En una entrevista realizada con Yuri Sokolov para el portal Gazeta.Ru, Leonid Slutsky, miembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma rechazó los abundantes comentarios tras la apresurada retirada estadounidense de Afganistán.[1] Luego hubo predicciones de que Afganistán sería seguido por una retirada estadounidense de Irak y de Siria. No vayamos tan rápido, sostiene Slutsky, Estados Unidos permanecerá en el Medio Oriente y las acciones estadounidenses cuentan más que las declaraciones. Todos los países de la región deben tener en cuenta que Estados Unidos ha hecho cosas muy positivas en la región desde la llegada de la administración Biden abandonando la política centrada en Israel de Jared Kushner.
La entrevista con Slutsky puede leerse a continuación:[2]
– Tras la retirada de Estados Unidos de Afganistán, surgieron discusiones sobre la posibilidad de que Washington también abandone Irak. ¿Cuál es su opinión al respecto?
– Lo que aquí importa es en dónde geográficamente y con qué armamento planea Estados Unidos permanecer en el territorio de ese país. Todo lo que Washington ha anunciado en los últimos años y meses en referencia a su «zona de intereses vitales» y su presencia militar en varias regiones del planeta, incluyendo el Cercano Oriente, puede describirse brevemente de esta manera: la retórica va en desacuerdo con las siguientes acciones.
El Irak de hoy día acaba de comenzar a reconstruir su condición de estado en el pleno sentido de la palabra, al igual que durante muchos años, desde el año 2003, cuando Estados Unidos destruyó al régimen de Saddam Hussein, Irak siguió siendo, lamentablemente, un país sin estado. Desafortunadamente, no hubo poder estatal en Irak. El mismo destino aguardaba a Siria, porque, tal como nos hemos dado cuenta, Estados Unidos estaba listo para desplegar cualquier medio habido y por haber para borrar del mapa al régimen de Bashar al-Assad, el cual no le era conveniente a Washington.
Anteriormente, el líder estadounidense anunció de que se marchaban oficialmente de Irak (en julio del año 2021, Joe Biden anunció el fin de la «misión de combate» estadounidense en Irak – Gazeta.ru), pero la portavoz del Pentágono, la comandante Jessica McNulty negó deliberadamente tal declaración. Permítanme señalar que en este caso la presencia de Estados Unidos en Irak depende de sus acuerdos con el gabinete del primer ministro iraquí Mustafa Kazemi.
Recientemente, el canciller iraquí Fuad Hussein, durante una visita a Moscú, explicó que Estados Unidos se retirará de Irak en un futuro previsible. Sin embargo, nosotros vemos por varios motivos que ese no es el caso. Bueno, esas son para ustedes las relaciones «soberanas» entre Washington y Bagdad.
– ¿Significa esto de que es muy probable que los estadounidenses permanezcan en el Medio Oriente?
– Estados Unidos no abandonará la región radicalmente. Sin embargo, algunos analistas se apresuraron a llegar a tal conclusión. Estos fueron guiados en parte por el hecho de que Estados Unidos retiró sus sistemas de misiles «Patriot» de la base aérea Prince Sultan en Arabia Saudita. Una serie de declaraciones de anuncios de que los estadounidenses tienen intención de reducir al menos cualitativamente su presencia militar, o incluso terminarla por completo fueron publicadas.
Sin embargo, en realidad, la postura estadounidense es totalmente diferente. Uno debería tener en cuenta que Estados Unidos posee una poderosa base aérea «Al Udeid» en Qatar. Fue precisamente allí hacia donde fue transportado el personal estadounidense y diversos equipos militares desde Afganistán.
Hasta ahora, los estadounidenses todavía están presentes en la base militar de la coalición internacional Al-Tanf en Siria. Y no solo ahí. Los estadounidenses creen que la región del Trans-Éufrates es su zona de interés estratégico.
– Hablando de Siria. ¿Qué puede decir usted sobre los planes de Washington en el lugar?
– Es poco probable de que lo que está sucediendo en torno a la presencia militar estadounidense en Siria concluya de manera constructiva. Desafortunadamente, nuestros «amigos estratégicos en Washington» (tal como me gusta llamarles) están torpedeando o reteniendo el apoyo de cualquier iniciativa relacionada con el trabajo del Comité Constitucional, las zonas de desescalada, el alto el fuego y la asistencia humanitaria.
