Introducción

En las últimas semanas, ha habido señales en Teherán de una intensificación de la lucha por el liderazgo entre el Líder Supremo iraní Ali Jamenei y el ex número 2 en el liderazgo iraní, Hashemi Rafsanjani. Este conflicto emergente se centra en la cuestión de las conversaciones directas con los Estados Unidos y en la solución del tema nuclear.

Desde las elecciones presidenciales de junio del 2013, que Rafsanjani ve como su victoria,[1] este ha estado presionando a Jamenei a mantener conversaciones directas con los Estados Unidos y realizar una decisión crítica para la supervivencia de la República Islámica de Irán en relación con el compromiso sobre el programa nuclear de Irán, según lo exigido por Estados Unidos y Occidente, de la misma manera que el gobierno iraní decidió en 1988 poner fin a la guerra de ocho años con Irak, cuando las condiciones se habían vuelto tan difíciles que ya no podían seguir luchando.[2]

En este momento, Rafsanjani está actuando como un líder paralelo a Jamenei, y está estableciendo un camino en estos temas que son ampliamente divergentes de Jamenei, presentándoselos al público en varias ocasiones.

Por ejemplo, en un encuentro el 21 de julio, 2013 con académicos, Rafsanjani criticó la política extremista de Jamenei, diciendo: «No podemos estar en conflicto con el mundo y [al mismo tiempo] pensar [que habrá] una mejora en la [relación de Irán con el mundo]. Este pensamiento extremista interfiere con las demandas del pueblo por la independencia en todas las etapas de la Revolución Islámica [de Irán]… Aquellos que llevaron al estado a su situación actual pueden reconsiderar sus palabras, sus pensamientos y su comportamiento, con el fin de ayudar y mejorar la situación en [la] atmósfera de rivalidad [que caracteriza las relaciones internacionales]. Una condición previa para ello es, por supuesto [para Jamenei y sus socios] que se mantengan alejados de los insultos y acusaciones sobre aquellos que se esfuerzan por mejorar el estatus de Irán [es decir, el bando de Rafsanjani] porque [estas] acciones no se ajustan a la retórica moderada».[3]

A fin de prevalecer en su lucha por el liderazgo respecto a la política extremista de Jamenei, Rafsanjani recluta la imagen del Ayatolá Ruhollah Jomeini, fundador de la República Islámica, describiendo su política y sus decisiones históricas – primero entre ellos su decisión de aceptar la Resolución 598 de la ONU y con ello poner fin a la guerra de 1980-1988 entre Irán e Irak – tal como debe seguirse el paradigma de la moderación como modelo para ese momento. La decisión de Jomeini de poner fin a la guerra, que según él era como «beber la copa de veneno» – un término que se ha vuelto profundamente arraigado en la política iraní como código para un reconocimiento de la derrota política y un cambio total de política a fin de salvaguardar el régimen y el estado, incluso a costa de renunciar a los principios políticos declarados – se ha convertido para Rafsanjani en un principio a ser aprobado ahora ante la situación actual de Irán.

El 20 de julio del 2013, la oficina de Rafsanjani publicó una entrevista especial con él, en conmemoración del aniversario de la Resolución 598. En la entrevista, titulada «[La aceptación por Irán de la Resolución [598] de la ONU] llego a causa de la moderación del Imam [Jomeini]: el Ayatolá [Rafsanjani] relata cómo [Jomeini llegó a la decisión] de beber la copa de veneno». Rafsanjani cuenta cómo esta fundamental decisión para el destino del país fue hecha por el liderazgo iraní, encabezado por el Ayatolá Jomeini, el cómo Jomeini fue persuadido para declarar terminada la guerra, y cual fue el papel de Rafsanjani en ese proceso.

