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El 1 de marzo, 2021 el ideólogo yihadista jordano Abu Muhammad Al-Maqdisi publicó un fatua[1] en el que decía que los musulmanes que creen en el laicismo son mucho más malvados y peores que los cristianos y los judíos.

Respondiendo a la pregunta de «¿quiénes son aquellos que cometen el acto de incredulidad más grave y más desviado en el camino – los politeístas o los laicistas?» Al-Maqdisi respondió: «Sin lugar a dudas, los laicistas son malvados y mucho más maliciosos que los politeístas y el laicismo está mucho más alejado del camino y es más malicioso que el politeísmo». Según Al-Maqdisi, «los laicistas quienes están asociados al Islam incluso solo por su identidad son considerados apóstatas por un grupo de estudiosos».

Desarrollando en su fatua, Al-Maqdisi consideró a los laicistas de ser mucho «más malvados que los politeístas árabes, judíos y cristianos» diciendo que «los judíos, los cristianos, aquellos que adoran las tumbas y muchos politeístas e incrédulos han cometido actos de incredulidad en menor grado que los laicistas».

Al-Maqdisi continuó diciendo que «el nivel de apostasía cometido por los laicistas que separan la religión de la vida de la población y no permitirán que la religión se involucre en el proceso de gobernar y legislar junto a impedirles participar en política y en los asuntos mundanos es mucho más grave, incluso si estos se identifican como musulmanes, que politeístas, incrédulos y apóstatas que han cometido actos de incredulidad pero no llaman a tal separación y buscan promoverla, aprobarla, persuadir a la población o imponérsela».

Este luego clasificó a los laicistas, señalando que no todos están al mismo nivel de incredulidad. El «tipo de laicistas más malvados y maliciosos», según Al-Maqdisi, son «el de faraón y aquellos que detestan y rechazan la religión en su totalidad… le impiden a la población creerlo y rechazan sus reglamentos declarando su ateísmo». El nivel posterior, este escribió, son «aquellos que no son hostiles ante la religión pero rechazan su participación en los temas mundanos, el gobierno y la política. Y existe un tercer grupo al que pudiéramos llamar erdoganistas. Estos tienen su propia definición de lo que significa el laicismo, ya que aceptan el sharia verbalmente y pueden encontrarse en su comportamiento personal, pero no lo incluirían en los sistemas políticos y de gobierno y consideran a todas las religiones y a sus seguidores por igual, ya que no rechazaran ningún aspecto de las falsas creencias y no considerarían al Islam diferente o superior a ellos».

Al-Maqdisi concluyó su fatua diciendo que «el laicismo de Ghannouchi[2] se encuentra más alejado del camino que el laicismo de Erdoğan… la razón tras esta clasificación es que el laicismo posee diferentes niveles y sus adeptos varían en cuan profunda es su participación en su incredulidad. El secularismo de Atatürk definitivamente no está al mismo nivel que el de Erdoğan, a pesar de que el secularismo de Erdoğan no rechaza el secularismo de Atatürk, sino que lo protege, lo celebra y lo glorifica”.


[1] Ilmradio.com, 1 de marzo, 2021.

[2] En referencia a Rached Ghannouchi, el islamista tunecino quien fue cofundador del Partido Ennahdha en Túnez.