El diario RBC publicó un artículo de Pavel Demidov, experto en política estadounidense, sobre el estado actual de la relaciones Rusia-Estados Unidos[1]. Demidov sostiene que la incapacidad del presidente de los Estados Unidos de encontrar un lenguaje común con el Congreso hace que sus inclinaciones políticas posiblemente favorables a Moscú no sean discutibles, Trump se ha convertido en un socio inútil para Moscú.
Pavel Demidov (Fuente: Rosbalt.ru)
‘Las intenciones de la Casa Blanca de construir relaciones con Moscú se han convertido en su Talón de Aquiles’
«Al firmar la ley que consolida las sanciones ya introducidas contra Rusia y los rusos, esta insinúa la posibilidad de nuevas sanciones y hace más difícil su reconsideración, el Presidente Trump se esforzó por enfatizar de que se vio obligado a hacerlo.[2] Esto es entendible: con una popularidad histórica sumamente baja y sin logros significativos durante los primeros seis meses de su presidencia, fue absolutamente imposible para este negociar con un Congreso unánime en el contexto de los sentimientos anti-rusos dentro del establishment y los medios de comunicación de masas.
«Trump, sin embargo, no se limitó a expresar su opinión sobre el proyecto de ley. Este dijo que lo consideraba inconstitucional y varios expertos concuerdan con él. Según la constitución de los Estados Unidos, la política exterior es en general, la prerrogativa del Presidente y en una situación diferente, los abogados de la Casa Blanca ya estarían preparando documentos para los debates respecto a la constitucionalidad de la ley adoptada por el Congreso.
«Pero ahora, el equilibrio de poderes es muy diferente. El Congreso, de hecho, votó sobre el tema de la falta de confianza en Trump en su conducción de la política exterior, especialmente en lo que respecta a Rusia. Esto fue debido a tres razones: Primero, un nivel de apoyo extremadamente bajo a la política rusa por parte de Trump [es mostrada] por los ciudadanos estadounidenses. De acuerdo a una encuesta Gallup en junio, sólo el 30% de la población aprueba las acciones del presidente respecto a Rusia, mientras que el 66% las desaprueba. La construcción de relaciones por parte de la Casa Blanca con Moscú se ha convertido en su Talón de Aquiles y prácticamente todos los políticos estadounidenses, sin importar su afiliación partidista, están ansiosos de aprovechar esta oportunidad para arremeter contra esta.
«Segundo, el factor personal en la confrontación entre los congresistas y Trump ha comenzado a desempeñar un papel: el Presidente, desde el mismo comienzo, decidió no establecer relaciones personales con el Congreso y con la élite del partido. Este les confió esta tarea al Vicepresidente Mike Pence y al jefe de gabinete de la Casa Blanca Reince Priebus. En cuanto al propio Trump, este simplemente trató de hacer que los legisladores se inclinaran ante su voluntad, Esto se vio claramente en primavera, cuando este de hecho le dio un ultimátum a los de su partido quienes eran reacios a apoyar la ley de rechazo al Obamacare y perdieron. Entre enero-marzo, muchos congresistas temían al presidente y a sus grupos de apoyo. Hoy, su comportamiento se ha convertido en la norma y la gente en el Capitolio ha visto que este no genera tanto miedo. Las intimidaciones por parte de Trump ya no funcionan y este no ha dominado (y difícilmente dominará) otros mecanismos políticos. La reciente sustitución del jefe de gabinete de la Casa Blanca ha demostrado que el presidente no ve ninguna necesidad de construir relaciones con su partido y el Congreso, pero luego no está claro el cómo tiene planeando encontrar su camino.
«Tercero, es la creciente debilidad política del Presidente la que le permite a otros dictarle a este condiciones. Seis meses después de las elecciones, ambos la «luna de miel» de Trump y el estado de estupor y docilidad del Congreso han llegado a su fin. La actual incapacidad de la administración para implementar cualquier tipo de reformas, incluyendo los cambios positivos que el sector empresarial esperaba, se torna evidente. La reforma al seguro de salud es cada vez menos ambicioso, pero no más «pasable» en el Senado por todo eso. Comenzar con una reforma fiscal es también imposible sin un progreso serio en las esferas del seguro a la salud. Para la Cámara de Representantes, que es reelecta cada dos años en los Estados Unidos, la caída es ya un comienzo de la nueva campaña y no todos los republicanos pueden permitirse estar de parte de Trump durante ello.
‘Un político [estadounidense] encuentra más fácil culpar a Rusia por las desgracias de Estados Unidos’
«Cuando es imposible mostrarle a los votantes algún logro verdadero, los legisladores, a cualquier efecto y propósito, actúan igual que Trump y siguen creencias masivas que están en boga. Los problemas estadounidenses son exteriorizados, un político encuentra más fácil culpar a Rusia por las desgracias de Estados Unidos que resolver los problemas e infortunios de su propio distrito. Una ley sobre seguro de salud no puede pasar? Agreguémosle más sanciones a Rusia. De hecho, la agenda del Congreso para el próximo año bien puede ser la tarea de ‘castigar a Trump y Putin’: es popular y no cuesta nada. El pragmatismo del ciclo electoral y del proceso político actual triunfa fácilmente sobre el pragmatismo en política externa.
«Hace un año escribí sobre la necesidad de Rusia por un negociador equilibrado y competente en la Casa Blanca. Por supuesto que me refería a un presidente que puede, entre otras cosas formular sus intereses, atenerse a estos y defenderlos en su política interna. Trump, quien no puede encontrar un lenguaje común junto a su Congreso y votantes, puede ser un negociador muy agradable para Rusia, pero es totalmente irrelevante. De esta manera, sus comentarios durante la firma de la ley a las sanciones sólo pueden mostrar su incapacidad para cambiar la situación. Si anteriormente, El tema ruso era venenoso para la administración Trump, ahora él mismo se ha vuelto tóxico para las relaciones ruso-estadounidenses, cualesquiera que sean sus intenciones, estas relaciones sólo pueden empeorar».
[1] Rbc.ru, 7 de agosto, 2017.
[2] Véase MEMRI Despacho especial No. 7032, Reacciones de Rusia a la nueva ronda de sanciones estadounidenses – Parte I, 31 de julio, 2017.
Véase MEMRI Despacho Especial No. 7040, Rusia reacciona a la nueva ronda de sanciones estadounidenses – Parte II, 4 de agosto, 2017.
Véase MEMRI Despacho Especial No. 7042, Rusia reacciona a la nueva ronda de sanciones estadounidenses – Parte III, 7 de agosto, 2017.
Véase MEMRI Despacho Especial No. 7045, Rusia reacciona a la nueva ronda de sanciones estadounidenses – Parte IV, 8 de agosto, 2017.
Véase MEMRI Despacho Especial No. 7037, Grupo pensante financiado por el gobierno ruso: El objetivo oculto de la nueva ronda de sanciones estadounidenses es socavar la economía alemana, 3 de agosto, 2017.
Véase MEMRI Despacho Especial No. 7041, Columnista del diario ‘Kommersant‘ Strokan: La ley estadounidense reduce a Trump al papel de espectador sin influencia en las relaciones ruso-estadounidenses, 6 de agosto, 2017.