Lo siguiente son extractos del Episodio 2 de «Órbita Grado Cero», una serie dramática iraní que fue presentada en el Canal 1 de la televisión iraní el 30 de abril, 3007. La serie fue puesta al aire en principio en el Canal 1 en abril y fue retransmitida luego en Jaam-E-Jam3 Tv en junio.

Para ver este segmento de video: http://www.memritv.org/clip/en/1565.htm .

Para ver extractos del Episodio 1 de «Órbita Grado Cero», visite: http://www.memritv.org/clip/en/1556.htm .

Dr. Parsa: «De hecho, su suposición fue correcta, Sr. Menuhin. La evidencia sugiere que con toda probabilidad, esto fue obra de judíos fanáticos».

Rabino anti-sionista Menuhin: «Probablemente es el trabajo de la Agencia Judía. Ellos no se molestan en presentar la vida aquí tan terrible e insegura, para convencer a tantos judíos como sea posible a que emigren a Palestina. Cuál es el nombre del hombre que usted arrestó?»

Comandante Fatahi: «Yaakub Kasas. El Sr. Daud Yudein dijo que usted lo conoce».

Rabino Menuhin: «Sí, él solía asistir a las reuniones de nuestra asociación. Teniendo esto ha admitido el Sr. Kasas algo significativo?»

Comandante Fatahi: «No todavía, pero no se preocupe. Tarde o temprano haremos que hable».

[…]

El comandante Fatahi confronta a Yaakub Kasas en su celda en la cárcel.

Comandante Fatahi: «Escuché que había decidido permanecer callado».

Yaakub Kasas: «Hablaré sólo en presencia de mi abogado».

Comandante Fatahi: «Bien, pero puede usted estar seguro de que si permanece callado, su situación irá de mal a peor, en especial desde que un oficial de policía fue severamente herido en este incidente. Finalmente, necesitamos entender por qué el Rabino Yizhak fue asesinado, por qué secuestró usted a Daud Yudein, y por qué realizó grandes esfuerzos para presentarse a si mismos como elementos anti-judíos que apoyan a Alemania. Más importante, necesito información sobre la identidad del fugitivo. Tendré las respuestas a todas estas preguntas de usted».

Yaakub Kasas: «Se ofendieron ustedes realmente porque nos presentamos a nosotros mismos como germanófilos, correcto? Quizá ustedes apoyan a los alemanes también, fascistas antisemitas».

Comandante Fatahi: «Escuchen, otras dos personas aparte del Rabino Yizhak estuvieron involucrados en este incidente. Quién sabe, quizá ustedes son el cuarto. Por su propio bien, mejor sería que cooperaran con nosotros».

Yaakub Kasas: «No sé nada de esta gente».

Comandante Fatahi: «Ninguna prisa. Ustedes llegarán gradualmente a la conclusión de que la paciencia del Comandante Fatahi, al tratar con los gustos de ustedes, es como la paciencia de Job».

[…]

Rabino Menuhin: «Durante los últimos días, en algunas reuniones accidentales y planificadas con colegas, les pedí que me permitieran saber si tienen ellos alguna información sobre el sospechoso arrestado, Yaakub Kasas. Él fue visto varias veces en reuniones organizadas por la Agencia Sionista – reuniones apuntaron a alentar la emigración de judíos hacia Palestina. A propósito, su familia salió de Irán hace algún tiempo, junto con algunos judíos que querían emigrar».

Comandante Fatahi: «Si no me equivoco, usted dijo antes que el Rabino Yizhak, pueda él descansar en paz, estuvo a menudo en conflicto con un grupo de judíos influyentes y extremistas. Por qué?»

Rabino Menuhin: «Porque creyó que la patria de cada judío es el país en el que él vive, y esto corre opuesto a la consigna de la Agencia Sionista sobre el establecer un estado judío en Palestina».

Comandante Fatahi: «Yo no entiendo de política. De hecho, desprecio a todos los políticos y diplomáticos, pero espero que pueda darle un buen uso a la información que usted me ha dado».

Rabino Menuhin: «Espero que tenga éxito».

[…]

Una pistola es entregada en secreto a la celda de Yaakub Kasas.

[…]

Yaakub Kasas mantiene como rehén a un sargento policía y a un capitán, amenazando con matarlos.

Yaakub Kasas: «No se me acerquen! Les dije que no se me acercaran. Dígales que suelten sus armas, si no les volaré los sesos. Dense prisa».

El comandante Fatahi le hace señas al policía para que suelten sus armas.

Yaakub Kasas: «Ustedes también. Pongan sus armas en el piso».

Comandante Fatahi: «Mejor que detenga usted esta estupidez. Está haciendo las cosas aun peor para si mismo».

Yaakub Kasas: «Cállese, Mayor. Hasta ahora, usted ha estado haciendo las preguntas, ahora tiene que contestar las mías. Yo estoy seguro que usted no quiere que yo le vuele los sesos a su colega de un solo disparó, no? Contésteme, idiota».

Comandante Fatahi: «No, no quiero».

Yaakub Kasas: «Muy bien, podemos hacer un trato. ¿Qué piensa usted, comandante? Ahora escúcheme, y oiga lo que tengo que decir. Usted me dará un automóvil y un chofer, y yo le prometo que en el momento en que salga de aquí y llegue a un lugar seguro en alguna parte, los liberare a ambos. ¿Qué piensa usted? Eso es una buena idea, correcto?»

Comandante Fatahi: «No hay lugar para ti, Yaakub. No llegaras muy lejos».

Yaakub Kasas: «Ése es mi problema. Sólo sigue mis órdenes, o si no dejaré un cuerpo aquí. Andando».

El jefe de la policía le dispara a Yaakub Kasas en el pecho.

Comandante Fatahi: «Está usted bien, sargento?»

Policía: «Vamos, capitán, si bebe esta agua con azúcar, se sentirá mejor».

Comandante Fatahi: «Este paso no era necesario en lo absoluto, señor. Eventualmente, lo hubiera desarmado de algún modo».

Jefe de la policía: «Para ese momento, no podría pensar en nada más».

Comandante Fatahi: «Pero señor, él es nuestra única guía en este asunto».

Jefe de la policía: «Las vidas de mis hombres significan más para mí que cualquier cosa. Tienes razón».

Comandante Fatahi: «Tenemos que verificar quien puso el arma en su celda».

Jefe de la policía: «Sí, ése es un punto muy importante. Lo haré yo mismo».