Por: N. Mozes y M. Terdiman*

Introducción

Luego de seis años de guerra en Siria, el régimen del Presidente sirio Bashar Al-Assad parece tener ventaja sobre las fuerzas rebeldes. La asistencia masiva de sus aliados, Irán, Rusia y Hezbolá le ha permitido aplastar casi totalmente a sus oponentes y sacarlos de fortaleza a fortaleza. Esto es hecho asediando las áreas controladas por los rebeldes e impidiendo la entrega de ayuda humanitaria a sus residentes, mientras estos realizan ataques aéreos masivos, incluso con bombas cañón y ataques de artillería. Los principales esfuerzos del régimen se concentran ahora en Alepo, donde ya ha recuperado más de dos tercios del este de la ciudad. Al mismo tiempo, los aliados rusos del régimen están concentrando sus ataques en Idlib, que ahora es un baluarte importante para las fuerzas opositoras que llegaron desde otros lugares del país, bajo «acuerdos de reconciliación» con el régimen que, sin embargo, no impide a los rusos tenerlos en la mira como parte de la ofensiva del régimen.[1]

Las numerosas victorias militares del régimen, especialmente en Alepo, llegan en un momento de cambio político en algunas de las superpotencias occidentales que han liderado el bando anti-Assad. El triunfo presidencial de Donald Trump, la esperada victoria presidencial francesa de Francois Fillon y las declaraciones de ambos indicando su voluntad de trabajar junto a Assad en la lucha contra el EIIS han llevado al régimen sirio a esperar cambios a su favor en la política estadounidense respecto a la crisis en Siria. Estos también han aumentado la creencia del régimen de que su causa es justa y que prevalecerá y lo alentó a seguir combatiendo por la victoria total, sin ningún tipo de negociaciones.

A lo largo de la guerra, incluso cuando su campo de batalla y sus situaciones diplomáticas estaban en su punto más bajo, el régimen sirio nunca vaciló, manteniendo la confianza de que triunfaría al final.[2] Hoy su sentido de victoria tiene su paralelo en una medida igual de desaliento entre la oposición y sus partidarios, con infinidad de pérdidas en el campo de batalla, una creciente división en sus filas y cada vez más numerosas las voces que están comenzando a reconocer una próxima victoria de Assad.

Este artículo describirá el sentido del triunfo del régimen de Assad y el de sus aliados, tal como lo reflejan las declaraciones de los altos funcionarios del régimen y los artículos publicados por los diarios estatales y pro régimen. También revisará la frustración y la desesperación de la oposición y sus partidarios, tal como se observa en los artículos de la prensa siria y árabe que expresan el reconocimiento de una pronta derrota.

Régimen de Assad: la victoria está en el horizonte, cambiará el equilibrio de poder no sólo local sino también internacionalmente

Tal como se ha dicho, en las últimas semanas el régimen sirio ha sido alentado por sus logros en el terreno y por los cambios en el ámbito internacional que, según este cree, le permitirá permanecer en el poder y también lo posicionará como un actor importante, no solo a nivel regional, sino global. Esto se hace evidente por las declaraciones de funcionarios sirios y artículos en la prensa del gobierno y del régimen.

Los terroristas enfrentan una opción entre rendirse y la muerte

Habiendo recapturado cerca de dos tercios de Alepo al sitiar a los residentes y retenerles ayuda humanitaria mientras realizan ataques aéreos indiscriminados y ataques de artillería, incluyendo hospitales, el régimen está más decidido que nunca a eliminar los restantes focos de resistencia en la ciudad y rechaza en lo absoluto cualquier arreglo que no sea una entrega total de las fuerzas rebeldes. En una entrevista el 8 de diciembre, 2016 con el diario pro-régimen Al-Watan, Assad resaltó su determinación de retomar Alepo: «La decisión de liberar a toda Siria, incluyendo a Alepo, fue tomada desde el comienzo [de la guerra]. Nunca pensamos dejar ninguna parte [de Siria] sin liberar».[3]

Muhriz Al-‘Ali, columnista del diario pro-régimen Al-Thawra, escribió: «Desarraigar el terrorismo es prioridad absoluta y la única opción que tienen los terroristas es escoger entre la muerte y rendirse, porque la decisión de purgar Alepo y toda Siria de la suciedad del terrorismo y de los terroristas ya ha sido hecha y esta es la meta principal de todos los sirios, no importa cuántos sacrificios [se necesiten]».[4]

