El 7 de septiembre, 2018 el miembro de Fatah y ex ministro de la Autoridad Palestina Nabil ‘Amr, publicó un artículo en el diario en Londred Al-Sharq Al-Awsat titulado «Consejo Impopular para el Presidente ‘Abbas». En este artículo, que también fue publicado un día después en el diario palestino Al-Quds y que fue considerado como el primero de una serie de artículos, Amr pidió al Presidente palestino Mahmoud Abbas que deje de boicotear a la administración estadounidense y se reúna con el Presidente estadounidense Donald Trump al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 27 de septiembre en Nueva York, sin ninguna condición previa pero sin renunciar a ninguna de las posturas de la Autoridad Palestina. Al elogiar a ‘Abbas por su firme rechazo a las decisiones estadounidenses sobre Jerusalén, la UNRWA y los asentamientos’, Amr enfatizó que una reunión con Trump serviría a los intereses palestinos, ya que ‘Abbas pudiera subrayar las posturas palestinas e incluso convencer a Trump a que reemplace a sus enviados al Medio Oriente Jared Kushner y Jason Greenblatt quienes, de acuerdo con ‘Amr, están favoreciendo a Israel. ‘Amr advirtió que, al negarse a reunirse con Trump, ‘Abbas le permitiría a este escalar su guerra contra los palestinos con el pretexto de que estos le dan la espalda al proceso de paz. Este agregó que otros países que se hallan en conflicto con Estados Unidos, tales como Rusia, China, Turquía y Canadá, continúan negociando con este a pesar de sus tensas relaciones con ello.

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo:[1]

«El círculo del boicot palestino se ha incrementado y ahora [es aplicada no solo a Israel, sino también] a los actores internacionales involucrados en el proceso [de paz] palestino-israelí. [Luego que los palestinos] le presentaron a la administración estadounidense una nueva condición, es decir, el despido de [Jared] Kushner y [Jason] Greenblatt, también agregaron el nombre de Nickolay Mladenov, enviado de la ONU al Medio Oriente. El Secretario General de la ONU debe despedirlo por haberse excedido en su mandato al asumir tareas que la Autoridad Palestina cree que este no está autorizado a manejar. Estas demandas de la Autoridad Palestina son condiciones firmes para su regreso a la mesa de negociaciones e incluso para renovar las ya cortadas relaciones con la administración estadounidense y especialmente con el Presidente Trump.

«De acuerdo a mi experiencia con la acción palestina, todavía existe la posibilidad de un cambio de postura, pero esto depende de las propuestas alternas. Los que tienen influencia en esta situación son los mediadores, especialmente aquellos que mantienen relaciones personales o políticas amistosas con la [figura] influyente en la arena política palestina, es decir, con Mahmoud ‘Abbas.

«Presentaré mis sugerencias en una serie de artículos, debido a que son numerosos, para ser más precisos, existen muchos problemas y me veo en la obligación de dar algunos consejos sobre estos.

«Antes de escribir este artículo, fuentes israelíes informaron que el presidente estadounidense había pedido reunirse con el Presidente Mahmoud ‘Abbas al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas [el 27 de septiembre, 2018] en Nueva York. Las condiciones del presidente palestino para celebrar esta reunión también fueron reportadas. Mi consejo al Presidente ‘Abbas es que transforme las condiciones firmes que este presentó para [sostener] la reunión en uno de los puntos que serán discutidos en la reunión, si es que esta se lleva a cabo. Por lo tanto, mi consejo, aunque impopular, es celebrar la reunión. Si es absolutamente necesario el plantear condiciones, deben pertenecer [únicamente] a la postura palestina respecto a la renovación del proceso de paz [y no a la reunión en sí misma]. Esto colocará al Presidente ‘Abbas en una mejor posición. Después de todo, el boicot a la administración estadounidense, que este dirige, ya ha dado sus resultados y la prueba decisiva de esto es la siguiente:

