En un artículo publicado el 21 de septiembre, 2020 en el diario egipcio Al-Masri Al-Yawm, la destacada escritora egipcia y activista por los derechos de la mujer Dra. Nawal Al-Sa’dawi, se manifestó en contra de la sociedad patriarcal en Egipto que voltea la mirada e incluso alienta el asesinato de mujeres por «violar el honor de la familia». Al-Sa’dawi comienza su artículo contando la historia de una chica de 14 años de edad casada contra su voluntad con un hombre 40 años mayor que ella y que fue asesinada por su familia luego de tratar de escapar del matrimonio. Al afirmar que cientos de chicas menores de edad son asesinadas en Egipto de la misma manera, Al-Sa’dawi afirma que estos crímenes son aprobados y aceptados por la cultura y moral dominantes en Egipto, que ha descartado los valores de libertad y de justicia social, los mismos valores por el que luchaban aquellos que manifestaron en el alzamiento de la Primavera Árabe del año 2011. 

Lo siguiente son extractos de su artículo:[1]

Dra. Nawal Al-Sa’dawi (Fuente: thenationalnews.com)

«El padre de una chica de 14 años la esposó, en contra de su voluntad, con un hombre 40 años mayor que ella. Naturalmente, el matrimonio no funcionó. Ya que, ¿cómo se puede violar el cuerpo y alma de una jovencita así colocándola en una postura de ir contra su voluntad, en manos de un hombre mayor que su abuelo?! La chica se opuso al matrimonio, pero fue en vano. Ella intentó suicidarse, pero eso también fracaso, luego no tuvo más remedio que casarse con él. Más tarde intentó huir, pero el marido fue al registro de matrimonios y se divorció unilateralmente de ella. Luego la atrapó, la golpeó y la llevó de vuelta a su padre y la acusó de mal comportamiento. Esta acusación sirve como pretexto fácil y disponible para cualquier hombre sin escrúpulos que desee divorciarse de su esposa por su propia vergüenza o impotencia, o en un intento de vengarse de ella por negarse a ser sumisa y temerosa. Lo importante es que el padre, sin ningún tipo de conciencia, agarró a su pequeña y débil hija, que no pudo defenderse y con la ayuda de otros hombres en la familia, sus tíos y hermanos, le ataron las diminutas muñecas con una cuerda fuerte, le colocaron cinta adhesiva en la boca y en la nariz y la arrojaron al Nilo cuando aún estaba viva. Luego de que su cuerpo fue encontrado y sacado del agua, el forense determinó que la causa de la muerte había sido estrangulamiento y no ahogamiento.

«Decenas o incluso cientos de incidentes tan vergonzosos ocurren, escuchamos sobre ellos a diario. Los leemos en los diarios y revistas y luego pasamos la página, empapados con la sangre de estas jovencitas, examinando otras noticias que consideramos más importantes… tales como cuántos millones han muerto por causa del Covid 19; escándalos que involucran a celebridades y luchas de poder, dinero y influencias, es decir, elecciones que cambian los nombres de los líderes pero no nuestra cultura. Leemos columnas en la prensa que apoyan el espíritu del extremismo religioso y vemos fotografías de hombres y mujeres que se postulan para ocupar cargos públicos que prometen traer cambios, justicia social y libertades individuales y colectivas, promesas que llegan a la población en forma de tinta en algún diario y declaraciones mediáticas. Estas promesas de justicia social se evaporan una vez que las elecciones terminan y el candidato asume el cargo. ¿Sintió alguna vez angustia alguno de los candidatos, tan ansioso por justicia social, ante los informes sobre esta jovencita asesinada?

