En su columna en el diario saudita en Londres Al-Hayat, el destacado analista político Khalid Al-Dakhil presentó sus impresiones y comentarios a una entrevista que este realizó con el encabezado del buró político de Hamas Khaled Mash’al varios días antes de la jubilación de este último y ante la publicación del nuevo programa político de Hamas.
Según Al-Dakhil, Mash’al había pedido reunirse con él a fin de presentar su doctrina sobre Israel, las relaciones Hamas-Fatah y las relaciones Hamas-Siria. Durante la entrevista, Mash’al declaró que acepta la iniciativa de paz árabe, pero continúa oponiéndose en reconocer a Israel. En cuanto a Siria, Mash’al reconoció la generosidad del régimen sirio hacia Hamas, que incluyo permitirle a Hamas desarrollar sus cohetes en las fábricas del régimen y describe el trasfondo de la crisis que se desarrolló luego cuando Hamas se negó a apoyar la campaña militar del régimen en contra de los rebeldes
En su columna, Al-Dakhil criticó la postura de Mash’al al reconocimiento de Israel, diciendo que es irrealista y coloca a Hamas dentro de un «recodo» ya que contraviene la postura de todos los países árabes que han aprobado la iniciativa de paz árabe. Al-Dakhil agregó que el estatus de la resistencia armada en el mundo árabe ha disminuido debido a la falta de logros y también porque la resistencia ha sido asumida por elementos que sólo buscan aprovecharse de esta para promover sus propios objetivos. Este agregó que existe una creciente brecha entre los intereses de la resistencia armada y los de algunos países árabes que no necesitan a Hamas tanto como Hamas los necesita a ellos.
Lo siguiente son extractos de su columna:[1]
Khaled Mash’al (imagen: Aljazeera.com)
Mash’al: Hamas se opone a reconocer a Israel antes del establecimiento del estado palestino
«Yo hubiese querido reunirme con Abu Al-Walid [Khaled Mash’al], jefe del buró político de Hamas [y la reunión finalmente] tuvo lugar la semana pasada en Doha, Qatar, donde yo estuve de visita con el fin de asistir al 11avo foro del Centro de Estudios Al-Jazeera. El domingo (el segundo día de la conferencia), cuando me dirigía a la primera sesión, un hombre se me acercó, me saludó en nombre de Khaled Mash’al y me ofreció reunirme con él. Me alegré y recibí con agrado este gesto. Ya que mi regreso a Riad fue para el lunes, le dije [al hombre] que el domingo era el único día que podía reunirme con [Mash’al] y así fue. Me senté en el salón y uno de los dos ayudantes de Mash’al me pidió que le entregara mi teléfono móvil y le pregunté por qué y Abu Al-Walid explicó que era primero por mi propia seguridad y protección, ya que los teléfonos modernos podían ser usados como dispositivos de escucha. Accedí y entregué mi teléfono. Inmediatamente comenzamos a hablar y nuestra conversación duró desde las 15:30 hasta las 18:30… Abu Al-Walid en gran medida manejó la conversación. La fluidez de su discurso dejaba poco espacio para preguntas y [en todo caso] tocaba casi todos los temas que quería preguntarle. Este habló de varios temas a medida que se le ocurrían y que sabía eran del interés de otras personas. Yo, por mi parte, [sólo] quería escuchar al hombre en esta primera reunión y hacer algunos comentarios. Habló de su época en Kuwait; sus lazos con Arabia Saudita; los desacuerdos entre Hamas y la Autoridad Palestina y especialmente Fatah; La postura de Hamas a la iniciativa de paz árabe y especialmente el reconocimiento de Israel; El Acuerdo de Meca[2] y finalmente lo que sucedido entre él y los líderes sirios cuando la revolución [siria] estalló en Deraa y hasta que se marchó de Damasco, en enero del 2012, dijo. Finalmente, Mash’al dijo que en dos semanas Hamas publicara un nuevo plan político, al mismo tiempo que su jubilación la que fue anunciada de antemano».
«En esta columna no hare más aquí que presentar mis comentarios sobre la reunión. Primero, respecto a las relaciones Hamas-Fatah: Sentí por los comentarios de Mash’al que la razón crónica de las divisiones palestinas aun permanece. Por ejemplo, Hamas está dispuesto a unirse a la OLP si Fatah renuncia a su insistencia de controlar a la organización y hace de Hamas el segundo pilar de la organización (de acuerdo a su tamaño) junto a Fatah. Otra razón es que el Fatah liderado por Mahmoud ‘Abbas se opone a la opción de resistencia armada, a la que Hamas se adhiere. El liderazgo del movimiento sostiene que las negociaciones y la resistencia pueden combinarse. El punto que llamó mi atención en este contexto es que Khaled Mash’al defiende la oposición que realiza Hamas de reconocer a Israel bajo las condiciones actuales. En nuestra conversación este reiteró que Hamas acepta las fronteras de 1967, que en realidad es una postura progresista, pero que rechaza el reconocimiento del estado israelí antes de que un estado palestino sea establecido. Su argumento era que el reconocer a [Israel] es una decisión del pueblo palestino y que ninguna organización tiene derecho de tomar tal decisión por sí misma.