«Primero, la firme oposición del Presidente ‘Abbas al Acuerdo del Siglo y los extensos esfuerzos que este a realizado hacia esta dirección, especialmente luego de las irresponsables decisiones del Presidente Trump respecto de Jerusalén, la UNRWA, los asentamientos, etc., hasta ahora han tenido un impacto considerable en términos de retrasar el Acuerdo del Siglo y su presentación oficial. Es crédito del Presidente ‘Abbas de que no haya sucumbido a la guerra psicológica librada contra este al [transmitirle] el ingenuo mensaje de que ‘procederemos con usted o sin usted’, [lo cual insinuó] en reemplazar al liderazgo palestino, refiriéndose principalmente al ‘propio ‘Abbas’. La constancia de ‘Abbas frente a tales presiones lo colocará en una posición mucho más fuerte si se reúne con Trump mientras se adhiere a las posturas que ha tomado [hasta ahora] respecto al Acuerdo del Siglo y el papel estadounidense que está tan desorientada e irresponsablemente parcializado a favor de Israel.

«Segundo, en cuanto a la condición de despedir a Kushner, Greenblatt y Mladenov, el Presidente ‘Abbas puede persuadir a sus superiores [es decir, el presidente estadounidense y al secretario general de la ONU] de que este no desea trabajar con ellos, [porque] su manera de llevar a cabo sus tareas es ejerciendo presión sobre los palestinos en lugar de actuar como mediadores neutrales, tal como se espera de ellos. El Presidente ‘Abbas tiene sin lugar a dudas una prueba convincente de esto, más que en el caso de Kushner y Greenblatt que en el caso de Mladenov, que no hace nada sin el permiso del secretario general de la ONU y por lo tanto [en su caso] es preferible dirigirse al individuo que está a cargo y no a su funcionario delegado.

«Tercero, antes de reunirse con el Presidente Trump, los palestinos deben declarar firmemente, antes, durante y después del discurso de ‘Abbas’ en la Asamblea General de la ONU, de que se oponen a la decisión [estadounidense] de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y mudar la embajada estadounidense allí. Existe un consenso global de que el estatus de esta ciudad no será modificado sin el consentimiento de ambas partes, los israelíes y los palestinos y como parte de las negociaciones. Los [palestinos] también deben rechazar todas las decisiones que parten de Trump y que infrinjan los derechos establecidos de los palestinos, los cuales son reconocidos por el mundo. Tal declaración disipará cualquier sospecha de que la reunión [con Trump] implica el consentimiento a su política. De hecho, en la reunión ‘Abbas dirá exactamente lo que se dice fuera de la reunión y, lo que vendría a ser más importante, [en la reunión este] tendrá la valentía de confrontar [a Trump] cara a cara y no sufrirá daño alguno si dice después de la reunión: ‘No alcanzamos un acuerdo’. [Pero] si no se reúne con Trump, el presidente estadounidense tendrá la oportunidad de incitar contra los palestinos e incluso intensificar su guerra contra estos con el pretexto de que le están dando la espalda al proceso de paz.

«Por lo tanto, yo le aconsejo a [‘Abbas] que se reúna sin cambiar su postura en lo absoluto, que sería el método utilizado por cualquiera que esté luchando contra Trump en el plano político [e intentando proteger sus intereses]. Los chinos enfrentan una guerra económica [que los Estados Unidos] les ha declarado y están perdiendo billones de dólares, sin embargo, continúan reuniéndose [con los estadounidenses] sin cambiar sus posturas. Los rusos se enfrentan a los Estados Unidos en varias plazas y con diversos medios y herramientas, [pero ellos también] continúan reuniéndose [con los estadounidenses] sin cambiar sus posturas y los canadienses, turcos y demás hacen lo mismo.

«En resumen, lo importante aquí no es la reunión en sí, sino lo que se dice en ello. El Presidente ‘Abbas debe ver a Trump a los ojos y decir lo que dice cada día. Esto será una acción mucho más efectiva que una reunión orientada al área de seguridad y será una forma más eficiente de frustrar el Acuerdo del Siglo y el [plan] estadounidense que tiene como base encontrar a un socio palestino con quien realizar este trato, o a un socio árabe o internacional».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de septiembre, 2018; Al-Quds (Jerusalén), 8 de septiembre, 2018.