Tras la decapitación de un maestro de escuela francés que mostró a sus alumnos las caricaturas del Profeta Mahoma hecho ocurrido el 17 de octubre, 2020 y los posteriores ataques cometidos por musulmanes en Francia y Austria, fueron publicados artículos en la prensa egipcia contra el aislamiento de las comunidades musulmanas en Occidente.
En una reciente columna publicada en el diario Al-Masri Al-Yawm, la autora, periodista y activista de los derechos de la mujer egipcia Dra. ‘Azza Kamel escribió que aislarse en guetos le produce a los musulmanes una crisis de identidad, les impide asimilarse en su entorno y los empuja a abrazar el terrorismo y el Islam extremista. Esto, dijo Kamel, hace que la gente asocie el Islam con el terrorismo y daña a los propios musulmanes más que a nadie. Ella hizo hincapié en que las vulgares caricaturas no tienen el poder de mancillar el honor del Profeta y que los musulmanes en Europa deberían preservar su honor obteniendo educación y comprometiéndose con la sociedad que les rodea.
El escritor egipcio Nabil ‘Amar también abordó el tema del auto-aislamiento de los musulmanes y los problemas que esta situación crea. Escribiendo en el diario Al-Ahram bajo el título «Zonas voluntarias de exilio», este argumentó que los guetos musulmanes de hoy han reemplazado a los guetos judíos del pasado, pero que, mientras los judíos se asimilaron en las sociedades circundantes y penetraron los centros de cultura y se responsabilizaron por tomar sus propias decisiones sin perder su identidad singular, los musulmanes se rodean de muros, de modo que sus guetos se convierten en invernaderos para cultivar asesinos y bombas humanas. Este afirmó que la única solución es salir de los guetos, mientras enfatizó que esto no significa descartar los valores y la cultura singular de los musulmanes.
‘Azza Kamel y Nabil’ Amar (Fuentes: Al-Masri Al-Yawm, Egipto; akhbarak.net)
Lo siguiente son extractos traducidos de sus artículos:
Dr. ‘Azza Kamel: La violencia y el asesinato no son forma de defender el honor del profeta
Azza Kamel escribió: «En Europa y los Estados Unidos existen barrios enteros habitados exclusivamente por musulmanes, una especie de guetos, en los que inmigrantes del mismo lugar de origen, o de diferentes orígenes pero que comparten el mismo idioma e historia, se concentran y se aíslan voluntariamente. Como resultado estos entran en un círculo vicioso de identidad conflictiva y de no-integración, que los catapulta directamente al extremismo y la violencia y les hace respaldar las ideas y tendencias de corrientes fundamentalistas que esparcen su veneno a través de fatuas [fallos religiosos] y leyes contra el secular e infiel Occidente… que defiende los valores del estado civil moderno.
«La población difunde estos fatuas en sus hogares, mezquitas y lugares de trabajo y en las redes sociales. Los inmigrantes suelen vivir en un estado de esquizofrenia y de doble alienación, [divorciados tanto de sus creencias y tradiciones religiosas de origen] como de las normas y reglamentos de la sociedad occidental. Como resultado, la religión fundamentalista se convierte en su única identidad y esto exacerba el sentido de aborrecimiento y de odio hacia la sociedad occidental.
«Cientos de asesinatos por ‘honor’ ocurren: padres, hermanos y tíos asesinan a sus jóvenes parientes nacidas en el extranjero y que, tratando de integrarse a la realidad que estas habitan, hacen amistad con jóvenes occidentales, tanto hombres como mujeres, mientras sus familias intentan casarlas con algún pariente para evitar que deshonren a la familia.
“Esta esquizofrenia e incapacidad para integrarse se traduce en ataques terroristas perpetrados por individuos y grupos y en fuertes demandas para implementar el sharia islámico que, en opinión de los fundamentalistas, salvará a Occidente de su injusticia y herejía. Al mismo tiempo, la extrema derecha populista gana poder en Occidente y llama a purgar las comunidades occidentales de musulmanes, porque considera que todos ellos son terroristas que aterran.
«Y luego alguien publica caricaturas del Profeta Mahoma, haciendo que aquellos partidarios del Profeta y del Islam pidan venganza, lo cual resulta en masacres y decapitaciones brutales que colocan al Islam en la lista terrorista. Comentarios de los líderes occidentales lamentablemente están mal traducidos al árabe y la gente no verifica la validez de la traducción. Esto enciende la ira musulmana en todo el mundo, provocando conflictos cuyas únicas víctimas son los propios inmigrantes.
«En Francia, miles de personas salieron a las calles para condenar al Islam y a los musulmanes. Como resultado, muchas escuelas y mezquitas musulmanas fueron cerradas y muchos maestros perdieron sus trabajos. Tras sucederse el asesinato del maestro Samuel Paty y de tres ciudadanos franceses, el número de chicos que se conectaron a la red para ver las caricaturas ofensivas de Mahoma alcanzó millones.
