En una conferencia de prensa conjunta el 22 de marzo, 2019 en Beirut con el Canciller del Líbano Gebran Bassil, el Secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo dijo que «el Líbano y el pueblo libanés se enfrentan a una elección: Avanzar valientemente como nación independiente y orgullosa o permitir que las oscuras ambiciones de Irán y Hezbolá dicten su futuro» y agregó que Hezbolá» desafía al estado y al pueblo del Líbano a través de su ala terrorista comprometida con propagar la destrucción y el caos».[1]
Arabia Saudita acogió con satisfacción estas declaraciones de Pompeo y la prensa saudita publicó artículos condenando el control de poder de Hezbolá. Algunos de los artículos afirmaron que, ante las acciones terroristas de esta organización, su fuerza y despliegue en la región y el mundo, una confrontación con este se ha convertido en una necesidad ineludible. Los artículos también afirmaron que, dado que el Líbano está en manos de esta organización, es incapaz de confrontarlo por sí solo y, por lo tanto, la campaña en su contra debe ser internacional. Evitar esta confrontación, dijeron, pondrá en peligro no solo al Líbano sino a toda la región y al mundo.
Lo siguiente son extractos de dos artículos sobre este tema:
Pompeo y Bassil en rueda de prensa conjunta (imagen: Aljazeera.com)
Ex-editor de Al-Sharq Al-Awsat: Una confrontación internacional con Hezbolá se ha vuelto una necesidad inevitable
Salman Al-Dosari, ex-editor del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat escribió que una confrontación con Hezbolá, cuyas actividades no tienen base en ningún apoyo dentro del Líbano sino en el apoyo proveniente del exterior, básicamente Irán, se ha convertido en una necesidad y que evitar esta confrontación sería el mayor peligro para el Líbano. Este escribió: «Durante muchos años, Hezbolá sintió que gozaba de cierta inmunidad y estaba exento de responsabilidades y que podía actuar sin ser responsable de sus agresiones y terrorismo. Esto fue debido a la renuencia de las superpotencias en señalarlo como responsable por sus acciones [a pesar del hecho de que] esta se parece más a una organización terrorista que a un partido político… Pero [en última instancia, la política de no] confrontación con Hezbolá no pudo durar, considerando el peso de las evidencias que indican sus actividades criminales dentro y fuera del Líbano. Los países en Europa comenzaron gradualmente a clasificarlo como un partido terrorista, mientras que los Estados Unidos lo habían hecho mucho antes. Finalmente, la excusa de «la realidad política» y de la membrecía de [Hezbolá] en el gobierno libanés colapsó y [la] confrontación de este partido con el mundo s manifestó.
«[Hoy] ya no es posible engañar al mundo de que [este] partido es un elemento del cual el Líbano no pueda vivir en la arena política. [Muy cierto] Hezbolá tiene un peso innegable en esta arena… pero [este peso] no tiene su base en ningún apoyo político dentro del [Líbano], sino más bien en el considerable apoyo de Irán. [Este apoyo] le ha permitido a [Hezbolá] obtener un poder militar significativo, que utiliza para amenazar a sus rivales dentro de los partidos políticos y a las corrientes del Líbano y también le permitió brindar un apoyo considerable en el terreno al régimen sirio… [aunque] ningún organismo político en ningún país no tiene nada que ver en tomar [estas acciones].