«Lógicamente hablando, esta es una postura legítima. Pero el problema es que es incompatible con la realidad política palestina y árabe». La OLP reconoció a Israel de acuerdo a los Acuerdos de Oslo y no lo condicionó al reconocimiento israelí [de un estado palestino] o incluso en poner un alto a los asentamientos. Por lo tanto, Si la OLP acepta el punto de vista de Hamas, tendría que retirar su reconocimiento [a Israel], lo que significa cancelar los Acuerdos de Oslo. En realidad, el desprecio por parte de Israel por los acuerdos de paz, en particular aquellos realizados con los palestinos, pudiera significar que esta opción [de retirar el reconocimiento] será la única que se mantiene para que la situación regrese al carril del cual comenzó.
Al-Dakhil: La negativa de Hamas de reconocer a Israel infringe sobre la postura de todos los estados árabes que han aprobado la iniciativa de paz árabe
«En cuanto a las relaciones Hamas-Arabia Saudita, Abu Al-Walid expresó repetidamente su admiración por la lealtad al arabismo demostrada por el Rey saudita ‘Abdallah bin ‘Abd Al-‘Aziz y por el actual Rey Salman bin ‘Abd Al-‘Aziz. Lo que me llamó la atención en este contexto es su comentario de que Hamas acepta todos los detalles de la iniciativa de paz árabe, además de reconocer a Israel, tal como yo he dicho, el autor de la iniciativa, el Rey ‘Abdallah, se sentía disgustado por esta postura de Hamas, pero a pesar de todo, las relaciones entre ellos no eran tensas y [Arabia Saudita] continuó discutiendo esta disputa con Mash’al entre bastidores. Adicionalmente, el Acuerdo de Meca fue alcanzado en el 2006 tras el sangriento conflicto Fatah-Hamas y cuatro años luego de que se iniciara el cisma [sobre la iniciativa de paz árabe]. Quedó claro que uno de los mayores países árabes se esforzó en frustrar el Acuerdo de Meca. El desacuerdo con Hamas sobre el reconocimiento [de Israel] es en realidad un desacuerdo con todos los países árabes que aprobaron la iniciativa en la cumbre de la Liga Árabe del 2002 en Beirut, que coloca a Hamas dentro de un estrecho escenario político. [El tema es] de si puede cambiar la realidad política y lograr que todos los países árabes cambien sus posturas [sobre este tema]».
Al-Dakhil: Existe una creciente brecha entre la resistencia armada palestina y los intereses de algunos países árabes
«… Hamas está consciente de que el prestigio del concepto de resistencia ha salido perjudicado. Este fenómeno, junto a otros indicativos, apunta a la difícil situación que enfrentan los árabes y a su creciente complejidad luego de transcurrir la Primavera Árabe. Hamas experimentó esto directamente en Damasco incluso antes de que otras organizaciones lo hicieran. El punto principal es que la resistencia como opción no ha desaparecido, pero en las últimas décadas, partidarios de la resistencia se encuentran en un estado de confusión, que va desde una fe inquebrantable en la legitimidad [de la resistencia] a dudar de su eficacia y de la credibilidad de sus defensores. Esto es lo contrario total a la situación que existía en los días de los movimientos liberadores árabes del imperialismo, principalmente la resistencia palestina de los años 60 y 70. Algunos son viejos y se han acumulado con el tiempo y algunos son nuevos y brotan de los acontecimientos y desarrollos, principalmente de la Primavera Árabe y específicamente en Irak y Siria. Las antiguas razones incluyen los escasos logros de la resistencia frente a la creciente pérdida de territorio y de derechos; esto además de las divisiones entre las facciones palestinas y la incapacidad para salvarlas, junto a incesantes cismas internos-árabes. El cisma era uno de los atributos prominentes del movimiento de resistencia palestino cuando era ‘secular’ y esta situación persistió con el surgimiento de los movimientos islamistas de Hamas y el Yihad Islámico palestino.
«Otra razón antigua que continúa ganando impulso es la creciente brecha entre la opción de la resistencia armada palestina y los intereses de algunos países árabes en relación al conflicto árabe-israelí. Este problema surge de la discrepancia cada vez mayor entre la racionalidad de la resistencia y la del ‘estado’, [una discrepancia que afecta] los lazos entre árabes, incluyendo los vínculos árabe-palestinos. Esto ha expuesto el como la dimensión árabe se ha convertido en una carga para la causa palestina, mientras que la causa palestina se ha convertido en una carga para algunos árabes.
