Ex-Representante Permanente de Pakistán ante la ONU Munir Akram (imagen cortesía de Iisd.org).

En un discurso el 21 de agosto, 2017 el Presidente Donald Trump anunció una nueva estrategia estadounidense sobre Afganistán.[1] Criticó a Pakistán por albergar grupos terroristas yihadistas, afirmando: «Hoy, 20 organizaciones designadas terroristas extranjeras por los Estados Unidos están activas en Afganistán y Pakistán, la mayor concentración en cualquier región del mundo». «Pakistán muy a menudo le otorga refugio a los agentes del caos, la violencia y el terrorismo. La amenaza es peor porque Pakistán e India son dos estados que poseen armamento nuclear cuyas tensas relaciones amenazan con engendrar conflictos», agregó.

Observando la creciente preocupación al hecho de que las armas nucleares de Pakistán pudieran caer en manos de terroristas, este dijo: «En Afganistán y Pakistán, los intereses estadounidenses son claros: Debemos detener el resurgimiento de lugares seguros que le permitan a los terroristas amenazar a Estados Unidos y debemos prevenir que las armas y el material nuclear caiga en manos de terroristas y sean utilizados en contra de nosotros, o en cualquier otra parte del mundo».

Trump abogó por un cambio de política estadounidense en Pakistán, afirmando: «El siguiente pilar de nuestra nueva estrategia es cambiar el enfoque y el cómo lidiar con Pakistán. No podemos callar sobre el que Pakistán le otorgue refugio a las organizaciones terroristas, a los talibanes y a otros grupos que representan una amenaza para la región y más allá». Este agregó: «Pakistán también ha protegido a las mismas organizaciones que intentan asesinar a nuestro pueblo [es decir, a soldados estadounidenses]. Le hemos estado pagando a Pakistán billones y billones de dólares a la vez que estos alojan a los mismos terroristas que nosotros estamos combatiendo».

Aunque el presidente estadounidense fue duramente critico pero preciso – sobre el papel de Pakistán en su protección a los grupos terroristas, este no amenazó a Pakistán con ninguna medida coercitiva. En un artículo reciente Munir Akram – quien actuó como representante permanente de Pakistán ante las Naciones Unidas – argumentó que Pakistán debía actuar al igual que Corea del Norte, en caso contrario pudiera enfrentar sanciones por parte de los estadounidenses como en el caso de Irán. A continuación se presentan extractos del artículo de Munir Akram.[2]

«La capacidad de Pakistán para resistir el diktat hindú y estar en desacuerdo con el diseño estratégico estadounidense fluye de una fuente principal: sus capacidades nucleares y de misiles»

«El Presidente de Estados Unidos Donald Trump, habló con dureza sobre Pakistán, pero aún no ha impuesto sanciones, tal como ha sucedido con Irán, ni ha amenazado con ‘destruirlo totalmente’, como a Corea del Norte. No es una relación acogedora con Washington. Eso queda por verse. Islamabad no está de acuerdo con la ‘nueva’ estrategia estadounidense sobre Afganistán.

«Este no combatirá contra la guerra de Afganistán en su terreno. Continuará oponiéndose a un papel más amplio de India en Afganistán. Este desea un arreglo político entre Kabul y los talibanes afganos, en lugar de un conflicto continuo y acciones coordinadas para eliminar al Estado Islámico [EIIS] y Al-Qaeda, así como también al grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan, el grupo Jamaatul Ahrar [parte del TTP] y el Ejército de Liberación de Beluchistán, que operan desde refugios seguros en Afganistán.

«Incluso si Pakistán y Estados Unidos son capaces de conciliar sus posturas divergentes sobre Afganistán, los nuevos alineamientos estratégicos que darán forma a las políticas en Asia probablemente no cambiarán». Los Estados Unidos han elegido a India como su principal socio estratégico en Asia para contrarrestar el creciente poder de China. La escalada resultante en la amenaza de India a la seguridad de Pakistán es irrelevante para los Estados Unidos o parte de su plan estratégico para debilitar la oposición por parte de Pakistán a la dominación regional indo-estadounidense. La reciente visita del Secretario de Defensa Jim Mattis a India [26-28, 2017] ha confirmado y reforzado su alianza estratégica y su intención de colaborar en Afganistán.

«La capacidad de Pakistán de resistir al diktat hindú y de estar en desacuerdo con el diseño estratégico estadounidense fluye de una fuente principal: sus capacidades nucleares y de misiles, sin esto, Pakistán hubiese sido atacado como Irak o hubiese sido sancionado como Irán. Su aislamiento, ha sido capaz de irrespetar a Estados Unidos debido a su demostrado poderío nuclear y de misiles».

«Una potencia nuclear islámica [es decir, Pakistán] siempre fue un anatema para Estados Unidos y gran parte del mundo occidental»; «[Estados Unidos] activamente ayuda a India en la ampliación y modernización de su arsenal nuclear»

«Una potencia nuclear islámica [ed. Pakistan] fue siempre un anatema para Estados Unidos y para gran parte del mundo occidental y Estados Unidos trabajó incesantemente, incluso cuando Pakistán fue un aliado cercano, para lograr retrasar y revertir sus programas nucleares y de misiles. Estados Unidos exige ahora que Pakistán detenga unilateralmente la producción de material fisionable y el desarrollo y despliegue de armas nucleares de corto y largo alcance, Mientras tanto, está ayudando activamente a India en la ampliación y modernización de su arsenal nuclear, sus capacidades de misiles y de misiles anti-balísticos, sus fuerzas aéreas y navales, así como también en las capacidades satelitales y espaciales.