«Por lo tanto, el Líbano enfrenta ahora el inevitable destino de una auténtica confrontación internacional con Hezbolá, cuyo objetivo es convertirlo de nuevo en un país normal. Este escenario no puede realizarse [a través de elementos] dentro del Líbano, por lo que la opción de incrementar la presión externa [sobre Hezbolá] se ha convertido en la única opción. Ya que no es posible aceptar más la paradoja de un partido que posee poder militar y que lleva a cabo acciones ilegales mientras forma parte del gobierno…
«Nadie puede confrontar a Hezbolá desde dentro [del Líbano], por lo que un enfrentamiento con las [fuerzas] externas se ha vuelto en la única alternativa viable para preservar no solo la estabilidad y las fronteras del Líbano sino también la estabilidad de la región y del mundo. Evitar un enfrentamiento con Hezbolá plantea un peligro verdadero, ya que, como lo reiteran constantemente los propios libaneses, este partido no es solo un estado dentro del estado en el Líbano. [El problema] ha empeorado aún más: el Líbano se está convirtiendo en un pequeño estado dentro del estado de Hezbolá. Pero la evidencia indica que esta errónea ecuación, que ha persistido durante décadas, no puede sobrevivir indefinidamente y que una confrontación con Hezbolá se ha convertido en una necesidad inevitable».[2]
Periodista saudita: La campaña contra Hezbolá será larga en la que el Líbano no puede salir solo
Argumentos similares fueron presentados por el periodista Fares bin Hizam, columnista del diario Al-Hayat. Este escribió que, dado el dominio de Hezbolá sobre los centros de poder del Líbano y el alcance de sus actividades, que trascienden las fronteras del Líbano y que alcanza a múltiples estados en el Medio Oriente e incluso en Europa, el Líbano ya no puede restringir a Hezbolá por sí solo, por lo que la lucha en su contra debe ser más amplia. Este añadió que la lucha por desmantelar y eliminar a Hezbolá en última instancia será larga y llevada a cabo en fases.
Este escribió: «El Líbano aún se encuentra muy lejos de estar listo para organizar una revolución en contra de Hezbolá. Esta milicia no será restringida antes de que una acción internacional por parte de Estados Unidos [en su contra] encuentre apoyo [en sí misma] en Beirut, entre las partes aliadas a [Hezbolá], las fuerzas que lo tratan con indulgencia, las autoridades y también la población… La campaña será larga y los Estados Unidos deben darse cuenta de esto, ya que esta organización, como una enfermedad que empeora, está erosionando a todo el país: la presidencia de la república, la [oficina] del primer ministro, el ejército y las [fuerzas] de seguridad. Ninguno de sus líderes puede alzar la cabeza sin el permiso del jefe terrorista [Hezbolá].
«Hezbolá piensa que dirige al Líbano como un juego de ajedrez entre dos jugadores… Un jugador es el propio Hezbolá y el otro se [compuesto de] las 16 sectas del Líbano, que Hezbolá manipula y somete cuidadosamente a su doctrina utilizando amenazas asesinas y intimidación verbal. Este no necesita deponer a ninguno de estos [líderes], porque ya han sucumbido a [su] poder y al decreto del destino. La milicia [Hezbolá] ha ganado el juego y ahora tiene un presidente [Michel ‘Aoun] que no levanta un dedo [en contra de este], un primer ministro [Sa’d Al-Hariri], quien persigue una política complicada y sigue cambiando de dirección sin [lograr] cambiar ni pizca su estatus y un vocero del parlamento corrupto [Nabih Berri] que no ve nada más allá de sus propios [intereses]. Solo el jefe del partido de las Fuerzas Libanesas [Samir Geagea sigue siendo] fuerte, solo, esperando por el decreto de Alá o por el apoyo internacional…
«El problema de Hezbolá trasciende [las fronteras del] Líbano y confrontarlo va más allá de sus capacidades… [Por lo tanto], no es suficiente detener o limitar [la influencia de Hezbolá] sobre la república del [Líbano]. Debe existir una amplia confrontación con esta que no le permitirá que ningún país de la región proveerle a esta milicia asistencia económica, política o de medios de comunicación [como salida a su crisis]. [Actualmente], esta milicia encuentra abiertamente una salida en Irak, Siria, Qatar, Kuwait y Turquía y de forma encubierta [encuentra una salida] en Europa central y oriental, ya que Europa sigue siendo una plaza conveniente [de operaciones] para sus células…
«El largo viaje [de confrontación con Hezbolá] debe ser llevado a cabo por etapas y estar apegado a estrategias viables. Cada etapa implica varios objetivos que [ayudarán a] desmantelar esta entidad, que cuenta con el apoyo externo [de Irán] u pone en contra su base de apoyo popular ante la patria. Este será un largo viaje, ya que la nave iraní se encuentra firmemente anclada en el Líbano y no se siente perturbado por las pequeñas olas [opositoras] y nada impulsa a sus pasajeros a saltar por la borda…»[3]
Caricatura del 3 de abril, 2019 en el diario Saudí Makkah: «Hezbolá» controla al «parlamento libanés»
[1] State.gov, 22 de marzo, 2019.
[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 24 de marzo, 2019.
[3] Al-Hayat (Dubái), 26 de marzo, 2019