Por cierto, de ninguna manera soy anti-estadounidense, al contrario, soy un acérrimo pan-Atlantacista. Después de todo, existen muchos partidarios en mejorar las relaciones con Rusia en los propios Estados Unidos. A nivel de sociedad civil, las fundaciones y el mundo académico que no vemos en lo absoluto en el establishment de Washington, o a ningún nivel del poder estadounidense para el caso incluyendo las cámaras del Congreso.
Deseo enfatizar que el Comité de Asuntos Exteriores de la Duma estatal mantiene contactos con los estados del Medio Oriente y sus parlamentos. Nosotros, junto al diario Gazeta.Ru, seguiremos los acontecimientos que se desarrollan en la región, ya que son muy sensibles para Rusia. Nosotros estamos estrechamente vinculados a muchos países de la región por toda una serie de tendencias importantes desde el punto de vista infraestructural.
– ¿Ha cambiado en algo la política estadounidense hacia el Medio Oriente con la llegada de la administración de Joe Biden?
– Sí, definitivamente ha cambiado. Trump colocó a Israel en primer plano. El asesor principal del presidente Jared Kushner fue de hecho el creador del acuerdo de normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos firmado en septiembre del 2020.
Varios estados árabes, siguiendo tras los pasos de los Emiratos Árabes Unidos, han firmado acuerdos de normalización de relaciones similares con Israel. Tal como podemos presenciar, esta política ya no es apoyada por la nueva administración estadounidense, pero los acuerdos si fueron firmados. Estos recibieron evaluaciones mixtas en la región. Arabia Saudita, en particular, que hasta hace poco fue socio estratégico de los Emiratos Árabes Unidos, no estuvo de acuerdo. Ellos (los saudíes adoptaron nuevas reglas sobre los aranceles de importación, que prescriben que todos los bienes producidos en las zonas económicas libres (incluyendo las situadas en el territorio de los Emiratos Árabes Unidos) con participación de Israel, no se beneficiarán por la entrada libre de aranceles y del régimen preferencial en general.
Si Trump hubiese seguido siendo presidente e Israel aún hubiera sido el centro de atención de Estados Unidos, sería muy difícil imaginar el retorno de Washington al acuerdo nuclear con Irán. Hubiese sido difícil imaginar una serie de otras iniciativas sólidas de Joe Biden, que facilitaron una liberación estratégica de tensiones para los países de la región y en una serie de conflictos. Este hecho es particularmente cierto para Yemen.
– ¿Cuál es la postura de Rusia en la región?
– Recientemente se propuso el «Concepto ruso de seguridad colectiva en la zona del Golfo Pérsico». Es necesario restablecer un diálogo a gran escala en el marco de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del año 2015 (una resolución sobre el tema nuclear iraní – Gazeta.Ru) y levantar las sanciones impuestas a Irán. Otros estados regionales también deberían mantener un diálogo activo con Teherán. Yo estoy convencido de que en un futuro próximo no será sencillo pero sí muy constructivo.
También cuento que con la cooperación de Rusia con los estados regionales, así como también con los estados miembros de la Liga Árabe (a la que Siria debería retornar lo antes posible) será constructiva y eficaz.
Entre las decisiones tomadas este año, me gustaría señalar las decisiones adoptadas en la Cumbre del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo celebrada en Al-‘Ula a comienzos del año 2021, que pusieron fin al bloqueo de Qatar. Tal como señaló el presidente ruso, cualquier problema, incluso el más complejo, debe resolverse mediante negociaciones. Las sanciones, restricciones y bloqueos son de hecho contraproducentes.
– A veces parece ser que Estados Unidos tiene problemas con sus aliados en el Medio Oriente. ¿Es cierto esto?
– Todos tienen en cuenta la postura de Washington. Por ejemplo, Qatar es un país aliado de Estados Unidos en la región en materia de defensa y seguridad. Es imposible etiquetar a la región de pro o anti-Estados Unidos. No existe blanco y negro en la verdadera política internacional, existen muchos medios tonos intermedios.
Es cierto que existen estados que evitan abiertamente cooperar con los estadounidenses, pero incluso ellos tienen que hacer concesiones al papel que ejercen los Estados Unidos sobre los asuntos regionales. En general, evitar los contactos con cualquier poder es de hecho un enfoque deficiente. Necesitamos comunicarnos más, para de esta manera evitar distorsionar la verdad sobre cada uno de nosotros.
[1] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 9475 – Funcionarios rusos se regocijan por la retirada militar de los Estados Unidos anunciada de Irak, expertos en el área minimizan su impacto esperado, 2 de agosto, 2021.
[2] Gazeta.ru, 16 de octubre, 2021.
