El Quinto Foro Mundial sobre el tema del Holocausto convocado para el día 23 de enero, 2020 en Jerusalén a fin de conmemorar el 75avo aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, está siendo ampliamente cubierto en los medios de comunicación palestinos, principalmente en críticas y condenas. Uno de los artículos que destacó fue la columna en el diario Al-Hayat Al-Jadida de hoy de Muwaffaq Matar, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah. En este, Matar hizo referencia a la tesis doctoral del Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud ‘Abbas, que este realizo en el año 1982 en el Instituto Universitario Oriental de Moscú, «La relación secreta entre el nazismo y el sionismo, 1933-1945», en la cual su libro de 1984 The Other Side (El otro lado); La conexión secreta entre los nazis y el liderazgo del movimiento sionista estuvo basada, en alegar que las víctimas del Holocausto judío sumaban menos de un millón.

Matar escribió que ‘Abbas «reveló los hechos relacionados a la colaboración del movimiento sionista con los nazis en este crimen [es decir, el Holocausto], con el objetivo de provocar una emigración judía masiva de Europa hacia Palestina». Este continuó: «[Abbas] realizo esto en su libro La relación secreta entre el nazismo y el sionismo, publicado en árabe en 1984, siendo esta originalmente su disertación de 1982 presentada para su título en la Universidad Amistad entre los Pueblos de Rusia. El Presidente Abu Mazen [Abbas] vio a los judíos en el Holocausto quienes habían sido desarraigados de su patria de origen y que estaban siendo obligados a emigrar debido a la privación y el terrorismo racista como víctimas de un gran complot [por parte del liderazgo sionista]. El pueblo palestino fue la otra parte [que sufrió] en este histórico crimen que ha continuado durante más de 70 años».[1]

Muwaffaq Matar (imagen: alwatanvoice.com)

En el año 2002, MEMRI publicó un informe sobre la disertación de ‘Abbas’ y sobre el libro en el que este se basó; MEMRI tiene en su poder copias de ambos.

El siguiente es el informe de MEMRI del año 2002:[2]

Líder palestino: El número de víctimas judías en el Holocausto pudiera ser ‘incluso menos de un millón…’ El movimiento sionista colaboró ​​con los nazis para ‘expandir el exterminio masivo’ de los judíos

Una disertación doctoral del año 1982 realizada por el Secretario General del Comité Ejecutivo de la OLP Mahmoud Abbas, alias Abu Mazen, quien es considerado segundo en el mando luego de Yasser Arafat, discutió «La relación secreta entre el nazismo y el sionismo». Dos años después, un estudio de Abu Mazen basado en su propia disertación para el Instituto Universitario Oriental de Moscú fue publicado en árabe por los editores de Dar Ibn Rushd en Amman, Jordania.

En la introducción de su estudio en 1984, Abu Mazen se refirió a conocidos negadores del Holocausto, planteó dudas de que se utilizaran cámaras de gas para el exterminio de judíos y afirmó que el número de judíos asesinados en el Holocausto pudiera ser «incluso menos de un millón». Abu Mazen afirmó que el movimiento sionista tenía interés en convencer a la opinión pública mundial de que el número de víctimas era muy alto; de esta manera, obtendría «mayores ganancias» después de la guerra cuando llegara el momento de «distribuirse el botín».

La intención de Abu Mazen era socavar la legitimidad del movimiento sionista al demostrar que durante una etapa crítica en la historia del pueblo judío, el surgimiento del nazismo y la Segunda Guerra Mundial, el liderazgo sionista no se detuvo ante nada para lograr su objetivo de establecer un judío estado. Abbas escribió: «La verdad [sobre los crímenes nazis] tiene otro aspecto» que Occidente prefirió ignorar; en cambio, Occidente ocultó «a un socio básico en el crimen», es decir, el movimiento sionista. El estudio apuntó a una convergencia de intereses de los movimientos nazi y sionista y la similitud fundamental en las teorías de los dos movimientos. El reclamo central que Abu Mazen intentó demostrar es que el movimiento sionista, con todas sus facciones, conspiró contra el pueblo judío y colaboró ​​con los nazis para aniquilarlo, porque el movimiento consideraba a «Palestina» el único destino apropiado para la emigración judía.

