En un editorial del 27 de julio del 2009, el diario conservador iraní Kayhan declaró que los Estados Unidos sólo tiene una estrategia para hacerle frente a Irán, es decir, la búsqueda de diálogo con este – en particular, Kayhan dijo, después de que la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton reconoció a Irán como una potencia nuclear.
Cabe señalar que Teherán está interpretando las declaraciones de Clinton del 22 de julio, 2009 en Tailandia – como si los Estados Unidos pudiesen ofrecerles a sus aliados en la región un «paraguas de defensa» contra un Irán potencialmente nuclear, y que los Estados Unidos tiene un plan para impedir que Irán se apodere del Medio Oriente si esta obtiene armas nucleares – como prueba de que los Estados Unidos está llegando a condiciones con un Irán nuclear.
En su editorial, Kayhan explicó que los intereses norteamericanos en la región, particularmente en Pakistán y Afganistán, son más importantes para los Estados Unidos que la amenaza nuclear de Irán en convertirse en potencia nuclear. Por lo tanto, dijo, los estadounidenses están enviando un mensaje desesperado al mundo, rogándole a Irán a que dialogue. Teherán entiende que Washington no está excesivamente preocupado por la perspectiva de un Irán con capacidad nuclear y, además, sabe que el aumento de las sanciones contra Irán, o incluso un ataque contra el país son imposibles, y que las amenazas mismas son sólo una maniobra de Norteamérica para llevar a Irán a la mesa de negociaciones.
El editorial también ridiculiza a los norteamericanos, «cuya vida entera está repleta de estupideces», y los alaba por finalmente entender que las decisiones en Irán son hechas por el Líder Supremo iraní Ali Khamenei y que estos no deberían depositan sus esperanzas en un vuelco en las decisiones del gobierno iraní.
Los siguientes son los puntos principales del editorial de Kayhan: [1]
Los Estados Unidos no tienen ninguna estrategia, sino una necesidad de diálogo con Irán
«Los norteamericanos dicen ahora que, en luz de los acontecimientos seguido a las elecciones iraníes, están reexaminando su estrategia respecto a Irán… A partir de estas declaraciones, parece ser que, antes de esto, los norteamericanos, como representantes de todos los enemigos de Irán, tenían una estrategia clara y definida respecto a Irán, y que ahora quieren cambiarla. Pero existen muchas pruebas y muchas señales de que nunca tuvieron nada de eso.
«Durante los últimos varios meses, los estadounidenses se han esforzado por arribar a una visión unida, que incluye todas las opciones contra Irán. Sin embargo, gradualmente se hizo evidente que lo único que podían aspirar en relación a Irán era una declaración de que ‘es necesario hablar con Irán’ – y que ninguna estrategia pudiera formarse mientras no exista ese diálogo. En sus conversaciones con los rusos, los chinos, los europeos, los árabes y los sionistas, acordaron que debería permitirse un tiempo suficiente a la idea de conversaciones con Irán – pero no existe consenso sobre la cuestión clave, es decir, qué hacer si las conversaciones fracasan.
«Las declaraciones de Hillary Clinton hace unos días demostraron que esta [pregunta] también ha surgido [ahora] entre altos funcionarios estadounidenses. Los israelíes ya han acordado la idea del diálogo con Irán, y sus intensos esfuerzos en las conversaciones con altos funcionarios de los Estados Unidos en los últimos meses han sido dirigidas a lograr que los estadounidenses estén de acuerdo con utilizar [lo que los israelíes llaman] sanciones paralizantes – y luego, en caso de que las conversaciones fracasen, colocar la opción militar sobre la mesa…»
«Las ‘necesidades [estratégicas]’ de los Estados Unidos con Irán se han vuelto tan críticas que no quieren perder la opción de diálogo con esta – incluso con el costo de un Irán con capacidad nuclear
«Al mismo tiempo, las declaraciones de Clinton revelaron una realidad diferente, una que los sionistas han temido durante algún tiempo y han discutido con mucha frecuencia, aunque no explícitamente. En su [antes mencionado] discurso de la semana pasada, Clinton aceptó la posibilidad de un Irán nuclear, y trató de mostrar que el peligro de un Irán con capacidad nuclear ha sido exagerado, y que la doctrina clásica de disuasión nuclear (destrucción mutua) sería utilizada en contra de Irán al igual que es utilizada en contra de cualquier otra potencia nuclear.
