Luego de la masacre ocurrida el 15 de marzo, 2019 perpetrada por el supremacista blanco australiano Brenton Tarrant en las dos mezquitas de Nueva Zelanda, Hashem Al-Naggar, investigador de los movimientos islamistas, culpó al Presidente turco Receb Tayyip Erdogan y a la organización de la Hermandad Musulmana por la masacre que Erdogan apoya y patrocina. El artículo de Al-Naggar refleja la perspectiva de Egipto, que está en conflicto con Turquía por el apoyo de este último a la Hermandad Musulmana egipcia.

En escribir en el diario del gobierno egipcio Al-Ahram, Al-Naggar afirmó que el auge de la derecha extremista en Europa y su terrorismo contra los musulmanes es una respuesta a la actividad subversiva de Turquía y de la Hermandad Musulmana, que difundió el Islam extremista en Europa, con el objetivo de cultivar una generación joven de musulmanes que librarán el yihad allí. Este añadió que, durante años, Ergodan ha estado difundiendo un discurso de odio contra Europa y patrocinando el terrorismo en sus países; también está actuando para renovar la expansión otomana en Europa y fomentar el separatismo entre los musulmanes de Europa. La violencia de la derecha racista europea contra los musulmanes no se detendrá mientras la Hermandad Musulmana y Erdogan continúen sus esfuerzos por islamizar Europa, este concluyó.

Lo siguiente son extractos de su artículo:[1]

Hashem Al-Naggar (fuente: elfagr.com)

«El terrorista que perpetró el ataque en las dos mezquitas de Christchurch llamó a restaurar los días victoriosos de Europa sobre el dominio otomano y esto es prueba nueva de que son las acciones de Erdogan dentro del corazón de Europa las que provocan el impulso racista religioso de venganza [en contra de los musulmanes].

«Todo comenzó con un engaño albergado por algunos investigadores y políticos en Occidente, quienes pensaron que Erdogan pudiera transformar a Turquía en un puente entre Oriente y Occidente… imponer estabilidad en el Medio Oriente y evitar que el extremismo y el terrorismo lleguen hasta Occidente, gracias a su control sobre la Hermandad Musulmana. Estos [investigadores y políticos] ignoraron las acciones de Erdogan en el mundo árabe. Muchos en Occidente no entienden quién es Erdogan [realmente] y desconocen los objetivos de la Hermandad Musulmana y los medios que estos utilizan y el resultado son los acontecimientos actuales sobre el terreno: el nuevo sultán otomano [Erdogan] amenaza a Europa con refugiados y terroristas y con la fuerte presencia de la Hermandad Musulmana [allí]. También ha alimentado el odio por Europa y ha reavivado las batallas del pasado. Esto provocó que la derecha radical en Europa tomara las armas y las dirija hacia musulmanes inocentes en las mezquitas. Estos musulmanes son víctimas de la locura [de la Hermandad Musulmana y Erdogan] en politizar la religión y la gente que se aprovechan de la presencia de los musulmanes en Occidente para obtener beneficios políticos…

«El proyecto del Islam político en Europa ha fracasado, por lo que la única forma en que Erdogan pudo salirse del lío en el que se metió fue dirigir el arma de la religión en Europa y presionarlo, a fin de obtener [algunos logros y] apuntalar su colapsado liderazgo… Cuando las amenazas no funcionaron, este se ajustó cuentas con Europa en la práctica, especialmente después de acusar a sus países de ser parte en el golpe de estado inventado [en su contra] en el 2016 y de ayudar a los partidarios de [su rival en el exilio, Fethullah Gulen]. A lo largo de los últimos años y utilizando una retórica que ignora el hecho de que [la era de] las guerras cruzadas, las conquistas islámicas y las batallas existenciales en el mundo han terminado, Erdogan patrocinó el flujo de terroristas en Europa, tal como lo atestiguan los jefes de estado, los aparatos de inteligencia y testigos de estas organizaciones [terroristas].

