo, es precisamente a través de la acción afirmativa – y permitiendo el desarrollo de una sociedad multicultural en donde los grupos sociales son considerados demasiado diferentes para ser incluidos bajo reglas idénticas – donde nosotros inevitablemente crearemos una comunidad islámica insular!»

«Dejemos atrás la visión colonialista que asume que los musulmanes en Europa permanecen siendo ‘nativos importados’ que se les debe proporcionar con condiciones especiales de vida

Bidar señala las implicaciones condescendientes de la acción afirmativa, que ve a todos los musulmanes idénticos y por consiguiente de tener los mismos «derechos especiales»:

«También debemos entender que el concepto de una ‘comunidad musulmana europea’ es vacía, desde un punto de vista sociológico. Si los políticos están buscando hablar con los musulmanes, y si los sociólogos y periodistas quieren conducir un estudio de campo, entonces deben dejar de buscar una ‘comunidad’ marginal viviendo según costumbres extrañas, una tribu encabezada por ‘representantes de los califas’ … Esta ‘solicitud’ política, qué apunta a proporcionarle a los musulmanes con un ‘espacio separado’ y ‘derechos especiales’, asume que todas las diferencias conllevan a sólo una diferencia – como si sólo existiera un tipo de diferencia musulmana. Dejemos entonces atrás este tipo de perspectiva colonialista que asume que los musulmanes en Europa permanecen siendo ‘nativos importados’ a quienes se le debe proporcionar con condiciones de vida especiales, ya que su ‘islamicidad’ – entendida como una esencia impalpable, una sola forma – supuestamente lo exige! Está sólo en Armonía con la Tierra del Oro Negro, y no en el mundo real de hoy, que encontramos a Beduinos que colocan sus tiendas en el suelo del Castillo Moulinsart, reproduciendo aquí la forma de vida que solían tener ‘allí'».

«Hoy en Europa, nadie difiere tanto de un musulmán como su compañero musulmán; No existe tal cosa como un musulmán típico; Todos nos hemos vuelto musulmanes atípicos»

Bidar explica que existen diferentes conductas musulmanas: Algunos se consideran a si mismos religiosos, otros comparten una herencia cultural común con otros musulmanes:

«Esta caricatura, que está desgraciadamente muy fuertemente arraigada en nuestras mentes debería dejársele atrás, y es tiempo de que empecemos a percibir a los musulmanes tal como realmente son. Su característica predominante es lo que yo he llamado ‘Islam individual’: una cultura de autonomía y de opción personal, y por consiguiente una cultura de diversidad e identidades diferenciadas – un Islam compuesto de individuos en lugar de una comunidad! Hoy en Europa nadie es tan diferente de un musulmán como su compañero musulmán. Hay aquéllos que se consideran a si mismos musulmanes basados en su religión, que para algunos puede toma la forma de un credo simple o esperanza, y para otros la forma de observancia activa, que puede ser por si misma más o menos regular, dependiendo del individuo. Pero otros – en grandes cantidades – se sienten a si mismos musulmanes sobre la base de una herencia cultural en el sentido más amplio de la palabra, y para nada en un sentido religioso. EI Islam no sólo es importante para ellos como fe u oración, sino también como un sistema ético (valores tradicionales de unión y familia), como [un conjunto de] costumbres (dieta, arte culinario, festividades), y también como su propia manera de tomar parte en la cultura del consumidor occidental (escogiendo productos con una etiqueta ‘islámica’, carne halal, Meca Cola, etc.) No existe tal cosa como un musulmán típico. Todos nos hemos vuelto musulmanes atípicos».

«El musulmán europeo es un individuo que quiere definirse a si mismo, Y no ser definido por su pertenencia a un grupo»

Según Bidar, la característica compartida por los musulmanes europeos es su acercamiento autónomo a las prácticas religiosas:

«Los sociólogos de fenómenos religiosos (en particular Nilüfer Göle) persistentemente subrayan este punto: Lo que yo llamo ‘Islam individual’ es la tendencia prevaleciente en la inmensa mayoría de conductas empíricamente observables. El musulmán europeo es un individuo que quiere existir dentro y de si mismo, definirse a si mismo, y no ser definido principalmente por su pertenencia a un grupo. Incluso llevar puesto el velo es el resultado de una opción personal y no un acto de obediencia pasiva a la tradición. En términos filosóficos, podemos declarar que, en el Islam europeo – al igual que en la sociedad moderna en conjunto – la existencia precede al ser. En otros términos, es el hombre que hace al Islam, y no el Islam lo que hace al hombre. No existe ningún solo [credo] predeterminado del Islam que le dicta a todos el cómo deben vivir y pensar. En cambio, hay individuos que intentan, según su propia conciencia individual, encontrar su propia manera de relacionarse al Islam, y así crear ‘Islams’ en plural – muchas maneras de ser musulmán, múltiples modos de tomar parte en la cultura del musulmán. Toda la sociedad europea, así como los propios musulmanes, deben comprender que hemos entrado en la era del existencialismo musulmán».

