En un artículo publicado por el diario en Londres Al-Sharq Al-Awsat titulado «Lo que Tillerson no Dijo me Recuerda a Obama», el ex embajador de Estados Unidos en Siria Robert Ford evalúa la política siria de la administración Trump basándose en la declaración que el Secretario de Estado Rex Tillerson dio el 5 de julio, 2017.[1]
En esta declaración, Tillerson dijo: «Primero, los partidos en Siria deben asegurar estabilidad en el terreno. Si no logramos la estabilidad en Siria, nuestros progresos en derrotar al EIIS pueden desvanecerse. En segundo lugar, los partidos deben trabajar a través de un proceso político con el fin de lograr un acuerdo que trace un camino a futuro para el pueblo sirio. Finalmente, Rusia tiene una responsabilidad especial en asistir estos esfuerzos… Actores en Siria deben recordar que nuestra lucha es con el EIIS y le hacemos un llamado a todas las partes, incluyendo al gobierno sirio y a sus aliados, las fuerzas de oposición sirias y las fuerzas de la coalición que llevan a cabo la batalla para derrotar al EIIS, a que eviten el conflicto entre ellos y se adhieran a los límites geográficos acordados para desacelerar la conflictividad militar y los protocolos para dicho aminoramiento en la escalada militar…
«Estados Unidos cree que Rusia, como garante del régimen de Assad y primer participante en el conflicto sirio, tiene la responsabilidad de garantizar que se satisfagan las necesidades del pueblo sirio y que ninguna facción en Siria vuelva a tomar u ocupe ilegítimamente las zonas liberadas del control del EIIS u otros grupos terroristas…
«Los Estados Unidos están preparados para explorar la posibilidad de establecer con Rusia mecanismos conjuntos en asegurar la estabilidad, incluyendo las zonas de exclusión aérea, los observadores del cese al fuego y la prestación coordinada de asistencia humanitaria. Si nuestros dos países trabajan juntos con el propósito de establecer una estabilidad en el terreno, esto sentará las bases para el progreso en la solución del futuro político de Siria…
Ford señala que esta declaración deja claro que la administración Trump, al igual que la administración Obama, no está combatiendo contra Assad o Irán en Siria, sino que concentra sus esfuerzos en derrotar al EIIS. Este añade que, al imponerle a Rusia que «ninguna facción de Siria retome o ocupe ilegalmente las áreas liberadas del EIIS», Tillerson presume instar a Rusia a que restrinja al régimen de Assad y evite que retome las áreas del EIIS capturadas por los rebeldes apoyados por Estados Unidos. Sin embargo, Ford señala que esta política es problemática, porque si Assad es el soberano en Siria, el que este retome cualquier parte de su territorio en el país sería legítimo en términos de derecho internacional.
Ford señala además que, al delinear la visión estadounidense para el futuro de Siria, Tillerson no dijo que Assad debía renunciar o que Irán y las diversas milicias extranjeras debían marcharse de Siria. Además, no dijo lo que los Estados Unidos planean hacer en Siria, a excepción de la lucha contra el EIIS y el inicio de conversaciones con Rusia sobre el proceso de aminorar la escalada militar, la ayuda humanitaria y las zonas de exclusión aérea. Tillerson sólo sugirió que no debía esperarse que Estados Unidos tome parte alguna en la reconstrucción de Siria o en los esfuerzos políticos para llegar a un asentamiento allí y subrayó que es Rusia y no Estados Unidos quienes tienen una «responsabilidad especial» de ayudar con tales procesos. Ford concluye afirmando que esto también, le recuerda mucho a la administración Obama.
A continuación el artículo, tal como fue publicado en la edición en inglés en la red de Al-Sharq Al-Awsat.[2]
Robert Ford (imagen: spanish.aawsat.com)
«La declaración el 5 de julio del Secretario de Estado estadounidense Tillerson sobre Siria fue la declaración más detallada de los objetivos del gobierno de Trump en Siria. La administración Trump es a menudo difícil de entender, pero esta declaración del 5 de julio le sigue a una reunión de gabinete en la Casa Blanca sobre el tema de Siria el 30 de junio para que refleje consenso entre el Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa.
Tillerson mencionó al EIIS nueve veces y enfatizó que el esfuerzo estadounidense en Siria es contra el EIIS. El significado implícito es claro: Tillerson llamó al gobierno sirio ‘régimen’, pero Washington no combate ni contra Assad ni contra Irán en Siria. De hecho, Tillerson instó a la oposición siria a centrar esfuerzos contra el EIIS y no contra Assad. Aquí la política de Tillerson me recuerda a la administración Obama que insistió en el 2014 de que el ejército estadounidense se encargara de entrenar y equipar sólo a combatientes de la oposición siria contra el EIIS quienes se comprometieron a no utilizar su entrenamiento y sus armas en contra de Assad. Pocos combatientes sirios aceptaron la demanda estadounidense y el esfuerzo del 2014 terminó en una gran vergüenza. En el 2017, sin embargo, el Ejército de Liberación de Siria se encuentra desgastado por las interminables e inútiles batallas internas. Más combatientes de la oposición siria al final pueden aceptar las demandas estadounidenses de combatir contra el EIIS solamente. De hecho, algunos se están uniendo ahora a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para combatir contra el EIIS.
