En los últimos seis meses se han producido informes cada vez mayores en los medios de comunicación libaneses sobre los esfuerzos por parte de Hezbolá de hacer cumplir las normas islámicas en varias ciudades del sur del Líbano. Esta coerción religiosa es manifestada en los anuncios emitidos por los consejos municipales y locales controlados por los representantes de Hezbolá, ordenando el cierre de tiendas de licores o prohibiendo que hombres y mujeres se mezclen en lugares públicos. Estas medidas provocaron protestas entre sectores al sur del Líbano que apoyan a Hezbolá como una organización de resistencia, pero que no necesariamente acuerdan con su política religiosa. En muchos casos la protesta hizo que los consejos locales revocaran las órdenes. Las críticas a las medidas también fueron expresadas en la prensa libanesa, incluyendo también el diario Al-Akhbar conocido por su apoyo a Hezbolá.
Este informe revisa algunas de las medidas coercitivas adoptadas por Hezbolá y algunas de las respuestas que las critican.
Prohibición a que hombres y mujeres se mezclen en lugares públicos y eventos
En julio, 2016 la prensa libanesa informó que el ayuntamiento de la ciudad de Jebchit, en la gobernación de Nabatiyah, al sur del Líbano, prohibió a las mujeres asistir a cibercafés y lugares de entretenimiento y también ordenó cerrar estos lugares durante las horas de rezos, con el propósito de «preservar la paz y tranquilidad de los residentes y en consideración del sharia y los estándares morales». Los propietarios de estos establecimientos protestaron que el ayuntamiento no estaba autorizado para emitir tal orden. Un informe en el diario pro-Hezbolá Al-Akhbar señaló que los residentes de la ciudad son religiosos, pero sin embargo se opuso a la coerción religiosa. Uno de los residentes citados en el diario incluso comparó la orden con las medidas tomadas por el EIIS.[1]
El mismo mes se informó que el alcalde de Al-Khiam al sur del Líbano había cancelado la participación de mujeres en un maratón celebrado en la zona. Ibrahim Haidar, columnista del diario Al-Nahar, quien abordó el tema en su columna, señaló que el ayuntamiento de Al-Khiam está controlado por Hezbolá y que la ciudad tiene una minoría cristiana.[2] Al-Akhbar posteriormente informó que 13 mujeres de la ciudad participaron en la maratón a pesar de la orden.[3]
El maratón de Al-Khiam (Now.mmedia.me, 27 de julio, 2016)
Según Al-Akhbar, la ciudad de Aitaroun prohibió a sexos opuestos bañarse juntos en la piscina local, provocando oposición de algunos residentes, la mayoría de los cuales evitan por tradición la mezcla de sexos pero no obstante se oponen a la coerción religiosa por parte de las autoridades como principio base. El diario informó que después de la protesta de los residentes la ciudad canceló la prohibición.[4]
En agosto, 2016 Hashem Safi Al-Din, presidente del comité ejecutivo de Hezbolá, se refirió a las medidas tomadas en Jebchit, Aitaroun y Al-Khiam en términos evasivos, diciendo: «El objetivo de Hezbolá [en sus actividades en] los consejos municipales es servir a los residentes mientras observa y s aferra a dos limites: la ley libanesa y el respeto por la cultura [del público local]».[5]
Licorerías
En enero, 2017 Al-Akhbar informó que varios miembros del consejo de la ciudad en la ciudad de Kafr Rumman en la gobernación de Nabatiyah, todos ellos miembros del movimiento chiita Amal o Hezbolá, hicieron circular una petición exigiendo cerrar las tiendas de licores de la ciudad, y que 2.500 residentes habían firmado la petición. En respuesta, el jefe de la gobernación autorizó al ayuntamiento a «tomar medidas contra los dueños de las tiendas». Sin embargo, después que miembros del consejo del partido comunista y del partido Al-Tali’a – una filial libanesa del partido Al-Ba’th – expresaron su oposición a la decisión en una sesión del consejo y después de que los residentes locales protestaran contra esta por motivos que infringen la ley libanesa, el consejo hizo regresar de vuelta el asunto al gobernador.[6]
Residentes de Kafr Rumman protestan la decisión de cerrar las tiendas de licores locales (Al-Akhbar, Líbano, 9 de enero, 2017)
Prohibición de música en eventos públicos