Los musulmanes europeos están culturalmente condicionados a retener el mito de un verdadero Islam – incluso cuando ven al Islam individual ante sus ojos

«Qué nos impide ver esto? Primero, tal como he dicho, nuestro punto de vista occidental del Islam está todavía corrompido con un terrible esencialismo colonialista: Nosotros no hemos abandonado nuestra anterior imagen imperialista de sociedades musulmanas orientales, practicando un Islam monolítico en el que todos oramos, ayunamos y llevamos puesto un velo, viviendo y muriendo según las mismas reglas (podemos preguntarnos si estas sociedades eran de hecho tan uniformes [en primer lugar]). Retenemos el prejuiciado [punto de vista] de que el Islam es, por naturaleza, un sistema total – una religión comunal que impone un derecho común. Por esta razón aunque vemos a un Islam Individual ante nuestros ojos, retenemos nuestra condicionada incapacidad de reconocerlo culturalmente y de considerarlo.

Segundo, los propios musulmanes, a pesar de los cambios que están teniendo lugar en su relación con el Islam, ayudan a enmascarar el hecho sociológicamente establecido del ‘Islam Individual’, ya que ellos también tienen esta imagen internalizada de una comunidad homogénea, gobernada por las mismas reglas y unidos alrededor de las mismas imágenes religiosas. La mayoría de ellos insiste en retener el mito fundador de ‘un verdadero Islam’. Cuando alguien se atreve a respirar la posibilidad de que un individuo pudiera cuestionar el shari’a [la ley religiosa], o que puedan haber múltiples interpretaciones del Corán, todos salimos en contra de él y decimos: ‘No puedes seleccionar y escoger lo que desees del Islam’, y ‘No puede haber más de un Islam; es el mismo para todos – ya que es un solo credo dado por Un Dios’. Incluso musulmanes que tienen a menudo en la práctica un acercamiento muy libre a las prescripciones del Islam tradicional a menudo permanecen convencidos que, en principio, uno no pudiera toparse con lo sagrado. Para la mayoría de los musulmanes, existe una disociación total entre su forma (dogmática) de pensar y su observancia (liberal) […]»

«Dado este estado de asuntos, el papel del intelectual musulmán está claro. No sólo debe él denunciar esta doble ilusión esencialista para evitar el mayor peligro político de crear un ghetto cultural musulmán – qué proveerá tierra fecunda para el fundamentalismo y el terrorismo – también debe pensar de una manera positiva sobre el fenómeno del Islam individual para llevarlo a un estado de conocimiento pleno. La pregunta es: Cuál es el valor humano, moral, social, político y espiritual de este Islam Individual que los musulmanes en Europa están actualmente desarrollando?»

La falta de legitimidad del Islam individual promueve a tales «vendedores ambulantes de respuestas» tales como Tariq Ramadan o el autodenominado Concejo Europeo para el Fatwa y la Investigación, encabezado por el Jeque Dr. Yousef Al-Al-Qaradhawi

Bidar compara el Islam Individual al acto de juntar («bricolaje«) – adoptando y descartando prácticas para construir la propia identidad personal del musulmán. El lado negativo de tal actitud, señala, es el sentimiento de soledad y confusión que trae consigo. Esto responde a la atracción ejercida por tales guías espirituales como Tariq Ramadan que muestra posturas firmes confortantes. Para evitar tal atracción perjudicial, Bidar sugiere que a este bricolaje se le dé total reconocimiento:

