En un artículo publicado el día 15 de febrero del presente año 2022 en el diario egipcio Al-Ahram, el ex-parlamentario egipcio Dr. Mostafa El-Feki se opuso a la noción de que la negación por parte de los árabes y musulmanes ante el Holocausto judío no ayuda a la causa palestina y señaló que el Holocausto es un hecho histórico probado y que su negación despierta el desprecio en Occidente y presenta a aquellos negadores como cómplices del Holocausto. El reconocimiento del Holocausto, agrega, facilitará que los árabes afirmen que los judíos se han aprovechado de este evento histórico para cometer crímenes «que son peores que el Holocausto» contra los árabes y los palestinos y pedirle a Israel que deje de perpetrar crímenes nazis contra el pueblo palestino. Este además dijo, la solidaridad árabe con las víctimas del Holocausto mejorará la imagen de los árabes ante el mundo y contribuirá a promover los objetivos palestinos, mientras que negar el Holocausto puede «causar malentendidos y conducir a una falta de visión junto a una pérdida de la verdad».
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo: [1]
«En aquel entonces, me sorprendieron las declaraciones del ex-presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, quien habló extensa y fervientemente sobre hechos históricos que supuestamente desmienten el Holocausto, siendo este uno de los crímenes nazis perpetrados por Hitler contra los judíos con el pretexto de que fueron responsables de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. Yo me pregunté si era prudente negar el Holocausto en un intento por defender a la causa palestina junto a la lucha que libra el pueblo palestino por sus derechos, quienes estuvieron sometidos en varios períodos a cosas mucho peores que el Holocausto como parte de la agresión israelí hacia ellos y su tierra. También me sorprendió que muchos escritores árabes y musulmanes respondieran con entusiasmo a las opiniones de Ahmadinejad y las consideraran como promotoras de los derechos de los palestinos, que han seguido siendo oprimidos a lo largo de las últimas décadas.
“A mi manera de ver, si nosotros, los defensores de la causa palestina, negamos el Holocausto, es como atribuirle un crimen a alguien que no tiene conexión alguna con ese crimen. Esto nos hace parecer como si nosotros fuésemos parte del crimen, cuando el hecho es que somos sus víctimas directas, porque el ser asfixiados en los crematorios nazis es lo que motivó a los judíos del mundo a expresar su frustración con este crimen cometiendo otros crímenes contra un pueblo inocente… Más vale que no neguemos el Holocausto, cuya historicidad está probada, pero lo utilizamos para condenar los crímenes racistas y agresivos cometidos en la época actual, como la demolición de viviendas sobre las cabezas de los chicos palestinos, las famosas masacres en Deir Yasin y Tantoura, o los caídos de Al-Aqsa y otros mártires de la causa palestina.
“Además, la simpatía por la tragedia de los judíos en la Segunda Guerra Mundial será un punto a nuestro favor y no nos perjudicará en lo absoluto. Hace varias semanas me reuní con una delegación estadounidense que visita varios países y discute esta tragedia del Holocausto. Yo les expresé mi pesar por ello y mi simpatía por sus víctimas, pero exigí condenar a quienes lo utilizan para aumentar la opresión y la agresión contra el combatiente pueblo palestino. Sigo exigiendo que la lección del Holocausto incite a los judíos del mundo a que presione a Israel para que sea justo con el pueblo palestino, le conceda sus derechos legítimos y deje de aterrorizar a los palestinos pacíficos y de abusar de quienes luchan por alcanzar su libertad y recuperar su tierra.
“A mi manera de ver, la perspectiva de Ahmadinejad fue muy restringida y no era nada propicia para emprender una campaña política y mediática internacional, una que arrojaría resultados positivos y ayudaría a los palestinos a lograr sus objetivos y le llegaría a todas las audiencias de nuestro mundo moderno. Al contrario, muchos vieron sus acciones de inaceptables y lo compararon con un oso que le arroja una piedra al rostro de su amo para matar así a una mosca que se posó allí.
“Nosotros no somos quienes cometimos el crimen del Holocausto, pero lo hemos pagado muy caro. Israel y sus aliados lo han aprovechado incesantemente, como si fuésemos nosotros quienes incineramos a los judíos y los gaseamos en los hornos crematorios. Ellos esperaban que el Holocausto sirviera como una profunda lección para toda la humanidad, haciendo que cesaran los crímenes de tortura y exterminio colectivo y las políticas del castigo colectivo, pero en cambio ocurrió lo contrario: fue la nación árabe la que pagó el precio más alto por el bien de la justa causa palestina. En este contexto, tengo tres comentarios que realizar:
«A. Debemos reexaminar nuestras formas de pensar y debatir… e identificar cuidadosamente los parámetros básicos de los objetivos que deseamos lograr. Reconocer el Holocausto puede contar a nuestro favor y puede usarse para informarle al enemigo que el hecho de que sobrevivió a un crimen no justifica cometer el mismo crimen contra otro pueblo, porque la humanidad es una y sus objetivos son compartidos y no hay necesidad de convertir un crimen nazi en un crimen mayor contra los pueblos que no lo merecen…
“B. Cuando la mentalidad occidental se encuentra con un intento desesperado por parte de un funcionario iraní, árabe o musulmán de negar el Holocausto, este responde con burla y no ve esto como un intento por defender a la causa palestina sino solo negar el tema de lo qué sucedió con los judíos de Europa en la Segunda Guerra Mundial. Cabe señalar que los países árabes e islámicos simpatizaron con los judíos en ese entonces y protegieron a sus propias comunidades judías. Marruecos puede ser el ejemplo más flagrante de esto. Por lo tanto, yo sinceramente llamo a pensar detenidamente y realizar una investigación profunda y muy seria antes de apresurarse a adoptar ideas que están condenadas al fracaso en lugar de promover la noble meta y el poderoso objetivo de terminar con el sufrimiento y el dolor del pueblo palestino.
“C. Egipto es el laboratorio ideológico que cultivó la causa palestina y, por ende, nosotros los egipcios debemos identificar selectivamente los parámetros generales de esta causa. Nuestro papel es no repetir cada afirmación que se presenta, incluso con buenas intenciones – tal como la promoción de nuestras causas, pero que de hecho no apoya el mensaje que queremos transmitirle a los demás en las actuales circunstancias internacionales. Debemos distinguir entre el sufrimiento de los demás y nuestro propio sufrimiento y entender que negar el Holocausto judío no significa apoyar a la causa palestina, al contrario, todo esto puede causar malentendidos y conducir a una falta de visión y a una pérdida de la verdad.
«Debemos guiar el pensamiento y los medios de comunicación árabes en cada oportunidad y en todos los sentidos, porque el mundo que queremos es uno en el que todos sean felices, sin excepción alguna».
[1] Al-Ahram (Egipto), 15 de febrero, 2022.