«[Luego de] examinar el contenido de los discursos de Erdogan en diversos eventos, no podemos sorprendernos por la forma en que este aprovechó la tragedia de las víctimas en Nueva Zelanda, [una tragedia] de la que este fue principalmente responsable. En sus discursos populistas, que pertenecen a [tiempos] pasados de guerras [interreligiosas], este afirmó que representaba al mundo islámico en su lucha contra una hipotética amenaza europea y [alegó] que existe una conspiración europea en contra del Islam… [Todo esto] en un intento por reunir a los musulmanes en torno a él en defensa de la religión, la identidad [islámica] y los lugares sagrados. En sus discursos este dividió el mundo en dos partes – la Morada del Islam y la Morada de la Guerra[2] – al igual que hizo la organización Al Qaeda.

«Con el fin de enfrentar los escenarios de [aquellos] que se distancian del proyecto político del Islam en la región árabe… Erdogan está tratando de ganar influencia en el Medio Oriente renovando la antigua expansión otomana en Europa. Este ha transformado las mezquitas de la Hermandad Musulmana y los centros islámicos en Estados Unidos y Europa, así como también las mezquitas dirigidas por imames turcos, desde casas de culto comunes donde los musulmanes realizan sus rituales religiosos… en herramientas para implementar el proyecto global del califato y librar un yihad mucho mayor. [Su objetivo es] eliminar la cultura occidental y destruirla desde dentro, tal como lo establecen los documentos y escritos de la Hermandad Musulmana.

«El implementar el proyecto vengativo de Erdogan y de la Hermandad Musulmana requiere desviar a los musulmanes de Europa fuera del carril de la integración social, de la ciudadanía, la convivencia y de la coexistencia cultural-educativa y el respeto por los intereses y la seguridad de los países [donde vive esta gente] hacia el carril de rechazar a la sociedad circundante, rebelándose contra [sus] reglas sobre la base de que son incompatibles con el sharia y aislada de otros sectores de la sociedad. Esto conduce a exigir sistemas musulmanes especiales de educación, bienestar, cultura y de derecho, que serán supervisados y controlados por la Hermandad Musulmana y por el propio Erdogan, quien está detrás [de la Hermandad Musulmana], como primer paso hacia el establecimiento de su estado paralelo [dentro de Europa].

«La diseminación del extremismo en las mezquitas europeas y en los centros islámicos controlados por la Hermandad Musulmana y por los imames turcos tiene como destino cultivar una generación que enarbola la bandera del yihad en defensa de este hipotético estado [islámico], con la intención de transformarlo en una realidad verdadera. De esta manera, la amenaza a la seguridad y los intereses de la mayoría de los musulmanes que viven en Occidente deriva de las actividades y el discurso de imprudentes… que afirman haber emprendido la misión sagrada de convertir a las sociedades herejes y pervertidas al Islam. El crimen terrorista en Nueva Zelanda y otros crímenes [de este tipo] son solo una respuesta de las organizaciones radicales de derecha al surgimiento de una derecha musulmana extremista que acusa a Occidente de herejía y utiliza la religión y la historia para justificar sus acciones. La violencia de la derecha racista no se detendrá mientras la Hermandad Musulmana y su líder turco [Erdogan] planifiquen su islamización de Europa. El precio del extremismo racista y religioso y la «mutua violencia es pagada solo por gente inocente de [todas] las religiones que renuncian a las acciones de [los extremistas de] ambos [bandos]».


[1] Al-Ahram (Egipto), 25 de marzo, 2019.

[2] En los estatutos de la ley islámica clásica, la Morada del Islam (dar al-Islam) es la parte del mundo que se encuentra bajo dominio musulmán y la Morada de la Guerra (dar al-harb) es la parte que se encuentra bajo dominio no-musulmán, que debe ser conquistada y obtenida para el Islam a través de guerras.