«Esta construcción de una identidad musulmana es a menudo descrita como ‘bricolaje‘. Esta palabra es usada a menudo por sociólogos [para describir la situación en la que] los musulmanes ensamblan juntos un Islam personal, cada uno en su propia manera y según su propio estado personal, manteniendo ciertas prácticas culturales (ayunando notablemente durante Ramadan o en las prohibiciones dietéticas) mientras descartan otras (como el rezar cinco veces al día o llevar puesto el velo). Esta palabra [‘bricolaje’] implica un estado de separación: Cada musulmán europeo es ahora dejado con sus propios dispositivos en una sociedad dónde las normas conductuales del pasado no están más en uso. Cada musulmán tiene que inventar, improvisar, y encontrar su propia manera sin ningún punto objetivo de referencia. Tal desolación y soledad inevitablemente crea un estado de confusión que atrae a todos aquéllos que ‘venden respuestas de puerta en puerta’, tales como Tariq Ramadan y su estirpe, o el auto proclamado Concejo Europeo para el Fatwa [y la Investigación, encabezado por el Jeque Yousef Al-Qaradhawi, un prominente líder espiritual de la Hermandad Musulmana] y grupos similares – [quiénes proporcionan] respuestas diciendo que el ‘Islam es así’ o ‘en el Islam haces tal y cual y en este tipo de situación’. Y en este punto regresamos al esencialismo».

«Los musulmanes europeos están forjando su personalidad moral, social y espiritual; El Islam individual está construido sobre la autonomía, la dignidad, la responsabilidad y el derecho a la legitimidad

«Por consiguiente, el papel del intelectual es el no restaurar este ‘bricolaje personal’ al camino tradicional de un único Islam: [su papel] es simplemente dar significado y confianza ante este ejercicio en el ‘bricolaje’, en primer lugar dejando de etiquetarlo como ‘bricolaje’ – un término derogatorio que desaprueba totalmente el fenómeno que este pretende describir. Esto debe decirse en alto y claro: Estos musulmanes que están construyendo su identidad personal no se están comprometiendo en el ‘bricolaje’; están forjando su personalidad moral, social y espiritual, y eso es algo totalmente diferente. Para hacer justicia a la noble [naturaleza] de este proyecto de auto-construcción, yo le concederé ahora todo el entendimiento, dignidad y legitimidad que este merece.

«Entendimiento: En el panteón de los valores universales, existe un término para este proceso donde cada individuo construye su propia identidad musulmana: Esto es llamado autonomía – la habilidad y obligación de cada hombre para determinar sus propias reglas de acción y sus propios principios de logro. Dignidad: escoger la propia identidad islámica es cumplir la más alta responsabilidad que un ser humano puede tener: la responsabilidad por construir su propia identidad. Tal persona emprende [la tarea] qué Michel Foucault llamó ‘le souci de soi’ (el cuidar de uno mismo), esa misma construcción independiente del propio yo que Epictetus y Cicerón ya consideraron como la señal que marca a un hombre como verdaderamente culto. Legitimidad: Es indispensable que este proceso se vuelva correcto. Es decir, [es imperativo que] esta opción personal – la selección de un tipo personal de observancia, creencia, religión, y estilo de vida – reciba el verdadero y pleno reconocimiento en la cultura del musulmán, lo cual no ha sido el caso [hasta ahora]. Ninguna verdadera legitimidad fue nunca otorgada a la decisión individual de aquéllos que escogieron no honrar algún orden dado del shari’a«.

«El Islam individual es la reflexión de una cultura que ha sufrido un cambio radical de su forma autoritaria de origen, y qué se ha convertido en democrático»

Respondiendo a aquéllos que se preguntan si el Islam es compatible con la democracia, Bidar escribe que la democracia ya se ha infiltrado al Islam europeo. En contacto con los valores europeos y occidentales, la mayoría de los musulmanes ha desechado la forma autoritaria del Islam de una forma natural:

«Hoy día, la gente se pregunta a menudo si el Islam europeo puede ser admitido en nuestras sociedades democráticas. Todo lo arriba expresado demuestra que realmente es la democracia que está penetrando en el Islam. El Islam individual es, en efecto, la reflexión de una cultura que ha sufrido un cambio radical de su forma autoritaria de origen, y qué se ha vuelto democrático a través de un proceso en el que el individuo – cada musulmán europeo individual – lo moldea para si mismo. Reconozcamos entonces finalmente este cambio y adaptemos nuestra comprensión del Islam europeo, ambos trabajando para desmantelar el fantasma de una ‘comunidad’, y también en el no reducir el cambio democrático en el Islam europeo a un mero caso de ‘bricolaje'».