El columnista de Al-Thawra Nasser Mundhir escribió de manera similar que la batalla por Alepo «hará que todas las consideraciones regionales e internacionales cambien a favor del eje de la resistencia en la región… Gracias al ejército [sirio], Alepo está logrando ahora la victoria final sobre el terrorismo y sus partidarios, esta no aceptará nada menos que la victoria y la derrota de la agresión. Libre de terrorismo, allanará el camino a la victoria en muchos otros lugares y abrirá la puerta a la solución política que el ejército ya perfila en el terreno… «.[5]

Caricatura en diario saudita «Bashar» tiene en la mira a los sirios con bombas cañón, «Rusia» con misiles, «Irán» con armas y el «EIIS» con cuchillos (Al-Iqtisadiyya, Arabia Saudita, 7 de diciembre,, 2016)

Alepo – Un punto de quiebre en la guerra siria: Nuestros constante posición cambia el equilibrio internacional de poder

Tal como lo ve el régimen sirio, sus éxitos militares alrededor del país, específicamente en Alepo y su capacidad para mantenerse firme durante toda la crisis, han cambiado el equilibrio de poder no sólo en Siria, sino también en el mundo entero. Assad le dijo a Al-Watan en una entrevista que si bien los asuntos internos eran un factor dentro de los cambios en los países occidentales, los cambios también fueron el resultado de elementos externos, tales como el terrorismo y la inmigración, los cuales están directamente relacionados a los acontecimientos en Siria. Según Assad, fueron las advertencias del régimen sirio a lo largo de los años del conflicto que contribuyeron a «exponer el engaño de Occidente en los medios de comunicación, en las políticas y en las instituciones y grupos lobbies vinculados a [Occidente] y ellos [estas advertencias] jugaron un papel en fomentar la demanda popular para un cambio en los países occidentales… Si no fuera por la postura firme del pueblo sirio y del estado, los ciudadanos occidentales hubieran creído que estas mentiras eran ciertas…»[6]

Bouthaina Sha’aban, asesor político de Assad, fue más contundente, diciendo: «La firmeza de Siria y el apoyo de sus aliados han desplazado el equilibrio [de poder] regional e internacional… Los recientes acontecimientos en el ámbito internacional están enfrentando a los países de la región a un nuevo mundo, lo cual requiere una reflexión y acciones adicionales para formular planes políticos e informativos estratégicos a nivel regional y mundial».[7]

El Presidente del Consejo Ejecutivo de Hezbolá Hashem Safi Al-Din dijo de manera similar que después de que el ejército recapture la parte este de Alepo, «los equilibrios de poder cambiarán no sólo en Siria sino en toda la región y será el comienzo del final de la guerra mundial lanzada contra Siria y la resistencia».[8]

Ahmad Hassan, columnista para el diario estatal sirio Al-Ba’th, comparó la batalla de Alepo con la batalla de El Alamein en la Segunda Guerra Mundial. Este escribió: «Los resultados de la batalla allí [en Alepo], que se decidirá antes que después en favor del régimen sirio,… pueden compararse con los resultados de la famosa batalla de El Alamein, siendo esta un importante punto de inflexión que ayudó a decidir el resultado final de la Segunda Guerra Mundial… El significado objetivo de lo que está sucediendo ahora [en Alepo], es que la etapa siguiente a [la victoria] en Alepo comienza [ahora mismo], en este mismo momento… La batalla continúa y continuará hasta que todos los barrios [de Alepo] sean purgados y todas las partes de la ciudad sean devueltas al seno del estado sirio. La acción militar continúa y continuará en cada pedazo de tierra que el terrorismo haya contaminado, sin importar su precio…»[9]

Imad Salem, columnista de Al-Ba’th, escribió: «El mundo está al borde de una transformación estratégica que transformará varias alianzas, por lo que los países que sueñan con mantener sus largos tentáculos en lugares lejanos se verán obligados a retirarse nuevamente hacia sus propias fronteras… Los contornos de la victoria del ejército sirio y sus aliados en la III Guerra Mundial se están aclarando y cosecharemos el fruto de la constancia y el de los sacrificios. No existe mejor prueba de ello [que el hecho de que algunos países, entre ellos la Estados Unidos de Trump y la Francia de Marine Le Pen, se ven precipitados hacia Rusia, lo que significa que Siria será un actor importante no sólo en la región, sino también en el mundo y los agentes [de los Estados Unidos] deberían estar listos para cosechar lo que sembraron…»[10]