Abu Mazen escribió: «Pudiera imaginarse que el sionismo haría todo lo posible, materialmente y de otra manera, para salvar a los judíos, o al menos mantenerlos [vivos] hasta el final de la guerra. Se podía haber esperado que despertara a la opinión pública mundial y dirija su atención a las masacres perpetradas contra los judíos, para que los gobiernos actúen con el propósito de rescatarlos de su amargo destino». Pero, dijo Abu Mazen, «lo que hizo el sionismo fue exactamente lo contrario de lo que podía haberse esperado»: el movimiento sionista saboteó varios planes de ayuda[3] y retuvo información sobre el amargo destino de los judíos de Europa «para liberarse a sí mismo de la necesidad de tomar las medidas necesarias pertinentes al caso». Abu Mazen agregó, «el movimiento sionista dirigió una amplia campaña de incitación contra los judíos que vivían bajo el dominio nazi, a fin de despertar el odio del gobierno hacia ellos, alimentar la venganza contra estos y expandir el exterminio masivo».[4]

Introducción: La verdad posee otro aspecto

«Los países en Occidente esbozaron la imagen final del resultado de la Segunda Guerra Mundial. Ellos definieron los crímenes cometidos y describieron a los criminales y a los que estos victimizaron – después de establecerse como juez fiel con la palabra decisiva sobre los temas de estos crímenes». Ellos le echaron llave a detalles, hechos y crímenes que no querían que existieran; ignoraron nombres, personas importantes, instituciones, organizaciones y países que estos eligieron ignorar. Al final, acusaron a los líderes nazis de todos los crímenes que se cometieron durante la guerra y persiguieron implacablemente a los que aún estaban vivos, a pesar de que los crímenes fueron cometidos hace mucho tiempo. [Los juicios de Nuremberg derribaron a los tiranos y asesinos y arrojaron [sombra] al socio primordial en los crímenes cometidos durante la guerra. Luego de cobrarles [el precio], redujeron el enfoque sobre los crímenes, criminales, fiscales, acusados ​​y testigos y colocaron todo el tema en marcos limitados que no podían ser violados. Así fue como estos países lidiaron con la mitad de la verdad, descuidando deliberadamente la otra mitad».

El número de víctimas judías

«Durante la Segunda Guerra Mundial, 40 millones de personas de diferentes naciones del mundo fueron asesinadas. El pueblo alemán sacrificó a 10 millones de personas; el pueblo soviético 20 millones; y el resto [de los asesinados] fueron en Yugoslavia, Polonia y de los demás pueblos». Pero después de la guerra se anunció que 6 millones de judíos se encontraban entre las víctimas y que la guerra de aniquilación había sido dirigida en primer lugar contra los judíos y solo entonces contra el resto de los pueblos de Europa».

«La verdad del tema es que nadie puede verificar esta cifra, o negarla en su totalidad. En otras palabras, el número de víctimas judías podía ser de 6 millones y podía ser mucho menor, incluso menor a un millón de personas. [Sin embargo], elevar una discusión sobre el número de judíos [asesinados] no disminuye de ninguna manera la gravedad del crimen cometido contra ellos, ya que el asesinato, incluso de un solo hombre, es un crimen que el mundo civilizado no puede aceptar y que la humanidad no puede aceptar».

«Parece ser que la participación del movimiento sionista en inflar el número de asesinados en la guerra tenía como objetivo [asegurar] grandes ganancias. Esto llevó a confirmar el número de [6 millones], a establecerlo en la opinión pública mundial y al hacerlo despertó muchas más puntadas de conciencia y simpatía por el sionismo en general. Muchos académicos han debatido el tema de la cifra de 6 millones y han llegado a conclusiones perplejas, según las cuales las víctimas judías suman cientos de miles. El conocido autor canadiense Roger Delarom[5] dijo sobre este tema: «Hasta la fecha, no existe prueba alguna de que el número de víctimas judías en los campos de concentración nazis haya alcanzado los cuatro o seis millones. El sionismo habló primero de 12 millones de exterminados en estos campos, pero luego el número disminuyó considerablemente, a la mitad, es decir, a solo seis millones. Luego, el número disminuyó aún más y se convirtió en cuatro millones, ya que los alemanes no podían haber asesinado o exterminado a más judíos de los que había en el mundo para ese momento. El número es mucho más pequeño que estos millones ficticios. El historiador y autor [estadounidense] Raul Hilberg piensa que este número no es mayor a 896.000 personas».[6]

«La fuente de presentación de este tamaño de cifra, 6 millones [asesinados], es la declaración de 1936 de Chaim Weizmann ante un comité británico sobre el destino de 6 millones de judíos que viven en Europa si estalla una guerra mundial. [Según Weizmann], «Las pequeñas ramas verdes son las que sobrevivirán, mientras que el resto debe soportar su [amargo] destino». A partir de ese momento, el movimiento sionista insistió en que todos los 6 millones fueron asesinados y que ninguno de ellos sobrevivió».