Rafsanjani explica en detalle las acciones moderadas y responsables adoptadas por Irán bajo el Ayatolá Jomeini y el propio Rafsanjani durante la guerra – el cual dice Irán debe adoptar hoy en sus relaciones con el mundo, especialmente con los Estados Unidos, a fin de garantizar sus propios intereses. Este dijo que fueron estas decisiones moderadas que le dieron a Irán su victoria y sus logros, y que es por eso que deben orientar la política iraní de hoy día. Los Estados Unidos, subrayó, resultó para ese momento que estaba realmente listo para ir a la guerra contra Irán, Irán, por su parte, y en esas circunstancias, no había respondido a la provocación estadounidense con fuerza – tal como pudo haber hecho cerrando el Estrecho de Ormuz o atacar los intereses estadounidenses o declarar el Jihad contra los Estados Unidos – sino que reaccionó con moderación y por vía diplomática y por lo tanto demostraron que buscaban la paz, y al mismo tiempo preservar sus derechos inalienables.

En la entrevista, a Rafsanjani se le pregunto sobre su visión a la analogía entre la subsiguiente decisión crucial de 1988 de poner fin a la guerra con Irak, el beber de «la copa de veneno», por una parte, y el actual conflicto de la crisis nuclear, por el otro. Este evitó dar una respuesta concreta, alegando que la analogía se haría más tarde, pero está claro que en su opinión existe una necesidad al mismo tipo de decisión respecto a las conversaciones con los estadounidenses para resolver la crisis nuclear, y que esta decisión será tan importante como la decisión de 1988.

También en la entrevista, Rafsanjani aprovechó la oportunidad para destacar que el tema de la crisis nuclear se decidirá conjuntamente entre él, Jamenei, y el resto de los sabios de la nación. Él también, en varias ocasiones y de muchas maneras, subrayó su alta condición histórica sobre Jamenei, como el elegido por el Ayatolá Jomeini para el mando de la guerra, mientras que Jamenei se le consideró incapaz para esa misión debido a una lesión en la mano.

Está claro desde su posición de que Rafsanjani se ve a si mismo como el líder que está en condiciones de manejar la crisis nuclear – y que es, de hecho, el único hoy en Irán capaz de hacerlo, y de triunfar contra los Estados Unidos. Por otra parte, en sus declaraciones acerca de sus experiencias personales en el proceso de toma de decisiones durante la guerra Irán-Irak, Rafsanjani crea la clara impresión de que si el Ayatolá Jomeini hubiese estado vivo hoy, habría, sin duda alguna, entregado la tarea de la gestión de la batalla principal que da Irán hoy – es decir, la crisis nuclear – a Rafsanjani para llevarla a cabo a su manera – es decir, de la manera en que Jomeini lo haría.

La respuesta del Líder Supremo Jamenei llegó al día siguiente. El 21 de julio, su oficina emitió un comunicado respecto a estos temas, aceptando en principio el punto de vista de Rafsanjani sobre conversaciones directas con los Estados Unidos alegando que esto también había sido su propia postura en el pasado, Jamenei dijo que lo que hay que garantizar es que Irán sabe tanto de la verdadera naturaleza de la otra parte (es decir, los Estados Unidos) y sus objetivos, y no se somete a esta (véase el apéndice).

Lo siguiente son los puntos principales de la entrevista con Rafsanjani, según lo publicado por su oficina:[4]

Para ver la totalidad del despacho en inglés junto al cuestionario de preguntas y respuestas por favor haga clic en el siguiente enlace: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7303.htm

*A. Savyon es Director del Proyecto Mediático Iraní en MEMRI; Y. Mansharof y E. Kharrazi son compañeros de investigación en MEMRI.


[1] Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 996, Elecciones presidenciales en Irán – Otro episodio de la continua lucha por el liderazgo iraní entre Jamenei y Rafsanjani – Primera parte, 14 de julio, 2013.

[2] Véase llamadas similares de Rafsanjani en los últimos meses para negociar con los Estados Unidos y para Irán de ceder en la cuestión nuclear: MEMRI Investigación y Análisis No. 821, Rafsanjani llama al diálogo con los Estados Unido, 4 de abril, 2012 y MEMRI Despacho Especial Nº 5105, Diario iraní llama en el régimen a comprometerse en las conversaciones nucleares, 25 de diciembre, 2012.

[3] Entekhab.ir, 21 de julio, 2013.

[4] www.hashemirafsanjani.ir, 7 de julio, 2013.