Rif’at Al-Badawi, columnista del diario sirio pro-régimen Al-Watan, afirmó que en el mundo hoy, cualquiera que desee ganar una elección presidencial debe reconocer el importante papel del régimen sirio. En una columna titulada «Siria y el Camino a la Presidencia», este escribió: «El poder del Presidente electo de Estados Unidos Donald Trump proviene del hecho de que se rebeló contra el mecanismo que produce presidentes [en los Estados Unidos] y no tenía necesidad de la ayuda de las grandes corporaciones… [Además], este declaró su deseo de cooperar con Rusia bajo la presidencia de Putin y [dijo] que apoya que el Presidente Bashar Al-Assad se mantenga en el poder y a ayudarlo en su guerra contra el terrorismo… En Francia, la derrota de Nicolás Sarkozy en las primarias presidenciales de su partido fue un castigo que [recibió] luego que su papel en el complot contra Libia y Siria fuese expuesto… [Contrariamente], Francois Fillon declaró su intención de mantener conversaciones directas con Rusia e Irán a fin de encontrar una solución política para Siria y luchar contra el terrorismo allí, [subrayando] que los deseos del pueblo sirio deben ser respetados… El resultado es que Fillon está logrando avanzar hacia la presidencia francesa. El General Michel ‘Aoun, aliado de Siria y de Hezbolá, [ya] ha logrado el título de ‘Presidente Honorable’… El mundo está cambiando y las alianzas se están reformando y Siria está en el corazón de este nuevo mundo. El camino a la presidencia pasa a través de Siria y el que quiera ganar tiene que reconocer el papel de los líderes sirios y respetar la voluntad del pueblo sirio».[11]

Desprecio por los Estados Unidos y la ONU: Las amenazas de los estadounidenses son de menos importancia, de Mistura debe irse 

Esta percepción del régimen de Assad de que los acontecimientos sobre el terreno y en el escenario internacional están a su favor también se refleja en las declaraciones de los funcionarios sirios y en los artículos de la prensa pro-régimen que expresan un desprecio abierto por la administración estadounidense y por el enviado de la ONU a Siria Staffan de Mistura.

En una entrevista con Al-Watan, el Presidente Assad atacó al gobierno saliente estadounidense diciendo: «En el último año, la administración estadounidense se ha comportado como las facciones armadas en Siria, luchando por un botín y logros… Las declaraciones que [este da por la mañana difieren de las políticas [a seguir] por la tarde y éstas son diferentes a las acciones del día siguiente… Uno siente de que no existe una política consistente, sino [sólo] luchas [entre facciones dentro de la administración]».[12]

La crítica a la administración estadounidense también fue expresada en los artículos de prensa, especialmente después que la asesora de Seguridad Nacional Susan Rice dijera, tras la escalada de los ataques a Alepo, de que «el régimen sirio y sus aliados, Rusia en particular, es responsable de las acciones inmediatas y a largo plazo causadas en Siria y más allá».[13] Los artículos indicaron que estas acciones eran mera bravuconería, al igual que las amenazas del gobierno de los Estados Unidos en el 2013 para atacar en Siria si se probara que el régimen había utilizado armas químicas y que esta bravuconería solamente demostró que la administración estadounidense apoya a los terroristas. Ali Nasrallah, columnista de Al-Thawra escribió: «Las últimas advertencias de Estados Unidos carecen de sentido… Son otra una indicación a la preocupación del gobierno de Obama por la seguridad de sus mercenarios, que esta trató de defender a través del Enviado Especial de la ONU a Siria Staffan de Mistura]… y exponer una administración que está desligada de la realidad y está repleta de delirios… Ni Rusia ni Siria en la actualidad sienten la necesidad de recordarle a la actual administración estadounidense que la decisión final de liberar Alepo de los wahabí [es decir, sauditas] mercenarios ya ha sido tomada y no es objeto de debate o reevaluación bajo ninguna excusa y que ninguna oposición estadounidense afectará el despliegue y desarrollo de los acontecimientos…»[14]

Amin Hatit, columnista y analista libanés del diario Al-Thawra, escribió: «Cuando Obama amenazó con atacar a Siria en el 2013 [tras informes de que el régimen había utilizado armas químicas], supimos que era [mera] fanfarronería y que nunca se atrevería a actuar en consecuencia, ante lo que le esperaría en suelo sirio… Las advertencias y amenazas norteamericanas no tienen efecto en las decisiones en Siria e Irak… La advertencia norteamericana no es más que propaganda política y una [táctica] propagandística…»[15]