«Las imágenes ofensivas o comentarios vulgares no tienen el poder de mancillar el honor del Profeta, ni tampoco puede defenderse su honor realizando una carnicería, asesinando, derramando sangre, utilizar hostilidad y odio. La religión se defiende a través de un vibrante y democrático dialogo, siguiendo las leyes y apegándose a los valores humanos, al rechazar la cultura del terrorismo y a aquel que la implemente, integrándose en la sociedad de una manera correcta y genuina y mejorando la educación y el conocimiento de la diáspora musulmana».[1]
Nabil ‘Amar: Los guetos en los que se encierran los musulmanes europeos son invernaderos repletos de terrorismo y de bombas humanas
El periodista Nabil ‘Amar escribió en el diario Al-Ahram: «¿Por qué algunos musulmanes se convierten en bombas humanas quienes se hacen explotar entre gente inocente y se desgarran miembro a miembro, como si su devoción religiosa se reflejara en el encender una mecha y detonar una carga explosiva? Esta noción es exclusiva de las erróneas y equivocadas organizaciones musulmanas, que acogen la agresión y la violencia en violación de su religión, pero de acuerdo a las interpretaciones que aparecen en los libros de herencia islámica. Estas interpretaciones fueron escritas en tiempos de fitna [contienda], de guerra y agresión y deben ser hoy ignoradas. Sin embargo entre los 1.8 billones de musulmanes del mundo, decenas de miles, que pertenecen a organizaciones religiosas armadas, continúan adhiriéndose a estas. Otra pregunta importante es: ¿Cómo pueden los musulmanes que viven en Occidente y estudian allí no lograr todavía trascender su cultura de origen y mentalidad primitiva? Yo sostengo que esto refleja una crisis mental y un gran atraso cultural…
«Qué extraño. ¿Cómo pueden los seguidores de una fe cuya esencia es el entendimiento y comprensión, la observación y una visión racional del universo como medio para acercarse a Alá, seguir controlados por instintos que dictan su comportamiento cada vez que sienten ira u odio? Esa es la crisis que aflige a algunas comunidades musulmanas en Occidente. Estas comunidades viven en guetos musulmanes, que han reemplazado a los guetos judíos tradicionales, el tipo de guetos más prevalente en la historia de la humanidad. Es decir, se aíslan totalmente de su entorno y exigen reproducir el entorno del que proceden y se recluyen allí. Viven en Gran Bretaña, Francia, Bélgica, España o Alemania, pero conservan una mentalidad arraigada en las tradiciones religiosas y las percepciones de los desiertos del Medio Oriente. Llevan puesta ropa moderna, pero están empapados hasta el cuello de viejas y antiguas ideologías y percepciones.
No hace falta decir que no les estamos pidiendo a los musulmanes en Occidente que desechen su cultura y tradición únicas y las reemplacen por la cultura y valores de las sociedades en Occidente. La población de Oriente tiene sus propias tradiciones y valores y tiene todo el derecho de rechazar algunos de los estándares morales de las sociedades occidentales que son incompatibles con el Islam. Pero Occidente también tiene algunos valores exaltados relacionados con la vida y el trabajo, como resultado de su progreso económico y científico en los últimos 400 años. Los musulmanes pueden respetar todos estos valores, especialmente porque son esencialmente compatibles con las directrices del Islam, tales como los valores provenientes del trabajo honesto, habilidades personales, perseverancia, el orden y la limpieza, la puntualidad y la cooperación con los demás independientemente de su color de piel, religión. etc.
Pero muchos de los inmigrantes no logran completar esta integración cultural. Creo que los clérigos no les ayudan para nada a lograrlo, sino que estos buscan constantemente mantener una clara distinción entre las culturas inundando a los inmigrantes con la ideología de los antiguos libros heredados, por temor a que la cultura occidental los abrume y les despoje totalmente de su cultura de origen. Esto es también lo que provocó que los inmigrantes musulmanes construyeran sus nuevos guetos. Sí, los judíos ya no viven en guetos… y los musulmanes provenientes de distintas partes del mundo han ocupado su lugar. Pero, yo hubiese deseado que los musulmanes pudiesen modelar sus guetos en relación a los guetos de los judíos, porque los judíos se dedicaban al comercio y al estudio y eventualmente se integraron y entraron dentro de los mismos centros de conocimiento, cultura, arte y toma de decisiones. Ellos estudiaron, entendieron, internalizaron el conocimiento y luego lo utilizaron para ingresar a la sociedad e influir sobre esta. Vivían iguales a aquellos que los rodeaban, pero al mismo tiempo conservaban sus propias tradiciones y valores.
Contrariamente, la mayoría de los musulmanes que viven en estas sociedades se distancian por completo y se esconden tras los muros de aislamiento que estos han construido entre ellos y su nuevo entorno. Incluso si asisten a escuelas y universidades consideradas occidentales, estos se involucran en un estudio orientado a objetivos en el que la mente se convierte en un almacén de hechos, al igual que un depósito de chatarra. Los hechos son solo materia prima que constantemente se acumula y se convierte en conocimiento, pero no poseen mucho valor si estos conocimientos no son aplicados a la vida, las relaciones sociales, profesionales y culturales, al trabajo y a todos los aspectos de la existencia cotidiana. El gueto judío era un enclave separado, pero formaba parte de la sociedad circundante. El gueto musulmán es un enclave de exilio voluntario y en zonas de exilio voluntario es fácil cultivar asesinos y bombas humanas y además, no existe otra solución al problema sino salir de estos guetos».[2]
[1] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 3 de noviembre, 2020.
[2] Al-Ahram (Egipto), 8 de noviembre, 2020.