Retrasar un Islam europeo más desarrollado, los líderes islámicos como Al-Qaradhawi intentan entrar en Europa de una «manera muy ofensiva»

En su artículo, Bidar está en contra de los cuerpos autoritarios que apuntan a decidir lo que es correcto y lo equivocado que está el Islam, diciendo que esto no satisface la clase individual de Islam que se ha vuelto común en Europa:

Pregunta No. 1: «Apunta usted a mantener el Concejo Francés para el Culto Musulmán (CFCM)? [5] Los estudios de los sociólogos muestran que la noción de culto ha evolucionado de una manera drástica entre los musulmanes europeos. Ellos no dejan su fe, pero la adaptan [a la vida moderna] agregándola a los valores occidentales de escogencia personal, autonomía y responsabilidad… Cada musulmán piensa ser su propio amo y juzga considerando su relación al dogma y a la ley religiosa, por consiguiente definiendo por si mismos la forma de su propia vida espiritual…

«Podemos nosotros ignorar tal evolución y seguir aceptando, aquí en Francia, que las funciones del CFCM sean como las de la ‘autoridad religiosa’…? Quedándose detrás de un [tipo de] Islam europeo más desarrollado, éstos ‘líderes religiosos quieren’ entrar en Europa hoy día, de una manera muy ofensiva, notablemente a través del auto proclamado Concejo Europeo para el Fatwa [e Investigación, encabezado por el Jeque Yousef Al-Qaradhawi.] con sede en Londres, cuyo objetivo es definir los derechos religiosos de los musulmanes europeos».

«El entrenamiento de imams en Francia debería incluir la enseñanza de valores occidentales»

Bidar insiste que los imams deberían ser entrenados en Francia y que los valores occidentales deberían ser parte de su plan de estudios, señalando el peligro que traen consigo los «imams importados»:

Pregunta No. 2: «Piensa usted crear un instituto para entrenar imams? Nosotros estamos de acuerdo… que es preferible evitar ‘importar’ imams que no saben nada de nuestra cultura [francesa occidental] y quiénes esparcen valores e intereses que no son aquéllos de los musulmanes europeos. Deben lograrse tres objetivos: [a)] protegernos a nosotros mismos del proselitismo conservador que corrompe al mundo musulmán; [b)] restringir el fitna – e.d. de la lucha que desgarra el mundo islámico en varios [grupos] cada uno de los cuales interpreta la religión de una manera diferente, según varios intereses políticos y económicos oscuros, que entran en Europa a través de imams que representan cierta corriente (la Hermandad Musulmana por una parte, Al-Qaeda por la otra, etc.); [y c)] finalmente, habilitar la salida de un tipo autónomo de Islam, verdaderamente europeo.

«Pero cómo puede esto ser logrado? Como debe ser el entrenamiento de estos imams futuros para asegurar que lograrán su deber religioso de acuerdo con los valores y leyes de la República? Qué les enseñaremos, además del conocimiento del Corán y el Sunna del Profeta (…) [Los futuros imams] necesitarán otras herramientas de juicio para cumplir su papel de ‘concejo espiritual’. El curso debe incluir mayormente la cultura occidental, a través de la enseñanza de las humanidades, el estudio que es una condición necesaria para una comprensión total de los estándares de nuestra civilización».

«Pidiendo por derechos especiales en nombre de la religión es una táctica de la Hermandad Musulmana»

Según Bidar, concederles derechos especiales a los musulmanes significa que converjan a un islamismo, denominado «Islam conservador»:

Pregunta No. 3: «Piensa usted otorgarle derechos especiales para observar a los musulmanes? El asunto de estas mujeres musulmanas que se niegan a ser examinadas por médicos hombres en los hospitales es una advertencia contra un tipo de Islam conservador que exige que los musulmanes disfruten derechos especiales – y sean ‘tratados diferentemente’. ¿En nombre de que? El derecho a ganarse el reconocimiento en las áreas públicas. Las demandas son de todo tipo: el derecho a llevar un burka en el lugar de trabajo, el derecho para los niños [musulmanes] de recibir alimento halal a la hora del almuerzo en la escuela, el derecho de las mujeres [musulmanas] de tener horas separadas en las piscinas, el derecho para los niños [musulmanes] a no ir a la escuela en los días festivos musulmanes y los viernes.

«Dos tendencias están activamente promoviendo estos derechos. Primero, la escuela multi culturalista según el cual la República Francesa trata a sus ciudadanos desigualmente, negando persistentemente las diferencias culturales en nombre de un entendimiento formal del [significado de] igualdad y de un entendimiento extremista del [significado de] secularismo. [La segunda tendencia] está [compuesta de] musulmanes conservadores – seguidores de Tariq Ramadan: su estrategia es pedir estos derechos especiales en nombre de ‘la libertad religiosa’, lo cual es un componente de la libertad de conciencia. Ésta es una repetición de la gastada táctica de la Hermandad Musulmana, que dirige sus propias armas contra Occidente: ‘la libertad de conciencia’ es usada contra la verdadera libertad, ya que es un medio para mantener la dominación de un tipo intolerante de Islam.