«Ella expresó la esencia de esta idea diciendo que si Irán se convierte en una potencia nuclear, entonces los Estados Unidos extenderían su protección nuclear a toda la región [es decir, al Medio Oriente]. Los israelíes saltaron rápidamente sobre este punto, diciendo que eso significa que los Estados Unidos aceptan la idea de un Irán con capacidad nuclear, y que, [con el fin de infundir confianza a sus aliados], esta les promete protección contra posibles peligros derivados del fenómeno [de que Irán se convierta en una potencia nuclear].
«Las palabras de la Secretaria de Estado norteamericana deben entenderse en un nivel más profundo que la simple prueba de aceptación por los Estados Unidos a un Irán con capacidad nuclear. En la actualidad, la percepción generalizada en Teherán es que los Estados Unidos se encuentran en una situación en la que está enviando un mensaje a todo el mundo de que su ‘necesidad estratégica’ para Irán se ha vuelto tan crítica que no quiere perder la posibilidad de diálogo con esta – incluso a un costo de una Irán con capacidad nuclear.
«Las necesidades estratégicas [comprensivas] de los norteamericanos en la región se han vuelto tan agudas que, en comparación, la perspectiva al surgimiento de un Irán nuclear parece ser un hecho menos importante».
Las así llamadas medidas punitivas contra Irán no son más que una manipulación apuntada a arrastrarla a la mesa de negociaciones
«Funcionarios de inteligencia de los Estados Unidos han reiterado y subrayado en los últimos meses que el ‘peligro concreto’ a la seguridad nacional de los [Estados Unidos]’ se encuentra en otros lugares, tales como Pakistán y Afganistán, y por lo tanto, en lugar de derrochar energía en un inútil conflicto con Irán, prefieren obtener su cooperación con el fin de hacer frente a sus graves problemas.
«[Por consiguiente], las recientes manipulaciones de los sionistas y del Congreso de los Estados Unidos – en relación a un ataque militar [contra Irán], y en relación a las sanciones económicas – no tienen nada que ver con una decisión estratégica de los Estados Unidos en castigar a Irán si las conversaciones fracasan. Los altos funcionarios de los Estados Unidos no están [incluso] haciendo hincapié en la cuestión [de castigar a Irán si fracasan las conversaciones], y sus motivos [para el diálogo] se limitan a la exigencia [de que el G-] 8 le otorga a Irán un período de varios meses (hasta septiembre), con el fin de ‘entablar un diálogo’. En otras palabras, los norteamericanos no están ahora ni siquiera pensando en la etapa posterior a la fase de conversaciones, y su principal preocupación es que Irán podría no estar de acuerdo con el diálogo.
«Incluso las así llamadas medidas punitivas son [sólo] una manipulación para arrastrar a Irán a la mesa de negociaciones, y no para castigarla después de que fracasen las conversaciones – porque saben que [el castigo] es ambos imposible e ineficaz».
Los estadounidenses «aún no han aprendido que el pedir diálogo con alguien uno requiere de cierta cortesía – y que los alaridos desesperados, gritos y chillidos no son considerados como un signo de fuerza»
«La situación hoy es que los norteamericanos ruegan a Irán por diálogo – en un idioma muy irrespetuoso, al igual que vaqueros incultos. Debido a su naturaleza arrogante, todavía no han aprendido que para pedir el diálogo con alguien uno requiere de cierta cortesía – y que los alaridos desesperados, gritos y chillidos no son considerados como un signo de fuerza. Volvemos, por lo tanto, al punto de partida – es decir, a la reevaluación estadounidense de su estrategia de diálogo después de las elecciones iraníes.
«Hasta ahora, hemos dicho que los Estados Unidos en efecto no tiene ninguna estrategia, y que todo lo que posee son aspiraciones de diálogo. Después de las elecciones [presidenciales en Irán], los estadounidenses estaban tentados a pensar de que ‘algo’ había cambiado en Irán, y que deben elegir un curso diferente [de acción]. Pero pronto se dieron cuenta que en cuestiones relacionadas [a la estrategia de Irán contra los Estados Unidos], el gobierno iraní pone en práctica las decisiones del Líder [Supremo iraní] [Ali Khamenei]… y que, por lo tanto, [los Estados Unidos] no deberían fijar ningunas esperanzas sobre algún cambio en el gobierno iraní. Este pequeño flash de visión interna por los norteamericanos, cuya vida viven en total locura, en sí misma valiosa».
[1] Kayhan, Irán, 27 de julio, 2009.