Una actitud similar fue expresada hacia Staffan de Mistura, quien fue recibido fríamente durante su visita del 20 de noviembre, 2016 a Damasco. Un artículo particularmente insultante en Al-Watan, cercano al régimen, publicado el mismo día, declaró que Siria había rechazado repetidamente las peticiones de Mistura de visitar el país y especuló que su visita sería muy breve a fin de reflejar «la insatisfacción de Damasco» con su «reciente serie de comentarios provocativos e injustos, que no están en consonancia con el papel de mediador del enviado especial de la ONU para resolver la crisis». El artículo agregó que la victoria electoral de Donald Trump había «golpeado duramente a Mistura» y lo había colocado «en una posición poco envidiable».[16]

La evaluación de Al-Watan resultó ser correcta. Luego de la visita de Mistura, que duró sólo unas pocas horas y que incluyó una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores sirio Walid Al-Mu’allem, el ministro celebró una rueda de prensa en solitario en la que rechazó de inmediato la propuesta de Mistura de un alto el fuego en Alepo a cambio de la salida de los combatientes de Jabhat Fath Al-Sham (antes Jabhat Al-Nusra) del este de Alepo y el establecimiento de una especie de gobierno autónomo de las fuerzas locales opositoras. Al-Mu’allem calificó la propuesta de «totalmente inaceptable, ya que perjudica nuestra soberanía nacional y recompensa el terrorismo» y añadió que era inconcebible que la ONU presentase tal iniciativa. De Mistura, este dijo, no había cumplido las expectativas, no había discutido una renovación del diálogo interno-sirio y no proporcionó garantías de que el alto el fuego sería respetado por los países que apoyan el terrorismo.[17]

 

Artículos en la prensa siria también acusaron a Mistura de apoyar a los terroristas y sobrepasar los límites de su posición y pidió renunciara. Un artículo de Al-Thawra afirmó: «La ONU nunca se ha involucrado a si misma tan directamente como parte directa en el conflicto por medio de su enviado, que no sólo está parcializado a favor de los terroristas sino que ha trabajado para violar la carta magna y los principios de las Naciones Unidas… Pareciera como si el enviado de la ONU no quiere poner fin a su papel antes de utilizar su influencia para consolidar el plan terrorista y permitir a sus partidarios retener un punto de apoyo [en Siria]…»[18]

El columnista de Al-Watan Samer Ali Dahi escribió: «Luego de la visita de Mistura a Damasco hoy, no será de extrañar que Damasco requiera reemplazar al mediador internacional [de Mistura], que hasta ahora ha fracasado en su tarea. Su viaje a Damasco fue inútil y este regreso con las manos vacías.[19]

El columnista de Al-Thawra, Abd Al-Halim Sa’ud, escribió de manera similar: «Los esfuerzos por De Mistura en defender a unos 7.000 terroristas al este de Alepo sin tener en cuenta a unos 2.000.000 de habitantes que sufren debido a ellos es un ultraje de la ONU que no puede ser aprobado en silencio o se permita que continúe y constituye también un traspaso flagrante en los límites del papel que ejerce [de Mistura]. Tal vez de Mistura, quien está tan comprometido con la seguridad de los terroristas en Alepo oriental, debería haberles persuadido a emigrar hacia occidente y utilizan su vasta experiencia para convencer a los países occidentales que los apoyan a que los reciban…»[20]

Los opositores de Assad, desmoralizados y derrotados, están reconociendo que Assad ha ganado

El sentido actual del régimen de Assad de que la victoria está a la mano está siendo, por primera vez, eco de algunos miembros de la oposición, tal como se ve en los últimos artículos publicados dentro y fuera de Siria que expresan la desesperación y el reconocimiento por la derrota.