«Existen informes creíbles y no tan secretos de que Estados Unidos ha formulado planes para apoderarse o destruir el armamento nuclear de Pakistán su surge alguna crisis. Los grupos pensantes estadounidenses han inventado escenarios donde las armas nucleares de Pakistán caen en manos de terroristas o, incluso para verlo más absurdamente, una parte del ejército paquistaní se convierte en una fuerza «extremista» o «yihadista». De hecho, estos escenarios temerosos pudieran diseñarse como una excusa para ejecutar los planes de «tomar o destruir».

«Es más probable que las cosas lleguen a un punto crítico en caso de otra guerra entre Pakistán e India. Cachemira es una disputa en curso y un punto de inflexión sobre el tema nuclear. Cada juego de guerra India-Pakistán confirma la probabilidad de una rápida escalada de un conflicto a nivel nuclear debido a la asimetría en las fuerzas convencionales. Por lo tanto, una guerra debe ser impensable. Aun así, los líderes políticos y militares de India siguen hablando de «ataques quirúrgicos» y una guerra «limitada» contra Pakistán. Si India alguna vez decide ir a la guerra con Pakistán, tendría que realizar primero un ataque preventivo para eliminar así las capacidades de disuasión nuclear del Pakistán o, ¿estarían preparados los Estados Unidos para hacerlo en nombre de India? Pakistán debe estar preparado para ambas contingencias.

«Islamabad debe presumir que en el curso de su pasada ‘cooperación’ (no considerada) con Estados Unidos para mejorar la seguridad de los activos nucleares de Pakistán, Estados Unidos ha obtenido mucha información sobre los activos estratégicos de Pakistán, Sin embargo, funcionarios pakistaníes descartan correctamente la capacidad que posee Estados Unidos de apoderarse de las armas nucleares de Pakistán. Estas son demasiadas y se encuentran demasiado dispersas y bien protegidas, por lo que no son susceptibles a ser tomadas o en este caso atacadas. Pero los sistemas nucleares de entrega son más difíciles de esconder y de proteger».

Pakistán necesita de la adquisición y el despliegue de capacidades de alerta temprana – satélites, aviones de vigilancia y drones (aviones no tripulados); mientras tanto, Pakistán debe utilizar las capacidades de alerta temprana chinas»

«En una crisis, son los sistemas de ataque los que serán blanco principal de un ataque preventivo. Estos es muy probable serán detectados cuando, en una crisis, están siendo ‘apareados’ con ojivas almacenadas separadamente. Además, tal como se reveló durante el actual drama coreano, los lanzamientos de misiles pueden ser saboteados por ciber-ataques y otros medios técnicos. En el escenario estratégico emergente, la disuasión nuclear es la máxima garantía de Pakistán contra la agresión externa y la coerción.

«Pakistán necesita tomar varias medidas para asegurar la credibilidad en su disuasión nuclear. Uno, el despliegue masivo de artillería y misiles de corto alcance (igual a la de Corea del Norte) como la primera línea de disuasión convencional y de defensa contra un Indian Cold Start [es decir. una doctrina que prevé la movilización simultánea de las fuerzas armadas de India]. Esto disuadirá un ataque de los hindúes y también elevaría sus capacidades nucleares. Dos, la multiplicación de misiles con capacidad nuclear de largo, mediano y corto alcance para asegurar la penetración de cualquier tipo de armamento nuclear, los sistemas de defensa balísticos antimisiles que India despliega. Tres, la continua producción de materiales fisionables para proveer ojivas para la ampliada fuerza de misiles.

«Entonces, existe la necesidad de «aparear» al menos algunas ojivas con vehículos que lleven a cabo su misión, su dispersión y disfraz, o protección en silos endurecidos, para de esta manera responder a un ataque preventivo. Eventualmente, los misiles balísticos lanzados por submarinos pudieran proveer una seguridad en las capacidades de un segundo ataque. Cinco, el despliegue de sistemas eficaces de defensa aérea más un número limitado de avanzados (y costosos) sistemas de misiles anti-balísticos para proteger los centros de comando y control. Seis, el desarrollo de capacidades ofensivas y defensivas en una ciber-guerra.

«Luego de esto, Pakistán necesita de la adquisición y despliegue de capacidades de alerta temprana – satélites, aviones de vigilancia y de drones (aviones no tripulados), mientras que Pakistán debe utilizar capacidades de alerta temprana en China. Por último, una mayor integración e interoperabilidad con las fuerzas terrestres, aéreas y navales chinas para mejorar de esta manera la disuasión convencional y estratégica, de una forma rápida y barata. Una vez que Pakistán pueda demostrar la credibilidad total de su postura en su disuasión en materia nuclear, sus ofrecimientos para negociar la paz y seguridad en el Sudeste Asiático y resolver la disputa de Cachemira pueden evocar una respuesta más positiva tanto de India y los Estados Unidos. Pakistán será también capaz de perseguir sus objetivos socioeconómicos libre de amenazas coercitivas externas, intervención y agresión».

[1] Whitehouse.gov, 21 de agosto, 2017.

[2] Dawn (Pakistán), 1 de octubre, 2017.