«[Por ejemplo], comparen los Tres No proclamados en la cumbre [de la Liga] árabe en Jartum luego de la derrota de junio [1967][3] con los Acuerdos de Camp David, firmados entre Israel y Egipto unos 10 años después y los cambios que siguieron en las posturas de muchos países árabes respecto al conflicto en su totalidad. ¿Cuál de estos perjudicó al otro: Perjudicó la política árabe [a la causa palestina] o fue la resistencia palestina que [perjudicó los intereses árabes]? En este contexto o, para precisarlo mejor, como resultado de ello, surgieron elementos en público que se atribuyen para sí mismos la resistencia, pero que no tenían vínculos con esta. Estas afirmaciones son destructivas y han aparecido en Irak y luego en Siria luego de la puesta en marcha de la revolución. El ciudadano árabe en general y el ciudadano palestino en particular, se encuentra en una situación de pérdida cuando se enfrenta a una resistencia verdadera pero no realizada y a una resistencia destructiva impostora, que no tiene interés en ningún logro sino [sólo] en el lema [de la resistencia] y los beneficios que esta puede traer».
Mash’al: Assad le permitió a Hamas desarrollar cohetes en sus fábricas y exigió apoyo para su campaña militar contra los rebeldes
«Este tema surgió en la conversación, o para decirlo con más [exactitud, el tema de] Abu Al-Walid y los lazos de Hamas con el régimen sirio tras el comienzo de la revolución. Mash’al estaba en Damasco cuando estalló la revolución [Siria] en Deraa. La oleada de la revolución y sus muchas consecuencias para Siria le preocupaban mucho y a Hamas y en su conversación con este hizo hincapié en que el régimen sirio había sido generoso con Hamas y le había permitido llevar a cabo actividades políticas y desarrollar sus cohetes en sus fábricas, dijo este.
«Mash’al trabajó duro para convencer al régimen de que no tomara medidas de seguridad contra la revolución [siria], sino más bien elija reformas y una solución política preventiva. Este quiso preservar lazos [con el régimen], pero al mismo tiempo este apoyó las exigencias del pueblo. Esta es la razón por la cual se desarrolló una crisis entre las partes. El régimen quería que Hamas apoyara sin cuestionar la opción de seguridad que este eligió, pero Hamas no podía soportar la carga de pagar el precio político que esto implicaba. Quedó claro de mi conversación con Abu Al-Walid y de los informes sobre el tema durante los años en que Mash’al y el liderazgo del movimiento comprendieron el alto precio que el régimen sirio esperaba que Hamas pagara por el apoyo de Siria. Este quiso jugar la carta palestina en su juego político en Siria antes de que lo hiciera en otros lugares. [Los líderes de Hamas] también sabían cómo, antes de su momento y antes de la Primavera Árabe, el régimen trató a Fatah y a Yasser Arafat cuando este estuvo en Siria y luego en el Líbano.
«Luego de reunirse con Assad y algunos funcionarios del régimen, Mash’al se marchó a Beirut con el propósito de buscar asistencia del Secretario General de Hezbolá Hassan Nasrallah, quien expresó su disposición de ayudar. Sin embargo, el punto importante planteado por los eventos, en lugar de mi conversación con Mash’al, es que, tras la visita de Nasrallah a Damasco, el régimen sirio redobló la solución de seguridad, indicando que Nasrallah le animó a seguir este camino, contrario a lo que Mash’al esperaba. Luego del feroz discurso de Assad después de la visita de Nasrallah, a Mash’al le fue pedido que se reuniera con Assad, pero este se negó para que no fuese visto como si apoyase lo que se dijo en el discurso y como si estuviese de parte del régimen y en contra de la revolución. Aparentemente, luego de eso Mash’al enfrentaba una puerta de hierro totalmente cerrada, por lo que se marchó de Damasco en enero del 2012, y no ha vuelto desde ese entonces».
Al-Dakhil: A diferencia de Siria e Irán, otros estados árabes no tienen necesidad de Hamas
«La pregunta que Mash’al plantea repetidamente es: Si el régimen sirio y su aliado Irán se han beneficiado de Hamas, tal como realmente lo han hecho, entonces ¿por qué otros no tratan de beneficiarse también de las relaciones con Hamas? Esta pregunta está respaldada por el hecho de que los regímenes sirios e iraníes claman [representar] a la resistencia y, por lo tanto, necesitan a Hamas y a otras [organizaciones de la resistencia]. Otros [es decir, otros regímenes árabes] no tienen necesidades similares de Hamas y las necesidades de Hamas por ellos no es nada diferente a su necesidad de los otros. Esta diferencia en las necesidades y prioridades requiere entendimientos entre las partes. Cambiará algo el retiro de Mash’al del liderazgo de Hamas en unos días en las relaciones [de la organización] con los países árabes activos… o seguirá la situación siendo la misma?»
[1] Al-Hayat (Londres), 23 de abril, 2017.
[2] Un acuerdo firmado por la Autoridad Palestina y Hamas en La Meca en el 2007, que trata principalmente sobre las relaciones entre estos. Sobre el acuerdo véase MEMRI Investigación y Análisis No. 331, El Acuerdo de Meca – Una alianza estratégica OLP-Hamas para establecer un estado palestino sin que Hamas reconozca a Israel, 28 de febrero, 2007.
[3] Los «Tres No» fueron: ninguna paz con Israel, ningún reconocimiento a Israel y ninguna negociación con Israel.