«Posteriormente, el movimiento sionista intentó describir el cómo [los judíos] fueron asesinados en campos de concentración y en las cámaras de gas, ya que no tuvo en cuenta dos hechos fundamentales. Primero, muchos de los judíos quedaron vivos; algunos fueron rescatados por el movimiento sionista [que alentó] su emigración a Palestina y algunos [sobrevivieron debido a] los pueblos del mundo que lograron protegerlos y alejarlos de los nazis, tal como lo hizo la Unión Soviética al enviar dos millones de judíos a sus repúblicas del oriente. Además, cientos de miles de judíos vivos fueron encontrados en los campos de concentración cuando los Aliados liberaron los territorios [conquistados por los nazis]».

«Segundo, el exterminio de las víctimas no fue llevado a cabo solo en los campos de concentración y en las cámaras de gas. Algunas de las víctimas cayeron como resultado de su participación en guerras y batallas y también debido al hambre y la enfermedad que golpearon a todos los pueblos de Europa. Además, los campos de concentración no eran solo para judíos, sino que también albergaban personas provenientes de toda Europa, entre ellos combatientes, intelectuales, académicos, prisioneros de guerra y opositores al fascismo…»

«Respecto a las cámaras de gas, que supuestamente fueron diseñadas para asesinar judíos vivos: un estudio científico publicado por el profesor Robert Faurisson[7] en Francia niega que las cámaras de gas fueran para asesinar personas y afirma que solo fueron para incinerar cuerpos, ante la preocupación por la propagación de enfermedades e infecciones ocurridas en la región».[8]

El movimiento sionista conspiró contra el pueblo judío

«Se necesita muy poco esfuerzo para probar la verdad [sobre los crímenes de los nazis] y documentarlos. La Segunda Guerra Mundial si sucedió y en ella cayeron millones de víctimas. Fue Hitler… quien estableció los campos de concentración en toda Europa para retener a todos sus oponentes y enemigos, incluyendo pueblos no dignos de estar vivos y también fue él quien inventó las cámaras de gas. Sin embargo, otro aspecto de la verdad sigue envuelto en un absoluto misterio, al igual que el lado oscuro de la luna…»

«¿Cómo podía [alguien con] razón creer que las instituciones del movimiento sionista que surgieron para defender al ‘pueblo [judío]’ se convirtieran en causa de la aniquilación de este pueblo? La historia nos ha enseñado que Nerón quemó Roma, pero este estaba loco y su locura le resta su gran responsabilidad ante ello. La historia también nos ha enseñado que los líderes han traicionado a su pueblo y a su país y les vendieron a sus enemigos. Pero son muy pocos y solo ellos tienen la responsabilidad de sus acciones. Por lo tanto, un movimiento público popular contra su ‘pueblo’ es algo sorprendente que exige un examen profundo y meticuloso antes de ser acusados sin razón ninguna…»

En referencia a la similitud entre la teoría nazi y la sionista

«Cuando se discuten las ideas sionistas declaradas, que han sido expuestas con profunda convicción y fe por los seguidores del movimiento, uno encuentra que creen en la pureza de la raza judía, al igual que Hitler creía en la pureza de la raza aria y el movimiento pide encontrar una solución profundamente arraigada y decisiva al «tema judío» en Europa a través de la inmigración a Palestina. Hitler también pidió esto y lo llevó a cabo. El movimiento sionista sostiene que el antisemitismo es un problema eterno que palpita en la sangre de los gentiles; que no es posible ponerle fin o alejarse de este y por ende es el motivo básico de la inmigración sionista. De esto se deduce que si no existiese el antisemitismo sería necesario inventarlo y que si su llama se extingue, esta debe ser avivada. David Ben-Gurion definió al movimiento sionista como la inmigración [hacia Israel] y nada más; quien no inmigra [a Israel] niega la Torá y el Talmud y por ende, no es judío… Estas ideas proveen exoneración general a todos los racistas del mundo, principalmente a Hitler y los nazis, en tratar a los judíos como a estos les plazca, siempre y cuando esto incluya la inmigración hacia Palestina…»

