Introducción
Recientemente, la brecha entre China y Rusia se ha hecho evidente en Kazajistán. A comienzos del presente año 2022 Kazajstán, el mayor y políticamente más estable país de Asia Central, sostuvo sus mayores disturbios desde que obtuvo su independencia en el mes de diciembre del año 1991. El 5 de enero, a pedido del presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO, por sus siglas en inglés) decidió enviar fuerzas de paz (en efecto, tropas rusas) para estabilizar la situación y ayudar en dicha represión.
En realidad, la intervención realizada por Rusia hizo mucho más que calmar la situación: esta ayudó a poner fin a la era de Nazarbayev. De hecho, aunque Nursultan Nazarbayev renunció como presidente de Kazajstán en el año 2019 luego de estar en el poder durante más de 29 años, retuvo un poder sustancial. Al colocarse del lado de Tokayev, Rusia neutralizó política y militarmente a los simpatizantes de Nazarbayev, que desafiaban el poder de Tokayev. El presidente kazajo Tokayev también destituyó al confidente de Nazarbayev Karim Massimov de su cargo como jefe del Comité de Seguridad Nacional y lo puso bajo custodia.
La contundente «purga» al bando de Nazarbayev de la política plantea una serie de desafíos para el Partido Comunista Chino (PCCh). Nazarbayev y su círculo eran cercanos política y económicamente a China, pero ahora, debido a la victoria del bando de Tokayev, de que el poder se ha inclinado totalmente hacia Rusia y China ha perdido influencia en un punto de apoyo importante para los intereses geoestratégicos periféricos del PCCh. Por lo tanto, está del todo claro que la verdadera naturaleza de las relaciones entre China y Rusia está muy lejos de ser inquebrantable tal como lo anuncian Pekín o Moscú, sino que los dos países son extraños socios, con agendas diferentes y una relación muy frágil. De hecho, la asistencia militar de Rusia a Tokayev parece ser una acción para establecer la influencia de Moscú sobre la antigua república soviética de Kazajstán y expulsar la influencia china del país y de toda Asia Central.
La humillación de Xi Jinping
La victoria del bando de Tokayev ha sido considerada de derrota para el presidente chino Xi Jinping, quien incluso se ha visto obligado a apoyar a Tokayev (que, por cierto, habla chino con bastante fluidez), tras la retirada del campo de Nazarbayev. Esto ha sido visto como una verdadera humillación para Xi. Por lo tanto, en un intento por evitar verse humillado (en China, el concepto de «rostro» es tan importante que el «verse humillado» puede ser incluso más aterrador que perder la vida), Xi le envió un mensaje a Tokayev, diciendo lo siguiente: «ustedes decidieron tomar acciones decisivas y fuertes en un momento crítico, calmando rápidamente la situación, lo que ha demostrado su responsabilidad y compromiso como estadista y como postura altamente responsable hacia el país y el pueblo. Como vecino fraterno y socio estratégico integral permanente de Kazajstán, China está dispuesto a proveer el apoyo necesario en la medida de sus posibilidades para ayudar a Kazajistán a superar todas las dificultades».
Xi luego agregó: «China se opone firmemente a cualquier fuerza que socave la estabilidad de Kazajstán, amenace la seguridad de Kazajstán y dañe y perjudique la vida pacífica del pueblo kazajo. China se opone firmemente a cualquier intento deliberado de las fuerzas externas por provocar disturbios e instigar una ‘revolución de color’ en Kazajstán así como también cualquier intento por perjudicar la amistad entre China y Kazajistán e interrumpir la cooperación entre los dos países. No importa qué riesgos y desafíos enfrente Kazajistán, China siempre será un amigo confiable y un socio confiable de Kazajistán». En un raro tono emocional, Xi subrayó lo siguiente: «El pueblo chino siempre estará con el pueblo kazajo».[1]
Sin embargo, si Xi deseaba «salvar apariencias», el resultado fue todo lo contrario. Con la esperanza de mantener a China relevante en Kazajstán, Xi apoyó a Tokayev en su mensaje y como consecuencia (aunque no lo mencionó directamente), los esfuerzos de la CSTO dirigida por Rusia, lo cual puede definirse como una organización «rival» a la Organización de Cooperación Shanghái (OCS) dirigida por el PCCh. Por lo tanto, después de haber sido «traicionado», Xi aún tenía que bailar al son del presidente ruso Vladimir Putin y alabar a Tokayev. Una verdadera vergüenza.
La simple verdad es que para el momento en que el PCCh estaba ocupado confrontando a los Estados Unidos y a Occidente, intimidando a Taiwán, forzando la así llamada política de cero Covid en casa, frenéticamente cerrando ciudades tales como Xi’an y haciendo los preparativos finales al gran evento para salvar apariencias, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, Rusia actuó con rapidez y decisión y apuñaló a China en la espalda. Los esfuerzos de décadas de China en Kazajstán fueron aplastados de la noche a la mañana. El tiempo, la mano de obra, los recursos que China ha gastado para cultivar su propia influencia en Kazajstán probablemente se convertirán en algo del pasado y las industrias y proyectos que China ha estado operando en Kazajstán durante décadas también se convertirán en el botín de guerra para Rusia.