«La historia se repite a si misma todo el tiempo y en todas partes, siempre de la misma manera. ¿Cómo se supone que va a cambiar? Después de todo, los valores racistas y las reglas patriarcales de la clase social dominan las relaciones dentro del estado y dentro de la familia. Todos – salvo una pequeña minoría – pasan la página para leer noticias más importantes. Todos – salvo una pequeña minoría – pasan la página y se olvidan de esta chiquilla inocente asesinada en nombre de la defensa del honor de la familia. El padre, los tíos y los hermanos alaban la palabra «honor», en voz alta, audaz y ofensivamente. Todos están unidos en defensa de su honor masculino y su honor se opone a esta chica, que no tiene honor ni nadie que la proteja en esta jungla. Incluso su pobre madre se estremece al sonido de la palabra ‘honor’ y ayuda a los hombres a asesinar a su hija, o al menos guarda silencio y encubre el crimen. ¿Cuántas chicas han sido asesinadas en nuestro país por ‘honor’, mientras que los asesinos escaparon al castigo o recibieron penas leves porque existe simpatía por aquellos hombres que defienden su honor?

«También seguimos el tema de Yasser, un egipcio de una de las gobernaciones del Sinaí quien emigró a los Estados Unidos, se casó con una estadounidense, obtuvo la ciudadanía estadounidense y trabajó como taxista. En el año 2008 sedujo a sus hijas Amina y Sarah y las agredió sexualmente. Luego, cuando se enteró de que sus hijas tuvieron citas con hombres estadounidenses no-musulmanes, les disparó para vengar su honor y el honor de su familia. Este eludió a la justicia durante 12 años, hasta que el 26 de agosto, 2020 fue finalmente capturado, tranquilo y orgulloso de haber llevado a cabo este crimen árabe machista en suelo estadounidense, que no reconoce los crímenes de ‘honor’. Ahora este enfrenta los cargos y castigos más graves impuestos por las leyes.[2]

«Sí, en nuestra tierra el término ‘honor’ se refiere solo al comportamiento de las jovencitas y no al comportamiento de los hombres más fuertes en las arenas políticas, financieras y mediáticas. Esto es todo lo opuesto al honor. Algunos de los que están hundidos hasta el cuello en la lucha por el poder, la riqueza y la influencia pueden burlarse de mí por mi interés en esta jovencita, que no tiene mucha importancia en la jungla de la política, el dinero y el equilibrio de poderes. Después de todo, ¿quién respeta los derechos de cualquier egipcio mujer u hombre que carece de poder? ¿No ganaron millones de egipcios algo de dignidad sólo después de que millones protagonizaron una revolución, derrocaron a los líderes y tomaron sus derechos por la fuerza, gracias al poder de la unidad y de una acción organizada? Esta revolución izó la bandera del honor, la libertad y la justicia independientemente de la religión, el tipo e sexo y clases.

«Nueve años después, yo me pregunto: ¿Por qué ocurrió la revolución egipcia? ¿No fue por el bien de la justicia, la libertad y el honor? ¿No se libró por el bien de esta chica y por los millones de otros miembros oprimidos de esta pobreza? ¿Se ha extinguido el fuego de esta gran revolución humana, o ha retornado la gente a sus hábitos anteriores? Hemos vuelto a los antiguos campos de batalla. Hemos perdido nuestra humanidad revolucionaria que se preocupo por los débiles y por la mayoría oprimida, para volver a abrazar aquellos brutales mecanismos políticos…

«¿Cómo puede obtenerse el honor, la justicia y la libertad para toda la nación, incluyendo a las chiquillas que caen víctimas de la codicia del hombre en sus familias y de los ‘crímenes de honor’ que son lo contrario al honor? Porque nunca vemos víctimas en las élites… de los círculos políticos, los partidos oficiales, los empresarios, los medios de comunicación y la industria de la belleza? Algunas de estas personas crecieron en los brazos de los antiguos regímenes corruptos y se mantuvieron callados ante su corrupción de larga data. Esta élite, que todo lo corrompe, también ha comenzado a corromper a las jovencitas de la revolución popular que promovió altos valores humanos…

«Yo exijo que todos los organismos, tanto del gobierno como civiles, que se preocupan por la dignidad humana de la mujer actúen criminalizando estos llamados crímenes de honor. Ese sería el primer paso práctico en lograr justicia para las chicas y mujeres, en las ciudades y pueblos, que caen víctimas de estos brutales y criminales actos los cuales son aprobados y aceptados por la cultura dominante.


[1] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 21 de septiembre, 2020.

[2] Sobre este tema, véase cbsnews.com, 27 de agosto, 2020.