El ejército y los organismos de oposición política son criticados por «secuestrar nuestra revolución»

Uno de los principales factores en la derrota de la oposición, tanto en el terreno como en la arena política, es la ruptura entre la oposición política y la militar, que se remonta al inicio de la revolución. La brecha es el resultado de la falta de un liderazgo único acordado – una debilidad hábilmente aprovechada por el régimen y sus aliados. Una manifestación notable de este estado de cosas fue la ausencia de representantes tanto de la Coalición Nacional para las Fuerzas Revolucionarias Sirias y las Fuerzas de Oposición y del Alto Comité de Negociaciones Sirias, donde ambas afirman representar a la oposición siria, desde las conversaciones patrocinadas por Turquía en diciembre del 2016 en Ankara, entre representantes de algunas de las facciones que combaten en Alepo oriental y el personal militar ruso.[21]

Las repetidas derrotas de la oposición sobre el terreno, particularmente en Alepo, llevaron a muchos opositores del régimen a criticar el mal funcionamiento de la oposición política y militar y de las muchas divisiones entre ellos. Algunos afirmaron que estos cuerpos no los representaban. El periodista sirio Ali Safar escribió en un artículo titulado «¿Quién les Dio Nuestras Voces? ¿Por Qué Hablan en Nombre Nuestro?»: «En los últimos seis años no surgió ningún cuerpo político o militar que goce de un consenso sirio y se pueda confiar en él para acelerar el proceso político y poner fin a la vergonzosa realidad en la que viven todos los [sirios], dentro y fuera del país… Un grupo armado toma en sus manos el destino de toda una región, afirmando hablar por sus residentes y el régimen continúa haciendo exactamente lo mismo… y la oposición política también hace lo mismo, a través de otros medios… Todos estos elementos… no tienen relación con la democracia y nunca le han preguntado a un sirio si acepta que se involucre en su vida… “[22]

El periodista sirio Khalil Al-Miqdad se preguntó: «¿No tenemos derecho a preguntarles a estos líderes [opositores] sobre las razones por la división [entre ellos] y las derrotas sobre el terreno, cuyo precio ha sido pagado por cientos de miles de personas [?] ¿Ha sido asesinado y obligado a emigrar nuestro pueblo y han sido destruidas nuestras aldeas, para que en lugar de un ladrón una pandilla de ladrones y mercenarios gobierne [al país], viviendo a expensas de la sangre de nuestro pueblo?»[23]

Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/aleppos-fall-assad-regime-seems-assured-regime-certain-its-victory-and-future-international

*N. Mozes y el Dr. M. Terdiman son compañeros de investigación en MEMRI.

 

[1] Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 1221, Acuerdos locales de alto al fuego en Siria: Capitulación a la estrategia de cerco-e-inanición del régimen bajo el patrocinio de la ONU, 12 de enero, 2016.

[2] Véase MEMRI Despacho Especial No. 6322, En reciente discurso, Assad expresa confianza en la victoria del régimen, dice que la crisis se resolverá a través de una guerra contra el terrorismo y altos al fuego locales, 24 de febrero, 2016; Despacho Especial No. 5332, Bashar Al-Assad a ‘Al-Akhbar’: El juego occidental en Siria está por terminar; Hemos rechazado las atractivas propuestas occidentales para financiar la reconstrucción de Siria, 11 de junio, 2013; Despacho Especial No. 6422, Régimen sirio y sus voceros: La campaña de Alepo continuará hasta el final de la victoria; Estados Unidos y sus estados proxies regionales son responsable por la crisis en Alepo, 9 de mayo, 2016.

[3] Al-Watan (Siria), 8 de diciembre, 2016.

[4] Al-Thawra (Siria), 14 de noviembre, 2016.

[5] Al-Thawra (Siria), 30 de noviembre, 2016.

[6] Al-Watan (Siria), 8 de diciembre, 2016.

[7] SANA (Siria), 28 de noviembre, 2016.

[8] Al-Safir (Líbano), 29 de noviembre, 2016.

[9] Al-Baaz (Siria), 29 de noviembre, 2016.

[10] Al-Baaz (Siria), 20 de noviembre, 2016.

[11] Al-Watan (Siria), 28 de noviembre, 2016.

[12] Al-Watan (Siria), 8 de diciembre, 2016.

[13] Whitehouse.gov, 19 de noviembre, 2016.

[14] Al-Thawra (Siria), 21 de noviembre, 2016.

[15] Al-Thawra (Siria), 21 de noviembre, 2016.

[16] Al-Watan (Siria), 20 de noviembre, 2016.

[17] SANA (Siria), 20 de noviembre, 2016.

[18] Al-Thawra (Siria), 22 de noviembre, 2016.

[19] Al-Watan (Siria), 21 de noviembre, 2016.

[20] Al-Thawra (Siria), 22 de noviembre, 2016.

[21] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 3 de diciembre, 2016.

[22] Orient-news.net, 22 de noviembre, de 2016.

[23] Orient-news.net, 6 de diciembre, 2016.