«Debemos poner en claro que el derecho [de desplegar] ‘señales vistosas’ de identidad islámica no es una demanda de todos los [ciudadanos] franceses de origen musulmán – sólo de aquéllos que favorecen una aplicación fundamental del dogma [e.d la ley]».

«El Ministerio de la Cultura Francesa podría ayudar a financiar la edificación de mezquitas» que a cambio «comprometería el contratar sólo a imams franceses especializados»

Bidar se dirige al asunto del patrocinio estatal de mezquitas en Francia, señalando que esto pudiera convertirse en un interrogatorio de los principios seculares de la República Francesa. Sin embargo él sugiere que tales patrocinios pudieran tener lugar si en cambio las mezquitas se comprometieran a contratar sólo a imams franceses entrenados:

Pregunta No. 4: «Piensa usted que la República [francesa] debería pagar por la construcción de lugares de rezos? Debería la República secular ayudar a financiar la construcción de mezquitas? Obviamente, esta pregunta hace surgir de nuevo el debate sobre una posible ‘revisión de la ley 1905’ [sobre el secularismo]: Deberíamos nosotros reexaminar el entendimiento y la redacción del principio secular – la separación entre el estado y los grupos religiosos? Debería permitírsele en parte a la república desprenderse de su principio de ‘no intervención’ en los asuntos religiosos? Una cosa podría alentarla a hacerlo: el hecho que el Islam se ha convertido en la segunda religión en Francia, y se ha vuelto por consiguiente mucho más visible en las áreas públicas – qué parece justificar el hecho que el estado ‘le da espacio’ o ‘le coloca límites a esta’.

«‘Darle espacio’ podría significar financiar en parte [la construcción] de lugares de culto. Esto sólo parece justo, ya que la mayoría de los musulmanes nació de inmigrantes pobres. Si queremos evitar a Arabia Saudita – con su conservador [acercamiento al] Islam – financiando al Islam francés, la opción es fácilmente hecha. Colocando límites para su significado – al igual que la ley que prohíbe el velo en las escuelas – que el estado da al secularismo comprensivo como ‘no-intervencionista’ y, si es necesario, llama en los musulmanes a honrar los valores republicanos en particular, y los valores humanistas en general.

«Respecto a la construcción de mezquitas, yo creo que es inútil convertir esto en un problema ideológico. Sin chocar con el principio de separación entre el estado y los grupos religiosos, debería ser posible para el ministerio de cultura – o para los grupos locales – de ayudar a las asociaciones musulmanas a construir lugares de culto, en nombre de la pluralidad cultural. [A cambio de] estos lugares de culto deberían comprometerse a si mismos a sólo contratar imams entrenados en Francia (según las condiciones declaradas anteriormente) y funcionar como ‘centros culturales’ dónde el aspecto social de la religión pueda ser expresado…

«Respecto a los principios, está claro que hasta donde la diferencia musulmana le concierne – en nuestro país con una tradición cristiana – el estado debe lanzar un debate con los musulmanes y dejar de ser neutral. Esto no significa que cualquier tipo de diferencia debería ser reconocida […]».

* Nathalie Szerman es Directora del Proyecto de Reforma de África del Norte en MEMRI.


[1] Abdennour Bidar es mejor conocido por su libro Un Islam pour notre temps (Islam para Nuestro Tiempo), (Seuil, 2004).

[2] El portal reformista Medio Oriente Transparente 24 de julio, 2005 http://www.metransparent.com/texts/abdennour_bidar_self_islam.htm

[3] Islam Para Si Mismo, Seuil, 2006.

[4] Las elecciones presidenciales en Francia del 2007 tendrán lugar el 22 de abril (primera ronda) y el 6 de mayo (segunda ronda).

[5] El CFMC (Conseil Français du Culte Musulman) fue creado en el año 2003. Este «Concejo Francés para el Culto Musulmán» apunta a representar a todos los grupos islámicos en Francia. También está a cargo de tratar con tales asuntos como la edificación de mezquitas, espacio para los musulmanes en los cementerios, organizar las celebraciones musulmanas etc.