«El punto de vista estadounidense es que dos elementos son vitales para destruir al EIIS: Primero, los territorios restantes del EIIS deben ser capturados. Segundo, debe existir estabilidad en Siria, sin estabilidad el EIIS pudiera, advirtió, resurgir. Luego de seis años de lucha en Siria es difícil imaginar estabilidad, entonces ¿qué está pensando Tillerson?
Primero, la declaración de Tillerson mencionó a Rusia ocho veces y subrayó que Rusia tiene responsabilidades especiales en Siria. Tillerson dijo que Rusia debe impedir que cualquier facción siria recapture ‘ilegítimamente’ territorio liberado por el EIIS o el control de otros grupos terroristas. Ésta es la parte más peculiar de la declaración de Tillerson. Este aparentemente le está exigiendo a Rusia que impida más ataques por las fuerzas del gobierno sirio contra las FDS apoyadas por Estados Unidos, dominado por el partido sirio kurdo PYD y su milicia YPG, que están atacando a Raqqah en estos momentos e incluso pueden intentar tomar partes de la provincia de Deir Az-Zour al extremo oriental de Siria.
«Los estadounidenses derribaron el 18 de junio un avión de combate de la Fuerza Aérea siria que atacaba a las FDS cerca de Raqqah, tres veces los estadounidenses han bombardeado a las milicias respaldadas por sirios e iraníes que se acercan a las fuerzas de oposición árabes sirias en el sureste de Siria. Sin embargo, el gobierno sirio, aun siendo repugnante, es reconocido por las Naciones Unidas como el gobierno legítimo en Siria y por lo tanto el que retome cualquier parte de su territorio dentro de Siria sería legítimo en términos de la legalidad del derecho internacional.
«Tillerson enumeró otros elementos de estabilidad. Washington, dijo, discutiría con Rusia la creación de zonas de exclusión aérea, zonas de conflicto, el despliegue de observadores para un cese al fuego y una entrega más rápida de la ayuda humanitaria. Esto complacerá al canciller ruso Sergei Lavrov. Los rusos luego de la última ronda de conversaciones de Astana anunciaron cuatro zonas para «aminorar la escalada», por lo que la visión estadounidense a una estabilidad en Siria será más clara: a corto plazo, Siria está dividida de facto en al menos cuatro zonas: primero, una zona del gobierno sirio que incluya las principales ciudades en Siria occidental; segundo, una zona al noreste de Siria dominada por el PYD kurdo sirio que incluya a Raqqah, tercero, Idlib al noroeste de Siria, donde quizás soldados rusos y turcos serán desplegados y, finalmente, una pequeña zona al suroeste de Siria cercana a las Alturas del Golán y la frontera jordana.
«Tillerson no mencionó la reconstrucción de Siria. En su lugar dijo que Rusia tenía la responsabilidad de asegurar que «las necesidades especiales del pueblo sirio fuesen cumplidas». El mensaje implícito de Tillerson es simple: no pidan a los estadounidenses que ayuden con la reconstrucción. Este mensaje no complacerá a Lavrov, pero encaja perfectamente con la insistencia del candidato Donald Trump durante la campaña presidencial el pasado año de que Estados Unidos debería dejar de intentar componer a los países extranjeros.
Tillerson sólo mencionó brevemente a Siria a largo plazo. Este dijo que debería existir un proceso político con el fin de lograr un acuerdo para diseñar el futuro de Siria. No dijo que Assad debía apartarse del poder. No dijo que las milicias extranjeras debían salir de Siria. Ni siquiera mencionó la palabra Ginebra. En su lugar, dijo que es Rusia y no Estados Unidos el que tiene una responsabilidad especial de ayudar con el proceso político, sea cual sea este.
«Existen dos temas importantes que Tillerson dejó fuera de su declaración: primero, evitó utilizar la palabra «Irán», como si Irán no tuviese fuerzas allí y no influirá en la estabilidad. Es posible que la reunión del 30 de junio en la Casa Blanca no llegó a una conclusión final sobre qué decir sobre Irán en Siria. Segundo, Tillerson enumeró muchas cosas para Rusia, pero evitó dar una lista de lo que Estados Unidos haría, excepto combatir contra el EIIS y el inicio de las conversaciones con Rusia sobre el aminoramiento de una escalada militar, la ayuda humanitaria y las zonas de exclusión aérea. ¿Estoy siendo demasiado cínico para decir que también me recuerda a la administración Obama?
[1] Para ver la declaración, utilice el vínculo www.state.gov, 5 de julio, 2017.
[2] English.aawsat.com, 8 de julio, 2017.