El portal Janoubia, conocido por su oposición a Hezbolá, informó el 16 de enero, 2017 que los organizadores de un monumento conmemorativo al presidente cubano Fidel Castro que había tenido lugar dos días antes en Beirut retiraron del programa dos interludios de música de laúd, y esto por insistencia de los representantes de Hezbolá quienes fueron invitados a asistir, principalmente el diputado Muhammad Ra’ad. La decisión enfureció a algunas otras personalidades que asistieron a la ceremonia, incluyendo partidarios de la organización Unión Juventud Democrática y del Partido Comunista, quienes se marcharon del recordatorio en protesta.[7]
Un incidente similar ocurrió a principios de diciembre, 2016 en la Universidad del Líbano en Beirut, cuando el consejo estudiantil de la facultad de ingeniería, cuyos miembros son partidarios de Hezbolá, prohibió a los estudiantes de la facultad tocar música en una conmemoración por un compañero que Había muerto en un accidente de auto. La ceremonia se celebraría en el foro de la facultad e incluiría canciones de la famosa cantante libanesa Fayrouz que el estudiante le encantaba. Los miembros de Hezbolá en la universidad afirmaron que tocar las canciones en público estaba prohibido ya que ofendería la sensibilidad religiosa de algunos estudiantes. También dijeron que habían pedido a los organizadores de la conmemoración que lo celebraran en un pasillo cerrado, pero estos se negaron. Eventualmente, los organizadores trataron de llevar a cabo la conmemoración como estaba previsto, pero los estudiantes pertenecientes a Hezbolá llegaron y por la fuerza los obligaron a no celebrar el acto.[8]
La prensa libanesa arremete contra la coerción religiosa por parte de Hezbolá: Es un intento de cambiar el estilo de vida de los libaneses
Tal como se ha dicho, la prensa libanesa, tanto anti-Hezbolá como pro-Hezbolá, criticó las medidas de coerción religiosa empleadas por la organización dentro del país. El periodista Elie Fawwaz escribió en el portal Líbano AHORA, conocido por su oposición a Hezbolá: «El Líbano no tiene una ley que prohíba que los sexos se mezclen en las carreras de maratón ni en ningún otro lugar. Hombres y mujeres participan en carreras juntos en el maratón anual de Beirut. Así que sobre qué base tomaron esta decisión los ayuntamientos? ¿No puede decirse que estos han violado la ley en este caso? ¿No puede decirse que esta decisión infringe la constitución [libanesa], cuyo preámbulo establece que «el Líbano es Una república parlamentaria democrática basada en el respeto de las libertades públicas, la libertad de opinión y la libertad de creencias y la justicia social y la igualdad de derechos y deberes entre todos sus ciudadanos, sin distinción ni preferencias». ¿No establece este preámbulo que ‘el pueblo es la fuente del poder y de la soberanía, ejerciéndolos a través de las instituciones constitucionales’?… [Estos incidentes de coerción religiosa por parte de Hezbolá] no son un problema temporal sino más bien [un intento de] cambiar el estilo de vida libanés. Lo triste es que el estado no está haciendo nada para decidir el asunto, defender la constitución lo cual es la base de su poder y hacer cumplir la igualdad entre los ciudadanos. [Al contrario], este parece aceptar la existencia de una ley paralela, así como aceptó la existencia del [arsenal] paralelo del [Hezbolá] y la economía paralela y la existencia de más de un cuerpo gobernante [en el Líbano, es decir, el gobierno libanés y las autoridades del Hezbolá]. Esta desintegración de las instituciones estatales sin duda, conducirá también a la desintegración social y a otra crisis, además de las crisis que ya castigan al Líbano».[9]
Diario pro-Hezbolá: Hezbolá debe detener los errores cometidos por algunos de sus representantes
Se sabe que el diario Al-Akhbar apoya las actividades militares de Hezbolá así como también sus actividades políticas en el Líbano; No obstante, no siempre apoya las políticas religiosas y sociales de la organización y no duda en criticarlas. Un ejemplo es una columna del 26 de julio, 2017 por parte de Fiyar Abu Sa’d, quien argumentó que Hezbolá es ante todo una organización de resistencia que defiende al Líbano y como tal, tiene la obligación de defender la diversidad cultural del país y promover la tolerancia. Este afirmó que acciones tales como las adoptadas recientemente por Hezbolá en el Sur podrían alienar a secciones del pueblo que apoyan a Hezbolá como una organización de resistencia, pero no pueden aceptar tal coerción religiosa.
