Un artículo titulado «Alianza Informal en el Medio Oriente: Teherán, Ankara y Doha se encontraron a sí mismos», publicado por el grupo pensante derechista Katehon, que afirma las virtudes de la ortodoxia oriental en contraste con un «espiritualmente confuso» cristianismo occidental, satisface la improbable alianza informal entre Irán, Turquía y Qatar. A pesar de las principales fallas y conflictos de intereses, Katehon espera que las partes puedan persistir en su cooperación que les permita «controlar Asia junto al oeste de India y Pakistán». Esto sería altamente preferible a las hegemonías actuales: «el trío diabólico de los Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita». Los extractos del análisis de Katehon son descritos a continuación.[1]

Erdogan de Turquía y Rouhani de Irán confieren (Imagen: Aljazeera.com)

«Las cordiales relaciones entre Qatar, Turquía e Irán continúan evolucionando a pesar de las sanciones.

«Turquía, Irán y Qatar se mueven en un camino directo hacia la creación de una alianza con plenos derechos en el Medio Oriente, amenazando con realizar serios ajustes al estatus quo en la región. Dicho acercamiento, tal como fue publicado en la edición de Londres del semanario Arab Weekly, amenaza con socavar los cimientos de la seguridad local, pero es imposible decir hasta qué punto se justifican estos temores.

«En la esfera geopolítica, las tareas de Irán y Turquía no coinciden mucho: Turquía desea revivir la grandeza del Imperio Otomano en las fronteras más amplias posibles, Irán: construir su imperio chiita en la región, idealmente, en Siria, Irak, Yemen y el Líbano. El único punto de coincidencia en la postura de ambos estados es lo kurdo. Ni Teherán ni Ankara permitirán nunca la creación de un estado kurdo autónomo en sus fronteras, especialmente porque le dieron parte de su territorio a este “proyecto nacional”.

«No subestimen el papel del pequeño estado de Qatar en esta triple alianza con imperios latentes. El hecho es que los enormes recursos financieros, así como la exitosa ubicación geográfica del emirato, le permiten resistir incluso a la todopoderosa Arabia Saudita, que También reclama dominio regional. Gracias a la «Entente del Medio Oriente», Doha, además de salir del bloqueo, organizado por Arabia Saudita, Egipto, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, tiene la oportunidad de desempeñar un papel más importante en la región, tener una mayor influencia en la situación no solo en el Golfo Pérsico, sino en todo el Medio Oriente.

«Por lo tanto, la presión internacional y las restricciones económicas impulsaron a tres estados totalmente diferentes, a pesar de las diferencias geopolíticas, a comenzar el acercamiento dentro del entorno económico. La forma en que sucederá en el futuro depende principalmente de las acciones que tomarán los Estados Unidos, que, sin lugar a duda, intentarán quebrar la triple alianza emergente. Después de todo, las perspectivas parecen absolutamente fantásticas: si las partes superan las diferencias, tienen el poder de controlar Asia, todo el oeste de India y Pakistán.

«Y será una hegemonía mucho más benévola, que el trío demencial Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita».


[1] Katehon, 28 de diciembre, 2018.