Luego que el presidente francés se les uniera a sus homólogos estadounidenses y británicos en una advertencia de que responderían al ataque químico del régimen sirio en Duma, Ibrahim Al-Amin, editor en jefe del diario pro-Hezbolá Al-Akhbar, escribió un mordaz artículo contra Francia. Al-Amin acusó a Francia de hipocresía y de esconderse detrás de los Estados Unidos, mientras cumplía también sus órdenes. Este agregó que Francia, cuyas manos están manchadas de sangre árabe, siempre se ha alineado con los enemigos de los árabes mientras «juega sucio» en sus países y actúa engendrando guerras internas árabes. Las afirmaciones sobre un ataque químico en Douma, dijo, eran mentiras destinadas a proveer una excusa para atacar dentro de Siria con el fin de evitar que el régimen sirio se recupere y frene la influencia rusa en el Medio Oriente.

Al-Amin concluyó su artículo amenazando con que Francia pudiera pagar muy caro por su política y su participación en un ataque a Siria, preguntándose si es necesario recordarle a los franceses «las escenas de miembros descuartizados de soldados y de cuarteles [militares] destruidos». Cabe señalar que hay nacionales franceses entre las fuerzas de la FPNUL estacionadas en suelo libanés.

Un informe publicado en Al-Akhbar el mismo día declaró que el eje de la resistencia (Irán, Siria y Hezbolá) «decidieron que un ataque sustancial [occidental] sobre Siria significaría una guerra abierta cuyas llamas se sentirían en todas partes de la región».

Lo siguiente son extractos del artículo de Al-Amin:[1]

Ibrahim Al-Amin (imagen: beirutobserver.com)

«Alá hace lo que le place a Estados Unidos y Su partido [es decir, Hezbolá] hará lo que sea necesario contra Israel. Pero parece ser que nos corresponde a nosotros, los [que apoyamos a Hezbolá], hacer lo que queramos con los países y elementos que se apresuran a actuar en roles que están más allá de sus capacidades. Esto es cierto para países tales como Gran Bretaña, Francia y Arabia Saudita…

«Los franceses siempre desean permanecer en el club de los enemigos de los árabes. Sus elites políticas, militares, económicas, mediáticas y culturales nos dicen que les encanta ser los lacayos de los estadounidenses, de que no pueden pasar una sola noche fuera del tren estadounidense y que nunca se perdonarán a sí mismos si sus manos no se manchan con más sangre de gente de esta región. [Ellos pretenden hacer esto] en nombre de la humanidad, aunque solo uno de sus ojos esté abierto a las preocupaciones [humanitarias], porque no ven lo que Israel está haciendo en Palestina, lo que Arabia Saudita está haciendo en Yemen, lo que los estadounidenses están haciendo en Siria e Irak y lo que su [propio] ejército está haciendo en África. ¿Quién de los franceses puede rendir cuentas? ¿El arrogante presidente, que piensa que está restaurando la gloria de la república [francesa], el gobierno, cuyos miembros se han convertido en un grupo de funcionarios de tercera categoría, el ejército, que se ha convertido en una fuerza policial dentro del país y una banda asesina fuera de este? ¿La elite, que pretende defender la libertad y el pluralismo, pero que no contiene ni una sola voz seria que se oponga a la política del gobierno? ¿Los aparatos de inteligencia, que se niegan a aprender la amarga lección y siguen siendo un actor marginal que es ignorado al momento de la verdad?

«Parece ser que Francia ha decidido, de buenas o no, sucumbir una vez más a la autoridad de los Estados Unidos y promover los objetivos de estos en el mundo y los objetivos de Israel y Arabia Saudita en nuestra región. Las acciones de Francia en los últimos dos días nos recuerdan el año 2005, cuando decidió expiar su pecado de oponerse a la guerra en Irak fomentando el clima [que condujo] al asesinato del entonces [primer ministro libanés] Rafiq Al-Hariri en Beirut y a la guerra del enemigo [israelí] contra el Líbano en julio del [2006]. Todo esto ocurrió incluso antes de que [Francia] comenzara su campaña de incitación a gran escala que condujo a la guerra civil en Siria, luego de jugar sucio en Libia. Esto significa que sería un error apostar a que Francia tomara una decisión diferente sobre los desarrollos actuales en nuestra región, Francia no se opondrá al Acuerdo del Siglo que perjudicará los derechos de los palestinos, ni se opondrá a la inclinación por parte de Estados Unidos de cancelar el acuerdo nuclear con Irán e iniciar una nueva guerra contra este. Francia parece estar asegurando un papel para sí mismo en la guerra global estadounidense que tiene como objetivo evitar que Rusia retome un papel central en el mundo, [una guerra] que comienza en el Medio Oriente.

«La decisión por Francia de participar en una agresión militar contra Siria, con el pretexto de que el régimen sirio utilizó armas químicas en las batallas al este del Ghouta, no está [incluso] directamente relacionado con los acontecimientos en Siria. Es una decisión francesa para unirse a la estrategia estadounidense, que se centra en evitar la reconstrucción de Siria y en dejar que el fuego arda en todas las [tierras] de la nación árabe, como cubierta para un nuevo intento de borrar de la historia la causa palestina. Es una decisión que nos dice, el pueblo de las tierras de Al-Sham, que Francia extraña los días del imperialismo y del mandato [francés] y desea comenzar una guerra en defensa del [acuerdo] Sykes-Picot. [También nos dice que] se establece a sí mismo como juez del humanismo y de la moral [con derecho a] decidir nuestro destino. ¿Qué le otorga a este el derecho a hacer eso?

«No hay necesidad de explicar el [peso] estratégico que tiene la potencia de fuego francesa. No tiene ningún peso en lo absoluto en la arena militar mundial. Francia hoy es como un joven hooligan que no puede luchar por sí mismo. Este se especializa en incitar confrontaciones, mientras se posiciona a si mismo detrás del más grande y cuando la pelea comienza, se hace a un lado y espera por el resultado. Si el enemigo cae, este salta como un mono para recibir una bofetada o una patada. Pero si el rival permanece de pie, es el primero en huir. Por lo general, tiene muy mala suerte y se queda gimiendo en el lugar, orinándose los pantalones e implorando por ayuda.

«Francia se niega ahora a reevaluar [su postura] y admitir el fracaso de lo elegido en la región, especialmente en Siria. Este niega el estado a la que ha llegado luego de largos años de violentar a Siria. Aunque no respeta a ninguno de los opositores sirios. Ha reclutado y ha aprovechado a lo largo de los años, se ha vuelto como ellos, anhelando actos de venganza que lastimarán aún más a Siria. Francia no hace más que jugar a las triquiñuelas, negándose a reconocer el fracaso al intento de derrocar al régimen sirio, luego de fracasar en su intento de recuperar el control del Líbano o ganar un buen punto de apoyo en Irak o en África del Norte.

«¿Qué están haciendo los franceses? ¿Se dan cuenta de lo tonto que se comportan? ¿Necesitan a alguien que les refresque la memoria y les recuerde las escenas de miembros desmembrados de soldados y de cuarteles generales [militares] destruidos? ¿O son totalmente ajenos a ello? Quizá recuerden y entiendan que la furia de nuestro pueblo posee un sabor diferente».


[1] Al-Akhbar (Líbano), 11 de abril, 2018.