La totalidad del movimiento sionista es responsable de conspirar con los nazis

«Para evitar errores y generalizaciones respecto a las diversas facciones de los sionistas, y con el fin de ser muy precisos en el tema, debemos señalar que el movimiento sionista estaba dividido. Una parte tenía el liderazgo y otra parte formaba la oposición… ¿Podemos acusar al segundo grupo, que no era parte de las instituciones y del liderazgo [en conspirar contra el pueblo judío]? Esta pregunta es relevante en un solo incidente – si hubo diferencias de opinión entre las dos partes respecto al origen de la teoría sionista y respecto a la implementación práctica del pensamiento sionista. Pero si el punto de partida y la implementación fueron juntos de la mano, tal como sucedió, entonces no hay lugar para la pregunta… Un proverbio árabe dice: «Cuando surgen diferencias de opinión entre ladrones, el robo es revelado’. Esto es lo que sucedió con el movimiento sionista: cuando el Partido Laborista gobernó a Israel, rechazó la parte correspondiente a los revisionistas [el futuro partido Likud] y de esta manera [los revisionistas] comenzaron a exponer los hechos y a rasgar el telón de la falsedad. Al calor de las discusiones sobre los diferentes roles de los laboristas [al conspirar con los nazis], se olvidaron de hablar sobre el papel que estos desempeñaban, el cual no era nada diferente del de los demás. Luego apareció un tercer bando y reveló las posturas de todos…»


[1] Al-Hayat Al-Jadida (Autoridad Palestina), 23 de enero, 2020.

[2] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 95 – Líder palestino: El número de víctimas judías en el Holocausto pudiera ser ‘incluso menor a un millón…’ El movimiento sionista colaboró ​​con los nazis para ‘expandir el exterminio masivo’ de los judíos, 31 de mayo, 2002.

[3] En el estudio, Abu Mazen señala varios incidentes en los que el movimiento sionista ignoró el destino de los judíos y socavó activamente los planes para ayudarlos. Este escribió: “En 1943, se creó una oportunidad de enviar paquetes de alimentos, medicinas y ropa a los judíos en los guetos de Europa. La Cruz Roja Internacional, en cooperación con el gobierno de los Estados Unidos, comenzó a recolectar estos paquetes, pero el movimiento sionista se opuso a la propuesta y saboteó la idea, alegando que la Cruz Roja Alemana sería el destinatario [de los paquetes]. Debido a estas posturas, miles murieron en los guetos de epidemia y de hambre, incluso antes de que los nazis comenzaran sus acciones. La mortalidad infantil varió del 60% al 70% en varios lugares; nada podía ser más terrible. Si las intenciones hubiesen sido buenas, había formas y medios de entregar los paquetes, a través de la Cruz Roja o de algún país neutral como Suiza, Turquía o Portugal y estos hubiesen sido enviados – y todos estos chicos pudieron haberse salvado».

[4] Abu Mazen declaró en su artículo: «Las actividades de incitación más obvias del movimiento sionista contra los judíos que vivían bajo la conquista alemana fueron las decisiones de la Conferencia Biltmore, celebrada en los Estados Unidos [en mayo, 1942]… cuando los líderes sionistas le declararon la guerra a Alemania en nombre del pueblo judío. Cuando Hitler se enteró de las conclusiones de la conferencia a través de su embajador en los Estados Unidos, se enfureció y declaró: «Ahora los liquidaré». Luego sostuvo una reunión urgente con todos los líderes de Alemania y desarrollaron sus planes detallados para la Solución Final… No debemos sobreestimar la importancia de la Conferencia Biltmore y verla como la única razón que lleva a Hitler a autorizar la Solución Final, pero Está claro que las decisiones tomadas en la conferencia fueron una de las principales excusas de Hitler para acelerar la implementación de su solución respecto a los judíos y por lo tanto, esta conferencia puede verse como una de las causas más importantes que condujeron a este [amargo] final…»

[5] La ortografía de este nombre en particular no es cierta; El nombre tal como aparece en el estudio es desconocido.

[6] Abu Mazen citó la página 670 del libro La destrucción de los judíos europeos de Hilberg como fuente de estos datos. Sin embargo, un examen a esta fuente muestra que tal cifra no es mencionada. Hilberg escribe que entre 1935 y 1945 los judíos del mundo perdieron un tercio de su población; esta se redujo de 16 millones a aproximadamente 11 millones. Cabe señalar que la versión rusa original del estudio de Abu Mazen se enfoca mucho menos en cuántos judíos fueron asesinados que en la versión árabe. Este último incluye la cifra de solo 896.000, que Abu Mazen atribuye a Hilberg.

[7] Un conocido negador del Holocausto.

[8] En la versión original de este estudio (en ruso), el tema de si las cámaras de gas fueron utilizadas o no para asesinar judíos no aparece.