La Organización de Cooperación Shanghái se ha convertido en algo ornamental
Ahora China ha perdido el control sobre su propio patio trasero. La influencia de Rusia en Kazajstán pudiera incluso amenazar la frontera que comprende 1.500 kilómetros desde China con el país de Asia Central. En teoría, Rusia ahora pudiera incluso infiltrarse e influir sobre los eventos en Xinjiang. Sin embargo, la principal humillación es que Rusia, con una economía en contracción, le propinó a China, una superpotencia económica, un duro golpe a su fuerza política y legitimidad en la región.
Después del final de la Guerra Fría, ante el vacío de poder en Asia Central, Rusia y China iniciaron la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) y la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) respectivamente para construir su propio orden internacional regional. De hecho, los miembros y las misiones (mantenimiento de la seguridad regional, lucha contra el terrorismo y fortalecimiento en cooperación regional) de las dos organizaciones se superponen en gran medida. La relación entre las dos organizaciones fue desde el comienzo mucho más competitiva que cooperativa.
Rusia, que siempre ha visto a Asia Central como su propio patio trasero, ha sido bastante tibia respecto a las actividades de la OCS, prefiriendo que sea una organización económica regional para obtener ganancias económicas en lugar de una organización política o militar. Luego del estallido de la crisis en Kazajstán, la OCS se ofreció a ayudar a Kazajstán y la cancillería de China también ofreció promover a la OCS para que desempeñe un papel en la crisis. Sin embargo, Rusia ignoró por completo esto y tomó medidas sin notificárselo a China y a la OCS.
De hecho, Rusia ha violado la Carta de la OCS, que estipula que los estados miembros de la OCS «no buscan lograr superioridad militar unilateral en áreas adyacentes», estos se adhieren a una «búsqueda de posiciones comunes sobre la base de una comprensión mutua y el respeto por las opiniones de cada uno de ellos; implementación gradual de actividades conjuntas en las esferas de interés mutuo”. En la actualidad, el papel de la CSTO como alianza política y militar se ha fortalecido aún más y la SCO se ha convertido en mera ornamento, incapaz de intervenir en lo absoluto. Ahora será mucho más difícil para la OCS ejercer su influencia política en Asia Central.
Además, en el campo económico, Kazajstán priorizará la integración en la Unión Económica Euroasiática liderada por Rusia (por cierto, el propio Nazarbayev planteó la idea de crear la Unión Euroasiática en el año de 1994), por lo que el espacio de la cooperación de la OCS en la economía de Asia Central se reducirá aún más.
Kazajstán es también un punto de apoyo importante de la estrategia exterior de China. Entre una serie de marcos estratégicos internacionales iniciados por China, Kazajstán es un país raro que ha participado en todos ellos, incluyendo la OCS, la Iniciativa Franja y Ruta (IFR) y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. Kazajstán es en realidad un importante canal de tránsito y punto de apoyo estratégico de la estrategia Iniciativa Franja y Ruta y el paso más conveniente para que China se comunique con todo el continente euroasiático. La sección Kazajstán del Puente Terrestre de Eurasia posee casi 3.000 kilómetros de largo y Kazajstán juega el papel del «Estrecho de Malaca» en tierra. Por lo tanto, con Rusia ahora cómodamente en control de Kazajstán, Putin puede (si así lo decide) descartar la estrategia más orgullosa y regocijante de Xi llamada la Iniciativa Franja y Ruta.
Sin embargo, cabe señalar que incluso el así llamado amigo de China Nazarbayev no fue ningún aliado de China. Nazarbayev siempre ha perseguido la filosofía estratégica de atraer a los Estados Unidos y Occidente, vigilar a Rusia y protegerse de China, lo cual se denomina simplemente «diplomacia multilateral y equidistante». En pocas palabras, significa que no confiaba ni en Rusia ni tampoco en China.
Conclusión
Recientemente, algunos medios de comunicación chinos ofrecieron una franca reflexión sobre los eventos en Kazajstán, declarando que Putin fue el mayor ganador y reconociendo las enormes pérdidas del PCCh.[2] Sin embargo, la reflexión de estos medios de comunicación también cree que por mucho que cambie la situación, es muy difícil que Kazajstán se deshaga de su dependencia económica de China. Sin embargo, el problema es que lo sucedido en Kazajstán sienta un precedente para otros países de Asia Central. Rusia ahora puede planear monopolizar el espacio estratégico en Asia Central y la estrategia de China en su proyecto Iniciativa Franja y Ruta de ahora en adelante estará sujeta a Moscú. Después de todo, Putin ha visto más claramente que Xi Jinping es ambicioso pero no está preparado para ser un líder regional. La total insuficiencia de China para reaccionar ante los acontecimientos de Kazajstán ha demostrado que Pekín es realmente un tigre de papel.
Irónicamente, es Rusia la que posee influencia sobre China. Es posible que Xi deba hacer concesiones para ganarse el favor de Rusia. Si Putin se vuelve contra Xi, los arreglos estratégicos del PCCh en la región, especialmente en Occidente (hacia Asia Central), el norte (hacia Mongolia) y el sur (hacia India y Vietnam) pudieran empeorar bruscamente.
*Chris King es investigador sénior del Proyecto estudios de los medios de comunicación chinos en MEMRI. King participó activamente en las protestas estudiantiles ocurridas en China en el año de 1989.
[1] Il.china-embassy.org/eng/zgxw/202201/t20220108_10480233.htm, 7 de enero, 2022.
[2] Dwnews.com, 14 de enero, 2022.