Abu Sa’d escribió: «Las decisiones de varios ayuntamientos en el sur del Líbano relanzaron, aunque tardíamente, el inquietante debate sobre los límites de la apertura social y las libertades individuales… entre los sectores públicos en los que Hezbolá posee una fuerte presencia o influencia «Aunque señaló que las decisiones fueron hechas por representantes de Hezbolá en varias ciudades del sur del Líbano y no a través de los altos niveles de la organización, este expresó preocupación de que estos pudieran iniciar una tendencia que se extendería a otras ciudades y pueblos donde existen muchos partidarios de Hezbolá y agrego «La organización [Hezbolá] debe aclarar la confusión y poner fin al extremismo y los errores políticos cometidos por algunos de sus representantes electos». Hezbolá es a la vez un partido religioso y un partido político que opera en una sociedad diversa. Pero antes que nada es una organización de resistencia que ha logrado victorias en nombre del interés nacional [libanés] y panárabe y que [apoya] a través de divisiones sectarias y religiosas. [Hezbolá] invirtió todos sus esfuerzos en la lucha contra Israel y por lo tanto se convirtió en un modelo… para todos los demás movimientos de liberación nacional en el Tercer Mundo. Este inmenso logro tiene implicaciones nacionales y pan-árabes definitivas, la más importante de las cuales es abrir una ventana a un futuro en el que la gente será tolerante y la sociedad acogerá a [cada] individuo y [también] aceptará a las mujeres y les concederá un lugar. Señoras y señores, el Líbano es nuestro en su totalidad y defenderlo también significa defender su cultura compartida, sus principios, sus fundamentos y sus leyes nacionales que protegen a todos y aplican a todos, independientemente del sector».[10]
Otro artículo en el diario Al-Akhbar lanzó críticas similares sobre Hezbolá tras el incidente en la Universidad del Líbano en Beirut. El periodista Ahmad Muhsin escribió: «¿Piensa verdaderamente el así llamado consejo de los estudiantes de que ésta es la forma de defender a la resistencia, el Islam y la cultura de la Revolución Islámica – o simplemente es una muestra de fuerza? Qué hace que el consejo [estudiantil] piense que puede prohibirle [a la gente hacer cosas] y decidir qué música es apropiada y cuál no lo es[?]…» Este agregó que tal comportamiento no tipificaba a todos los partidarios de Hezbolá en la universidad sino sólo a un grupo de extremistas entre ellos.[11]
[1] Al-Akhbar (Líbano), 26 de julio, 2016.
[2] Al-Nahar (Líbano), 24 de julio, 2016.
[3] Al-Akhbar (Líbano), 26 de julio, 2016.
[4] Al-Akhbar (Líbano), 26 de julio, 2016.
[5] Al-Akhbar (Líbano), 11 de agosto, 2016.
[6] Al-Akhbar (Líbano), 9 de enero, 2017.
[7] Janoubia.com, 16 de enero, 2017.
[8] Lebanondebate.com, elnashra.com, 3 de diciembre, 2016; Al-Akhbar (Líbano), 5 de diciembre, 2016.
[9] Now.mmedia.me, 27 de julio, 2016.
[10] Al-Akhbar (Líbano), 26 de julio, 2016.
[11] Al-Akhbar (Líbano), 5 de diciembre, 2016.